sábado, 5 de diciembre de 2009

Cambio de Singladura en Madrid y Barcelona

Jorge A. Pomar, publica un excelente y certero artículo en su blog El Abicú Liberal en el que endereza la perspectiva forzada de la AECC y de PD, nos habla de la botadura de una nueva nave por los navegantes del difunto portal Cubaencuentro y de paso nos aclara la "lección de los árboles en fila" tan manipulada últimamente en Penúltimos Días. Sin dudas una lectura polémica alejada de esa hipócrita corrección política que últimamente parece dominar casi todo el discurso sobre Cuba. Nobama se honra al recomedar este artículo del colega Pomar.

Nobama
Nueva York, 5 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Molière va a Washington


Él que con ruido y arrogancia presenta sus argumentos,
muestra que su razón es débil.
Le Misanthrope de Molière

¿Cómo se atreve usted a obstaculizar o molestar,

cuando tengo los medios para arruinarlo y destruirlo.

Usted debió haberlo pensado antes de pisarme los dedos de los pies.

¡Al atacarme, se pone contra Dios!
Tartuffe
 de Moliere
de la adaptación en verso de Timothy Mooney
Barack Hussein Obama lleva casi un año como Presidente y el desempleo alcanza ya la cifra de 10.2% y la llamada Ley de Estímulo Económico no ha logrado que esa cifra descienda ni una décima, de ahí que nuestro Gran Timonel haya decidido que es hora de ocuparse del asunto personalmente.

¿Y qué hará? Pues lo de siempre, organizar una nueva puesta en escena a la que esta vez llama Cumbre de Empleos, un nuevo y vacío esfuerzo para demostrarnos a los norteamericanos cuan preocupado está por nosotros y por nuestro bienestar y, claro está, nos regalará un nuevo discurso, uno más, lleno de hipócritas y también vacías y altisonantes palabras, en las que de nuevo volverá a culpar a Bush de todos sus sinsabores y de paso intentará volver a vendérsenos como el iluminado, el ungido y le escucharemos hablar mucho, más de la cuenta, en primera persona, aunque no pronuncie la palabra Yo.

Y lo escucharemos decir que este, el problema del desempleo, no es un problema partidista, ni Demócrata ni Republicano y que es tan grave que la política debe quedar a un lado. Pero vaya que mientras dice eso acerca de la política, pues deja fuera y no invita a tan magno evento a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos que representa a más de tres millones de empresas de todos los tamaños en toda la Unión Americana.

Sí, ya sé que soy muy mal pensado, no puedo evitarlo, aunque trato. Pero vaya, que desgracia, que mi memoria no sea tan mala como mis pensamientos y que de inmediato recuerde que el Magno Timonel echó espumas y ataques y diatribas y mintió y acusó de todo lo que se le ocurrió a la Cámara de Comercio, porque se atrevió a cuestionar y expuso la verdadera esencia del ObamaCare y de la Ley Cap & Trade (Energía). Pero como una golondrina no hace bandada, tampoco fue invitada a este trascendental convite la Federación Nacional de Empresas Independientes (National Federation of Independent Business), y estas son sólo dos de las muchas vetadas por Obama, como muchas personalidades de las finanzas y los negocios porque al igual que estas instituciones tienen puntos de vista diferentes a los del Gran Timonel acerca de este problema que afecta el bienestar y la “consecución de la felicidad” de todos los norteamericanos. Y no están invitados porque allí propondrían soluciones verdaderas y, ¡Oh, anatema!, Capitalistas, para hacer que la economía comience a moverse hacia adelante y a crear empleos. A saber, por ejemplo, una rebaja del 15% en los impuestos sobre ingresos y la abolición de aquellos que gravan las ganancias sobre el capital y una visión realista y de mercado sobre las leyes de energía y de Reforma de la Salud.

El gran engaño de la hipócrita puesta en escena de la Casa Blanca que ya se desarrolla es que allí no están representados los verdaderos creadores de empleos en nuestra economía, las pequeñas empresas que son las responsables de crear tres de cada cuatro empleos en nuestra nación. Allí sólo se hablará de gastar, gastar, gastar y de crear los únicos empleos que el Gobierno es capaz de crear, empleos burocráticos gubernamentales, curiosamente el único sector en el que existe un crecimiento, pero que no produce nada, sino que por el contrario devora nuestros impuestos con un hambre insaciable. Ah... los políticos. El Gran Timonel continúa insistiendo que ese es el camino del éxito, el del llamado Estímulo Económico que cuando se aprobó y se puso en práctica había un desempleo del 8% y gracias a su “exito” incuestionable hoy estamos en el 10.2% y sumando.

