jueves, 1 de abril de 2010

La “Healthstapo” de Barack Hussein Obama



Cada día que pasa el ObamaCare nos reserva una nueva sorpresa oculta entre sus más de 2 mil páginas, esta vez la abominación de Barack Hussein Obama nos revela la creación de una bien dotada fuerza de reserva a la que llama U.S. Public Health Service Reserve Force con el propósito de que pueda responder lista rápidamente para “misiones de salud pública rutinarias y de respuesta a emergencias”, aún de forma involuntaria; es decir ¡obligatoria!

Según la Sección 5210 de la Ley del ObamaCare, titulada “Estableciemiento de Cuerpos de Reserva de Respuesta Rápida”, esta fuerza debe estar lista para “llamados no voluntarios al servicio activo durante emergencias nacionales y crisis de salud pública”. El ObamaCare, añade millones de dólares para el reclutamiento y enmienda la sección 203 de la Ley de Servicio de Salud Pública (42 U.S.C. 204), aprobada el 1 de julio de 1944, durante la presidencia de Franklin D. Roosevelt. El U.S. Public Health Service Commissioned Corps es uno de los siete servicios uniformados en los Estados Unidos, pero, sin embargo, el Gran Timonel, cambia más del doble del contenido de la Sección 203 y duplica la cantidad de individuos que actualmente están clasificados como oficiales de los Cuerpos de Reserva, como Oficiales Comisionados de los Cuerpos Regulares.

El ObamaCare modifica la condición de Reserva y la hace Permanente a partir del mismo día de su promulgación; es decir deja de ser un cuerpo compuesto por reservistas para convertirse en un cuerpo permanente. Esta es una modificación radical de este pequeño cuerpo de reserva, ahora permanente y ampliado, al que se le asignan fondos por $70 millones para cubrir sus gastos de reclutamiento y operación del 2010 al 2014. Estos oficiales, según establece la Ley, serán nombrados directamente por el Presidente, con la aprobación del Senado.

Aunque este servicio existía ya anteriormente como hemos explicado, sus volumen, capacidad y funciones fueron siempre limitadas y fundamentalmente dirigidas a trabajos relacionados con los Institutos Nacionales de Salud, el Servicio de Salud Indio y para proporcionar médicos a las operaciones de los Guarda Costas.

Como recordamos y en Nobama lo denunciamos desde la campaña de Obama, en julio de 2008, en un discurso en Colorado Springs, Barack Hussein Obama, llamó a la creación de una Fuerza de Seguridad Nacional Civil: “No podemos continuar confiando en nuestras fuerzas armadas para alcanzar los objetivos de seguridad nacional que nos hemos propuesto (...) Necesitamos establecer una fuerza de seguridad nacional civil, que sea tan poderosa, tan fuerte y tan bien provista de fondos”. Más reciente, en enero, un informe de la Rand Corporation, de conocida vinculación gubernamental, proponía la creación de una Fuerza Policiaca de Estabilización de rápido despliegue (respuesta rápida) que tendría la tarea de “dar forma a un ambiente antes de un conflicto” y de la restauración del orden en tiempos de guerra, desastre natural o emergencia nacional, tareas que hasta ahora le han estado reservada a los Estados de la Unión a través de la Guardia Nacional. Pero en la página 16 de las 213 del informe, se dice que el propósito de esta nueva unidad élite depende de dónde esté situada y de quién la comande.

En Nobama hemos dicho siempre que el ObamaCare, no era sólo la toma de poder del Gobierno en cuanto a la Atención Médica, sino que esta Ley representaba el primer paso, y bien amplio, hacia el Control del Gobierno Federal de nuestras vidas y nuestras libertades. Y también nos hicimos, más de una vez, la siguiente pregunta: ¿Para qué necesita Barack Hussein Obama una fuerza de seguridad civil paralela? A la que ahora agregamos: ¿Contra quién se utilizaría? ¿Tendrá algo que ver con la campaña de histeria desatada por la administración y su maquinaria de propaganda contra las manifestaciones de los Tea Party?

