viernes, 28 de agosto de 2009

¿Camisas pardas, negras o rojas?


La educación del organizador
“Para el organizador, la imaginación es el dinamismo que los impulsa y sostiene en toda su vida de acción como organizador [comunitario]. Ella inflama y alimenta la fuerza que lo impulsa a organizar para el cambio (...) El organizador [comunitario] sabe que la verdadera acción está en la reacción de la oposición. Para valorar de forma
realista y anticipar las probables reacciones del enemigo, él [el organizador comunitario], debe ser capaz de identificarse con ellos también en su imaginación y predecir por adelantado cómo reaccionarán a sus acciones”.
Saul D. Alinsky
Rules for Radicals
La noticia se esparció por Internet y en algunos medios de prensa: Reclutan a jóvenes de College para que se unan al “ejército” de Obama.

Uno de los lemas publicitarios dirigido a los jóvenes reza: Gánate créditos impulsando el “cambio” cuando trabajas en la “agenda” del Presidente, Organizing for America te ofrece oportunidades para obtener créditos en el college.

El ejército de ciudadanos voluntarios del Presidente Obama está ahora muy activo reclutando estudiantes de college en todos los estados del país para “levantar el apoyo a la agenda política del Presidente Obama y ganar créditos cuando se manifiestan a favor y promueven el cambio”.

Obama for America, la campaña política de Obama en 2008, se fusionó en enero con el Comité Nacional Demócrata y ahora se le conoce como Organizing for America, u OFA. El movimiento, al que algunos llaman “Obama 2.0”, recluta ahora estudiantes y ofrece proporcionar créditos para sus planes de obtención de su grado académico a cambio de sus habilidades para la “promoción”, léase propaganda, a la agenda del Presidente.

Un mensaje de los coordinadores voluntarios nacionales de OFA, anuncia la campaña de reclutamiento y las oportunidades de obtener un empleo sin paga (internship) ha sido colgado en varios sitios Web y en Facebook.

“Los estudiantes y los jóvenes fueron decisivos en la formación del movimiento que ayudó a elegir el año pasado al Presidente Obama. Al integrarte y ser un National Organizing Intern, formarás parte de un esfuerzo popular genuino para hacer realidad en 2009 y más allá, el Cambio por el que luchamos”, dice el mensaje. “Como Organizing Intern, trabajarás junto al equipo de OFA y líderes comunitarios para ayudar a elevar el apoyo a la agenda del Presidente Obama. Aprenderás principios organizativos fundamentales, los cuales son cruciales para cualquier campaña y desempeñarás un importante papel en la creación de nuestra organización en tu estado”. Más adelante el anuncio expresa: “El Presidente Obama describe su tiempo como organizador comunitario de la siguiente forma: ‘Fue la mejor educación que he tenido, porque aprendí en esos vecindarios que cuando las personas se unen, pueden lograr cosas extraordinarias’. Esta es tu oportunidad para adquirir esa misma educación. Si sientes esa pasión por asegurar de que cada norteamericano tenga una atención a la salud de calidad, revitalizar nuestra economía y construir un futuro de energía limpia, no pierdas esta excelente oportunidad. No se necesita tener experiencia previa para hacer la solicitud”.

En su sitio Web el grupo tiene la siguiente declaración: “Organizing for America, la organización sucesora de Obama for America, está respaldando a los estudiantes de la nación para que perfeccionen el movimiento que eligió al Presidente Obama y ayudar a divulgar su visión de Cambio”.

Los voluntarios deben comprometerse a trabajar al menos 12 horas a la semana desde el 1ro de septiembre hasta el 11 de diciembre y, según el sitio Web de OFA, pueden recibir crédito de college de sus escuelas por realizar esta tarea.

Como ya se habrán dado cuenta esta es la primera vez en la Historia de los Estados Unidos en que un candidato presidencial mantiene activas sus organizaciones de campaña política en los estados, después de haber sido electo. Los Presidentes democráticos, no recorren el país dando discursos en apoyo a sus agendas políticas, ni atacan a los medios de comunicación que los critican o estén en desacuerdo con sus políticas, ni movilizan a sus seguidores para que traten de acallar a los ciudadanos que protestan y muestran su desacuerdo con las políticas que el Gobierno pretende aplicar. Eso sólo lo hemos visto quienes conocemos cómo los regimenes populistas se convirtieron en regimenes totalitarios una vez en Alemania, Italia, Cuba y más recientemente en la Venezuela de Chávez. A estas alturas cabe mencionar a Saul Alinsky, el fundamento ideológico del Tartufo del 1600 de Pennsylvania, Avenue en Washington DC.

