
Su majestad Nancy Pelosi, quien no hace mucho se caracterizara a sí misma como la mujer más poderosa del mundo, fue despedida anoche. Y aunque el Príncipe Harry, ese truhán que hizo y deshizo en el Senado comprando y vendiendo almas, logró derrotar a su oponente, el Senado será a partir de enero un lugar mucho más equilibrado y decente. Y, lo que es mucho más importante todavía, a Barack Hussein Obama le recordamos que él no es ningún Jeque Árabe con poderes omnímodos y que en Nosotros, el Pueblo es donde reside verdaderamente el poder y que no toleramos que la arrogancia de un politicastro engreído se superponga a la voluntad popular.
Hell No! (Diablos No) fue el mensaje que recibió el establishment político de ambos partidos en Washington y harían muy bien en prestar especial atención porque este fue sólo el comienzo del regreso a las raíces del excepcionalismo americano. Llámenle como quieran los corifeos de la Gran Prensa de Izquierda y el Tartufo y sus acólitos, pero lo que ayer se vio en todos los colegios de votación fue un reflejo del espíritu que creó a esta nación única y que la ha sostenido en la prosperidad y la democracia a través de más dos siglos. Sin duda ayer fue uno de los momentos más brillantes en la historia de los Estados Unidos.
De nada le sirvió a los “manengues” de Washington que Barack Hussein Obama tratara de difundir el miedo entre los votantes de origen hispanoamericano al retratar a sus opositores como los “enemigos” de la Raza, ni que advirtiera contra el dinero, los intereses especiales y “la política del cinismo”, recordándonos bastante a Fidel Castro y a Hugo Chávez. Él sabía desde hace mucho que la mayoría estábamos totalmente en contra de su política de redistribución de la riqueza e ingeniería social, pero en lugar de prestar atención y escuchar se hinchó de arrogancia y llegó hasta burlarse de nosotros. Anoche, después que ya se viera la ola arrolladora del cambio, el verdadero, el que sale del pueblo, las preguntas que circulaban a través de los medios noticiosos eran si Obama seguiría embistiendo ciegamente contra la voluntad de la mayoría de los norteamericanos o por fin se llamaría a capítulo y aceptaría que su agenda era mayoritariamente rechazada.
Pues no hemos tenido que esperar mucho para enterarnos. Hoy en la Conferencia de Prensa que convocó para hablar de la debacle electoral demócrata y entre muchas de las vagas afirmaciones con las que usualmente enfrenta las situaciones desfavorables dijo el Tartufo: “La votación de ayer confirma lo que escuché decir a la gente a través de todos los Estados Unidos. La gente está frustrada, está profundamente frustrada con el ritmo de recuperación de nuestra economía”.
Es decir, que sigue en las mismas, son otros quienes tienen la culpa, no él, jamás él… Y sin el más mínimo sonrojo dijo que las decisiones que había tomado hasta la fecha eran “duras” pero “necesarias” y que trataría de encontrar consenso con los Republicanos, pero ya sabemos a que consenso se refiere, seguramente al que mencionara hace dos días cuando dijo que los invitaba a subirse en el carro para sacarlo del barranco, pero que el viaje debían hacerlo en el asiento de atrás, es decir su concepto de consenso y bipartidismo es aceptar sus caprichosas políticas, doblegarse ante su arrogancia como si fuera un señor de horca y cuchillo con poderes absolutos.
Pues Hell No! Y esperemos que los Republicanos que hoy alcanzan la mayoría en la Cámara y que ampliaron su peso en el Senado también hayan recibido el mensaje: Hay un mandato del pueblo que hay que cumplir y el que no lo haga así tendrá que enfrentar otro Cambio en el año 2012, dos años a la fecha exactamente.
Nobama
Nueva York, 3 de noviembre de 2010