viernes, 23 de abril de 2010

Cómo arruinar a una ciudad y a todo un país: Obra en tres actos con libreto de Saúl Alinsky y dirección de Barack Hussein Obama

Barack Hussein Obama estuvo ayer en Gotham para dispararle un sermón a Wall Street y pedirle que se suicide y apoye su nueva ofensiva contra el Capitalismo y la continuación del aumento sin control de la burocracia gubernamental, todo ello en nombre de la “fiscalización financiera”. Esto seguramente sonará a música en los oídos de la izquierda demócrata y de la gente de pueblo o de Main Street, como le llaman aquí, constantemente bombardeada por los grandes medios nacionales, convertidos en su gran mayoría en el aparato propagandístico del Régimen Obamista.

Pero el problema es que en Nueva York, Wall Street es Main Street, el corazón de la economía de esta masoquista ciudad. Está claro que tanto Obama como el Partido Demócrata ven en esta jugada una políticamente ganadora, tanto que ayer, con el dinero de los contribuyentes, lanzó un llamado para recolectar fondos de campaña basado en lo que llaman el plan de Reforma de Wall Street de Obama, en el que como buen propagador del miedo, al estilo Alinsky, advierte en contra del regreso a los días en que los “grandes bancos festejaban mientras casi todos los demás sufrían”. Pero esa ampulosa, exagerada y mentirosa retórica es una bomba de demolición en los cimientos de una industria que es, como decíamos, el corazón del bienestar económico de la ciudad de Nueva York y de una buena parte del de toda la nación.

De cada 12 neoyorquinos que trabajan, uno de ellos está vinculado con el sector financiero, lo cual genera el 40% de los negocios de la ciudad y de los ingresos por concepto de impuestos. Cada $1,000 millones de ganancias en Wall Street, representan $70 millones en impuestos directos a las arcas municipales. Según expresa en su sitio Web la legisladora por Nueva York, Carolyn Maloney, Demócrata, no Republicana, “los servicios financieros son la industria más importante de la economía de la ciudad de Nueva York y el mayor creador de empleos de la región”. Y al verse amenazada Wall Street por este corrupto patán, esos empleos y esos ingresos por concepto de impuestos, fácilmente se trasladarán a otros sitios más amigables, por ejemplo, Londres o Hong Kong, por mencionar sólo a dos. Hacia cualquier sitio, excepto los Estados Unidos, lo que obviamente haría un daño quizás irreparable a toda la nación.

No se trata de que Wall Street no sea la causante de muchos de los problemas por los que atraviesa el sector, sin dudas sobre los ejecutivos de numerosas de esas compañías recae mucha de la responsabilidad. Los peligrosos riesgos asumidos y las frecuentes políticas temerarias que provocaron la crisis de 2008, son ciertamente más que suficientes razones para que Wall Street se vea sujeta a una nueva y más precisa supervisión. Pero cuando esa regulación está impulsada por el extremismo y la retórica partidista de la extrema izquierda, los resultados nunca serán positivos, porque sería la aplicación, una vez más, de la teoría de “aprovechar una buena crisis para avanzar la agenda socialista”.

Barack Hussein Obama y sus secuaces saben perfectamente el impacto económico destructivo que representan las draconianas regulaciones y los impuestos confiscatorios que pretenden implantar. Cómo no habrían de saberlo si sus principales secuaces en el plan de Cambio de la América que conocemos provienen precisamente de ese Wall Street que hoy han designado como el Enemigo Público # 1.

