viernes, 2 de septiembre de 2011

Rick Perry 44% Barack Hussein Obama 41%:
El Comienzo del fin de la era del Hope & Change


Por primera vez, el gobernador de Texas Rick Perry va delante de Obama en una encuesta sobre las elecciones de 2012 y algunos de los demás candidatos republicanos van detrás de él por sólo un dígito.

Una encuesta de Rasmussen muestra a Perry con el 44% de los votos, mientras que Obama recibe el apoyo del 41%. Teniendo en cuenta el margen de error (+ / - 3 puntos porcentuales) y el hecho de que las elecciones están a más de un año de distancia, la competencia se muestra cerrada, aunque hay que destacar que Perry acaba de entrar en la lid y todavía no es muy conocido entre la generalidad de los votantes. Y, por otra parte, la encuesta muestra que en una votación genérica un republicano lidera actualmente a Obama 48% al 40%.

Estas cifras sobre las elecciones, unidas al entre 39 y 41% de aprobación contra un 52-54% de desaprobación de la gestión presidencial del Tartufo, tienen a la Casa Blanca y a la izquierda en general en pánico total y no paran de culpar hasta al pipisigallo por el fracaso de su agenda extremista desde que el Tartufo se hizo con la Casa Blanca. Pero además de que estas cifras casi constantes en las encuestas auguran un catastrófico hundimiento de la Era del Hope & Change Obámicos; la verdadera fuente de la desesperación de la izquierda en el poder es que repentinamente han llegado a la conclusión de que esa agenda ha sido frenada en seco por We The People y que lo más probable es que la veamos en plena retirada después de las elecciones de noviembre de 2012.

Barack Hussein Obama está pues acabado, pero su fracaso como político y como Presidente no es realmente lo más importante y ni siquiera sorprendente para muchos como nosotros. Obama era ya un lame duck (pato cojo) cuando en septiembre de 2009 regresó de Copenhagen con las manos vacías, cuando él y su cohorte de amanuenses a la que se sumó la de la Su Majestad Imperial Michelle I con ella a la cabeza, fueron allí convencidos de que su sola presencia, su brillo de anuncio de neón, parecido al del lápiz labial de moda, les aseguraría el otorgamiento de los Juegos Olímpicos de 2016 a la ciudad de Chicago.

Si miramos en retrospectiva a estos ya casi 3 años de la Era del Hope & Change, tendríamos que coincidir en el hecho de que Barack Hussein Obama no puede no ya mostrar, ni siquiera reclamar un éxito que le pertenezca por entero. La biografía de su presidencia no es más que un amontonamiento de fallos y fracasos y ni siquiera el mascarón de proa de su gestión de gobierno, el odiado ObamaCare, le pertenece ya que, como todos sabemos, fue escrito y diseñado en conciliábulos mafiosos encabezados por Harry Reid y Nancy Pelosi y que tiene su origen en el fracasado Plan de Salud instaurado en Massachusetts por el entonces Gobernador de ese estado y hoy candidato a la nominación republicana Mitt Romney. El ObamaCare va muy pronto camino a convertirse en letra muerta, cuando la piedra angular que lo sostiene: el mandato de seguro individual, sea declarado inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos.

Una vez dijimos, muy al principio, cuando comenzamos este blog que Barack Hussein Obama, no era más que un mero instrumento de las fuerzas retrógradas y totalitarias de la burocracia socialista demócrata y el tiempo nos está dando la razón. Hoy, estamos siendo testigos del Comienzo del Fin de la Era del Hope & Change Obámicos, del eclipse permanente del Ungido y de la Era de la Progresía norteamericana. Y ese final le viene dado por dos realidades contundentes: una económica y la segunda ideológica.

Primeramente la persistente crisis económica y fiscal muestran claramente que la agenda socialista es inalcanzable e insostenible. El dinero que se bombea a la economía llega en la forma de más y más endeudamiento y el aumento de impuestos aunque fuera al 100% no podrían achicar al buque que hace agua y que amenaza con hundirse irremediablemente.

En segundo término, independientemente de que la ideología conservadora de un gobierno limitado cada día obtiene más y más adeptos entre We The People, los norteamericanos sin filiación ideológica alguna, cada vez están más convencidos que esta locura de planificación y centralización gubernamental en Washington hace que cada día que pasa sus vidas sean peores y no mejores.

Pero el elemento principal que provoca la peor pesadilla a la burocracia socialista del Partido Demócrata estaba implícito en el discurso pronunciado por Rick Perry cuando anunció su candidatura a la nominación para Presidente por el Partido Republicano. En una parte de su discurso, Perry proclamó que su misión no era hacer que se le exigiera más responsabilidad al gobierno, o hacer que fuera más eficaz o eficiente, ya que ese es el ya viejo y gastado postulado estándar de los populistas reformistas para suavizar y aplacar a los votantes enfurecidos, sino que mostró una extraordinaria valentía política, muy rara, por demás, en estos tiempos de la era del Hope and Change y del oportunismo de todos los colores, para expresar que el gobierno debe convertirse en algo irrelevante. En sus propias palabras: “tan intrascendente en sus vidas como ello sea posible”.

Un respetado colega afirma que parecía imposible que en estos tiempos alguien se atreviera a lanzarse al ruedo político apoyándose en uno de los principios básicos del buen gobierno de Lord Acton: “Existen muchas cosas que el gobierno no puede hacer, muchos buenos propósitos a los que debe renunciar y que debe dejar que otros los materialicen. El gobierno no puede alimentar al pueblo, ni enriquecer al pueblo, ni enseñar al pueblo”.

La burocracia socialista de esta administración y que domina en el Partido Demócrata están asustados de la agudeza y franqueza con la que Perry se expresa, como dice también nuestro querido colega; Perry habla en tejano, no en eufemismos washingtonianos de ahí su mensaje a Barack Hussein Obama:

“Mi mensaje es, Señor Presidente, libere al pueblo, dele la libertad al pueblo para que pueda regresar a trabajar, libere al pueblo de esas regulaciones.

“Si usted no tiene los recursos viniendo del lugar dónde el sector privado crea la riqueza, su economía se va por el inodoro, que es exactamente lo que ha sucedido en América en los últimos tres años con esta monstruosa deuda”.

Hoy el mercado bursátil se fue en picada debido principalmente a las cifras de creación de empleos en el mes de agosto que fueron de ¡Cero... Zip… Nada! Y ahora el Tartufo se prepara para la semana próxima darnos otra ración de Same Old, Same Old… 

Pero esto será el tema de próximos artículos

Nobama
2 de septiembre de 2011