Estas son preguntas que todos debemos hacernos y que debemos hacerle también a nuestros legisladores y lo que es más importante, ¡exigirles que las respondan!

A los que duden les recomendamos que presten mucha atención a las consignas que se escuchan al final del vídeo que encabeza esta pieza. Ese puede ser el embrión de lo que nuestro querido colega Aaron Mayer calificó como La “Healthstapo” de Barack Hussein Obama.

Nobama
Nueva York, 1ro de abril de 2010

martes, 30 de marzo de 2010

¡Bienvenido Mr. Malthus!


Traducción del vídeo

PAUL KRUGMAN, NEW YORK TIMES: Piensen en la gente de la derecha. Ellos están gritando de forma simultánea: “van a enviar a todos los ancianos a los paneles de la muerte y ello no nos va a ahorrar ningún dinero”. Ese es un punto de vista contradictorio.

TAPPER: Teóricamente, los paneles de la muerte ahorrarán dinero.

KRUGMAN: La vía de la asesoría tiene la capacidad de tomar más o menos decisiones obligatorias a la hora de decidir si este tratamiento en particular es caro y en realidad no hace ningún bien desde el punto de vista médico y por lo tanto no vamos a pagar por él. Eso realmente nos ahorrará una enorme cantidad de dinero. No sabemos cuánto todavía. La CBO le da muy poco crédito. Pero la mayoría de los economistas en la atención a la salud con los que he hablado, piensan que va ser una gran fuente de ahorro en los costos. Tengo que decir que estoy usando una corbata de FDR (Franklyn Delano Roosevelt) en honor del hecho de que hemos ido del New Deal al Big Biden Deal, (Se refiere a la expresión de el vicepresidente Biden de este es un “Big Fucking Deal” que ya hemos analizado antes en Nobama) pienso que podemos decir.

TAPPER: Big bleeping deal?

KRUGMAN: Sí.
Los Paneles de la Muerte son buenos porque ahorrarán una gran cantidad de dinero al país. Esa es la primera conclusión que sacamos de esta intervención del columnista del New York Times y Premio Nobel de Economía Paul Krugman, uno de los teóricos de la extrema izquierda norteamericana detrás de todos los planes totalitarios de redistribución de la riqueza de la administración de Barack Hussein Obama, en el programa This Week de la cadena ABC el 28 de marzo. En su “Malthusiana” y fabulosa actitud doctoral, muy a tono con la arrogancia Obámica, Krugman nos dice sin sonrojarse que estos llamados Paneles de la Muerte han sido falsamente caracterizados para asustar a la gente, pero que en realidad lo que harán a la larga es, ahorrarnos una enorme cantidad de dinero en tratamientos médicos ineficaces. ¿Pero a qué le llama tratamientos médicos ineficaces el “distinguido” Premio Nobel y Columnista del New York Times?

Por supuesto que se está refiriendo a las decisiones que tomará el llamado Panel Asesor de Medicare y Medicaid, integrado por un grupo de burócratas designados de dedo, que tendrá la última palabra en la decisión de qué tipos de procedimientos médicos y de medicamentos estarán cubiertos y, dicho sea de paso, sus decisiones serán inapelables, no será el médico quién decida qué tratamiento o medicina serán apropiados pensando sólo en el paciente y no en si vale la pena gastar dinero o no en prolongarle la vida a un determinado paciente. Krugman, está claro, no ve nada erróneo en la creación de este panel Malthusiano, digno de las teorías del III Reich, porque simplemente ello nos ahorrará dinero, según su punto de vista.

