jueves, 31 de diciembre de 2009

Un mal final de año para Obama y un peligroso 2010 para We The People y el resto del mundo

Muchos nos han acusado de no ser patrióticos por desear que Barack Hussein Obama fracase como Presidente de los Estados Unidos. Pues bien, sean bienvenidas esas acusaciones, nos honran, porque si Obama falla, los Estados Unidos y nuestro sistema democrático triunfan. Tan sencillo como eso. Aquellos que confunden al país con el Presidente nos recuerdan a los que en Cuba identificaron, y todavía identifican, a la Patria con el Dictador.

Este, como las evidencias lo indican sobradamente, no será un Feliz Fin de Año para Obama por varias razones:

En las encuestas de Rasmussen Report, desde que el mafioso líder de la mayoría en el Senado “Dirty” Harry Reid organizara el voto del día de Nochebuena para aprobar su versión del ObamaCare, las noticias para él y su Capo Obama han sido verdaderamente malas. Así, los votantes seguros en el 2010 se oponen a la monstruosidad del ObamaCare, fraguada en la oscuridad de la noche, como operan los ladrones, y se oponen al mismo con un margen de 18 puntos, 58% contra el 39 de los que lo aprueban, margen éste que, cosas que tiene la historia, es el mismo con el que Ronald Reagan derrotó a Walter Mondale en 1980. Y quienes se oponen fuertemente al ObamaCare entre los votantes suman el 46% contra sólo el 24 que lo apoya fuertemente. Otra mala, pero muy mala noticia para Obama y los Demócratas en este Fin de Año es que los votantes de la Tercera Edad se oponen al ObamaCare en un margen de 2 a1: 63% contra el 31. Y la que consideramos como la peor de todas las noticias para el Tartufo de la Casa Blanca y sus secuaces: entre los votantes Independientes el 66% se opone, mientras el 28 lo apoya. La Casa Blanca y los Demócratas dicen que esta encuesta está manipulada, pues bien, CNN hizo una igual y el resultado es que los norteamericanos nos oponemos al ObamaCare por un margen similar: el 56% en contra y el 42 a favor.

A la luz de estas cifras y de las dificultades que ya comienzan a manifestarse para que puedan consolidar las dos versiones del ObamaCare, Senado y Cámara, hechas a la medida de cada uno de esos órganos legislativos para que fueran aprobadas, sobornos y compras de votos incluidos, cualquiera que piense que la aprobación o la subsecuente puesta en práctica del Horror Legislativo resulta inevitable, como dice un colega, “olvida que el libro de Tocqueville no se llamaba Monarchy in America.

Por otro lado cada vez se escuchan más voces en el campo demócrata para aparcar la propuesta Ley Cap & Trade, la otra perla de la Corona Obámica, lo cual también es una mala, pero malísima noticia para Obama y sus planes de convertir América en un país socialista.

Luego está el fiasco de la Seguridad Nacional versión Obama, sufrido el día de Navidad con el terrorista Nigeriano de Al Qaeda, en el que ya han tenido que apelar a su mantra cotidiano de culpar a Bush de cualquier cosa que salga mal. Lo cual sería risible si no fuera tan trágico: “En general, estamos sufriendo las consecuencias de los fallos de la administración Bush al enfrentar a Al Qaeda”, dijo el presidente del Caucus Demócrata del Congreso Chris Van Hollen.

Y por último debe cumplir con el plazo puesto a Irán para que desistan de sus ambiciones nucleares que expira hoy a las 12 de la noche, no está claro si de Washington o Teherán. Como sabemos, lejos de preocuparse por la retórica Obámica, los Mullahs y su títere Ahmadineyad, lo que han hecho es intensificar la represión, intentan importar más de 1,300 toneladas de uranio de Kazajastán, incrementar el número de centrífugas para cocinarlo, probaron nuevos misiles de largo alcance y siguieron construyendo sitios secretos nucleares. Todo ello en respuesta a la “fuerte” retórica del Gran Timonel de Washington.

Claro que Obama y la izquierda demócrata tienen que sentirse preocupados este fin de año y desesperadamente tratan de compararlo con Bush, quien a pesar de sus errores en otros terrenos, nos mantuvo seguros después del 11 de septiembre.

Bush le causaba temor a nuestros enemigos, Obama les causa risa.