Si el Congreso finalmente adopta las regulaciones financieras que recogen los proyectos de Ley propuestos, el resultado será menos préstamos, el crédito será mucho más costoso y el nivel de riesgo será mayor. El Gran Timonel dijo ayer que su reforma es necesaria para evitar “una segunda Gran Depresión”, pero no mueve ni un dedo para componer los destrozos causados por el Gobierno y principalmente por esos mismos que hoy han escrito y tienen a su cargo los proyectos de Ley de ambas cámaras: El corrupto Senador Dodd y el arrogante, abusivo y no menos corrupto (recordemos que su ex compañero sentimental era un funcionario de Fanny Mae) Representante Barney Frank. Nada se hace en este nuevo ataque legislativo para reformar a Fannie Mae y Freddie Mac, a pesar de sus problemas de fraude y los $400 mil millones que han costado a los contribuyentes en “rescates”. Nada se hace tampoco para cambiar las regulaciones gubernamentales que obligan a los bancos a realizar hipotecas riesgosas a nuevos propietarios que no pueden asumir los gastos de comprar determinadas propiedades.

Los poderes que se le otorgarán al Gran Timonel y a la Reserva Federal no tienen precedentes en la historia de esta nación. Ambos proyectos le dan al Gobierno el poder para regular el Capital, la liquidez y las actividades permitidas a una larga lista de firmas, incluyendo sociedades de valores, compañías de seguros, sociedades controladoras de bancos, fondos de cobertura, compañías financieras y otras muchas. El Gobierno también tendrá la facultad de limitar el tamaño de esas compañías. Barack Hussein Obama dijo ayer aquí que “cree en el poder del libre mercado”, a pesar de que constantemente se la pasa demonizando a estas compañías y de que estos proyectos de Ley en el Congreso cuentan con un asombroso parecido a las Leyes de Control Financiero puestas en vigor por el Régimen del Gorila Rojo Hugo Chávez, en cuanto a los poderes que le otorga al Presidente.

Por eso, la solución es menos y no más control gubernamental. Como explicara ante el Congreso el ex Presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, refiriéndose a la causa de la crisis: “Aunque las raíces de la crisis son globales, fueron las hipotecas subprime las que sirvieron como disparador inmediato de la crisis. El aumento en la demanda de valores respaldados por hipotecas fue fuertemente impulsado por Fannie Mae y Freddie Mac, que a su vez fueron presionados por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano y el Congreso, (Dodd y Frank) para ampliar los compromisos de viviendas asequibles”.

La realidad que se desprende de toda esta crisis es que el Gobierno no es la mejor opción, ni la más sabia, a la hora de fijar la autoridad para tomar decisiones comerciales y financieras, ya que no tiene ni la experiencia, ni la pericia, ni el incentivo económico para dirigir la economía. ¿Por qué? Porque tampoco es capaz de mantener la política fuera de estas decisiones y el regaño de hoy de Barack Hussein Obama es la demostración más palpable. Por eso si queremos realmente resolver el problema y detener la marcha hacia el abismo que nos conduce el Régimen Obamista, debemos atarle las manos al Gobierno a través del filibuster en el Congreso y ganando la mayoría de una o ambas cámaras en noviembre de 2010, de lo contrario el espejo a mirarse está en Suramérica, en el Régimen Chavista, no en la Europa decadente del estado nodriza como muchos piensan, o quieren hacernos creer.

Nobama
Nueva York, 23 de abril de 2010

martes, 20 de abril de 2010

Shalom Yom Haatzmaut Eretz Israel

Hoy se celebra el día de la Independencia en Israel. En este día se conmemora algo que muchos judíos y gentiles consideran un milagro que dudaron que alguna vez verían: El renacimiento de un antiguo Estado en la tierra sobre la que se fundó y existió hace ya 2,000 años. La resurrección del hebreo, la antigua lengua para el entendimiento común, cuya resurrección equivale a la reconstrucción de la sociedad judía, atomizada y dispersa durante casi dos milenios. El regreso de millones de exiliados que no tenían otro lugar donde vivir. La creación de una democracia que extendió la ciudadanía no sólo a los judíos, sino también a los árabes en medio de una guerra desatada por los árabes para destruir al Estado que nacía. La salvaguarda de los lugares santos de todas las religiones y el libre acceso a ellos. La creación y el mantenimiento de una sociedad civil libre y vibrante a pesar de vivir bajo los continuos ataques terroristas y de varias guerras genocidas y con todo ello, el crecimiento de una nación que convirtió una economía del tercer mundo en una de las más tecnológicamente avanzadas del mundo.

