martes, 30 de diciembre de 2008

Granma: Obama es Bush Déjà Vu

Nobama les invita a leer este artículo publicado en Granma en el que la dictadura hecha mano de las Sagradas Escrituras para unirse a la extrema izquierda que ya critica la composición del Gabinete de Obama antes de que el Presidente electo haya tomado posesión. Muy interesante.

lunes, 29 de diciembre de 2008

GOLPEAR A HAMAS HASTA EL FINAL

¡Qué predecibles! Los exitosos ataques aéreos de Israel en Gaza representan una respuesta “desproporcionada” a la violencia de Hamas, eso es lo que se le ocurre decir al flamante Secretario de esa inútil entelequia llamada ONU, Ban Ki-Mon y a países como España (Leire Pajín, Secretaria de Organización del PSOE la califica de “masacre” que no “debe quedar impune”), Francia y México, ese mismo México tan “demócrata” y humanitario que devuelve a la dictadura a los cubanos que huyen. Cabría preguntarle a sus señorías ¿qué consideran una respuesta permisible y “proporcionada” a más de tres años de miles de ataques con cohetes y morteros por parte de los terroristas islámicos palestinos, con particular insistencia en dirigirlos contra escuelas y guarderías? Pero no perdamos el tiempo con preguntas que ellos consideran retóricas. En definitiva, los judíos muertos no son noticia ni les escandalizan, pero si Israel se defiende y mata terroristas, que bien muertos estén, sus señorías se sienten ultrajadas y vociferan contra el estado hebreo, la única Democracia verdadera en el área. Israel está golpeando con fuerza a los terroristas. Por eso Israel es el villano. ¡Faltaría más! Para los críticos, Israel no tiene derecho a defenderse. De manera que es mucho mejor que Israel haga precisamente eso, defenderse atacando a los instrumentos del terror hasta destruirlos.

Como dijo Ehud Barak, Ministro de Defensa israelí, “pedirnos que hagamos un alto al fuego con Hamas es como pedirles (a los Estados Unidos) que hagan una cese al fuego con al Qaeda”, y añadió, “¿se quedaría de brazos cruzados el Presidente de los Estados Unidos si San Diego se viera bombardeado diariamente por cientos de misiles lanzados desde Tijuana?” Después de todo, Israel evacuó por completo Gaza en 2005, retirando a todos los soldados y colonos y destruyendo sus propios pueblos y villorrios. No existe ninguna “ocupación” allí a la que Hamas tenga que oponer resistencia. “Hasta ahora hemos mostrado moderación”, dijo la Ministra del Exterior Tzipi Livni. “Pero hoy no tenemos otra alternativa”.

Israel ha seleccionado cuidadosamente los blancos que ataca, lo que tomó a Hamas por sorpresa, destruyó el complejo principal de seguridad de Gaza City, puestos militares, sitios de lanzamiento de cohetes, talleres metalúrgicos, la estación de TV de Hamas y una mezquita que alojaba a soldados armados. Fueron destruidos unos 40 túneles utilizados para pasar armas a Gaza y terroristas a Siria e Irán para recibir entrenamiento.

Es cierto que el número de muertos es alto. Pero aunque Hamas se ubica deliberadamente en zonas densamente pobladas, utilizando a los civiles como escudos humanos, la mayoría de los muertos son soldados de Hamas, incluyendo dos comandantes de alto rango.

Para Israel, no está exenta de riesgos lo que se proyecta como una prolongada operación militar. Su guerra en Líbano en 2006, destinada a eliminar a Hezbollah, fue un fracaso, por lo que no pueden afrontar una repetición de una debacle como aquella.

El Presidente electo Barack Hussein Obama, está de vacaciones en Hawai, y se dice que “monitorea la situación” pero no ha querido comentar más allá mientras George W. Bush esté en la presidencia. Esperamos que no haya cambiado su punto de vista del pasado verano durante su visita a la martirizada ciudad israelí de Sderot: “Si alguien está lanzando cohetes hacia mi casa en la que duermen mis hijas durante la noche”, dijo entonces. “Yo haría todo lo que estuviera en mi poder para detener esos ataques. Y espero que los israelíes harán lo mismo”.

Eso es lo que Israel hace y necesita el apoyo de todas las personas decentes en el mundo. Ya una vez ante la pasividad de casi todos pretendieron exterminar a los judíos, hoy ante la pasividad, la desidia y la desvergüenza de muchos los nuevos nazis pretender destruir al Estado de Israel y los grupos terroristas islámicos juegan un importante papel en la ecuación, tan importante como personajes de la calaña de la tal Pajín y del gobierno del liberticida Zapatero con su testaferro Moratinos. Nosotros por nuestra parte confiamos en el texto del Salmo 121:4: “nunca se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”. Viva Israel eternamente.

Nobama,
diciembre 29 de 2008

viernes, 19 de diciembre de 2008

¿AS SALAAM ALEYKUM? O ¿PODRÁ OBAMA LOGRAR UN DIÁLOGO CON EL ISLÁM?


As Salaam Aleykum es el saludo por excelencia en todos los países árabes el que, por lo general, se acompaña con un estrechón de manos y, en ocasiones, con dos o tres besos alternando las mejillas, después de recibir la respuesta de Aleykum As Salaam.

Y ese es precisamente, el mensaje que Barack Hussein Obama desea enviarle a los musulmanes cuando el próximo 20 de enero tome posesión de su cargo utilizando también su segundo nombre para ello. El Presidente electo ha estado hablando de sostener un diálogo con el mundo islámico, pero hasta el momento no ha encontrado el cómo hacerlo.

En un momento determinado sus asesores valoraron la posibilidad de que sostuviera una cumbre con líderes musulmanes en la Casa Blanca, pero descubrieron que ello era impracticable. Entonces se les ocurrió la “brillante” idea de que Obama asistiera a la Conferencia de la Cumbre Islámica, la cual se reúne cada 3 años. Pero, por razones obvias de ese mundo, esa variante también ha resultado bastante complicada. Ahora el plan es que pronuncie un “importante discurso en una capital islámica”.

Claro hay una pregunta que todos se hacen: ¿Qué es lo que Obama desea expresar con este diálogo? El Presidente electo trató de aclararlo en una reciente entrevista con The Chicago Tribune: “El mensaje que quiero enviar es que seremos inflexibles en la eliminación radical del terrorismo extremista que hemos visto en Mumbai”.

Aquí habría que detenerse y destacar algunos aspectos que se desprenden de esta respuesta. Obama menciona a Mumbai y no a los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, ni ninguno de los otros llevados a cabo por terroristas Islámicos contra objetivos occidentales y no habla de “terrorismo Islámico”, sino de “extremismo terrorista”.

La razón a mi juicio es que no desea incomodar a jefes de estado, clérigos, personalidades y jefes tribales musulmanes, por lo que pienso que ese es el error fundamental sobre el que basa su enfoque. Si el terrorismo que vimos el 11 de septiembre y en muchas otras ocasiones nada tiene que ver con el Islam, ¿qué sentido tiene entonces discutir el asunto con líderes Islámicos y no con los sacerdotes de la religión Yoruba, con el Papa Benedicto XVI o con el Dalai Lama? Pero, por el contrario, si aceptamos que este tipo de terrorismo tiene raíces Islámicas, debía llamarlo por su nombre y no esconderse detrás de eufemismos políticamente correctos, porque eso no es lo que debemos esperar del hombre que ganó la presidencia con el lema de la transparencia y del Cambio. Además, si queremos derrotar al terrorismo Islámico, no queda otro remedio que incomodar a los musulmanes. A los musulmanes moderados hay que decirles claramente que han sido reacios a reconocer la amenaza que sus pares extremistas representan para todas las sociedades democráticas y moderadas del mundo.

Es verdad que no todos los musulmanes son terroristas, pero también lo es que casi todos los terroristas son musulmanes y que no vienen de otro planeta. Los reclutan, entrenan y les dan refugio en países Islámicos, algunos ricos musulmanes y organizaciones caritativas musulmanas los financian, determinados gobiernos Islámicos les proporcionan pasaportes y refugio seguro y los medios de comunicación en la mayoría de esos países, casi siempre controlados por el estado, divulgan los principios en que se sustenta esa ideología terrorista en todas sus variantes.

El Presidente electo parece ignorar que el terrorismo Islámico no se limita sólo a los ataques suicidas contra los “infieles”, sino que también se presenta en una variante destinada a aterrorizar a los ciudadanos musulmanes ordinarios, siguiendo ritos y reglas que no deben tener cabida en la sociedad civilizada.

Obama nos habla de una “oportunidad única de relanzar la imagen de los Estados Unidos”, como si los problemas que afrontamos con el terrorismo fueran la consecuencia de malas relaciones públicas por parte nuestra. ¿Acaso está tan poseído de sí mismo y de sus talentos para seducir a la gente con sus discursos, que cree que con uno solo logrará eliminar la amenaza del terrorismo Islámico, algo que los cinco presidentes que lo precedieron desde 1979 no lograron?

La ambigüedad acerca de su identidad religiosa es otro problema, y no pequeño por cierto, que presenta Obama a la hora de sostener un diálogo con los musulmanes. Para muchos de ellos él todavía es uno de los suyos: Su padre, su abuelo y su bisabuelo fueron musulmanes, así como su padrastro, por lo que de acuerdo con la práctica musulmana él, a su vez, lo es de nacimiento y, por lo tanto, forma parte de la ummah (la comunidad de los fieles). A menos que formalmente reniegue de la fe de sus ancestros masculinos, siempre será considerado un musulmán.

