El sábado pasado el principal secuaz de
Barack Hussein Obama en el Senado,
Harry Reid, lograba en una votación partidista los 60 votos necesarios para proceder a la discusión en el pleno del Senado del
ObamaCare versión Príncipe Harry. Ello, a pesar de que todas las encuestas dicen que el pueblo norteamericano está decididamente en contra de esta monstruosidad fraudulenta digna de
Bernard Madoff uno de los más grandes estafadores que recuerda la historia de los Estados Unidos y que recién fue condenado a 150 años de prisión por haber estafado 150 mil millones de dólares a sus clientes. Según el
Rasmussen Report , el 56% de los votantes norteamericanos se oponen al
ObamaCare y sólo el 38% lo favorecen y según la más reciente encuesta de Gallup sólo el 49% de los norteamericanos aprueba el trabajo de Obama como Presidente.
Sin dudas que el paquete legislativo que comprende la versión del
ObamaCare del Senado provocaría la envidia de Madoff. La versión Príncipe Harry cuando dice que habrá ahorros en los primeros 10 años, se basa simplemente en el hecho real de que según sus disposiciones el Gobierno comenzaría a recaudar impuestos en el año 2010 y no comenzaría a gastar hasta el 2014, de ahí que, a partir de esta falsedad; de esta fraudulenta operación tipo
Ponzi scheme, la
CBO pudiera valorar el paquete legislativo en $848 mil millones (billones). Si cualquier empresa privada o negocio dijera que reportaría ganancias debido a que registrará en sus libros de cuentas las ganancias en un período de 10 años, pero que sólo registraría sus gastos durante seis años, haría que sus ejecutivos, como Madoff, terminaran en la cárcel. Pero no así en el Washington de
The Chicago Way, a pesar de que eso es precisamente lo que hace esta Ley. Dicho en un lenguaje más sencillo: Los norteamericanos comenzaremos a pagar impuestos en el 2010 y los supuestos beneficios de la Ley comenzarían en el 2014, casualmente, dicho sea de paso, después de las elecciones presidenciales de 2012.
Todo aquel que vio el debate previo a la votación por
C-Span el sábado, recordará que los Senadores demócratas constantemente se referían a la urgencia de esta Ley porque el status quo era inadmisible, porque cada día que pasaba significaba la muerte para muchos norteamericanos sin seguro médico, a pesar de que todos saben que los contribuyentes pagaremos $196 mil millones al año en impuestos y que a pesar de ello 24 millones de personas permanecerán sin seguro médico. Ese es el truco del
Dirty Prince Harry para engañar al pueblo norteamericano. ¡Qué arrogancia la de esta gente!
¿Pero cómo logró este truhán los 60 votos que necesitaba? Ya en nuestro post anterior les relatábamos cómo había sobornado con $100 millones a la Senadora
Mary Landrieu de Louisiana, con lo que ya se conoce en los corrillos de Washington como la Segunda Compra de Louisiana, como sabemos siendo todavía Cónsul
Napoleón Bonaparte le vendió la Louisiana a los Estados Unidos por $23,213.58 y hoy Landrieu se la vende a Harry Read por $100 millones y de forma chantajista advierte que su voto final no está seguro porque en realidad vale $300 millones.
Pero no es sólo Landrieu quien se moja. Enterrada en las 2,074 páginas hay una disposición que le otorgará a California $300 millones.
El lobby de la
AARP recibió $18 millones del paquete de estímulo económico, cortesía de Obama, para que manifestara su apoyo a las versiones de la Cámara y del Senado.
Otro lobby beneficiado es el de las llamadas organizaciones
Pro-Choice al presionar con éxito para que la enmienda
Stupak que logró la aprobación de la versión de la Cámara, no estuviera presente en la del Senado, por lo que en el ambiguo lenguaje introducido por Reid la versión del Senado esconde el uso de dineros federales para pagar abortos.
Lo mismo sucede con los poderosos sindicatos, bajo la propuesta Opción Gubernamental, la Secretaría de Salud cuenta con amplia autoridad para regular las políticas de salud de los trabajadores sindicalizados, a través de paneles en los que los sindicatos contarán con representación y que en esencia determinará que para tener un buen plan de salud lo mejor es sindicalizarse, coaccionando así la libertad individual de los trabajadores en favor de los Sindicatos que representan un bastión fundamental del Partido Demócrata en contribuciones para el financiamiento de las campañas electorales. Siguiendo esta línea, la versión del Senado del
ObamaCare crearía un “Panel asesor para la fuerza de trabajo” que en esencia tendría la función de imponer la afiliación a un sindicato para calificar para “el plan de reembolso para asistencia y apoyo para la vida en comunidades”, es decir si al momento del retiro está sindicalizado, el plan del gobierno reembolsará los gastos por vivir en comunidades asistidas para retirados.
Pero con la oposición firme de los 40 senadores republicanos Harry Reid no se puede dar el lujo de perder ni uno solo de los votos Demócratas o de los 2 Independientes, uno de ellos lo tiene seguro el del Senador por Vermont
Bernie Sanders, Socialista declarado, el otro el de
Joe Lieberman, algo le costará, quizás la promesa de apoyo del Partido Demócrata para su reelección en el Estado de Connecticut. Ya nos enteraremos.
