viernes, 19 de febrero de 2010

Bipartidismo Obámico = Guapería y Chantaje

Representación de Teatro Kabuki
Barack Hussein Obama trabaja en su versión del ObamaCare en la que intenta reconciliar las diferencias entre las versiones demócratas de la Cámara y la del Senado, para luego incluirlas como parte de una propuesta de Ley de Presupuesto y evitar así la posibilidad de lo que se conoce en términos legislativos como filibuster por parte de los Republicanos, según nos confirman varias fuentes periodísticas cercanas a la Casa Blanca.

Y hoy The New York Times, lo confirma citando a funcionarios de la administración y a ayudantes congresionales, que dicen que esta “nueva” versión del ObamaCare todavía está en su fase de redacción y que será colgada en Internet en la mañana del Lunes.

Al adjuntar la legislación propuesta a una de presupuesto, los Demócratas podrán avanzar el ObamaCare con una mayoría de sólo 51 votos en el Senado, lo que ya ha llegado a conocerse como Opción Nuclear. Este paso previo a la celebración de la famosa Cumbre de Salud “bipartidista” televisada convocada por Obama para el 25 de febrero, confirma lo que hemos estado anunciando desde que los Demócratas perdieron la mayoría absoluta en el Senado: “Pero no creamos que se replegará al centro como hizo Clinton. Para nada. Esta especie es como el alacrán, su naturaleza le obliga a clavar el aguijón aunque ello signifique que morirá ahogado al hacerlo. Ya suenan trompetas de Guerra en la Casa Blanca y como dijera Kemal Ataturk a Gallipoli, Obama le dice a los legisladores demócratas: ‘Yo no te ordeno atacar. Yo te ordeno morir’ y la carnicería de noviembre de 2010 será espantosa”. Con esta nueva versión del ObamaCare impulsada ahora por la Casa Blanca, se hace clara su agresiva estrategia de reformar el sistema de salud de la nación a como de lugar, en una actitud de “esto es lo que hay y tienen dos opciones o se suman o los pondré en evidencia como el Partido del No y el obstruccionismo” ante el pueblo norteamericano.

De ahí que un ayudante congresional demócrata confirmara que será una propuesta de ley de reconciliación presupuestaria y que si los Republicanos no llegan con ninguna oferta sustancial, eso es lo que harán. Al insistir en qué exactamente quería decir ninguna oferta sustancial, dejó entrever que debía ser algo diferente a lo que han estado proponiendo durante todo el proceso, lo que sin dudas quiere decir que Obama no está disuesto a aceptar ninguna de las propuestas basadas en el mercado que han estado haciendo los Republicanos, sino que, cómo decíamos hace algunos días, la intención que se esconde detrás de la supuesta propuesta de bipartidismo de Barack Hussein Obama, es la rendición de los Republicanos, y que para él bipartidismo significa: hagan lo que yo deseo.

Con esta posición desafiante, arrogante y chantajista, la administración podría estar sentando las bases para un enfrentamiento político de proporciones insospechadas, no sólo entre Demócratas y Republicanos, sino también con la mayoría del pueblo norteamericano que prácticamente en todas las encuestas se muestra abrumadoramente contrario al ObamaCare (en la más reciente de Rasmussen Report el 61% se manifiesta por comenzar desde cero otra vez).

Cuando el llamado “nuevo plan” de Obama se publique el lunes y se vea que el mismo contiene los mismos elementos básicos a los que se opone la mayoría de los norteamericanos y que en este se resucita la llamada Opción Pública, y que además sigue siendo una legislación que llevará a este país a la bancarrota, el enfrentamiento político será de enormes proporciones. Si hasta ahora alguien podía pensar que este enfrentamiento estaba sn su zenit, esperen a que se conozca lo que la flamante Secretaria de Salud Kathleen Sebelius calificó el jueves como una propuesta “que enmarcará las mejores ideas” (Cámara y Senado) antes de la llamada “Cumbre” del día 25.

En el Senado, Obama sabe ya que no puede conseguir los 60 votos, aún si logra finalmente sobornar a las RINO Olimpia Snowe y Susan Collins, porque a estas alturas ni los Demócratas Blanche Lincoln, ni Ben Nelson y probablemente Evan Bayh, votarían a favor del ObamaCare, por lo que ya está decidida la Opción Nuclear. En la Cámara tiene la esperanza de que todavía Su Majestad Pelosi pueda torcer los brazos necesarios entre los llamados Demócratas Moderados más el solitario RINO de Louissiana y conseguir los 218 votos necesarios para la reconciliación, pero sucede que desde que ella logró aprobar su versión con 220 contra 215, el pasado noviembre, un Representante Demócrata que votó a favor renunció a su escaño, otro murió recientemente y un tercero planea abandonar su escaño el 28 de febrero, por lo que la cuenta no le da. Eso sin contar al grupo de demócratas moderados pro vida que votaron a favor de la Ley porque contenía la Enmienda Stupak que hacía imposible la utilización de fondos federales para pagar abortos.