¿Por qué será que no lo respetan?

Porque ven como Rusia y China, actores fundamentales en cualquier sanción a Irán, le ponen rabo. China quiere el petróleo iraní y Rusia no quiere arriesgar su esfera de influencia en Asia Central, ni sus jugoso negocios con Irán. Todo lo demás es como tirarle a un rinoceronte con un BB gun (escopeta de municiones). Lo único que tendría éxito si se hace sin demora, antes de que logren su primera prueba nuclear exitosa, sería un régimen de sanciones reales, respaldado por un bloqueo naval y aéreo.

¿Tomará ese camino Barack Hussein Obama? No lo creemos. Aplicará sanciones nominales, lo que probablemente obligue, para suerte nuestra, a Israel a obrar de forma unilateral y el Golfo se sumirá en el caos, el petróleo costará $400 el barril, la economía mundial se hundirá más en la recesión o se paralizará, y al final estaremos en Guerra igual.

Y entonces veremos a Obama convocar a otra conferencia de prensa para denunciar la agresión israelí y será culpa de Bush también, por haberlos armado hasta los dientes y apoyado sin reservas, y anunciará el corte de toda ayuda militar al Estado Judío y severas sanciones económicas contra la única democracia en la región.

Como alguien dijo una vez, las elecciones tienen consecuencias, lo que esta vez fueron terribles.

Para que 2010 sea un Año Feliz necesitamos dos cosas:
1. Cambio de régimen en Teherán, o al menos que los israelíes logren atrasar la consecución del arma nuclear por los Mullahs más allá del 2012.
2. Que los Demócratas pierdan la mayoría absoluta en el Congreso en 2010.

De ahí que debemos lograr que Obama fracase como Presidente en este 2010, porque así el 20 de enero de 2013 jurará como Presidente un verdadero patriota americano.

Y si todo lo anterior no fuera suficiente, entramos en 2010 con una deuda nacional de ¡$12.1 Trillones! (Millones de millones). Como ven no tenemos mucho de que alegrarnos en este fin de año de 2009. Pero de todas formas les deseamos a todos salud y bendiciones en el 2010.

Nobama
Nueva York, 31 de diciembre de 2009

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Same Old... Same Old Shit!
¡lo que falló fue el atrasado sistema de seguridad de Bush!

Prácticamente instantes después de conocerse el intento de reventar el vuelo 253 procedente de Amsterdan por parte del terrorista de Al Qaeda, el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, fuentes muy vinculadas a la Casa Blanca comenzaron a comentar off- the-record, que la causa principal de lo sucedido se debía a que los sistemas de seguridad implantados por la administración Bush después del 11 de septiembre habían fallado por completo porque estaban desactualizados, y que Bush no se había preocupado en 8 años por actualizarlos, por lo que la administración Obama había heredado una situación, que unida a la “desastrosa” labor de la inteligencia con sus torturas y campos de concentración como Gitmo, habían estimulado la actuación contra los Estados Unidos, de jóvenes aislados, como el nigeriano.

Como todos sabemos el ataque fallido se produjo el viernes 25 de diciembre, día de Navidad y Barack Hussein Obama, se mantuvo en silencio, muy ocupado con sus vacaciones hasta el lunes siguiente, en lo que ya se conoce en el mundo entero como su versión de Katrina. Después de este ominosos silencio del fin de semana acerca del fallido ataque, por fin habló sobre el asunto el lunes para intentar desplegar una cortina de humo sobre las implicaciones del problema e intentar mostrarlo como un incidente aislado realizado por un individuo aislado.

De ahí que al instante de conocer lo sucedido en el vuelo 253, ordenó el “arresto” inmediato del sospechoso por el “alegado” intento terrorista y que sin pérdida de tiempo, y aquí está lo más interesante, se le leyeran sus derechos (Miranda Rights) en el hospital en el que fue internado por las quemaduras. ¿Por qué evitó Obama con esa orden que el terrorista fuera interrogado? Él sabe perfectamente que eso determina que jamás lo será, porque sus abogados no consentirán en ello y por lo tanto probablemente jamás sabremos sus contactos, quiénes le proporcionaron los explosivos y la extensión y ubicación de la red terrorista a la que pertenece. Lo lógico habría sido declararlo un combatiente enemigo en el intento de cometer una acción de guerra terrorista y entregarlo a las agencias de inteligencia, pero ello revertiría el “nuevo” concepto Obámico de que no hay guerra contra el terrorismo, sino un problema de “extremismo fanático” delincuencial que debe ser tratado en las cortes civiles y así, de paso, no irritar a los islamistas y a la izquierda europea a la que con tanto fervor mira y admira, nuestro Gran Líder.