Al Senador
Ron Wyden, Demócrata por Oregon, le concedió el apoyo para su plan de ampliación de la elegibilidad para seguro médico público. Sí eso mismo que están pensando, apoyará el que los inelegibles se conviertan en elegibles a costa de los contribuyentes.
Al Senador
Ben Nelson, Demócrata por Nebraska, le concedió la eliminación de una disposición que despojaba a los aseguradores de la exención
antitrust, aunque no le garantiza que logrará mantenerla en la reconciliación con la versión de la Cámara, así Nelson tiene también su punto de presión para darle valor a su voto, aunque no sabemos cómo le explicará a sus votantes su silencio ante la no incorporación de la enmienda Stupak sobre el aborto con fondos federales, en la versión del Senado.
La Senadora
Blanche Lincoln, Demócrata por Arkansas, decidió jugar a la ruleta rusa y cambió su voto favorable a cambio de 72 horas para estudiar la Ley y ya es
vox populi en Washington que su escaño de Senadora ya se considera perdido para los Demócratas en el 2010. Obama le ha prometido hacer campaña por ella, pero los resultados en las elecciones para Gobernador en Nueva Jersey y Virginia, a pesar de su apoyo, la hacen dudar de su éxito. Su voto fue prácticamente un suicidio porque una encuesta de
Zogby International entre los votantes que con más probabilidades saldrán a votar en Arkansas, muestra que el 64% se opone al
ObamaCare y sólo el 29 lo apoya. Así,
Dirty Harry no está muy seguro de que la Senadora Lincoln no se unirá al posible
filibuster Republicano en la versión final de la Ley.
De manera que la Troika de Washington no la tiene todas consigo y por esa razón ha desplazado ahora su ofensiva sobre las dos Senadoras Republicanas por el Estado de Maine,
Olimpia Snowe y
Susan Collins. A pesar de que ambas votaron No el sábado, si se mantendrán firmes todavía es un misterio para sus colegas Republicanos, Snowe reconoció que todavía está en conversaciones con Obama acerca de su voto final por la legislación y hoy supimos que la Senadora Collins fue invitada a almorzar por el Secretario del Interior y ex Senador Demócrata por Colorado
Ken Salazar, quien se sabe que junto al ex líder Demócrata en el Senado
Tom Daschle y al vicepresidente
Biden han sido encargados por Obama de limpiar de obstáculos el camino para la aprobación final del
ObamaCare, en otras palabras son los emisarios de Obama para torcer brazos, sobornar, amenazar y chantajear para lograr los propósitos de dominación de Barack Hussein Obama.
Aprobar el
ObamaCare es fundamental en los planes de toma absoluta del poder por parte del Presidente. Con la sexta parte de la economía en sus manos, podrá pasar ya a lo que lo convertirá verdaderamente en el Hombre Fuerte de Washington en el mejor estilo de
Hugo Chávez, de ahí su presión por hacerlo antes de que termine el año, porque después le toca a lo que le dará la verdadera fuerza: La
Cap and Trade Energy Law. Tanto el Proyecto de
Waxman-Markey aprobado a principios de este año en la Cámara y la versión de la Senadora Demócrata
Bárbara Boxer aprobada con sólo votos demócratas (todos los Republicanos votaron en contra) en el Comité del Ambiente y Obras Públicas del Senado hace unos días, contienen una obscura, sucia y peligrosa disposición burocrática que exige que el Presidente Obama actúe como lo hace el Hombre Fuerte de Venezuela Hugo Chávez (Desde la campaña advertíamos que todos los planes de Obama eran a 10 años o más cuando constitucionalmente el máximo de tiempo permitido para un Presidente es de 8).
El proyecto de Ley exige la declaración federal de una “emergencia climática” si los niveles mundiales de los llamados gases de efecto invernadero (
greenhouse gas) alcanzan las 450 partes por millón. Y ¿adivinen qué? El Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (
Pacific Northwest National Lab) dice que es casi seguro que ese nivel se alcance en unos meses. El proyecto de Ley exige que en ese momento el Presidente “ordene a todas las agencias federales a que utilicen la autoridad legal existente para tomar las medidas apropiadas para subsanar las deficiencias” para lograr las reducciones necesarias en los gases de invernadero.
Cuando el Senador Republicano por el estado de Louisiana
David Vitter, que a diferencia de su colega Mary Landrieu no es sobornable, preguntó a la administradora de la
EPA qué se haría en una situación como esa, ella se negó a decirlo. Y se negó porque la realidad es que el Proyecto de Ley dotaría al Presidente de Poderes Especiales como la nacionalización de sectores completos de la industria, prohibir el uso del carbón, restringir la utilización privada de vehículos o cualesquiera otra cosa que exija la llamada “emergencia”.
Para cualquiera, menos para la extrema izquierda claro está, esta disposición está obviamente dirigida a la concentración de poder de una forma sin precedentes en la historia de esta nación. Y dotaría de poderes casi ilimitados a Barack Hussein Obama sobre la actividad económica privada y la libertad individual de los ciudadanos.
El verdadero Czar sería entonces coronado... ¿Por cuántos años se mantendría su dinastía? Sólo Dios lo sabe.
NobamaNueva York, 23 de noviembre de 2009