Dice Alinsky en dos de sus Reglas para los Radicales (Rules for Radicals):

REGLA # 8: “Mantén la presión siempre. Nunca la abandones”. Seguir intentando nuevas cosas para mantener la oposición fuera de equilibrio. En cuanto la oposición domine un enfoque, golpearles por el flanco con algo nuevo. (Atacar, atacar, atacar desde todos los lados, nunca dar un momento de descanso a la organización, reagrupar, recobrarse y establecer una nueva estrategia).

REGLA # 12: “Escoge el blanco, congélalo, personalízalo y polarízalo”. Eliminar la red de apoyo del blanco y aislarlo de la simpatía. Ataca a las personas y no a las instituciones; las personas se lastiman más rápido que las instituciones.

De manera que, como Glen Beck, debemos hacernos las siguientes preguntas:

“¿Para qué necesitan organizar una fuerza civil?
¿Quién representa una amenaza para nosotros en la sociedad?
¿De quiénes estará compuesta esta fuerza?
¿Quién es el enemigo real?”

Las respuestas a estas preguntas podemos encontrarlas en la Biblia de cabecera del Organizador Comunitario en Jefe escrita por Saul Alinsky, el Padre del Cambio como destrucción del sistema democrático y del estado de derecho desde adentro a través de la organización comunitaria.

Nobama
Nueva York, 28 de agosto de 2009

jueves, 27 de agosto de 2009

LLEGA LA CENSURA PARA QUIENES SE OPONEN AL OBAMACARE


Las cadenas de televisión ABC y NBC no transmitirán un vídeo publicitario contrario al ObamaCare.

La negativa de ABC y NBC, ambas cadenas televisivas simples vehículos propagandísticos de la Administración de Barack Hussein Obama, llama la atención, aunque no sorprende mucho; particularmente si recordamos que la cadena ABC realizó y transmitió un Programa Especial sobre Salud Pública emitido desde la Casa Blanca en horario estelar en el mes de junio.

En el vídeo, producido por la League of American Voters y que colocaremos al final de este post, un médico pregunta: “¿Cómo el plan de Obama puede cubrir a 50 millones de nuevos pacientes sin tener ningún nuevo médico? No es posible”.

El vídeo de 33 segundos, que presenta a un neurocirujano que advierte que un sistema de atención a la salud operado por el gobierno, conducirá al racionamiento inevitable de los procedimientos médicos y los medicamentos, comenzó a transmitirse localmente en las afiliadas de las cadenas nacionales. Sin embargo, a nivel nacional, ABC y NBC se han negado a transmitirlo en la forma que tiene actualmente. En otras palabras: si no le cambian el contenido lo censuramos.

Esta es la más reciente muestra de hipocresía y del doble discurso que hoy dominan a la prensa y la política gubernamental en los Estados Unidos, porque hay que tener desfachatez después de estar en el tanque con Obama desde la campaña y de regalarle una hora en horario estelar desde la Casa Blanca para que vendiera su Plan ObamaCare, para que ABC se nos muestre ahora como la defensora de la imparcialidad en la información. En realidad lo que utilizan es la vieja táctica totalitaria de la desinformación para evitar que los espectadores puedan ver y comprender ambas posiciones y sacar las conclusiones por sí mismos, como debe ser en un país en el que se supone existe igualdad de derecho a la hora de emitir un mensaje político televisado. O será que ya no es así y nosotros no nos hemos enterado.

A continuación el vídeo.

Nobama
Nueva York, 27 de agosto de 2009

miércoles, 26 de agosto de 2009

Los Socialistas seguidores de Obama lo politizan todo, ¡hasta la muerte!

En declaraciones salidas del Capitolio hoy en la mañana, apenas unas horas después del anuncio del fallecimiento del Senador Ted Kennedy, legisladores Demócratas trataron de integrar su muerte en el debate sobre la Reforma de la Salud.