Obama buscará aumentar esa enorme Mesa de Pericles en la que sólo el 8% de sus integrantes tienen un historial previo en el sector privado y que, me imagino, cada día se sientan a meditar y a conversar en la Casa Blanca sobre empleos de una forma abstracta, como sólo los burócratas pueden hablar, y entre una y otra taza de café, elaboran planes, siempre pensando y teniendo muy en cuenta la fórmula genial y mágica que rige el pensamiento de su Gran y Amado Líder, a saber la redistribución de la riqueza y todo lo que se les ocurre, por el contrario, lo que hace es eliminar empleos. De ahí, de ese conciliábulo, la nueva moda en Washington, surgió la idea genial del impuesto sobre la energía, que tuvo el efecto inmediato de dejar sin trabajo a miles de norteamericanos. Lo que sucederá igual cuando el año próximo dejen expirar las rebajas de impuestos del malvado Bush. Y ahora, como sabemos, contra la voluntad de la mayoría de los norteamericanos, con mentiras y trapisondas, estos retoños del gran Tartufo tratan de embutirnos el ObamaCare, que de aprobarse, pasará a la “Historia Universal de la Infamia” de esta administración como su gran logro anticapitalista: haber llevado a la bancarrota a la Gran Nación Americana.

Roguemos a Dios que, como el Orgon de Molière, el pueblo norteamericano tenga un final feliz en esta asquerosa comedia de hipocresías, engaños y maldad que es la administración de Barack Hussein Obama y porque al fin nos llegue el verdadero Hope and Change que envisionaron nuestros Padres Fundadores.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 3 de diciembre de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Barack Hussein Obama, llamado el vacilante

Condenado por su propia vacilación a presentar un boceto repulsivo dirigido a múltiples auditorios políticos, Barack Hussein Obama utilizó el impresionante marco de West Point para proporcionarle a sus palabras una ilusión de liderazgo grandioso y singular.

El evento fue impresionante: La Academia Militar cuenta con la pompa y la solemnidad necesarias. Los cadetes se veían inmaculados, se comportaron a la perfección y aplaudieron a la señal dada y por supuesto en esta masa súper disciplinada no hubo ningún, Dios lo bendiga, Joe Wilson que le gritara “¡Usted miente!”

Banderas, formalidad y tradición estuvieron al servicio de un anuncio político que ya la Gran Prensa casi compara con la famosa Oración de Gettysburg, para esta horda de genuflexos izquierdistas cada palabra de Obama es más grandiosa que la que la precedió y cada discurso un evangelio más añadido a la Biblia del Falso Mesías, que ya recoge varios desde el 20 de enero de 2009, Toma de posesión o Génesis, pasando por El Cairo y Fort Hood hasta llegar a West Point.

¿Acaso alguien duda por qué los directores de escena del sainete Obama escogieron West Point para su Sermón de las 4,632 palabras? Muy simple, para en medio de esto que podríamos llamar la glamurización desvergonzada del estamento militar, enviar el mensaje subliminal de que todo aquel que cuestione la infalibilidad y la sabiduría de nuestro Gran Timonel se opone a la tradición de “deber, honor y país” que distingue a nuestras fuerzas armadas.

Pero la elección del entorno también revela lo cobardemente político que es realmente Obama: por encima de todo se trata de que West Point es un lugar seguro, en el que no debe esperar sorpresa alguna.

Como dijo un importante analista militar, “un verdadero Comandante en Jefe habría pronunciado este discurso en la Universidad Nacional Militar (National War College), o quizás ante la Junta de Comandantes en el auditorio del Pentágono, o en una Sesión Conjunta del Congreso, o desde la solemnidad presidencial que otorga la Oficina Oval. Si quería hacerlo en un ambiente militar, él debió explicar su decisión y su estrategia sobre Afganistán ante aquellos que la dirigirán e implementarán”.

Pero no, hasta en esto el “artifice” del “Cambio hacia el desastre” tiene que ser diferente, en lugar de explicarle su estrategia a un auditorio de Generales, lo hace a aprendices de oficiales, cuya responsabilidad cuando terminen sus estudios será mandar a pelotones de entre 20 y 40 soldados. Que nadie discute que son magníficos jóvenes norteamericanos, pero que no son la audiencia apropiada para anunciar cambios político-militares de tal envergadura, pero para este Comandante en Jefe de opereta el continente es más importante que el contenido o, lo que es lo mismo, la puesta en escena es lo que importa y no el drama en sí. Dicho en otras palabras por si no lo expresamos claramente: Obama, como es habitual, ha preparado un evento mediático, pero su liderazgo como Comandante en Jefe brilló por su ausencia.