Por otro lado, el Presidente electo merece ser asesorado mejor acerca de la interrelación de la Religión Islámica con la política internacional, por parte de esa enorme Mesa de Pericles de asesores de la que se ha rodeado. Los Estados Unidos se enfrentan a grupos y estados que dividen a la humanidad en bloques religiosos y buscan el dominio de su propio campo Islámico. Obama debe dejar bien claro que esta nación combatirá contra cualquier fuerza que pretenda imponer su hegemonía en nombre de cualquier fe, credo o facción religiosa. Además, a estas alturas, supongo que ya sepa que dentro del Islam existen varios conflictos teológicos y políticos interconectados: Sunitas vs. Chiítas, modernistas vs. tradicionalistas, déspotas vs. demócratas, moderados vs. radicales y así sigue la lista, lo cual en realidad nos demuestra que no existe ningún “Mundo musulmán” homogéneo al que pudiera dirigirse como un todo. En opinión de muchos expertos en el tema, la no existencia de esta homogeneidad en el mundo Islámico es lo que ha hecho fracasar al Panarabismo en su intento de unificar políticamente a los pueblos árabes en todo el mundo.

Cabría entonces hacerse la pregunta siguiente: ¿en qué “capital musulmana” podría Obama pronunciar ese “importante discurso”? Si lo hace en el Cairo, Amman, o en la capital de cualquier otro régimen árabe despótico amigo de los Estados Unidos, ello señalaría el fin del apoyo norteamericano a la democratización del Medio Oriente. ¿Sería Ankara en Turquía un buen sitio? No, porque la mayoría de los turcos desean proteger la tradición secular de su república. ¿Teherán, la capital del Irán Chiíta, quizás? No creo que nadie sensato se lo recomiende, porque ello ocasionaría la ira del 85% de los musulmanes, que son Sunitas.

¿Acaso en Bagdad?, la capital Iraquí sería una buena opción, pero conllevaría a la admisión tácita por parte del Presidente electo de que estaba equivocado cuando se opuso al derrocamiento de Saddam Hussein. ¿Yakarta? Indonesia es una democracia y los antecedentes indonesios de Obama ayudarían, pero Indonesia prácticamente no tiene influencia alguna en el resto del mundo Islámico.

Existe quizás otro lugar hacia el que todos los musulmanes se vuelven para orar y que resultaría aceptable para todos ellos: la Meca. Lo único que se opone a que sea en este sitio es que a los no musulmanes no se les permite entrar a esa ciudad. Obama podría ir, pero sólo si abraza su herencia Islámica y entra solo a la ciudad como exige la tradición, dejando detrás a todo su círculo de “infieles”.

De manera que según nuestro análisis, no existe ninguna salida positiva para que el Presidente electo pueda lograr su propósito de pronunciar su famoso discurso. Quizás si consulta con su homólogo, el presidente del gobierno español Rodríguez Zapatero, especialista en reuniones y organismos inútiles, recordemos su inservible Alianza de Civilizaciones, este encuentre alguna manera de que el futuro presidente Barack Hussein Obama pueda encantar con su palabra al mundo musulmán y acabar así con el terrorismo, que aunque se diga que no es islámico ni islamista, propugna la Jihad y la muerte de los infieles, tal y como aparece en El Corán, libro sagrado que, según los musulmanes, le fuera dictado por el mismo Alah al profeta Mahoma.

Diego Rodriguez-Arche
19 de diciembre de 2008

miércoles, 17 de diciembre de 2008

No demi plíe para Rahm Emanuel

A Rahm Emanuel, el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, designado por el Presidente electo Barack Hussein Obama, se le conoce por muchas cosas, desde enviarle un pescado muerto, en el mejor estilo mafioso de Chicago, a un encuestador que lo reprendió; hasta por utilizar obscenidades con líderes extranjeros (Tony Blair), o por atacar con cualquier tipo de “arma” a su alcance a cualquiera que se interponga en su camino, pero quedarse tranquilo y callado no es algo por lo que se le conozca hasta ahora.

Esa es la razón por lo que mucha gente vinculada a la política y los medios políticos están intrigados con el hecho de que un hombre notoriamente conocido por su clara tendencia a la guapería y las opiniones directas, ha estado extrañamente quieto y silencioso en el escándalo Blagojevich, especialmente cuando ha sido señalado como alguien que ha mantenido algún tipo de contacto con el Gobernador de Illinois. Y parece ser que para este ex bailarín de ballet, no habrá pirueta o demi plíe (flexión máxima de las rodillas) que lo pueda librar de esta.

Pero Barack Hussein Obama, también se ha mostrado algo impotente a la hora de hablar del asunto. Y para muchos resulta verdaderamente extraño que las veces que ha mencionado o respondido a alguna pregunta sobre el tema, la más vergonzosa muestra del llamado Chicago Way en la corrupción, haya mostrado poca, si alguna, emoción tratándose de su propio escaño en el Senado.

Para no perjudicar a su jefe, Rahm Emanuel está obligado a salir limpio de este asunto y Obama, a su vez, tiene la obligación pública de pedirle que lo haga; especialmente cuando la transparencia y la responsabilidad fueron lemas descollantes de su campaña para la Presidencia.

Pero, ¿qué es lo que realmente sabemos hasta ahora? Que Rahm Emanuel, a pedido de Obama, sostuvo discusiones con Blagojevich en relación con el escaño del Presidente electo que quedaría vacante en el Senado. También que Emanuel entregó al Gobernador una lista de candidatos “aceptables” para Obama. Y aunque esto no es ilegal, sí merece algunas respuestas y muy pronto, si no de inmediato.

El lunes, hablando de su investigación interna, Obama expresó: “Yo no he tenido contacto con la oficina del gobernador y no he tenido contacto con nadie en la oficina del gobernador”. También dijo que la revisión mostraba que el escándalo Blagojevich “no tenía vinculación alguna con mi oficina”. Ayer dijo a un reportero que no “desperdiciara su pregunta” preguntando de nuevo sobre el tema. Lo cual parece algo arrogante a la hora de decir qué debe o no preguntar la prensa o un periodista en particular. En todo caso el Presidente electo debió esperar cortésmente a que el reportero finalizara su pregunta y responderle o no, según su criterio. Eso es lo que se espera de un gobernante democrático. Pero parece que Obama se acostumbró, a través de toda la campaña, a no recibir “preguntas incómodas” de la prensa y pareció molesto ante la insistencia del reportero. Así reaccionan los Castro, Chávez y comparsa, no los Presidentes verdaderamente democráticos. Nuestra recomendación: Acostúmbrese señor Presidente electo, que esa es la libertad de prensa en la democracia y usted está sujeto al escrutinio de la prensa y de los ciudadanos.

Por otro lado, sabemos que Obama es un talentoso artífice de la palabra, es decir alguien que puede hablar mucho sin decir nada y parecer que lo dicho cuenta con un contenido profundo, pero si son ciertas las informaciones de que Obama indicó a Emanuel que conversara con el Gobernador acerca de sus criterios sobre quién sería su sucesor en el Senado, ello demostraría que el Presidente electo no tuvo contacto directo con el Gobernador, pero también que utilizó a su ayudante principal para que actuara en su nombre.

Claro que si no existió quid pro quo (del latín intercambio de algo por algo) en las conversaciones, ello no constituye delito. Pero, ¿por qué no habla Rahm Emanuel? ¿Por qué él y Obama no hablaron antes?

Una nueva encuesta de Rasmussen del jueves y viernes pasado muestra que el 45% de los votantes piensa que es “probable” que Obama, o uno de sus ayudantes principales estuviera involucrado en el escándalo Blagojevich. El 23% dice que es “muy probable”, sólo el 11% dice que “no es nada probable”. No muy buenos números para un Presidente que ni siquiera a tomado posesión.

La investigación interna de Obama puede presentar riesgos graves para el presidente electo, aún si insiste que no hay nada que ocultar ni ilegal. Cuando de a conocer su investigación, Obama debe asegurarse de que no salga algo a la luz más adelante, si dice que no hay evidencia de nada impropio o ilegal. Se especula de que en la oficina de Blagovich existían informantes confidenciales y que las grabaciones ocultas se hacían ya desde mucho antes de los dos meses que conocemos. De ser así, ello aumenta la probabilidad de que existan más alegaciones que involucren a alguien cercano a Obama o a personajes a él vinculados en el pasado.

El tiempo resulta esencial, pero el lunes Obama dijo que su investigación no se haría pública hasta la semana próxima por haberlo así solicitado el Fiscal Federal Patrick J. Fitzgerald, quien está al frente de la investigación del caso Blagojevich. Ello deja aun más espacio a la especulación y sólo puede agravar más la situación para el Presidente electo.