Con el destino de dicha Reforma transitando un escabroso y empinado camino y sin contar con tracción en las 4 ruedas de su vehículo, los Demócratas tratan de utilizar la muerte de Kennedy como un estímulo a la movilización para lograr la aprobación del ObamaCare recordándole a los votantes que el paquete empantanado en el Senado fue “la causa” de toda la vida del Senador.

La aviesa Speaker de la Cámara, Nancy Pelosi, cuya versión del ObamaCare ha caldeado los ánimos entre la mayoría de los ciudadanos y provocado apasionadas críticas y rechazo a todo lo largo de la nación, invocó la Reforma de la Salud casi inmediatamente después de que se hiciera público el deceso de Kennedy: “El Senador Kennedy tuvo una gran visión para los Estados Unidos y una habilidad sin paralelos para lograr el cambio”, dijo en una declaración por escrito. “El sueño de Ted Kennedy de una atención de la salud de calidad para todos los norteamericanos, se hará realidad este año gracias a su liderazgo e inspiración”.

A esta convocatoria, que tanto recuerda a las arengas del Dictador Fidel Castro, en las llamadas Jornadas Camilo-Ché, le siguieron otras con la clara implicación de que el Congreso “debía honrar su memoria” terminando la tarea empezada por él. “Lograremos una reforma de la salud verdadera gracias al legado que nos deja”, dijo el Senador Demócrata Russ Feingold. “Sus incansables esfuerzos nos han llevado al umbral de conseguir una reforma de la salud verdadera”, dijo el camaleónico ex Presidente Clinton. “En la medida en que avanzamos en la aprobación de la ley de la reforma de salud, sentiremos su ausencia”, dijo el vice jefe de la mayoría Demócrata en la Cámara James Clyburn. “Usemos sus inspiradoras palabras como guía, para elevar nuestros mejores ideales y finalmente proporcionar una atención a la salud decente a todos los norteamericanos, como un derecho fundamental y no un privilegio”.

En contraste con esta vergonzosa utilización de la muerte con fines políticos, Conservadores por los Derechos de los Pacientes, uno de los grupos más destacados entre los que se oponen al ObamaCare, suspendió hoy su campaña publicitaria como señal de respeto a la pérdida sufrida por la familia Kennedy.

Pero si asco dan esos políticos carroñeros, el que provoca Chris Matthews no tiene paralelos. Este supuesto periodista a quien “le sube un erizamiento por sus piernas cada vez que escucha a Obama” utilizó el fallecimiento de Ted Kennedy, para pintar a quienes nos opusimos ayer y nos oponemos hoy al Presidente Barack Hussein Obama y sus políticas, como una pandilla de asesinos potenciales.

Matthews hizo su afirmación mientras trataba de establecer la imagen de la familia Kennedy como una acostumbrada a asumir riesgos por aquello en que creían. “Saben, ahora escucharemos hablar mucho acerca de las trágicas bendiciones de la familia Kennedy y de la maldición. Y todo eso es un sinsentido. Esa gente fueron personas de coraje dispuestas a asumir riesgos. Kathleen Kennedy, la chica, la hija mayor, se mató con su amante viajando en un vuelo que jamás debió tomar con un mal tiempo terrible en Europa. Joe Kennedy, Jr., aceptó una misión que nadie debió emprender nunca en un avión cargado de dinamita para volar los sitios de los cohetes V-1. Jack Kennedy fue asesinado en un auto descapotado en Dallas en medio del mayor odio... similar al estado de ánimo en que nos encontramos hoy”.

Cuando esta mañana escuché a Matthews decir lo anterior en el programa radial Morning Joe, donde participaba en un panel de discusión, no podía darle crédito y confieso que pensé que había entendido mal el sentido, pero una vez que revisé la grabación comprendí que lo dicho por Matthews no era otra cosa que en los Estados Unidos actualmente existía un ambiente de odio, tal y como existía en Dallas en 1963 cuando el Presidente Kennedy fue asesinado.

¿Necesitaremos recordarle a Matthews que el Presidente Kennedy fue asesinado, por un izquierdista socialista como quien le provoca ese “erizamiento” cuando lo escucha? ¿Habrá que recordarle que hay más de un hilo de la trama del magnicidio de Dallas que conduce hasta la Habana? No creo.