Su fortaleza principal, cada vez está más claro, radica en un carisma hueco ante el que, para su vergüenza, la Gran Prensa sigue siendo embarazosamente susceptible y perturbadoramente obsequiosa. Siempre que el teleprompter no le juega una mala pasada la actuación de Obama es excelente, pero, como ya resulta habitual, el contenido de su ampulosa verborrea evita hablar y tocar aquellas realidades que deben estar presentes en el discurso de un Comandante en Jefe.

Anoche, anunció un refuerzo de tropas insuficiente, justificándolo con palabras altisonantes y repetitivas, dando vueltas y más vueltas, sonando el tamborcillo sin parar, como el Conejito de Energizer, pero sin explicar claramente por qué ese número de tropas y no el que le pidió el General que él mismo nombró y a la vez trató de suavizar la ira de su base natural en la extrema izquierda, estableciendo límites precisos en nuestro compromiso en la guerra contra nuestros enemigos.

Barack Hussein Obama, como decían nuestras abuelas: ni se peinó ni se hizo papelillos, ni fu, ni fa. Como dijo el mismo analista militar ya citado, “fue como si en la Segunda Guerra Mundial Roosevelt le hubiera dicho a los japoneses y a los alemanes que en realidad queremos decir lo que dijimos y que nuestro compromiso es inquebrantable, sólo que planeamos abandonar la guerra en 1944”.

Entonces, como ahora, el esfuerzo y las vidas de valerosos jóvenes como los que le escuchaban se habrían derrochado en vano, tal y como hace con nuestros impuestos y, entonces como ahora, habríamos eliminado toda posibilidad de triunfo. Fue como si le dijera al Taliban y a los terroristas de Al Qaeda, que lo único que tenían que hacer era resistir un poco y como hemos visto, ambos son buenos para resistir.

Desde Pakistán, también escuchaba atentamente el enemigo y se refocilaba pensando en el premio que les espera al final del camino: Un Pakistán con armas nucleares, y un Afganistán vecino de Irán en sus manos. Obama firmó anoche la sentencia de muerte de muchos jóvenes soldados y sabe Dios de cuántos civiles inocentes allá y aquí, al anunciar esa estrategia fallida en su mismo comienzo. Esa estrategia y ese refuerzo podrían tener éxito si como un verdadero Comandante en Jefe hubiese dicho que nuestro compromiso es hasta alcanzar la victoria y no que sólo durará 18 meses.

Otro aspecto que demuestra su incapacidad para ser Presidente y por ende Comandante en Jefe, fue pasar por alto el peligro de Irán, que obviamente ya le tomó la medida y muy bien. Para nuestra Seguridad Nacional resulta vital tener rodeado a Irán desde Irak y desde Afganistán, porque digan lo que digan al final del camino sólo se vislumbra una solución posible: El bloqueo en el Golfo Pérsico por mar y desde Irak y Afganistán por tierra. Y, para suerte nuestra y del resto del mundo, de lo demás veremos como los israelíes se encargan más pronto de lo que muchos se imaginan.

Pero ¿quién dijo...? ¿A quién puede ocurrírsele que la principal preocupación de Obama es que su “nueva estrategia” tenga éxito? “God Bless America? No, no, no... God Damn America”, como le enseñó su mentor Jeremiah Wright.

Obama quiere cobertura política y caos para prevalecer, pase lo que pase y caiga quien caiga. Él quiso aparecer fuerte ante el pueblo norteamericano, pero a su base natural y a nuestros enemigos les hacía un guiño cuya traducción era: ¿Captaron el mensaje? Tengan calma y esperen. Aparenten no ser terroristas hasta julio de 2011, y verán como todo irá a las mil maravillas.

Nobama
Nueva York, 2 de diciembre de 2009

lunes, 30 de noviembre de 2009

En Honduras ganaron la democracia
y la libertad

Hace hoy exactamente un mes, el 30 de octubre, concluíamos un artículo en Nobama diciendo lo siguiente: “Finalmente, ganó el pueblo de Honduras y su Constitución. Ganó la democracia y hoy los hondureños y hasta nosotros podemos dormir más tranquilos”. En aquel artículo nos referíamos a la firma del llamado Pacto de Guaymuras para darle salida a la crisis política el cual, de la forma en que estaba redactado, garantizaba, Gracias a Dios, la irreversibilidad de la salida Constitucional del 28 de junio. Por eso hoy, como entonces, tanto los hondureños como nosotros, también podremos dormir un poco más tranquilos.