Para alguien que no sólo proclama su inocencia en este escándalo, sino que además se le elogia por haber desarrollado la mejor campaña de la historia, especialmente cuando de la rápida respuesta se trata, sin dudas Obama ha cometido algunos errores de Relaciones Públicas y no está aprendiendo la lección de sus errores. Su deber es liberar a Emanuel de cualquier orden de silencio y pedirle que diga públicamente lo que sabe y que explique de qué forma está involucrado en este escándalo que presenta todas las características necesarias para convertirse en la clásica bola de nieve que al rodar cuesta abajo arrasa con todo lo que encuentra a su paso. No se olviden de que al frente de la investigación Blagojevich está un fiscal incorruptible del tipo Elliot Ness (Los intocables), el que una vez limpiara a Chicago de la escoria. Este fiscal, Patrick J. Fitzgerald, es el mismo fiscal que acusó y obtuvo la condena de Scotter Libby, quien era el Jefe de Gabinete del vicepresidente Dick Chenney.

Otra recomendación al presidente electo: Hable usted antes de que lo haga Blago, si no lo hace puede ser que las cosas, Dios no lo quiera, se le compliquen más de lo que se imagina.

Nobama
Nueva York, 17 de diciembre de 2008

martes, 16 de diciembre de 2008

El verdadero Obama

Nobama recomienda este artículo del amigo Chuck Krauthammer, publicado en Libertad Digital. ¡Revelador!

viernes, 12 de diciembre de 2008

Somos socialistas pa'lante y pa'lante y al que no le guste…

Ya hoy está muy claro que los líderes demócratas en el Congreso, el Presidente electo Obama y, ¡Oh sorpresa!, el Presidente Bush han determinado que las Tres Grandes compañías fabricantes de vehículos automotores son “demasiado grandes para quebrar”. Con la excepción de que la administración Bush esté a bordo, esto no es sorpresa para nadie. La UAW ha empleado décadas en colocar bombas de tiempo en todos y cada uno de los contratos laborales negociados con General Motors, Ford y Chrysler. Desde los costos de las pensiones hereditarias, a los beneficios de salud, más caros que el acero utilizado en la construcción de los vehículos que fabrican, hasta el glorificado sistema de bienestar social para los empleados cesanteados por falta de trabajo, el momento de poner orden a este disparate era algo que debía haberse producido hace mucho tiempo. Algo de eso intentaron hacer 35 Senadores en la noche de ayer en Washington, cuando derrotaron las pretensiones Demócratas de socializar las 3 Grandes de Detroit.

Pero desde que comenzó la crisis financiera en Wall Street, la esquizofrenia ha invadido los mercados y la política incluyendo a la Casa Blanca. Si este fuera todavía un mercado racional, los competidores y los accionistas castigarían a la gerencia de las Tres Grandes por no haberse enfrentado nunca a los endémicos problemas que sufren y mucho menos resolverlos. Negociación tras negociación, los CEO jugaron al “tenme allá” con la UAW antes de enfrentárseles en función de los mejores intereses de sus respectivas compañías.

Pero este proceso lógico de terminar con el cáncer a tiempo, presenta un grave problema para el cáncer, la UAW. Con 465,000 trabajadores sindicalizados, según el último informe al Departamento del Trabajo (y millones más de familiares y jubilados), la UAW pudo contribuir con el 99% de sus $1.9 millones en fondos políticos a las campañas Demócratas, según OpenSecrets.org. Sus principales beneficiados incluyen al Presidente electo Barack Obama y el Presidente del Comité de Educación y Trabajo de la Cámara George Miller. Y sabrá Dios, cuánto dinero más lograron canalizar a través de la AFL-CIO y diversos grupos 527 como MoveOn.org. Y llegó el momento de cobrar y la UAW quiere que el gobierno federal despoje a los contribuyentes para socializar a las Tres Grandes y que de hecho les otorgue el control de las mismas.

Por ahora se conformaría con unos $14 mil millones y para obtenerlos contaría con la ayuda de una irreflexiva y débil presidencia Bush, quien parece que, paradójicamente, pasará a la historia como el Presidente más socialista de los Estados Unidos. De todas formas, qué más da, si después que Barack Hussein Obama jure como presidente, de seguro se abrirá la espita de nuestros dineros de los impuestos y fluirán muchos miles de millones más. Así y a cambio de otorgar “préstamos” y otras “garantías”, el gobierno federal exigirá que pueda comprar acciones de esas compañías a precio de descuento. Hasta qué punto el gobierno será propietario de GM, Ford, y Chrysler es algo que no está muy claro. Pero lo que si está clarísimo es que en lugar de dejar que esas compañías quiebren como se lo merecen, los contribuyentes nos veremos arrastrados, contra nuestra voluntad, en la planificación industrial tipo años 30, sólo porque el poderosos sindicato UAW así lo quiere. Que no por gusto está entre los que más votos ($$) proporcionaron a los demócratas y al flamante Presidente electo.

Por gracia de esta maniobra comprensible en los Demócratas y en Obama, pero fuera de toda comprensión tratándose de Bush, las 3 compañías de Detroit, se convertirán en compañías de servicio público, un tipo de compañía acosada por la ineficiencia que competirá con otras realmente solventes.

¿Qué cantidad puede comprar el gobierno si lo desea? Según Yahoo! Finance, Ford y GM están negociando a un valor combinado de $10.5 mil millones (Chrysler es mayoritariamente propiedad de la firma Cerebus, por lo que es menos claro cuál es su valor en el mercado). Pero al gobierno no le será muy difícil comprar la mayoría de las acciones de estas compañías, por lo que no sería disparatado pensar que el gobierno podría convertirse en su único propietario, sólo habría que preguntarle a AIG, adquirida por el gobierno por $85 mil millones a principios del otoño.
Ya sea que las compañías sean totalmente propiedad del gobierno federal o que simplemente estén bajo su control, no cabe dudas de que el nivel de interferencia burocrática se ampliará. En el borrador de la versión demócrata de la Ley de Rescate existe una sección que establece las normas CAFE, que por sus exigencias determinan que los autos serán más caros en la medida en que sean más eficientes en cuanto al combustible. La EPA del futuro Presidente Obama, sin dudas presionará para que se construyan más autos impulsados por energía eléctrica, híbridos y cualquiera que sea la loca ocurrencia de los ambientalistas de Obama en la EPA y como las compañías fabricantes de vehículos de Detroit, serán compañías de servicio público, no importará pues que pierdan dinero, porque lo importante es llevar adelante la agenda política, que para asumir las pérdidas estamos los contribuyentes. No faltaría más.

Con frecuencia se olvida que la industria automotriz de los EE.UU. incluye subsidiarias extranjeras como Toyota (con un capital de $93 mil millones) y Honda ($73 mil millones) además de BMW y Mercedes Benz en menor escala. Juntas las dos primeras son dieciséis veces mayores que General Motors y Ford. Toyota y Honda tienden a ubicar sus plantas en estados con derecho al trabajo, donde los trabajadores no tienen que unirse a un sindicato como condición para obtener empleo. Estos estados han evitado con éxito los intentos de sindicalización obligatoria de la UAW. Esa es la razón de que gocen de buena salud, porque no cuentan con los disparatados costos de las pensiones hereditarias o los exorbitantes fondos de seguro médico que la UAW ha obligado a las Tres Grandes a adoptar y que les impide competir con ellas. En el último período informado, Toyota y Honda tuvieron ingresos netos combinados de $18.5 mil millones. ¿GM y Ford? Tuvieron pérdidas por más de $34 mil millones.

Después de la socialización real o de hecho de las Tres Grandes, Toyota y Honda harán todo lo que esté a su alcance para evitar que la horda de vagabundos y merodeadores al frente de la UAW extiendan su cáncer sobre ellas. Seguirán pagando religiosamente los impuestos corporativos en los EE.UU. y, por supuesto, seguirán dominando la industria automotriz, de hecho serán la industria automotriz. Por su parte, GM y Ford seguirán pretendiendo que son fabricantes de vehículos y no un absurdo disparate.

Si los Demócratas, el Presidente electo y el Presidente Bush no permiten que GM y Ford afronten la realidad que establecen nuestras leyes para las empresas fallidas, simplemente serán nacionalizadas y se convertirán en una rémora sobre los ya recargados hombros de los contribuyentes. Nuestros hombros. Y lo que es peor, en contra de nuestra voluntad, sin que haya nada que podamos hacer para evitarlo. ¿O sí?

Diego Rodriguez–Arche
Nueva York, 12 de diciembre de 2008

martes, 9 de diciembre de 2008

¿QUÉ PUEDE IMPORTARLE AL TIGRE UNA RAYA MÁS? O RUMBO AL MODELO CHINO

Este tigre gigante, con sus dos orejas alertas,
mira atentamente con su garra extendida


¿Por qué estamos rescatando a Citigroup? ¿Por qué 300 millones de estadounidenses tienen que pagar por sus errores? La forma en que supuestamente funciona el capitalismo es esta: La gente se equivoca. Y a continuación, las personas competentes se hacen cargo de los activos de la persona quebrada, momento en el que se reinicia la actividad con una base más sólida. Lo que estamos haciendo en esta ocasión es apartar a la gente competente de los activos y regalárselos a los incompetentes. De esta manera todo el mundo sale más debilitado.
Jim Rogers, inversionista de éxito y escritor

Los Tigres de Detroit son el equipo de béisbol de la ciudad que alberga a las 3 Grandes compañías fabricantes de automóviles, esas que esta misma semana podrían recibir su “paquete de salvación” otorgado por el Congreso, pero los contribuyentes tenemos muy pocas razones, más bien casi ninguna razón, para pensar que los miles de millones de dólares que recibirán harán que esas compañías sean competitivas, de ahí que pensemos que jamás recibiremos pago alguno por ese “préstamo” que a nuestra costa les hará Washington. Y, como decía mi padre, cuando lo ya ocurrido era tan malo que lo porvenir no tenía casi importancia: “¿Qué puede importarle al tigre una raya más?”