Pero hay más en esta asquerosa historia, al día siguiente, en su segunda comparecencia en dos días para hablar del fallido intento de ataque terrorista del dia de Navidad, Barack Hussein Obama, dijo que quería una investigación para el jueves de los hallazgos preliminares provenientes de las revisiones a las listas de vigilancia a los terroristas y de la revisión a los pasajeros y dijo también que está claro que el actual sistema de seguridad no está “suficientemente actualizado” (...
) “Ocurrió una falla sistémica y yo considero que ello es completamente inaceptable”. Y agregó Obama, poco antes de marcharse a una sesión de buceo con snorkel en las playas de Hawai, que los hallazgos iniciales demuestran que existen “deficiencias” en el Sistema de Seguridad construido desde los ataques terroristas del 11 de septiembre, que podrían haber conducido a un incidente “catastrófico”.
 Especificamente, se refirió a que el padre del “sospechoso” alertó a funcionarios norteamericanos acerca de las tendencias radicales de su hijo, pero que esa información no fue “distribuida con eficacia”, lo que evitó que se impidiera que abordara el avión.
 “Resulta esencial que diagnostiquemos el problema, rápidamente” dijo. 
Como certeramente señala Mark Steyn: “Existe una diferencia entre un alegado sospechoso (lo que según la fantasía de Obama es este terrorista) y un combatiente enemigo (que es lo que realmente es). Si esta fuera una guerra, (como lo fue hasta el 20 de enero en que Obama la declarara terminada unilateralmente, sin contar con los terroristas, paréntesis de Nobama), le interrogaríamos acerca de sus vínculos en Yemen, con quién se reunía en Londres, y quizás nos hubiese proporcionado una pista que condujera a evitar ataques futuros. Pero en lugar de seguir este curso lógico, las autoridades, le dieron una visa de entradas múltiples, le permitieron montarse en el avión y no fueron capaces de detectar que llevaba una bomba en los calzoncillos, y ahora le permiten tener un abogado y aseguran así, que jamás sabremos a quién conocía en Yemen o en cualquier otro lugar”.

Como certeramente dijo ayer el ex Vicepresidente Dick Cheney, Barack Hussein Obama, “intenta pretender que no estamos en guerra” con los terroristas y que por ello hasta el término “guerra contra el terrorismo” se ha eliminado del léxico Obámico, por lo que no hay razón para que exista el centro de detención de Guantánamo. 
“Estamos en guerra y cuando el Presidente Obama pretende que no lo estamos, está haciéndonos menos seguros a todos”, dijo con toda razón Cheney. “¿Por qué no quiere admitir que estamos en guerra? Porque no se corresponde con la visión del mundo que trajo con él a la Oficina Oval. No se corresponde con lo que parece ser la meta de su presidencia: la transformación social, la reestructuración de la sociedad norteamericana”.

A pesar de lo trágico, esta actitud esquizofrénica de Barack Hussein Obama ante el terrorismo, nos recuerda al humorista español Gila, quien allá por la segunda mitad del Siglo XX, hizo famosa una serie de parodias sobre la guerra, destacando el monólogo de un soldado que presuntamente dialogaba telefónicamente con otro del ejército contrario.

-¿Es el enemigo?
....
-Qué se ponga..., así, con estas dos frases iniciaba el monólogo cuyo objetivo era negociar una pretendida y absurda tregua en tanto los combatientes enfrentados veían el “furbol”.

El recuerdo difuso de tal parodia viene a la memoria al escuchar y ver las también absurdas declaraciones de este otro comediante, ni cercanamente inteligente y talentoso como Gila, pero también dado a utilizar el monólogo en un diálogo de sordos, como lo puede ser el pretender implantar reglas y condiciones de civilidad en medio de la guerra sin cuartel que libran contra nosotros los terroristas islámicos, jihadis que por mandato de Alah y su profeta han jurado nuestra muerte bajo el filo de sus alfanjes, transformados en bombas asesinas.