Mientras, el líder de la minoría republicana en la Cámara John Boehner dijo ayer que “una productiva conversación bipartidista sobre la salud comienza con una hoja de papel en blanco”. Y uno de sus ayudantes ha calificado a la reunión del próximo 25 de febrero como la “Cumbre de todos los temores”.

Pero precisamente son los temores los que los Republicanos deben dejar en casa. Como decíamos hace sólo unos días, deben acudir a la puesta en escena Kabuki de Obama y presentar ante el pueblo norteamericano sus propuestas acordes con los principios económicos que han hecho grande a este país, pero no deben cometer el error de sacar ellos de la carpeta una hoja en blanco, sino por el contrario, invitar a Obama que comience a llenar una que contenga esas ideas básicas no solo de salud física y mental, sino que también de salud económica.

Los Republicanos no deben impacientarse en este tema, porque el tiempo y el pueblo norteamericano están a su favor. La impaciencia deben dejársela a la extrema izquierda y no perder de vista que Obama no tratará de controlarla ni de frenarla por la sencilla razón de que él forma parte de ella y nunca dejará de estar en ese lado. El Tartufo sigue a pie juntillas lo que Lyndon Johnson dijo a sus ayudantes después de ganar las elecciones en 1964: “Gané por 16 millones de votos y voy a perder un millón de votos de apoyo por mes, de manera que tengo que actuar rápido”.

Obama parece haber hecho un cálculo parecido, pero en una época completamente diferente y con una agenda que cada día es más impopular. Como decíamos, el pueblo norteamericano está ansioso de ver que alguien convierta esta puesta en escena Kabuki, organizada y dirigida por Barack Hussein Obama, en una denuncia de sus planes socialistas.

El pueblo norteamericano quiere escuchar las voces que dirán No a esas pretensiones y no quieren componendas disfrazadas de bipartidismo. Esta es una oportunidad dorada para que los Republicanos avancen triunfadores hacia las elecciones de noviembre de 2010.

La clave del éxito es decir NO y no dejarse chantajear ni amedrentar por los métodos mafiosos de The Chicago Way. Déjenlos a ellos con su Teatral Cumbre Kabuki porque muy pronto se verán representando la misma y gastada obra de siempre, lo único que a sala vacía.

Nobama
Nueva York, 19 de febrero de 2010

jueves, 18 de febrero de 2010

Declaración de Mt. Vernon sobre los Principios Conservadores


Los Estados Unidos deben regresar al “conservadurismo constitucional” y a los principios sobre los que fueron fundados, los cuales han estado “bajo permanente ataque”, expresa la declaración firmada ayer por 80 líderes del movimiento conservador.

“Nos comprometemos con las ideas de los Fundadores Americanos”, dice el documento que lleva por título The Mt. Vernon Statement (La Declaración de Mount Vernon). “Por medio de la Constitución, los Fundadores crearon y mantuvieron un esquema de gobierno limitado basado en el imperio de la ley. Ellos buscaban asegurar la independencia nacional, proporcionar las oportunidades económicas, establecer una verdadera libertad religiosa y mantener una sociedad floreciente en un auto gobierno republicano”.

El texto completo firmado ayer en Collingwwod, Virginia en un sitio que formó parte de la propiedad de George Washington, puede leerse aquí, o pinchando sobre la imagen. Además puede ser firmado también por aquellos norteamericanos y residentes en los Estados Unidos que deseen adherirse al mismo.

Los líderes conservadores norteamericanos redactaron y firmaron una declaración similar de creencias y principios en septiembre de 1960 a la que llamaron The Sharon Statement (La Declaración de Sharon). En aquella ocasión se reunieron en el hogar de William F. Buckley Jr. (1925 – 2008) en Sharon, Conn. Buckley fue sin dudas uno de los más importantes escritores y líderes conservadores del siglo XX y hasta su muerte.

The Sharon Statement ayudó a la unión de conservadores y libertarios en los Estados Unidos, con el propósito de lograr metas comunes y resultó vital en el fortalecimiento del movimiento conservador y en la elección de Ronald Reagan como Presidente en 1980 y 1984.