Si le preguntamos al sindicato United Auto Workers, de seguro su respuesta sería que tiene tantas rayas que ni siquiera perdería el tiempo en contarlas para saber si tiene alguna más, así que quizás esa sea la razón por la que ayer, la organización sindical no mostraba señal alguna de que ampliarían las exiguas concesiones que ofrecieron la semana pasada ante la realidad que representa la insolvencia de las 3 Grandes de Detroit, a pesar de que, en primer lugar, esa insolvencia se debe a los altos costos de la fuerza laboral, por lo que Ford, General Motors y Chrysler ya no son compañías competitivas. Sólo hay que ver que el promedio total de compensaciones de la UAW representa más de $75 la hora por empleado, lo que dispara los costos por automóvil fabricado a más de $2,000 en comparación con los fabricantes de autos cuyos empleados no están en la UAW.

Pero, ¿cuál es la mayor “concesión” que el sindicato ha ofrecido hasta el momento? Nada menos que el final acelerado de los vergonzosos “bancos de empleos” (jobs banks), que la UAW impuso a la industria; un eufemismo para llamar al pago a los empleados por no trabajar, además de permitir una demora que los pagos que deben hacer las compañías al fastuoso fondo para el cuidado de la salud de la UAW.

¿Nada más? Ayer Ron Gettelfinger, presidente de la UAW prometió lo siguiente: “Nos reuniremos en una habitación con los demás interesados y en ese momento, tomaremos una decisión acerca de lo que debemos hacer y qué no debemos hacer”. No perdamos de vista que la “decisión” del sindicato sólo vendrá después que las 3 Grandes tengan seguros en sus manos los miles de millones del dinero de los contribuyentes que los corruptos dirigentes demócratas en el Congreso, ditto, Reid, Pelossi, Dodd, Barney Frank, etc., les otorgarán sin consultarnos, total si ya le han agregado tantas rayas al Tigre a ellos no puede importarles agregar otra más. Y en cuanto a que el gobierno supervisará los llamados ”préstamos”, sólo lo creeré cuando lo vea. Según los términos del acuerdo que se cocina en el Congreso, por el que los fabricantes de autos recibirán alrededor de $15 mil millones de dólares en “préstamos”, el trato será supervisado por un llamado “Zar de los autos” nombrado por el presidente. ¿No es esto una desvergüenza sin límites? ¿Alguien podría creer que Washington, con los Demócratas al frente, puede, podrá, o querrá meter a las 3 Grandes en cintura?

Sin mirar mucho más allá, veremos como los Demócratas continuarán con sus regañinas acerca de las normas de eficiencia en el consumo de combustible que debe asumir la industria, un show político que todos sabemos que de nada servirá para mejorar o solucionar el mal real que aqueja a la industria automotriz de Detroit: ¡La falta de competitividad debido a las enormes tajadas que se lleva la UAW y que no les permite ser eficientes! De manera que nadie espere que estos corruptos políticos que en gran medida nos tienen metidos en este berenjenal van realmente a enfrentarse a la UAW, uno de los verdaderos intereses creados que dominan la política Demócrata en Washington y uno de los mayores contribuyentes a la victoria del presidente electo Barack Hussein Obama, quien, no nos olvidemos, tendrá que volver a las urnas dentro de 4 años y como bien sabe la UAW, necesitará nuevamente de su apoyo para ganar.

En cuanto a nosotros los contribuyentes debemos estar preparados para ver una completa supervisión política tipo Fannie Mae y Freddie Mac. Por lo que nuestros $15 mil millones en efectivo sólo durarán unos meses, los veremos irse, como también veremos a los CEO regresar, ya con un Congreso y un Presidente Demócratas, a pedirle a los mismos bribones que nos han llevado a la ruina que necesitan añadirle algunas rayas más al Tigre, porque total, ya tiene tantas que no puede importarle tener otras más. Esperemos que los Republicanos y los Demócratas moderados en el Senado hayan aprendido la lección y no permitan que la hermosa piel del Tigre se vuelva de un color negro abismal.

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 9 de enero de 2008

lunes, 8 de diciembre de 2008

OBAMA Y CUBA: ¿BUSH DÉJÀ VU?

Aunque no coincide con algunos puntos de su análisis Nobama recomienda este artículo de Jorge Castañeda publicado en el diario español El País.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

OBAMA Y GUANTÁNAMO: ¿BUSH DÉJÀ VU? III

Como parte de esta serie que hemos venido publicando y como complemento al de Diego Rodriguez-Arche, Nobama recomienda este artículo de Larry Elder aparecido en Libertad Digital.

martes, 2 de diciembre de 2008

OBAMA Y GUANTÁNAMO: ¿BUSH DÉJÀ VU? II
¿Quo Vadis, Barack?

Aunque muy lejos de estar convencido, como muchos parecen estarlo, de que Barack Hussein Obama gobernará como un centrista una vez que tome posesión el 20 de enero, no puedo menos que considerar que esa posibilidad es real, pero sería sin dudas una de esas extrañas ocasiones en las que el Cambio parece más bien Continuidad.

No puedo menos que reconocer que los más recientes nombramientos para su futuro gobierno, tanto en su equipo económico como en el de seguridad nacional, parecen más centristas que lo que personalmente esperaba, pero no olvido que el presidente electo será el Jefe, no cada uno de los integrantes de su gabinete, por ejemplo, alguna gente en la izquierda está histérica por su selección de Robert Gates para que continúe al frente del Departamento de Defensa, algo inédito incluso en la sucesión presidencial dentro del mismo partido, pero estos mismos irritados seguidores de Obama, olvidan que cuando el Presidente Bush lo escogió para sustituir a Rumsfeld, Gates estaba en el llamado “Grupo para la rendición en Iraq”, que ha criticado fuertemente las políticas del presidente sobre el tema. Pero el nombramiento de Gates no hizo que Bush suavizara sus políticas, sino todo lo contrario, luego debemos esperar que con Obama suceda lo mismo, a menos que el presidente electo pretenda recrear en nuestro tiempo la Mesa de Pericles, con todos los peligros que ello conlleva para la seguridad nacional.

Sí, habría que aceptar que el recién nombrado equipo de seguridad nacional y la forma en que al respecto se ha expresado Obama, dan la impresión de que la retórica izquierdista que sostuvo durante todas las primarias demócratas, parecen haber cedido terreno ante el Obama más centrista de la campaña presidencial. Pero aquí me asalta la duda de nuevo, ¿por qué la gran prensa de izquierda, en gran medida responsable de su elección, aplaude sus designaciones “centristas”? Si en realidad pensaran que Obama ha cambiado su filosofía de gobernar desde la izquierda debían estar vociferando su frustración. Así, con contadas excepciones sin importancia, hasta la extrema izquierda de la “blogosfera” está tranquila, porque saben, o se imaginan, que tienen a un “compañero de viaje” a punto de jurar como Presidente de los Estados Unidos, por eso en el blog de extrema izquierda Huffington Post, uno de sus escritores no pudo ser más claro: “Él será el presidente que nosotros queremos que sea”. Fuerte. ¿Verdad?

Sin lugar a dudas, Obama ha seleccionado el equipo de seguridad nacional más moderado que un Presidente Demócrata podría escoger. Y ello sucede en una época en la que parecía que los halcones en el Partido Demócrata eran una especie en extinción y lo paradójico es que parecen regresar bajo los auspicios de un presidente electo, héroe de la extrema izquierda contraria a la guerra. El columnista conservador Rich Lowry dijo refiriéndose al tema: “Sí, Dios tiene un gran sentido del humor”. Y no es para menos.

Durante toda la campaña, Obama prometió finalizar la guerra en el 2009, algo que es un imposible. Todavía habla de retirarnos en 16 meses, pero en su conferencia de prensa para anunciar su equipo de seguridad nacional, enfatizó que escucharía a los comandantes en el terreno (eso yo ya lo he oído antes y no dicho por Obama) y agregó que el reciente acuerdo de seguridad con Iraq “nos conduce en la dirección correcta”. Nuestro comandante en el terreno en Iraq, el General Ray Odierno, se opone a la retirada en 16 meses y el Acuerdo de Seguridad entre los EE.UU. e Iraq, proyecta una retirada de las fuerzas norteamericanas en tres años. Pero bueno, ya casi estamos acostumbrados a esta retórica del presidente electo en la que en la oración precedente, niega lo que afirmará en la que sigue.

También durante toda la campaña se dedicó a reforzar la caricatura hecha por la izquierda radical de la política exterior del Presidente Bush, al calificarla de peligrosamente radical que, como sabemos, nunca reflejó la realidad. Tan lejos de la realidad está que una comparación entre los deseos de Bush y los de Obama resulta sorprendente. A saber, Bush quiere que las tropas norteamericanas “regresen con éxito” de Iraq y Obama desea lo mismo. Bush está por un aumento de tropas en Afganistán, Obama también. Bush está por unas fuerzas armadas más grandes, Obama también. Bush ha lanzado ataques aéreos contra Al-Qaida en las áreas tribales de Pakistán, Obama quiere hacer lo mismo. Bush desea cerrar la prisión de Guantanamo, pero las difíciles opciones que presenta el cierre se lo han hecho muy difícil, Obama quiere hacer lo mismo, pero tendrá los mismos problemas. Bush ha hecho tentativas diplomáticas con Irán y a la vez ha hecho la advertencia de que su programa nuclear es inaceptable, Obama ha planteado lo mismo, aunque con mayor insistencia en el aspecto diplomático.