Lo que sucede es que para estos buitres, hienas o quizás arpías, no he podido determinar la especie, como Matthews, Pelosi y demás integrantes de la que llamaré recua de carroñeros, cualquier ocasión es apropiada para atacar a quienes nos atrevemos a disentir y estar en contra del Socialista Obama.

Le revuelven el estómago a cualquiera.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 26 de agosto de 2009

martes, 25 de agosto de 2009

El aspecto macabro del ObamaCare

Hoy hemos amanecido en norteamérica con una buena y una mala noticia. La buena es que por primera vez desde su toma de posesión el índice de desaprobación del presidente llega a los dos dígitos de manera sostenida. Según el Rasmussen Report, desde el sábado 22 de agosto, que llegó a los -10, este índice negativo ha ido en aumento, así el domingo 23 alcanzó los -14 puntos, su punto más alto de desaprobación, por lo que afortunadamente cada vez se le hace más difícil llevar a cabo su planeada destrucción sistemática del tejido social de la nación. Ahora la mala. La mala es bien mala. Según anunció la Casa Blanca el déficit presupuestario para los próximos diez años, alcanzará la astronómica cifra de 10 mil millones de millones (10 trillones), lo que llevaría a la nación a la bancarrota si la administración Obama sigue con sus planes de gasto masivo, como los 2.6 millones de millones (trillones) que costaría el ObamaCare de lograr su aprobación la administración.

Como ya anunciamos previamente, en Nobama comenzaremos a reproducir artículos y opiniones diversas acerca de este fundamental momento de la vida de nuestra nación en la que el Gobierno Socialista de Barack Hussein Obama pretende lanzarse a una toma de Poder Absoluto que acabaría con nuestro país como lo hemos conocido hasta hoy. Para comenzar esta nueva vertiente en Nobama, hemos escogido la publicación de un artículo de Chuck Krauthammer, publicado en The Washington Post el pasado 21 de agosto.

Charles Krauthammer es un columnista sindicado e importante comentarista político norteamericano, ganador del Premio Pulitzer. Su columna semanal aparece en The Washington Post y está sindicado en más de 200 periódicos y otros medios informativos. Antes de dedicarse al periodismo, Chuck Krauthammer, estudió y prácticó medicina en la especialidad de Psiquiatría, por lo que su opinión en este artículo que reproducimos resulta entre las más autorizadas.

El artículo original en inglés pueden consultarlo aquí y haciendo clic en la imagen.

Nobama
Nueva York, 25 de agosto de 2009

LA VERDAD SOBRE LA CONSEJERÍA ACERCA DE LA MUERTE

Por Charles Krauthammer
Viernes, 21 de agosto de 2009

Veamos si podemos sostener un debate serio sobre la consejería acerca del final de la vida.

Podríamos comenzar pidiéndole a Sarah Palin que abandone la sala. No tengo nada contra ella. Ella cuenta con un extraordinario talento político. Pero la realidad es que en los Proyectos de Ley de Atención a la Salud de los Demócratas no existen “paneles de la muerte” y decir que los hay lo que haría es rebajar el nivel del debate.

También debemos decirle a los defensores de la célebre sección 1233 del Proyecto de Ley H.R. 3200 que no es tan benigna como ellos pretenden, ya que ofrecer reembolsos del gobiernos a los médicos que den consejería sobre el final de la vida, ya sea que el paciente lo solicite o no, crearía un incentivo para que tal conversación se produjera.

¿Cómo se imagina que sería ese tipo de charla? ¿Cree usted hablará sin parar acerca del nuevo descubrimiento tecnológico multimillonario que puede prolongarle la vida por otros seis meses al paciente ya sin esperanzas? ¿O piensa que hablará, tal y como lo expresa específicamente el proyecto de ley, acerca de la atención en el hospicio, del cuidado para hacer más soportable el dolor y de otras formas de terminar con la vida?