Nobama
Nueva York, 30 de diciembre de 2009

martes, 29 de diciembre de 2009

La nueva retórica Obámica:
Same Old... Same Old Shit!

Barack Hussein Obama lanzó ayer lo que parece ser una nueva “ofensiva” contra el terrorismo jihadista, pero no se entusiasmen mucho porque es sólo retórica. Después de descubrir, ¡por fín!, que su anterior “doctrina” de “llevar su mensaje”, a los fundamentalistas islámicos, enemigos de la democracia occidental no ha cambiado nada en su determinación de explotar en el cielo a personas inocentes o, como en el caso de Irán, asesinar a su pueblo en las calles y construir una bomba atómica, parece haberse decidido a abrir otro frente verbal.

En una declaración en la que parecía moverse hacia la vieja filosofía de Bush de la acción preventiva, nuestro Gran Líder anunció ayer lo que parecía una política norteamericana más dura y agresiva: “No descansaremos hasta que no encontremos a todos los que estuvieron envueltos y les exijamos responsabilidades”. Suena a Bush, ¿verdad? Cualquiera pensaría que anunciaba el tipo de ofensiva de búsqueda y destrucción de quienes potencialmente podrían atacarnos, por la que una y otra vez, ya hasta el cansancio, Obama ha criticado a su predecesor, pero no, si prestan atención cuidadosamente a las palabras precisas que empleó: “Continuaremos utilizando todos los elementos en nuestro poder para desbaratar, desmantelar y derrotar a los extremistas violentos que nos amenazan, ya sean de Afganistán o Pakistán, Yemen o Somalia o de cualquier otro sitio en que se comploten para planear ataques contra el territorio del los Estados Unidos”. ¿Bush Déja Vù? Para nada, observen que dijo, “ya sean de...”, no dónde quiera que estén, como habría dicho y hecho Bush. De ahí que lo que escuchamos, fue pura retórica, porque cómo podría “desbaratar, desmantelar y derrotar a los extremistas violentos” y este es otro indicio de que se trata de pura retórica, cuando utiliza un eufemismo Zapateril para no llamarles terroristas islámicos.

Pero si seguimos analizando el mensaje presidencial del lunes, veremos que Obama calificó al terrorista del Vuelo 253, Umar Farouk Abdulmutallab, de “extremista aislado”, a pesar de que Al Qaeda ha reclamado la autoría intelectual del fallido atentado, y lo hizo así, para restarle fuerza a lo que parecía una amenaza de acción preventiva, por si ellos, los enemigos, no habían tenido la perspicacia de analizar su mensaje en su verdadero sentido. La lógica Obámica es la siguiente: “tranquilos, no habrá bombardeos, ni invasiones, ya que al tratarse de un lobo solitario, no hay ninguna red terrorista detrás del incidente”. Así juega este hipócrita simulador, con nuestra seguridad nacional. De ahí que, no resulte casual, que la Secretaria de Seguridad Nacional Janet Napolitano declarara previamente que el ataque terrorista frustrado no estaba conectado a ningún complot terrorista mayor. Nada de qué preocuparnos, sigamos con nuestros planes y felices fiestas.

Ambos, Obama y Napolitano, mienten descaradamente. Casi lo mismo dijeron cuando la masacre de Fort Hood, a pesar de la comprobada conexión entre el terrorista islámico Nidal Malik Hasan y Anwar al-Awlaki, el Imam terrorista y dirigente de Al Qaeda en Yemen nacido en Nuevo México. Y, Oh casualidad, Abdulmutallab es uno de los seguidores de al-Awlaki y dice ser uno de los muchos entrenados en Yemen que buscan realizar ataques similares contra nuestro país. Pero si a pesar de lo anterior, y de la existencia de un cómplice de Abdulmutallab en Amsterdam, de lo sofisticado del diseño del artefacto explosivo y por último de la admisión de Al Qaeda de haber planeado el intento, está claro que negar la existencia de un amplio complot gestado en Yemen tiene que responder a una poderosa razón.