Quizas Obama está simplemente rindiéndose ante las exigencias de la política exterior de los Estados Unidos que hoy se define por una serie de realidades ineludibles: Somos la única superpotencia en un mundo cada vez más peligroso, lleno de enemigos contra los que solamente nosotros tenemos los recursos militares para derrotarlos y lleno también de potencias rivales cuyos intereses difieren de los nuestros.

En cualquier caso, habrá que esperar hasta el 20 de enero para ver que nos trae Barack Hussein Obama en la segunda oración. ¿Será como nos tiene acostumbrados una negación de la primera? ¿O acaso la designación de este equipo de seguridad nacional señala que él piensa desarrollar la más “realista” política exterior de finales del segundo período de Bush? De momento sólo podemos preguntarnos: ¿Quo Vadis, Barack?

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 1ro de diciembre de 2008

lunes, 1 de diciembre de 2008

Un futuro borrascoso...

El infalible Chuck Krauthammer publica hoy en Libertad Digital este excelente artículo en el que nos deja entrever algo del futuro económico después del 20 de enero. Ojalá que los Demócratas no logren los 60 votos en el Senado, porque entonces ni un Obama “conservador” podría salvarnos del desastre.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

OBAMA Y GUANTÁNAMO: ¿BUSH DÉJÀ VU?

Según ciertas organizaciones defensoras de los derechos humanos, algunos gobiernos europeos con España a la cabeza y determinada prensa nacional e internacional, la vida de un detenido en la Base Naval de Guantánamo es extremadamente dura y las penurias por las que atraviesan inimaginables. Por lo que gracias a estas denuncias hechas por estos “celosos guardianes de los derechos de los prisioneros”, este día de Acción de Gracias el gobierno del “odiado” Presidente Bush tiene planes para alegrarle la vida a esos “pobres encerrados injustamente” y según un informe aparecido en The Miami Herald, tendrán noches de cine, clases de arte, lecciones de idioma inglés y dispositivos electrónicos tipo Game Boy, para entretenerse mientras esperan la toma de posesión del recién electo Presidente Barack Hussein Obama y que haga realidad su promesa, ratificada este fin de semana en el programa 60 minutos, de “cerrrar el GULAG de Guantánamo”. Pero, ¡oh sorpresa! Su enorme equipo de asesores y de transición procede de forma más pragmática. Algunos de los asesores legales de alto nivel de Obama, cuyo nombre, dicho sea de paso, fue coreado por los detenidos la noche de las elecciones, reconsideran ahora la posición rotunda del presidente electo durante su campaña de cerrar el centro de detención y de inundar nuestros tribunales civiles con hasta el último detenido designado como combatiente enemigo.

Y es que el choque con la realidad es las más de las veces duro. Y todo el país y los demócratas también, ahora en el poder, debemos enfrentarnos a la posibilidad muy real de que una administración Obama puede liberar a algunos de los internados en Guantánamo que podrían cometer actos de terrorismo masivo en territorio norteamericano o en el extranjero. Esa es la tremenda disyuntiva a la que se enfrentan quienes deben aconsejar al inexperto presidente electo en asuntos tan delicados como la seguridad nacional y la protección del pueblo norteamericano, y ante tan tremenda disyuntiva, créanlo o no, los asesores de Obama contemplan ahora la posibilidad de aprobar algún tipo de legislación que permita la detención preventiva y un sistema judicial alterno para juzgar aquellos casos más sensibles para la seguridad nacional en los que se vea afectada información altamente secreta, información que, claro está, dicen ahora, no debe ventilarse en los tribunales civiles ni ser de conocimiento público. Suena conocido, ¿verdad?

Así, por ejemplo, vemos lo que la semana pasada dijo al New York Times, David Cole uno de los más insistentes críticos de Bush: “Uno no puede ser un purista y decir que no existirá jamás una circunstancia en la que una sociedad democrática pueda detener a alguien de forma preventiva”. O lo que dijo Ben Wittes: “Tengo el temor de que en nombre de los derechos humanos se libere a personas que puedan cometer actos terribles”. Pero eso no es todo, algunos integrantes del equipo de transición de Obama han sugerido a The Wall Street Journal que, independientemente de su campaña de desprestigio a la CIA, “puede que Obama decida dejar una vía abierta para que en ciertos casos la CIA pueda utilizar técnicas de interrogación que no aprueban los militares, pero con una mayor supervisión”.

¿Será posible que hayan descubierto que los detenidos han mentido sistemáticamente y exagerado en sus historias acerca de los malos tratos en Guantánamo y que los interrogadores y el personal militar han hecho todo lo necesario para acomodar sus deseos privados y religiosos? ¿Reconocerán de una vez que docenas de antiguos detenidos en Guantánamo fueron liberados y recapturados en el campo de batalla disparando contra nuestros soldados y cometiendo actos de terrorismo?

Pero como sabemos, los demócratas son camaleónicos y se adaptan a cualquier circunstancia y se apropian de las ideas ajenas sin dar crédito a sus creadores, como hizo hoy el presidente electo con la presentación de su flamante Comité Asesor de la Recuperación Económica, presidido por Paul Volker, un viejo “conocido” de Washington, que no es más que un refrito de algo parecido que implantó el presidente Eisenhower, pero dirigido a la seguridad nacional. No lo duden, harán lo imposible por hacer que olvidemos que cuando el Presidente Bush y su equipo de seguridad nacional comprendieron estas realidades hace siete años, los acusaron de terroristas y los persiguieron sin descanso en el Congreso y en los medios, hasta hoy.

Pero ahora, cuando llega la hora de la verdad y después de pasarse tanto tiempo vociferando contra los “criminales de guerra” Bush-Cheney, algunos de esos izquierdistas, quizás hasta el mismísimo “ungido” hayan comprendido que la sagrada meta de “recuperar la estatura moral de los Estados Unidos ante el mundo”, como él ha dicho, quizás sea menos importante que evitar que los asesinos de Al Qaeda puedan golpearnos en nuestro territorio otra vez. Algo que a pesar de las persecuciones hasta hoy nos ha garantizado el Presidente George W. Bush.

Nobama,
Nueva York, 26 de noviembre de 2008

viernes, 21 de noviembre de 2008

Intromisión fatal

Nobama recomienda este artículo de Walter Williams publicado en Libertad Digital sobre la llamada “Redistribución de la Riqueza” que propugna Obama.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El Mercado según Obama o que viva el Socialismo Limón II.
Rumbo a la economía dominada por la intrusión del gobierno.

Cuando era niña escuché por primera vez aquello de que “Lo que es bueno para la General Motors es bueno para los Estados Unidos”, pero de esa fecha hasta hoy han pasado algunos años y la actualización del moto, para que vuelva a ser verdadero, no pasa por la concesión de un préstamo de 25 billones de dólares más a las 3 grandes para salvarlas de la bancarrota. Los jerarcas (CEO) de GM, Ford y Chrisler están desde ayer en el Capitolio Nacional rogando por el dinero. Lo que no parece lograrán, al menos antes de que Barack Hussein Obama tome posesión el 20 de enero. El equipo del “ungido” ya se afila los dientes para repartir los 350 billones, de los 700 aprobados, que le deja la administración saliente y todo parece indicar que el dinero llegará a las 3 grandes, no para salvarlas a ellas, que no tienen salvación, sino para evitar que se renegocien los onerosos contratos sindicales con la United Auto Workers, que son la causa principal de la falta de liquidez de las compañías automotores de Detroit, y la que las ha llevado a la mayor ineficiencia industrial conocida, amen de las trabas tecnológicas que no le permiten fabricar autos más económicos. Los sindicatos jugaron un papel fundamental ($$$$) en la victoria de Obama y pasan la factura.

La industria automotor cuenta con casi 5 millones de trabajadores y los Demócratas con el “ungido” recién electo presionan por un rescate federal antes de la toma de posesión de la nueva administración. Pero los problemas son tantos y tan obvios que resultaría vergonzoso que se lo anotaran al Congreso saliente, por lo que, como decía, no parece que lograrán los votos necesarios en el Senado, al menos con este Congreso.

Los Senadores Republicanos, mayoritariamente, entre muchas otras razones para votar no, se hacen la siguiente pregunta: ¿Dónde parar? Y tienen toda la razón, porque una vez que se vaya más allá del sector financiero, todas las industrias con problemas pedirán su paquete salvavidas al gobierno federal. Y en tales casos, ¿qué determinará que se responda o no?

Inevitablemente el criterio será arbitrario y político. El dinero irá preferentemente a aquellas industrias con conexiones en el Capitolio y La Casa Blanca. A las compañías concentradas en los distritos de los presidentes de los comités legislativos. Es un poder que asusta, pero la mayoría de los votantes así lo han querido al ejercer su voto, así que nos corresponde a los 56 millones que no votamos por el socialismo denunciar estas trapisondas. ¿Pero no era este precisamente el tipo de política impulsada por el cabildeo contra la que se supone que Barack Hussein Obama hizo y ganó su campaña?