Nobama se suma con orgullo y suscribe punto por punto los principios recogidos en la Declaración de Mount Vernon e invita a que lo hagan a todos los norteamericanos y residentes que desean que vuelvan a imperar los principios básicos sobre los que fuera fundada esta nación de que “todos los hombres fueron creados iguales, que están dotados por su Creador con determinados Derechos inalienables, que entre estos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la felicidad”.

Nobama
Nueva York, 18 de febrero de 2010

miércoles, 17 de febrero de 2010

Barack Hussein Obama en caída libre y Mahoma lo espera en el Octavo Círculo


En una encuesta realizada por CNN/Opinion Research publicada ayer, el 52% de los norteamericanos dicen que Barack Hussein Obama no se merece la reelección en 2012 y sólo el 44% dice que votará por reelegirlo, por lo que enfrenta números negativos tanto entre el total de los norteamericanos como entre los votantes inscritos para votar.

Estas cifras representan un panorama verdaderamente nada halagüeño para el Tartufo del 1600 de Pennsylvania Avenue, porque son superiores a las que en la misma encuesta dicen aprobar su trabajo como Presidente (49%) en comparación con los que lo desaprueban (50%).

Y a pesar de que para las eleccciones de 2012 todavía falta mucho, en las elecciones parciales de noviembre próximo todo parece indicar que las posibles pérdidas de los Demócratas serán enormes y hasta hay quienes predicen que perderán la mayoría en ambas cámaras del Congreso.

Ante esta sostenida caída en las encuestas por parte de Obama, nuestra opinión es que será permanente y que a menos que ocurra un milagro, para finales de 2011 sus niveles de aprobación serán similares o muy cercanos a los más bajos niveles que tuvo su Némesis y “culpable por decreto de todos sus males” Geoge W. Bush.

¿Pero qué es lo que ha influido de manera tan determinante en la pérdida de popularidad del Gran Timonel?

En nuestra modesta opinión son varias las causas que determinan este cambio de estado de ánimo en los votantes a sólo poco más de un año de haber recibido un apoyo masivo entre los votantes norteamericanos y de haber gozado de altísimas cifras de aprobación después de asumir la presidencia.

En primer término pensamos que la mayoría de los norteamericanos se sienten sumamente ofendidos por la arrogancia y superioridad que muestra. Cada vez que habla parece decirnos a todos, algo así como “Sólo sé que lo sé todo y lo que no me lo imagino”, famoso bocadillo de un personaje cómico de la Radio cubana. Por ejemplo, hoy celebró por todo lo alto el 1er aniversario de la Ley de estímulo económico que se supone que a estas alturas debía haber creado millones de empleos y dijo que había evitado la pérdida de al menos 2 millones de empleos y que evitó que la recesión fuera más profunda. Obama nos trata como si fuéramos unos tontos desmemoriados y obvia el hecho de que dijo que esta Ley, que disparó el déficit en más de un millón de millones, evitaría que el desempleo fuera más allá del 8%, pues bien hoy estamos, según cifras oficiales, en el 9.7% de desempleo y si contamos a los que ya se les venció el seguro de desempleo y a los que se han dado por vencidos y ya no buscan empleo, por lo que no son contados, la cifra debe estar rondando el 20%. Además, lejos de escuchar las voces de alerta desde todo el espectro político que lo principal es el control del gasto gubernamental, en su soberbia sin límites, presenta el presupuesto más inflado de toda la historia norteamericana, el cual, de aprobarse, llevará a este país a una caída en picada más violenta aún que la suya misma; es decir a la bancarrota total.

Obama miente e induce al error cada vez que habla, si Dante hubiera escrito La Divina Comedia en esta época, sin dudas lo habría incluido en el 8vo Círculo, el de los fraudulentos y los rufianes, junto a sus aduladores y cortesanos y donde está Mahoma sufriendo su castigo. Ejemplos sobrarían de como miente descaradamente, pero pongamos uno de los más recientes, cuando ayer anunció el otorgamiento de un préstamo de $8,200 millones a una empresa de generación eléctrica para la construcción de dos reactores nucleares, que serían los primeros a construirse en los Estados Unidos en casi 30 años. La maquinaria propagandística Obámica, de inmediato se lanzó a celebrar y cantar loas a su valentía, porque así se enfrentaba a la extrema izquierda y se movía al centro en aspecto tan crucial para nuestro futuro económico. ¡Pamplinas!, decimos nosotros. Todos sabemos que para producir energía nuclear es necesario un sitio seguro de almacenaje para la llamada basura nuclear y como sabemos en los Estados Unidos ello se hace en Yucca Mountain en el Estado de Nevada, pero da la casualidad que en su Mastodóntico Presupuesto presentado el 29 de enero se propone la eliminación de los fondos destinados al desarrollo del sitio para almacenaje de basura nuclear y se habla de un impreciso "compromiso para seguir una estrategia responsable a largo plazo”. ¿Cómo se puede mentir tan descaradamente y pensar que podrá salirse con la suya?