Sin embargo, hoy las voces del odio antisemita y antidemocrático dicen que el Estado de Israel ocasionó la creación de millones de refugiados cuya situación sigue sin resolverse 62 años después. Y hoy también es el día escogido para que Richard Falk, el relator especial de la ONU para los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, acuse a Israel de violar la cuarta Convención de Ginebra, por defenderse de los ataques terroristas desde Cisjordania y Gaza. Que otra cosa podría esperarse de esta inservible entelequia dominada por los gobiernos antidemocráticos y dictatoriales de todo el mundo, en la que Cuba, Siria y Libia, por mencionar sólo a algunos, se sientan en su flamante Consejo de Derechos Humanos.

No, señores mercaderes del odio y el antisemitismo. No señores cómplices por acción u omisión, que para el caso es lo mismo, del asesino iraní que quiere sumir al pueblo hebreo en su segundo holocausto. No traidores de toda laya, la verdad histórica que muchos quieren hoy desconocer y tergiversar, y entre ellos Barack Hussein Obama, el primero; es que el problema de los refugiados árabes fue ocasionado por una guerra de agresión lanzada por los Estados Árabes contra Israel en 1947 y 1948. De no haber existido esa guerra contra Israel, con su consecuente cosecha de sangre, miseria, pánico y huída, no existiría en la actualidad un problema de refugiados árabes. Fue aquella guerra de agresión, destinada a destruir al naciente estado hebreo, la responsable de las miserias que sufrieron y todavía sufren millones de palestinos árabes. O no fue acaso el entonces secretario de la Liga Árabe, el egipcio Abdul Razek Azzam, hablando entonces a nombre de los estados árabes que lanzaban la guerra quien dijo: “Esta será una guerra de exterminio. Será una masacre monumental de la que se hablará como hoy se habla de las masacres de los mongoles y de las Cruzadas”. Así, un día como hoy hace 62 años, día en que Israel proclamó su independencia, las fuerzas armadas de Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Irak, apoyadas por contingentes de Arabia Saudita y Yemen, cruzaron sus fronteras y marcharon contra Israel.

Hoy, la mayor tragedia para los palestinos es que ellos podrían haber estado celebrando también el 62 aniversario de su propio estado. Pero sus dirigentes de entonces, rechazaron la solución de dos estados y comenzaron la primera de muchas guerras para eliminar al otro estado y echar al mar a sus habitantes. Y desde entonces, hasta hoy, desde Arafat en el año 2000, hasta Abu Mazen en 2008, han rechazado todas las propuestas sensatas y no tan sensatas para la Seguridad de Israel, de creación de su propio estado y cada vez que parecía que se lograría, iniciaron una nueva ola de violencia y terrorismo contra el estado judío.

Hoy, Barack Hussein Obama, quiere imponerle a Israel una paz que muy bien podría llamársele de los sepulcros. Hoy quiere asfixiar al Estado Hebreo y pretende obligarlo a hacer todas las concesiones aún a costa de su propia existencia para ser él, el Gran Líder que hará historia por haber solucionado el llamado conflicto palestino-israelí, a través de una nueva repartición del Medio Oriente en zonas de influencias en la que el Estado Hebreo que hoy cumple 62 años sería “sacrificado en el altar de la paz”. Obama está empecinado en poner de rodillas a Israel y lo trata como si fuera un estado vasallo y no una pujante democracia, la única, en el Medio Oriente y el único aliado verdadero de los Estados Unidos en la región. En definitiva y tiempo al tiempo para verlo, si logra sus propósitos, lo que conseguiría Barack Hussein Obama por el camino que va, que no es otro que apoyar la declaración unilateral de un estado palestino, sería la creación de un estado fallido o terrorista, esto último lo más probable, que estaría aliado con el jihadismo global y veríamos que Israel, una vez más, se vería obligado, para sobrevivir, a derrotar a esa nueva coalición que pretende “arrojar al mar a todos los judíos y plantar en el corazón de Jerusalén y en toda palestina, la bandera roja, verde, blanca y negra”, como una vez me dijera Abu Jihad cuando lo entrevisté en Beirut en 1980.