También está la ineficiencia que, como decía, aqueja a la industria. Salvar a Detroit significa salvar a las 3 grandes de la bancarrota. ¿Pero ya no hemos visto eso antes con las aerolíneas? La bancarrota, el Capítulo 11 específicamente, permite que la compañía siga funcionando, al tiempo que se despojan de obligaciones que no pueden afrontar con los proveedores, los accionistas, distribuidores, los gobiernos y en especial los jubilados, más 8,000 empleados que forman parte de los “bancos de empleo”, un eufemismo que realmente significa pagarles para no trabajar. También significaría que las 3 grandes podrían liberarse también de los ruinosos acuerdos salariales y sus beneficios astronómicos (el costo de la hora promedio de un trabajador de esas compañías: $73; el de un trabajador norteamericano de la Toyota: $48). ¿Tendrá esto algo que ver con el que los sindicatos son unos de los intereses especiales con más influencia en el Partido Demócrata y, por supuesto con el presidente electo? Más clara el agua, harán lo imposible por lograrlo a pesar de que saben que con ello garantizan que esas compañías sigan funcionando de la forma fallida en que lo han hecho hasta el presente, pero para ello tendrán que lanzar al ruedo decenas de cientos de miles de millones de dólares de los contribuyentes. De ahí que este plan sea ¡lo último en el socialismo limón!

Repito una vez más: La verdadera razón por la que los Demócratas, con Barack Hussein Obama a la cabeza, empujan esta asistencia financiera es proteger a los sindicatos al evitar este tipo de reestructuración financiera, que permitiría a su vez reestructurar de forma obligatoria los contratos laborales para que las compañías alcanzaran la solvencia financiera necesaria.

Está claro que atravesamos una de las crisis económicas más complicadas desde los años 30, por lo que el sentido común indica que nuestros ¿líderes? en Washington, salientes y entrantes, deben sopesar con extraordinaria ponderación las consecuencias que tendría la nacionalización de una industria de ese tamaño y garantizar que Detroit no pueda regresar a la misma rutina que la ha llevado hasta esta crisis insalvable. La industria automotor no puede continuar dirigida por burócratas emitiendo directivas de cuotas de producción para cubrir planes quinquenales destinados a satisfacer normas de eficiencia en el consumo de combustible establecidas por los políticos en el poder. Léase: Obama y el Congreso Demócrata.

El Capítulo 11 de reorganización en bancarrota es la vía adecuada, The American Way, para solucionar este problema. Pero quizás podrían encontrarse otros mecanismos para lograrlo, quién sabe si la United Auto Workers acepte renegociar todos sus onerosos contratos y hacerlos costeables, ¿estarán dispuestos los jefazos sindicales a ceder sus parcelas de poder? Lo dudo. O a lo mejor el Presidente del Cambio y el Congreso Demócrata nos sorprenden con una legislación para obligar a los sindicatos a poner los pies en la tierra y contribuir decididamente a la solución de una crisis de la que son en gran medida responsables. Habría que ver si tienen las agallas para enfrentarse a estos intereses tan poderosos. Si me preguntaran a mí, yo diría que si no lo logran ahora, esperarán a que el Obamesías tome posesión y le darán nuestro dinero de los impuestos cuántas veces lo pidan, al menos durante 4 años, o quizás menos tiempo, 2, cuando vuelvan a celebrarse elecciones legislativas y quizás estemos todavía, Dios no lo permita, atravesando por la Recesión más profunda después de la Depresión de los años 30, sino es que para entonces estamos en medio de la Depresión misma y en un país en bancarrota.

Ezperanza E. Sotomayor
Los Ángeles, California
19 de noviembre de 2008

martes, 18 de noviembre de 2008

El Mercado según Obama o que viva el Socialismo Limón I

Los votantes puede ser que estén llenos de esperanzas acerca del espejismo que representa la futura presidencia Obama, pero hasta el presente ni yo ni los inversionistas lo estamos. Más bien todo lo contrario. Desde que Barack Hussein Obama ganó las elecciones el mercado bursatil ha caído casi todos los días transcurridos desde entonces. Ningún presidente electo en la era de la posguerra ha sido recibido con una rechifla tan audible procedente de Wall Street. El índice de Dow está en caída libre y Nasdaq y S&P 500 por el estilo.

El periódico The Wall Street Journal y otros han etiquetado esta caída como The Barack Market (El mercado de Barack) porque refleja el anuncio de los impuestos más altos sobre todas las cosas; desde las ganancias sobre el capital y dividendos, hasta los ingresos y el incremento de las regulaciones. Sin dudas están en lo cierto, pero se quedan cortos. Habría que decir que la mayoría de los problemas, sino todos, en cualquier recesión o dificultades de índole económica se deben a las políticas demócratas. Esa es la verdad monda y lironda

La esencia de lo que Obama ha prometido para la economía resulta fatal para el mercado bursatil. La amenaza de tasas de impuestos más altas, especialmente en las ganancias sobre el capital y los dividendos, está influyendo en lo que sucede en el mercado accionario y si añadimos las dudas de los inversionistas sobre las políticas demócratas acerca de los sindicatos, el cuidado de la salud y el proteccionismo comercial, no hay por qué sorprenderse de que el mercado esté casi en caída libre. Los precios cada vez más bajos de las acciones reducen, a su vez, el valor neto de las viviendas, golpean la confianza de los consumidores y contribuyen a lo que aparentemente ya se muestra como una “huelga de los consumidores”.

Si el presidente electo quiere tranquilizar a los mercados y, en consecuencia, estimular la economía, debe anunciar que no aumentará los impuestos en un futuro próximo. En lugar de cientos de miles de millones en nuevos gastos gubernamentales y más dinero en efectivo de los contribuyentes para evitar la quiebra de los fabricantes de automóviles de Detroit, esta declaración de que no aumentará los impuestos es un “estímulo” que no costará absolutamente nada al contribuyente norteamericano. La realidad es que en las actuales condiciones del mercado, no habrá muchas ganancias de capital y muy pocas compañías tendrán un superávit en las ganancias para pagar dividendos, por lo que una tasa impositiva más alta sobre cero ganancias producirá cero ingresos en las arcas del Tesoro. Entonces, ¿qué sentido tiene aumentar esas tasas?

Esperanza E. Sotomayor
Los Ángeles, California
18 de noviembre de 2008


Mañana continuaremos con la segunda parte de este artículo que tratará sobre el llamado “rescate a las 3 grandes de la industria automotor”.

Obama toma chocolate...

Al día siguiente de resultar vencedor en las elecciones Barack Hussein Obama, en Nobama publicamos un artículo bajo el nombre de No, we can't (No, no podemos), las últimas declaraciones del “ungido” nos reafirman en ese criterio. Le llegó el momento de pagar y quiénes hicieron posible su elección, ditto, los grupos de interés de la extrema izquierda y la Gran Prensa ya han comenzado a pasar sus facturas y el Presidente electo ni tardo ni perezoso ha ofrecido la respuesta que esos sectores querían escuchar. En dicho artículo expresamos lo siguiente: “Lo que haga Obama en sus primeros 90 días como presidente decidirá si será una presidencia que hará historia o una presidencia más, o lo que es peor la más radical de izquierda de toda la historia de los Estados Unidos.”
Pues bien, parece que no hay que esperar ni siquiera a que se haga cargo del mando, para ver que será una presidencia que hará historia por ser la más izquierdista en este país en todos los tiempos y la que nos expuso a peligros extremos. Para muestra este artículo publicado en Cubaencuentro uno de las publicaciones en Español sumergidas hasta el cuello en el tanque con Obama.

Nobama,
Nueva York 18 de noviembre de 2008

martes, 11 de noviembre de 2008

Nubes en el horizonte

Nobama recomienda el análisis del periodista del Boston Globe, Jeff Jacoby, aparecido en Libertad Digital.

Súper Obama

Nobama recomienda y suscribe en su totalidad este lúcido artículo publicado por Camilo López Darias en su Blog Estancia Cubana. ¡Excelente!

lunes, 10 de noviembre de 2008

Peras a Obama

Es cierto, la gente condenada en Cuba a la bicicleta y a la cartilla de racionamiento, quiere que se levante el bloqueo. Quiere ser libre. Alimentarse bien. Elegir la educación que recibirán sus hijos y tener acceso a una información sin las tachadura del lápiz rojo del Partido Comunista.
Los millones de hombres y mujeres que, en 50 años, sólo han visto elecciones en vertiginosas escenas de televisión, necesitan librarse de ese dogal. Sueñan con ir a las urnas y poner en las estructuras del Gobierno a las personas que les proporcionen un cambio favorable en la calidad de la vida.
Sí, los cubanos exigen que vuelen al viento del Caribe las leyes que prohíben los partidos políticos porque, como a pesar de todo son personas normales, consideran que la unanimidad es un asunto de reses y rebaños.
Ellos también viven en el siglo XXI y tienen derecho a leer periódicos y revistas, a escuchar emisoras y ver canales de televisión, con puntos de vista diferentes y contradictorios para hallar su verdad en ese ejercicio soberano. Ellos aspiran a tener un ordenador en casa, navegar por internet, comunicarse con amigos lejanos y saber de otros mundos.