Luego están nuestra Seguridad Nacional y las incoherentes Relaciones Exteriores de su administración. ¿Recuerdan aquello de una “diplomacia audaz y agresiva con Irán” que prometiera el candidato Barack Obama? (El Hussein suprimiolo entonces la censura). Ocho meses después de que los Mullahs y Ahmadineyad inundaran de sangre las calles de Teherán y de la tímida respuesta Obámica de entonces y que ya varios opositores hayan sido ahorcados por participar en las propuestas, nuestra flamante Secretaria de Estado, la inefable Hilaria, dice que Irán se “está conviertiendo en una dictadura militar”.

¿Qué nos quiere decir la administración con esta declaración cuando menos estúpida, por lo obvia? ¿Cómo es posible que la democracia más establecida y visible del mundo le diga a ese asesino Gobierno que “recupere la autoridad que deben ejercer en nombre del pueblo iraní”? ¿Es que acaso la administración Obama añora el regreso de aquellos primeros días de la Revolución Islámica? ¿O quizás lamenta que ya no esté en el poder aquel “Gran Amigo del pueblo norteamericano y Gran Demócrata” que fuera el Ayatollah Khomeini?

Resulta ahora que en medio de su esquizofrenia, la pandilla Obámica piensa que la Guardia Revolucionaria es un elemento independiente de los Mulahs y del dictador y que amenazan con instaurar una dictadura en Irán. No en balde, en sólo un año hemos recibido tres ataques terroristas en nuestro territorio. ¿Cómo es que ahora la Guardia Revolucionaria iraní es el Coco Maloso?

Hace unos años, en el Senado se propuso declarar a esa misma Guardia Revolucionaria, que hoy la administración Obama ve como un peligro para la “actual democracia iraní” como una organización terrorista y los entonces Senadores Barack Hussein Obama y Joseph Biden se opusieron vigorosamente a dicha resolución. El Tartufo entonces la calificó de una “imprudente” forma de “hacer sonar los sables” y el hoy Vicepresidente Biden de “un grave error”.

Y mientras, Irán se declara potencia nuclear, su carrera hacia la consecución de la Bomba está a toda velocidad y Barack Hussein Obama jugando con las sanciones que ni chinos ni rusos apoyarán y presionando a Israel para que no se defienda unilateralmente, lo amenaza (a Israel) hasta con derribar los aviones que sobrevuelen Irak para destruir los sitios nucleares iraníes.

No en balde Obama ya está en la posición adecuada para caer a toda velocidad en el 8vo Círculo del Infierno que nos relatara Dante, donde ya se pueden observar las pancartas y las multitudes enardecidas para darle el recibimiento que merece. ¡No faltaría más!

Nobama
Nueva York, 17 de febrero de 2010

lunes, 15 de febrero de 2010

The Runaway Toyota... O cómo capear el temporal

Barack Hussein Obama ha perdido el apoyo de la mayoría del país. Encuesta tras encuesta confirman que la mayoría de los norteamericanos ya no creen en él y no se ve que exista la posibilidad de que pueda hacer algo para recuperar la confianza de muchos de los que votaron por él en 2008, principalmente entre los votantes independientes.

Pero hay tres aspectos fundamentales en la realidad política actual que podrían salvar su presidencia de ser un rotundo fracaso y hasta quizás garantizarle un segundo mandato en 2012:

1ro. Debe abandonar la idea de juzgar en tribunales civiles a los complotados en la masacre del 11 de septiembre y dejar de darle a los terroristas capturados los mismos derechos procesales que a los ciudadanos norteamericanos.

2do. Debe mantener abierta la prisión de la Bahía de Guantánamo, porque es el mejor lugar para mantener aislados a los combatientes enemigos y evitar que vuelvan a atentar contra nuestra seguridad o reincorporarse a las fuerzas terroristas de Al Qaeda. También debe despedir a John Brennan como Jefe de Contraterrorismo y de inmediato calificar de pasmoso, desconcertante, estúpido y altamente peligroso para la Seguridad Nacional lo dicho por Brennan el pasado sábado de que comparándolo con el 50% del total de delincuentes comunes que reinciden en los Estados Unidos el cálculo de que la reincidencia en el terrorismo del 20% de los confinados en Guantánamo devueltos a sus países o integrados al llamado Plan de reeducación en Arabia Saudita “no es tan malo”.