Y esa razón no es otra cosa que una razón política, puesta por encima de la Seguridad Nacional del pueblo norteamericano: el famoso compromiso de cerrar la Prisión de Guantánamo hecho por Barack Hussein Obama. Y para ello, resulta decisivo el plan de devolver a Yemen a decenas de Yemeníes allí detenidos, no olvidemos que cerca de la mitad de los internados en Gitmo son de esa nacionalidad, de los que ya la semana pasada envió 6 de regreso. Y si a todo esto unimos las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores de Yemen, de que allí hay cientos de militantes de Al-Qaeda planeando ataques contra los Estados Unidos, no resulta difícil unir los puntos para darnos cuenta de la criminal hipocresía que se oculta detrás de las palabras de Obama y de Janet Napolitano. Simplemente ponen su agenda política por encima de la Seguridad Nacional.

Y nos parece que ya es hora de que comencemos a hacernos oir y de que inundemos los correos electrónicos del Congreso y la Casa Blanca para que sepan, que nosotros sabemos. Para que sepan que ya no nos engañan, para que sepan que no se puede violar impunemente el juramento solemne de defender la Constitución contra enemigos internos y externos. Para que se enteren de que sabemos que el terrorismo islámico es real y de que es hora ya de que al igual que ser norteamericano es un peligro en ciertas partes del mundo, los que vienen de allá, dónde están los jihadis, deben saber que al venir aquí tienen la ventaja de que sus vidas no peligran, pero que si desean estar aquí, deberán aceptar las molestias que ello implica. Basta ya de corrección política y llamémosle a las cosas por su nombre, a saber el terrorismo que enfrentamos es islámico, es decir musulmán, y es practicado y dirigido por una plaga de asesinos en el nombre de una fe. Hagámosle saber tanto a la Casa Blanca como al Congreso, que si ellos no quieren reconocer que no es casual que un día de Navidades, un musulmán fanático intentó llevar a cabo una carnicería con cientos de Cristianos y seguramente algunos judíos que acaban de celebrar el Hanukka, nosotros sí. Que sabemos que con sus mentiras y eufemismos no acabarán con esta marea terrorista y asesina contra nosotros los infieles. Qué es hora ya de que nuestros derechos predominen sobre los supuestos derechos que quieren otorgarles a los asesinos, y que eso, a diferencia de no individualizar étnica o religiosamente al posible sospechoso porque puede hacerlo sentir discriminado, si es antiamericano. La irritación de un musulmán doblemente chequeado en un aeropuerto no puede jamás compararse con la posibilidad de que mueran norteamericanos en nombre de la corrección política.

Nobama
Nueva York, 29 de diciembre de 2009

La Voz del Silencio... ¡Era mejor!

“En boca cerrada no entran moscas”, decían nuestros abuelos y a Barack Hussein Obama le entró todo un enjambre de moscas mojoneras, aquellas de color verde que se posan sobre las heces donde quiera que las encuentran. Su referencia de ayer a los sucesos en Irán pasará a la historia como una de las mayores estupideces dichas por un presidente norteamericano y como bien dice el maestro Chuck Krauthammer, una imperdonable pérdida de la oportunidad y del momentum para acabar con el Régimen de los Mullahs y el peligro que representa para toda la humanidad. Pero mejor dejemos que sea el propio Krauthammer quien nos razone ese punto de vista en el vídeo que reproducimos a continuación.

El que lo desee puede seguirlo en español con la traducción íntegra del fragmento.

Nobama
Nueva York, 29 de diciembre de 2009



Obama: La decisión de los líderes iraníes de gobernar a través del miedo y la tiranía no tendrá éxito en hacer desaparecer esas aspiraciones. Como dije en Oslo, es cuando el gobierno teme a las aspiraciones de su propio pueblo, más que al poder de cualquier otra nación.

Jim Angle: Fuertes palabras, Charles, pero qué está haciendo la administración, qué puede hacer con un régimen que es tan poderoso.