Penultimos Días reproduce un artículo del poeta y periodista Raúl Rivero que Nobama recomienda.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Barack Hussein Obama debe enfrentar su primera prueba

No tardó mucho en llegar. Apenas 24 horas después de las elecciones del martes, cuando todavía los norteamericanos, a favor y en contra, evaluaban la dimensión real de la victoria de Barack Hussein Obama, los líderes rusos echaron a andar lo que ya se vislumbra como la prueba en política exterior que predijo el vicepresidente electo Joe Biden.

Vladimir Putin, “haciendo el papel de ventrílocuo” a través de su presidente–marioneta, Dmitri Medvedev, amenazó con instalar cohetes de medio alcance Iskander en el enclave de Kaliningrado, situado entre Polonia y Lituania.

La decisión es negociable sugirió Putin–Medvedev, para ello los Estados Unidos deben abandonar los planes anunciados por el presidente Bush, de instalar un sistema de defensa antimisiles en Polonia y la República Checa.

“Deben crearse mecanismos para bloquear decisiones equivocadas, egoístas y algunas veces simplemente peligrosas, de ciertos miembros de la comunidad internacional” (ditto los Estados Unidos de América), dijo el robot amplificador del hombre fuerte del Kremlin, en su discurso anual ante la Asamblea Federal de Rusia, el equivalente moscovita a nuestro Informe sobre el Estado de la Unión.

También dijo: “según lo que hemos visto en años recientes, la creación de un sistema de defensa antimisiles, rodear a Rusia con bases militares, la incesante expansión de la OTAN, nos proporciona la clara impresión de que están probando nuestra fuerza”.

De manera que Putin, a través de Medvedev, ha decidido probar fuerza. Y quien mejor para medir fuerzas que un presidente que llega, especialmente uno cuya reacción inicial a la brutal invasión rusa de Georgia fue confusa y vacilante. La pregunta es ¿qué hará el presidente electo?

Claro que Obama tiene todo el derecho a tener su propio punto de vista en la defensa antimisiles, aunque para ser exactos nunca, como con otros importantes asuntos, lo estableció claramente durante la campaña.

Primero se mostró escéptico por el alto costo del proyecto, pero dijo apoyar el plan de instalarlo en Polonia y la República Checa, aunque después dijo que su instalación debía demorarse hasta que fuera totalmente probado para demostrar su eficacia, lo que demoraría por años su despliegue.

Esta falta de claridad ha limitado sus opciones: Puede que su deseo sea el no seguir con el programa de defensa antimisiles, pero debido a las bravuconerías de Putin–Medvedev ello sólo envalentonaría al Kremlin a que presionara mucho más en problemas internacionales, digamos Georgia y Ucrania y quizás en un futuro más bien cercano Venezuela y Cuba.

Esta no será la única prueba que Obama tendrá que enfrentar en breve. Pero necesita ver bien claro lo que esta situación significa para la seguridad y la influencia de los Estados Unidos, por lo que debe tener una respuesta firme y apropiada al reto de Rusia.

Tanto nuestros aliados como nuestros enemigos estarán observando muy de cerca como se comporta el presidente electo Obama y sin temor a equivocarnos podemos afirmar que su actitud determinará, en gran medida, los planes de amigos y enemigos y la visión sobre la fuerza y compromiso de los Estados Unidos con su seguridad nacional y la de sus aliados.

El presidente electo acaba de ofrecer su primera conferencia de prensa como tal, la que fue dedicada casi enteramente a la crisis económica y sus planes para enfrentarla. Una pregunta acerca de la carta de Adhmadineyad recibió una respuesta totalmente oximorónica, indicando que el presidente todavía es George W. Bush y quiere ser respetuoso del principio de que en Estados Unidos sólo tenemos un preidente a la vez.

Muy bien por el presidente electo.

Nobama
Nueva York, 7 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

miércoles, 5 de noviembre de 2008

No, we can’t!

Anoche el candidato del llamado “Cambio” logró un triunfo que para muchos todavía resulta inexplicable. No para Nobama, siempre supimos que la posibilidad era real y así lo manifestamos en nuestro blog desde que publicamos nuestra primera entrada A modo de introducción el 5 de agosto.

Anoche el Presidente electo Barack Hussein Obama dejó entender que el triunfo logrado en las urnas no era el esperado Cambio, sino el Cambio que permitiría el Cambio. En muchos sentidos, Obama sigue siendo todavía un enigma.

Llega a la Oficina Oval sin mucha o ninguna experiencia práctica, pero con una innegable capacidad de inspirar a los demás, lo que, en otras palabras, llamamos Carisma. Y llega acompañado de una mayoría demócrata en ambas ramas del legislativo, un cuerpo que ahora tiene todas las posibilidades para llevar a cabo su agenda.

La cuestión es: ¿Cuál será en definitiva esa agenda? O quizás, para ser más exactos, ¿podrá liberarse de los intereses especiales que contribuyeron a que se instale en la Casa Blanca? O ¿bailará al son que Washington le toque? Es decir; ¿“Business as usual”?

Lo que haga Obama en sus primeros 90 días como presidente decidirá si será una presidencia que hará historia o una presidencia más, o lo que es peor la más radical de izquierda de toda la historia de los Estados Unidos.

Puede asumir, como muchos de quienes le apoyan esperan que haga, los puntos de vista de la extrema izquierda que domina al Partido Demócrata, especialmente en cuanto a políticas económicas y de seguridad nacional. O puede realmente establecer su verdadera independencia con “nuevas políticas para una nueva época” que tanto ha prometido durante su campaña liberándose de las trabas ideológicas de las que han sido prisioneros otros demócratas antes que él.

De momento, la primera opción amenaza con llevarnos a una economía socialista de tipo europeo. Si Obama cede ante su propia tendencia socialista de redistribuir la riqueza y sigue las políticas que ya anuncian Nancy Pelossi y Harry Reid en nombre de la “equidad”; con la imposición de impuestos una y otra vez a los negocios y a quienes ganan más; dejará sin vida a la economía y acabará destruyendo cualquier oportunidad de recuperación y crecimiento en un futuro cercano. Será la pesadilla Carter multiplicada por 10 y el país se hundirá en una depresión más profunda aún que en los años 30. O, en el mejor de los casos, nos condenará a esa economía tipo socialismo de Europa occidental que ya mencionamos, en las que el índice de desempleo es, generalmente, el doble del nuestro y donde el ingreso per cápita real oscila entre un 20 y un 30 por ciento más bajo que en los Estados Unidos. Y si lleva a cabo sus tendencias al proteccionismo comercial mostradas en la campaña, muy parecidas a las desastrosas tarifas Smoot-Hawley puestas en vigor poco antes de la bancarrota de Wall Street en 1929, se arriesgará a sufrir las represalias de nuestros socios comerciales en todo el mundo y podría ser el detonante de una depresión económica a escala mundial.

Pero Obama puede ser un presidente diferente. Si despliega sus considerables dotes políticas y oratorias y rompe de inmediato con la ortodoxia demócrata y con su pasado de ideas socialistas y posiciones izquierdistas. Obama tiene todas las condiciones para gobernar como un verdadero independiente, no sólo recomponiendo el panorama político norteamericano, sino convirtiendo su presidencia en una tan importante y transformadora como fue la de Ronald Reagan. Lo que quiere decir que debe establecer una política económica que ignore la ideología a favor del sentido común y, como antes decíamos, rompiendo con sus numerosos pronunciamientos contradictorios en relación con la política exterior y la seguridad nacional, especialmente los puntos más candentes como Irán, Iraq y Afganistán. Eso provocará una rebelión de la extrema izquierda demócrata en el poder, de los intereses especiales, de la gran prensa que con razón se considera artífice de su elección y de seguro que no le faltarán las acusaciones de “traidor”.

Pero Obama llega a la presidencia con un mandato real por el Cambio y mejor que no se confunda, un Cambio no partidista, ese que propugnaban McCain-Palin y cuenta con la inteligencia y el poder de persuasión para llevar a los Estados Unidos por un camino bipartidista.

¿Lo hará? ¿Será ese Presidente de todos los norteamericanos? Nobama confiesa que tiene enormes reservas y desconfianza en que Obama es otra persona diferente a la que que conocemos desde que se inició en la política y que ha dejado de ser el senador más izquierdista, más izquierdista todavía que el Senador Independiente por Vermont, Bernie Sanders, que se califica a sí mismo como socialista. Al menos sus primeros pasos después de ser electo no parecen indicarlo. Su primera selección para el cargo de Jefe de Gabinete, de Rahm Emanuel, uno de los legisladores demócratas de mayor ortodoxia en la izquierda del Partido Demócrata nos hace dudarlo.

Anoche, el presidente electo concluyó su discurso con su mantra de Yes, We Can! (Sí, sí podemos). Pero hasta que demuestre lo contrario para Nobama será: No, We Can’t! (No, no podemos).

Nobama,
Nueva York 5 de noviembre de 2008

martes, 4 de noviembre de 2008

LO QUE SE DECIDE HOY II


Nobama recomienda este artículo del colega Chuck Krauthammer , publicado en Libertad Digital, porque resulta un complemento al que recomendamos de José Brechner.