3ro. Luego está lo referente a moverse realmente al centro en materia económica y abandonar la parte más extremista de izquierda de su agenda política, la cual ha querido forzar en su primer año en la Casa Blanca. Ello claro está, significa trabajar de forma bipartidista con el Congreso para aprobar legislaciones que realmente saquen la economía de la profunda recesión en que se encuentra y que de nuevo el extraordinario potencial empresarial, financiero y productivo de la nación comience a funcionar y a crear empleos. Para ello debe enviar una señal clara de su voluntad de compromiso primeramente a los inversionistas y después a toda la nación.

Un buen punto para comenzar sería reconsiderar su propósito, claramente establecido en su propuesta de presupuesto, de dejar expirar los recortes de impuestos hechos durante la Presidencia de George W. Bush y, por el contrario, hacerlos permanentes. Desde la campaña presidencial hemos estado escuchando sin parar la letanía de que esos recortes de impuestos son una de las causas principales, sino la principal, del enorme déficit fiscal y por ende de la deuda pública del Gobierno de los Estados Unidos, lo cual es una de las afirmaciones más mentirosas y deshonestas que se han repetido en la propaganda Obámica del Hope and Change. Claro está que para hacer esto, Barack Hussein Obama necesitaría una extraordinaria dosis de honestidad y valentía política, porque sería enfrentarse a su base natural: la extrema izquierda en poder de la dirección del Partido Demócrata y por ende al liderazgo en el Congreso, es decir a Nancy Pelosi y Harry Reid.

Si Obama realmente quisiera la recuperación económica, ello sería un mensaje extraordinariamente claro y además muy fácil de argumentar.

Durante el año fiscal del año 2000, antes de los recortes de impuestos de Bush, el Gobierno ingresó $2.025 millones de millones y gastó $1.78 millones de millones. Siete años después, antes de que nos golpeara la recesión, el Gobierno ingresó $2.58 millones de millones, un 27% más que antes de los recortes de impuestos, pero gastó $2.72 millones de millones, lo que representa un aumento de 53% en el Gasto Público. Lo que establece que el gasto dobló a los ingresos y que a pesar de los recortes de impuestos los ingresos estuvieron por encima de la tasa de inflación. Luego los recortes de impuestos no pueden ni siquiera considerarse dentro de las causas del déficit. Lo que sucedió realmente es que nuestros líderes electos, para su vergüenza, no mantuvieron el gasto ni siquiera al mismo nivel que la tasa de inflación, si lo hubiesen hecho nuestros gastos en 2007 hubiesen alcanzado la cifra de $2.15 millones de millones, por lo que habríamos tenido un superávit de $414 mil millones.

¿Pero qué sucedió durante todo el año 2009, el 1ro de la era Obámica del Hope & Change?

Ingresamos $2.10 millones de millones, no pierdan de vista que a pesar de la recesión esta cifra sigue siendo mayor que los ingresos antes de los recortes de impuestos de Bush, pero lamentablemente el Gobierno gastó $3.51 millones de millones, es decir un 97% más que antes de los recortes de impuestos de Bush. Lo que nos lleva a concluir que si el Gasto Público se hubiese mantenido al menos al nivel de la tasa de inflación, los gastos hubiesen totalizado $2.22 millones de millones, por lo que el déficit sería de sólo $124 mil millones, bastante poco si lo comparamos con la enormidad de $1.4 millones de millones gastados.

Si como decíamos, Barack Hussein Obama quisiera recuperar la confianza de la mayoría del pueblo norteamericano, este sería un buen punto para comenzar. Pero lamentablemente, todo parece indicar que la soberbia es más poderosa que el sentido común y ya se escuchan tambores de Guerra desde la Casa Blanca con amenazas de una utilización sin precedentes de los poderes ejecutivos para avanzar la agenda socialista en energía, medio ambiente, política fiscal y, claro está, el ObamaCare, lo que sugiere que Obama no tiene de lo que cuelga, ni la decencia para rectificar el rumbo, por lo que el Gran Timonel está condenado al fracaso.

Como dijo alguien muy sabio una vez: “Ni siquiera un Presidente puede ganar una batalla si tiene a los votantes en contra y, como si ello no le bastara, cada vez más encabronados”.

Nobama
Nueva York, 15 de febrero de 2010