Lo cierto es que gracias a la terquedad y el odio que los dominó ayer y los domina todavía hoy, seis décadas después de aquella primera guerra, se han quedado sin un estado propio, pero con los refugiados que creó aquel intento de destruir a Eretz Israel. Cierto es que es una nakba (catástrofe) como ellos mismos le llaman, pero no una que haya causado Israel, sino los mismos dirigentes palestinos.

Quiero terminar estas ideas de saludo al Día de la Independencia de Israel repitiendo algo que ya dije una vez para recordarle a los enemigos de Israel que no contaban entonces, ni hoy “con los herederos de los Guardianes de la Puerta Oriental de Jerusalén, la imagen de la fortaleza del pueblo judío para millones de israelíes. La imagen de aquellos legendarios Centuriones Judíos que sabían que Jerusalén era la línea eterna del frente para el pueblo de David. Hoy como ayer Jerusalén eterna, única, e indivisible, equivale al Israel eterno que guiado por David Ben Gurión” un día como hoy declarara para los siglos por venir el renacimiento de Eretz Israel.

Shalom Yom Haatzmaut Eretz Israel!

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 20 de abril de 2010

lunes, 19 de abril de 2010

Love Letters (desde Teherán)

Love letters straight from your heart
Keep us so near while apart

I'm not alone in the night

When I can have all the love you write


I memorize every line

And I kiss the name that you sign

And, darling, then I read again right from the start

Love letters straight from your heart

Nuestra querida amiga Isis Wirth, publicó ayer en su blog La Reina de la Noche, una excelente pieza en la que nos habla de una carta enviada por Mahmoud Ahmadineyad a Barack Hussein Obama, y que el carnicero de Teherán amenaza con hacer pública “muy pronto”.

En Nobama no nos sorprende esta estrecha comunicación epistolar que parece haberse estado desarrollando entre ellos desde hace algún tiempo, más bien nos confirma nuestros más sombríos temores. Hace poco más de un año, el 2 de enero de 2009 y sólo unos días antes de que el Tartufo de la Casa Blanca tomara posesión, publicamos un vaticinador artículo de nuestro querido colega Aaron Mayer, el que tituló ¿Pactará Obama con el Diablo? En el primer párrafo de su pieza, escribió entonces Aaron: “Imagínense si en el verano de 1941, Adolfo Hitler se le hubiese acercado a Winston Churchill y a Franklyn Delano Roosevelt con esta propuesta de pacto: Cesaré las hostilidades y dejaré tranquila a la Gran Bretaña, si ustedes me dejan en paz para terminar mi exterminación de los judíos. Es de esperar que en enero próximo (Aaron escribió su artículo en diciembre de 2008) Mahmoud Ahmadineyad, haciéndose eco de la voluntad de Barack Hussein Obama de reunirse sin condiciones, le ofrezca un pacto similar”.

Y es eso precisamente lo que se desprende del DEBKA file citado por Isis Wirth y de lo que encierra el pacto que como un ladrón en la noche, su usual costumbre, cocina a nuestras espaldas y la de nuestros aliados Barack Hussein Obama: El reparto de las esferas de influencia en el Medio Oriente entre Irán y los Estados Unidos a expensas de la existencia del Estado de Israel.

Como expresábamos en un comentario dejado en La Reina de la Noche, el artículo de Aaron podría esencialmente haber sido escrito hoy en la mañana después de leer a Isis Wirth, a quien agradecemos, como siempre, su atinado ojo para descubrir lo verdaderamente importante dentro de la hojarasca.

Mañana estaremos colocando un análisis más amplio con estos y nuevos elementos sobre el tema.

Nobama
Nueva York, 19 de abril de 2010