LO QUE SE DECIDE HOY

Nobama preparaba un artículo que publicaríamos bajo el título que lleva este Post. Pero este artículo de José Brechner publicado en Libertad Digital, recoge nuestras ideas y mucho más por eso preferimos recomendarles su lectura en este día tan importante para nuestro futuro.

lunes, 3 de noviembre de 2008

LO QUE ESTÁ EN JUEGO MAÑANA

Por fin llega el gran día. Mañana es día de elecciones generales en los Estados Unidos y los votantes iremos a las urnas para depositar nuestro voto en las elecciones presidenciales más críticas de toda nuestra generación. Desde las elecciones de 1980 no se había producido un contraste tan marcado entre los candidatos, o lo que es más preocupante el peligro que representa equivocarse en la selección.

Nobama, siempre ha declarado su oposición al candidato demócrata Barack Hussein Obama, como dijimos en la presentación de nuestro blog, nuestro propósito es informar al lector hispano para evitar que Obama llegue a la presidencia, a pesar de ello nunca manifestamos nuestro respaldo a John S. McCain, aunque cabe decir que por eliminación de hecho lo apoyábamos. Hoy, un día antes de la votación, Nobama declara su respaldo al candidato republicano el Senador John McCain, lo hacemos primero porque estamos convencidos de que una presidencia Obama dañaría a este país que tanto amamos de forma tal, que tardaríamos años en recuperarnos, segundo por el historial de servicios prestados a nuestro país por el Senador, por su coraje y su certera apreciación de los problemas y las amenazas que enfrentamos y por último por la audacia y buen juicio demostrado al seleccionar a la Gobernadora Sarah Palin como compañera de fórmula.

Estas elecciones tienen lugar en medio de la más seria crisis económica que recuerdan los Estados Unidos desde la Gran Depresión, lo que ha desplazado a la cuestión de la seguridad nacional como tema principal de esta campaña, lo que, con más razón, nos hace pensar que resulta imperativo que votemos por John McCain.

Hoy el historial de Barack Hussein Obama está tan vacío de toda sustancia como cuando comenzó su campaña. Detrás de su retórica ampulosa se esconden un pobre curriculum y algunas relaciones personales extraordinariamente perturbadoras.

Más grave todavía resulta el hecho de que tanto él como su compañero de fórmula, Joe Biden, representan a un Partido Demócrata cubierto por una espesa capa de compromisos con intereses especiales como los abogados criminalistas, los rapaces sindicatos de empleados públicos y la extrema izquierda ambientalista a la que Obama ha prometido hacer quebrar la Industria Minera del Carbón, sin importarle la cantidad de norteamericanos que quedarán sin empleo y la subida meteórica de los precios de la electricidad, como reconoció en una entrevista con el periódico San Francisco Chronicle que circula ampliamente en Internet y que puede escucharse íntegra en el sitio Web de dicho periódico.

No podemos dejar de observar que a pesar del estado de nuestra economía, Obama se pronuncia por un cambio radical de las leyes de impuestos que lejos de propiciar una rebaja de impuestos al “95 por ciento” de los norteamericanos, como promete; elevará dramáticamente las tasas de impuestos, lo que se acompañará con un aumento de hasta $650 billones en el gasto público debido a créditos en los impuestos, el regalo de un cheque al 40% de la población que no paga impuestos y otros gastos excesivos tradicionales en los demócratas.

Y eso es sólo el punto de partida, si logran la Troika (Obama, Nancy Pelosi, Harry Reid) en Washington, tendrán un Congreso tan fuerte que podrán redistribuir la riqueza, subir impuestos y reducir los gastos de defensa, excepto para esa extraña y perturbadora fuerza militar que Obama pretende crear y que según sus propias palabras, dichas en un discurso del 2 de julio de este año, debe ser “tan poderosa, tan fuerte y bien provista de fondos” como nuestras actuales fuerzas armadas. ¿Por qué será que estos populistas socialistas enseguida inventan una fuerza militar paralela?

Y es en la defensa y la seguridad nacional donde las diferencias entre ambos candidatos son especialmente claras: McCain está claro y Obama no. Por ejemplo, McCain, sabe que un Iraq en paz es crítico para la victoria en la Guerra Contra el Terrorismo. Obama, a pesar de la retórica a la que lo obliga al campaña, no parece creer que valga la pena librar esa guerra. Más bien se comporta como si la guerra fuera a librarse aquí. ¿Contra quién?

Estos tiempos demandan un liderazgo genuino, probado, de principios y con experiencia, del tipo que John McCain ha mostrado tener en toda su vida de servicios a esta nación. Los oponentes de Obama en las primarias, incluyendo a Joe Biden, advirtieron repetidamente, que la presidencia no es un oficio para aprender sobre la marcha, no podemos estar más de acuerdo con este criterio.

Nada de lo que ha sucedido en esta última fase de la campaña nos señala que Obama es el mejor preparado y el candidato más transparente para ocupar la presidencia, si McCain es claro como el agua, Obama es tan opaco como el petróleo y no nos referimos a su color, el que en nuestro caso como hemos dicho muchas veces pensamos que es verde, porque no está preparado, sino a lo difícil que ha resultado y resulta todavía desentrañar lo que oculta el alma de este hombre. Sin dudas para nosotros John McCain cuenta con lo que hace falta para ser un exitoso presidente y Barack Hussein Obama no.

Por eso los norteamericanos debemos elegir mañana a John S. McCain.

Nobama
Nueva York, 3 de noviembre de 2008

Los futuros amigos de Obama

Nobama coloca el link a esta síntesis de artículos publicados en la prensa internacional, hecha por Cubaencuentro el nuevo “pet newspaper” (periódico mascota) del Candidato del cambio hacia el abismo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Prolegómenos a las brigadas de respuesta rápida y al establecimiento del Odio entre clases


Nobama fue testigo de la agresión de la que fueron objeto los partidarios de McCain que se atrevieron a desfilar en Nueva York. Esto es algo que antes de la llegada del “ungido” jamás se había visto en la Gran Manzana. Nos recordó de inmediato a las turbas que gritaban “Paredón” y “Que se vaya la escoria”. Lo demás lo narra con precisión la columnista Michelle Malkin en este excelente artículo publicado en Libertad Digital.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Una comparación justa


Nobama les invita a leer la última reflexión, Dios quiera que sea la última, del monarca Castro I publicada en su Diario Personal Granma.

viernes, 31 de octubre de 2008

Regresa Estancia Cubana


Nobama saluda el regreso del blog Estancia Cubana de Camilo López Darias y lo hace con este interesante post que Nobama recomienda.

LOS MOLINOS DE NANCY O TODO EL PODER PARA LOS SOVIETS

La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi dice que elegir más Demócratas al Congreso hará que este cuerpo legislativo sea más bipartidista.

Ya la Cámara cuenta con una mayoría demócrata de 235 por 199 Republicanos (y el Congreso tiene una aprobación peor que la de presidente Bush), así que ¿cómo podrían ayudar más demócratas?

El martes, en una reunión con los ejecutivos de Google, Pelosi dijo: “Logren que seamos electos, exijan responsabilidad, háganse su juicio y partan de ahí. Pero les digo que si los Demócratas ganan y cuentan con mayorías sustanciales, el Congreso de los Estados Unidos será más bipartidista”.

¡Cómo no! Pasen a sus oponentes por un molino y claro que lograrán que el debate sea más mudo todavía a partir de ese momento.

No resulta muy difícil comprender por qué Pelosi quiere que triunfe la Troika (Obama, Reid, Pelosi) en Washington y desaparecer a los republicanos. Ellos trataron de aplicar su mayoría para cortar los fondos a las tropas en Iraq, sin importarles cuántos soldados habrían de morir, pero, gracias a Dios y a la minoría Republicana, no tuvieron éxito y al final tuvieron que aprobar el reforzamiento de las tropas (surge), que puso a ese país bajo control. Y avergonzó a la mayoría demócrata al aprobar, por primera vez en décadas, la perforación en las costas para buscar petróleo.

Pero el mes pasado, cuando Pelosi pudo haber puesto en práctica el bipartidismo y lograr un efecto favorable para el Congreso Demócrata, pronunció un fiero discurso partidista en la Cámara, con el que ayudó considerablemente a que la primera votación negativa al paquete de rescate financiero fuera escandalosamente amplia en ambos partidos. Otra vez la Pelosi enseño así la oreja peluda de su partidismo y extremismo izquierdista. Lo que unido a la actitud gelatinosa del candidato Obama hizo que el índice de Dow perdiera 777 puntos ese día, con lo que los ahorros y planes de retiro de muchos de esos integrantes de la clase media y pequeños negocios que dicen defender se fueron por el tragante de la crísis financiera.

¡Excelente trabajo Nancy!

Ahora, la inefable Pelosi dice que más Demócratas con “mayorías sustanciales” (y con la posibilidad de un presidente demócrata para establecer la Troika) significa más bipartidismo.

¡Pamplinas!

A menos, claro está que uno crea en el gobierno unipartidista y un parlamento que se reune por pura formalidad como sucede en la Cuba de los hermanos Castro. Y luego dicen que no son socialistas. “Cosas veredes, Sancho”, diría Don Alonso Quijano y lanza en ristre se lanzaría al galope en Rocinante, para derribar esos amenazantes molinos.

Nobama,
Nueva York 31 de octubre de 2008