Durante meses se ha estado debatiendo alrededor del ObamaCare y las consecuencias que traerá para toda la nación. La principal de ellas que nos llevará directo a la bancarrota como país. En Nobama hemos estado advirtiendo sobre todos estos aspectos desde que Barack Hussein Obama era sólo un candidato más a la Presidencia. Hoy, como sabemos, en su arrogancia de poder, El Gran Timonel, logró aprobar esta abominación haciendo uso de cuanta triquimaña legislativa y soborno estuvo a su alcance, a pesar de la oposición decisiva de la mayoría del pueblo norteamericano, como muestran todos las encuestas a pesar de ya haber lanzado su campaña maoista de reeducación de la población para que acepte su voluntad impuesta a la fuerza. Mientras, sus secuaces en el Congreso tratan de coaccionar a las compañías que ya denuncian las pérdidas inmediatas que sufrirán con la firma del ObamaCare para que se callen la boca y se estén tranquilos. También y como parte de una estrategia en varias diecciones, despliegan una campaña en su aparato propagandístico, léase la supuesta Gran Prensa, para tratar de desvirtuar y descalificar los méritos de las demandas por inconstitucionalidad de la Ley que han presentado los Fiscales Generales de numerosos Estados de la nación y otra organizaciones e individuos, como la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos (AAPS) que se convierte en la primera organización de profesionales de la medicina en retar el ObamaCare en las cortes. La AAPS, entre otras cosas declara en su demanda que si ellos permiten que el ObamaCare no sea retado, “significaría el fin de la libertad en la práctica de la medicina como la conocemos (...) Los tribunales no deben permitir esta masiva intrusión en la práctica de la medicina y los derechos de los pacientes”.

Sin dudas estas acciones legales resultan de extrema importancia como instrumento para preservar la libertad individual de cada ciudadano y para evitar la bancarrota de la nación y de los programas de Medicare y Seguro Social específicamente, pero este puede ser un camino muy largo y lento, por lo que debemos poner nuestro empeño en sacar del Congreso a todos estos delincuentes extremistas que tratan de robarnos las libertades y derechos que nos están dados en la Constitución y las leyes de nuestra nación. En noviembre de 2010, nuestro deber es, con nuestro voto, sacar del Congreso a todos estos corruptos que votaron por el ObamaCare.

Derogar y rehacer el ObamaCare, dicen los Republicanos y en ese propósito tienen todo nuestro apoyo en Nobama.

Nobama
Nueva York, 30 de marzo de 2010

lunes, 29 de marzo de 2010

Entre el Yo apócrifo y el Yo auténtico

Walt Whitman
Nuestra querida amiga Isis Wirth, publica hoy en su blog La Reina de la Noche, un extraordinario análisis en el que con la sencillez de los sabios nos da una lección clara de la diferencia entre el individualismo apócrifo y el individualismo auténtico, ese que ha hecho grande a naciones como los Estados Unidos, por ejemplo, y del que a nuestro juicio su mayor y más lúcido exponente es el enorme Walt Whitman, cuando escribió su Canto a mí mismo. Ese Yo auténtico, no tiene nada que ver con el Yo apócrifo, ese al que se refiere Isis en su excelente pieza, el Yo de los oportunistas, que nada tiene que ver con la humilde sencillez de aquellos que, como Whitman, son capaces de declarar:

“Con estrépitos de músicas vengo,

con cornetas y tambores.

Mis marchas no suenan solo para los victoriosos,

sino para los derrotados y los muertos también.

Todos dicen: es glorioso ganar una batalla.

Pues yo digo que es tan glorioso perderla.

Las batallas se pierden con el mismo espíritu que se ganan.
¡Hurra por los muertos!

Dejadme soplar en las trompas, recio y alegre, por ellos.

¡Hurra por los que cayeron,

por los barcos que se hundieron en la mar,

y por los que perecieron ahogados!

¡Hurra por los generales que perdieron el combate y por todos los héroes vencidos!

Los infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes más grandes de la Historia”.

Como ven, nosotros, al igual que nuestra amiga Isis no tenemos nada en contra del “YO”, pero al igual que ella pensamos que “hay circunstancias, como la que se está particularmente viviendo tan desgraciada y trágica - y en la cual la bloguera ha participado desde su innegable activismo-, donde hay que atenerse al pudor, la sensibilidad y, más aún, al sentido común”. Y nosotros agregaríamos, a ese pequeño ápice de vergüenza que debe quedarle en el alma a todo ser humano.

Gracias amiga, Isis.

Nobama
Nueva York, 29 de marzo de 2010