No, dicen sus defensores. Sólo se trata de que los médicos hablen con usted acerca de establecer un testamento en vida y otros documentos de ese tipo. ¿Realmente? Pues entonces comencemos por analizar la eficacia real de un testamento en vida. Cuando usted ya está viejo, enfermo y se encuentre internado sin poderse levantar en una cama de la Unidad de Cuidados Intensivos por sufrir de una neumonía por pseudomonas y debe tomar una decisión entre a) someterse a un largo tratamiento con antibióticos o b) permitir que la infección que los oncólogos llaman “el amigo del anciano” se lo lleve al otro mundo, en ese momento será que el médico le preguntará que es lo que desea hacer, sin importar qué tipo de documento usted haya firmado cinco años atrás.

Constantemente a usted le están repitiendo cuán importante resulta que redacte su testamento en vida con años de antelación. Pero la pregunta importante es lo que usted desea al final, cuando enfrente a la muerte, no lo que usted opinaba en algún momento en el pasado cuando sano y despreocupado, estaba sentado en el despacho de su abogado y apenas le dedicaba un pensamiento lejano a la posibilidad de encontrarse viviendo una vida en el dolor y la merma de sus capacidades.
Pues bien, en la medida en que el dolor y la merma de sus capacidades entren a formar parte de su vida a la vez que envejece paulatinamente, sus cálculos cambian y aumenta su resistencia al dolor. Probablemente en la Unidad de Cuidados Intensivos, usted tendrá una perspectiva diferente para ver esos aspectos de la vida.

Mi propio testamento en vida, al que siempre he considerado más un documento literario que legal, dice básicamente: “He tenido algunos buenos episodios en mi vida, gracias. Si sufro de cualquier cosa más grave que un uñero, desenchufen la máquina”. Nunca lo he tomado muy en serio, porque a menos que me encuentre en estado comatoso o demente, ellos me van a preguntar en ese momento si quiero ser o no resucitado si entro en un paro cardiaco. El documento que firmé años atrás no contará para nada.

Y si estoy totalmente fuera del mundo, mi familia será la que decida, con poca o ninguna referencia a mi testamento en vida. ¿Por qué? Les pongo un ejemplo: Cuando mi padre estaba muriendo, mi madre, mi hermano y yo tuvimos que decidir hasta dónde llegar con el tratamiento. ¿Cuál era la mejor manera de interpretar los deseos de mi padre? ¿Los puntos que marcó en un formulario en un excelente día de verano antes de la enfermedad, o lo que nosotros; que lo conocíamos íntimamente durante décadas, pensábamos que él querría? La respuesta resulta obvia.

A excepción de que vivamos en la orfandad de la demencia, el testamento en vida no tiene sentido. En el único caso en que el mismo puede jugar un papel esencial es en el supuesto caso que exista una familia fraccionada en la que haya aquellos que sólo esperan a que usted muera para echarle mano a su dinero. Esa es la parte buena que tiene el proyecto de ley: brindarle protección contra el asesinato y el robo. Pero ello está muy lejos de asegurarle que el final de su vida será con toda la paz que usted desea; que es lo que la mayor parte de las personas piensan que es el propósito de los testamentos en vida.

De manera que ¿por qué establecer en una ley que Medicare pague a los médicos por hacer ese tipo de consejería? Porque es sabido que si esta autoridad revestida de blanco, que escogió curar y sanar a los pacientes por vocación, la que le hace aceptar en su mente el hospicio y la atención sólo para hacer más soportable el dolor, le empujaríamos sutilmente a que deje que las cosas sigan su curso sin hacer nada para cambiarlo.

No es una atrocidad. No se trata de ningún panel de la muerte. Pero sí una presión sutil ejercida por la sociedad a través de su médico. Y cuando está incluida en una Reforma del Cuidado de la Salud, cuyo objetivo principal es bajar los costos a largo plazo, hay que ser tonto o un truhán para negar que su propósito es conducir suavemente al paciente en una determinada dirección: la de la esquina de la habitación del enfermo donde espera de pie una figura fantasmal con una guadaña en la mano que le ofrece liberarlo del sufrimiento.

(Traducción y revisión de Diego Rodriguez-Arche y Aaron Mayer)

lunes, 24 de agosto de 2009

ObamaCare: ¿Un cacharro inservible?


Gracias a nuestra amiga Melekiop por su colaboración con este vídeo.

La administración Obama dio por terminado hoy su famoso “Plan de Dinero en Efectivo por Cacharros” (Cash for Clunkers), y menos mal que por una vez aciertan, porque el programa se convirtió rápidamente en un caos.