Ayer, fue la culminación de un proceso de defensa de la libertad y la democracia que comenzó cuando los poderes constituidos de la República de Honduras decidieron, basándose en su Ley fundamental, sacar de la presidencia al títere chavista Manuel Zelaya, quien estaba y aún está decidido a convertir a la nación hondureña en un satélite más del Socialismo del Siglo XXI y, por ende, del letal virus del Castrochavismo que a golpe de petrodólares, amenazas y con la complicidad de los sospechosos de siempre: la llamada izquierda democrática y no tan democrática europea y latinoamericana infesta peligrosamente a centroamérica y al cono sur.

El Gobierno provisional salido de la voluntad del Congreso Hondureño y apegado a la norma constitucional de esa nación que preside todavía el Señor Roberto Micheletti, actuó con decisión e inteligencia hasta llegar a la firma del acuerdo de Guaymuras y lograr el compromiso de los Estados Unidos, gestor del acuerdo, de que reconocería el resultado de las exitosas elecciones celebradas ayer con una asistencia de más del 61% de los votantes inscritos. Al cambiar su papel de estrangulador del pueblo hondureño al de mediador, la administración Obama trataba de limpiar la desvergüenza política que significaba que mientras aliviaba el embargo a la asesina dictadura de la Habana y le enviaba algún que otro guiño solapado, sometía al pueblo hondureño a presiones económicas y diplomáticas parecidas a las que un día le fueron aplicadas a la dictadura castrista. Al asumir el papel de mediador, Obama, como Macbeth, trataba de limpiar el baldón que significó acostarse con Chávez, Castro, los principales títeres del ALBA, la izquierda supuestamente democrática de Europa, su amanuense de la OEA el pérfido, José Miguel Insulza y la mayoría de los países que se califican de democráticos, todos en la misma cama en un grosero amancebamiento que les será difícil borrar. ¡Qué asco!

Hoy Honduras, gracias a la perseverancia del Gobierno Provisional y la valentía de su pueblo cuentan con un nuevo Presidente democráticamente electo, Porfirio Lobo, quien desde ya debe enfrentar una crisis internacional sin siquiera haber tomado posesión: Las mismas fuerzas oscuras que quisieron imponer el Socialismo del Siglo XXI y volver a darle el poder al títere Zelaya rehúsan reconocer los resultados de las elecciones que muchos observadores imparciales califican ya como las más limpias en la historia de Honduras. Por allá en Brasilia, Lula da Silva al que algunos ingenuos y muchos hipócritas califican de demócrata recibía al cuestionado y asesino dictador iraní y decía: “Aislar a Teherán no sirve de nada” y parece más que dispuesto a cooperar con Ahmadineyad en sus empeños nucleares, a pesar de la brutal represión en las calles a quienes protestaban por las fraudulentas elecciones en las que se reeligió. Sin embargo en cuanto a Honduras el “excelso demócrata” Lula dijo hoy que no dará marcha atrás en su no reconocimiento a las elecciones hondureñas porque “ello puede estimular los golpes de estado en otros países”, curiosamente el principal argumento de los no tan “demócratas” Chávez, Morales, Ortega y el cachondo Cura Presidente de Paraguay. En el grupo de los perdedores en esta jornada está también el liberticida Zapatero y su inefable Ministro “Desatinos” Moratinos, quienes ahora en unión de la admiradora de Castro I y Presidenta de Chile Michelle Batelet y el errático Presidente mexicano quieren navegar entre dos aguas. Más o menos todos dicen como “Desatinos” el siguiente desatino diplomático: “El gobierno de España no reconoce esas elecciones, pero tampoco las ignora”, una España que para su vergüenza es capaz de condenar las elecciones limpias y plurales de Honduras y sin embargo bendice la farsa organizada por el Dictador Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial.

Vaya que está claro que el único perdedor de ayer no fue el cadáver político maloliente de Manuel Zelaya, sino también Chávez y sus compinches y de paso la OEA y la ONU.

¡Como Dios manda!

Nobama
Nueva York, 30 de noviembre de 2009

La libertad está de fiesta, y ¡con razón!


Ayer la democracia (verdadera) y la libertad lograron dos extraordinarios triunfos en lugares tan distantes y diferentes como Suiza y Honduras, en ambos lugares quedó demostrado que la firmeza en los principios democráticos es clave para enfrentar al totalitarismo. En ese sentido, nuestra querida amiga Isis Wirth, publica en su blog La Reina de la Noche un excelente artículo que recomendamos por su extraordinaria lucidez y que pueden leer haciendo clic aquí o en la imagen.

Nobama
Nueva York, 30 de noviembre de 2009