Como ya dijimos en un artículo anterior, el país no puede darse el lujo de aprobar ese “almendrón” inservible que es el ObamaCare porque francamente la llamada Reforma de Salud no es otra cosa que un “Cacharro inservible” si no algo peor.

Claro que el “Plan de Dinero por Cacharros” tenía toda la apariencia de ser algo ventajoso: Dinero gratis para comprar un auto nuevo, ¿quién podría quejarse de algo así? Pero resulta que el dinero sale del bolsillo de los contribuyentes, de We The People, por lo que no es precisamente “gratis”. Y para colmos ese dinero, cuyo destino era supuestamente estimular económicamente a sus empresas, no estuvo llegando a manos de los distribuidores de autos. Por ejemplo, la semana pasada casi la mitad de los 425 distribuidores de automóviles pertenecientes a la Greater New York Automobile Dealers Association decidieron abandonar el programa, ¿por qué?, simplemente porque como era de esperarse se sienten frustrados con los burócratas de Washington que sólo han sido capaces de pagarles una mínima fracción del dinero que les deben por la aplicación del publicitado plan Obámico. Nadie podría calificarlo mejor que Mark Schienberg, presidente de la asociación comercial: “Es una pesadilla administrativa”. En resumen, al igual que en Nueva York, en todo el país sólo el 2% del dinero destinado al famoso plan, llegó a manos de sus destinatarios, quienes cada vez que vendían un auto dentro del Plan tuvieron que poner el dinero de sus propios fondos para pagarle a los fabricantes y aplicar el descuento a los compradores.

¿Qué tal si vemos el ObamaCare desde esa misma perspectiva?

El programa del plan de los cacharros manejaba sólo $3 mil millones (3 billones), nada si lo comparamos con los $2.4 millones de millones (trillones) que es el volumen que abarca la atención a la salud en los Estados Unidos, la 6ta parte de nuestra economía, alrededor de 800 veces más que el plan de los “cacharros”. Y como está claro, que el propósito del ObamaCare es controlar de inmediato tanto como le sea posible de ese volumen, hasta que logre adueñarse de él por completo, haya o no “opción gubernamental”, los contribuyentes están tan asustados, como los distribuidores de autos con su dinero, con esa posibilidad.

Si nos fijamos en lo que ha sucedido con el “Plan de Dinero por Cacharros”, lo más probable que suceda es que los médicos, al igual que los distribuidores de autos, siempre estarán esperando a que le lleguen sus pagos.

¿Tendrán también los pacientes que esperar para ver a sus médicos?

Pues sí.

El ObamaCare promete mayores opciones, costos más bajos, más personas cubiertas por seguro médico y, vaya caramba, que suena ¡súper bien! Lo malo es que si miramos detenidamente a todas las cosas que dependen de la gestión del Gobierno, esa promesa Obámica resulta tan vacía como lo que decía que lograría para los distribuidores de autos el “Plan Cacharrero”.

De aprobarse el ObamaCare, la cosa sería extremadamente grave, ya que cuando lleguemos a darnos cuenta de que igualmente resultó ser un fracaso, un almendrón incosteable y que nos lleva a la bancarrota como nación y arruina por completo la mejor atención a la salud del mundo, será demasiado tarde para componerlo. No olvidar que estamos hablando de la 6ta parte de la economía norteamericana.

Afortunadamente, cada vez más norteamericanos llegan a la conclusión de que la Atención a la Salud es demasiado importante para confiarla a esos ineficientes burócratas de Washington, que nunca han sido ni serán capaces de hacer que algo funcione de forma eficiente, porque ellos piensan que nosotros existimos porque ellos existen, cuando en realidad es todo lo contrario. De ahí la arrogancia con que nos tratan y los calificativos de “plebe o turba de extrema derecha”, o como dijo un Congresista del Estado de Washington, para ellos somos de la “misma especie que Timothy McVeight”.

Hagamos nosotros nuestro propio Plan de Cacharros Inservibles y con nuestros votos saquémoslos de Washington, porque la turba de bandidos y corruptos son ellos, no nosotros.

Nobama
Nueva York, 24 de agosto de 2009