Krauthammer: Palabras clásicas, sin ningún significado, él habló acerca de aspiraciones, habló acerca de derechos, habló acerca de justicia en la declaración que hizo... No se trata de justicia, no se trata de un bajo salario mínimo, no se trata de la falta de una opción pública en el cuidado de la salud... Se trata de la libertad, esta es una revolución en las calles, una revolución que está sucediendo rápidamente y hay un momento aquí en que si los bandidos están en las calles disparando contra la multitud, dejan de hacerlo... Todo se termina y el régimen caerá. El coraje de los que están en las manifestaciones y su determinación, no es sólo una demostración de coraje, sino una indicación de que existe un cambio en el equilibrio de poder, de que el Régimen se está debilitando, esta es una coyuntura en la historia. Todo en la región cambiaría si el Régimen cambia... Obama, debe salir con fuerza y decir que el Régimen es ilegítimo y que estamos hombro con hombro con la gente en las calles... Habla de diplomacia y debía presionar a nuestros aliados occidentales que tienen relaciones con ellos a que las corten y que lo aislen y declararlo deshauciado, e ir a la ONU y a todos los foros internacionales y denunciarlo. Este es un momento único en la historia y él lo está perdiendo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Con La voz del silencio - Mensaje de Barack Hussein Obama, para los que caen en Teherán

“Muerte al dictador” un grito que se escucha en las calles de Teherán tanto contra Mahmoud Ahmadinejad como contra el Supremo Líder Ayatollah Khamenei, se ha hecho más popular aún que el ya cada vez menos escuchado “Muerte a América”.

Pero ni así, Barack Hussein Obama se digna a pronunciar ni unas pálidas palabras de apoyo a los que hoy, otra vez, mueren en las calles de la capital iraní gritando no en farsi, no en francés, no en italiano. El grito que retumba hoy en Irán es “Death to the dictator”, y Obama ni siquiera utiliza como los británicos el “particularmente perturbador” o el francés “gran ansiedad”, para referirse a la masacre que ayer y hoy llevan a cabo las fuerzas represivas sobre los manifestantes. Sólo el Gobierno alemán de Angela Merkel, le ha otorgado en su declaración, el calificativo apropiado: “acción brutal”. En otros tiempos, digamos en los de los “malvados” Bush y Reagan la voz y la acción solidaria norteamericana habría sido la primera en escucharse y de seguro habrían hecho su acuse de recibo, habrían dejado claro, muy claro diríamos, que el grito en inglés no llegaba a oídos sordos. Mucho menos ahora que el verdadero futuro de la humanidad está en juego en el Medio Oriente y no en Copenhagen, que es un Irán atómico y no el llamado Calentamiento Global el que amenaza al mundo, a este nuestro mundo, con un cataclismo de proporciones bíblicas. Cualquiera de ambos Presidentes, Reagan o Bush, habría visto con claridad que era el momento de aprovechar la coyuntura de la rebelión contra los Mullahs y su instrumento Ahmadineyad, para crear las condiciones de un cambio de régimen, quizás la verdadera y única esperanza que queda para lograr una paz verdadera en la región. Pero además habrían obrado como verdaderos norteamericanos de principios democráticos porque es simplemente la actitud correcta acorde con nuestra historia y con nuestro legado.

Barack Hussein Obama fue, como recordamos vergonzosamente tímido y tardío en el primer levantamiento popular iraní contra el fraude electoral, mientras bloqueaba y trataba de asfixiar al pueblo Hondureño por decir ¡No! al títere del amigo venezolano de los iraníes, fiel a su ideología el Tartufo de la Casa Blanca se mantiene silencioso como entonces, porque pronunciarse no estaría acorde con su concepto más humilde y no de excepcionalidad de la nación americana, porque además estaría en contradicción con su concepción de que America se debe al multilaterismo y no a la misión de propugnar y llevar la democracia a todos los rincones del mundo, aquél viejo sueño de nuestros Padres fundadores y de muchos que les siguieron después y que engrandecieron a esta nación de que el gobierno por el pueblo es el que garantiza una mayor libertad y por ende una mayor prosperidad. Pero, como ya sabemos, ese no es el Pensamiento Obámico, en el fondo su aspiración no difiere mucho de la de Ahmadineyad, Chávez, Castro y demás hombres fuertes en el mundo, de ahí que Obama se niegue a emprender acción alguna, o ni siquiera pronunciarse de manera que haga peligrar su interlocución con los Mullahs iraníes.

Sin embargo, el legado democrático americano es tan fuerte y está tan enraizado en aquellos a quienes les está privada la libertad, que a pesar de Obama y de la turba izquierdista que durante años han tratado de avergonzar a este país y de mostrarlo como uno de violadores, asesinos ladrones y opresores, América sigue siendo un faro de luz hacia el que se vuelven todos los oprimidos del mundo.

Pero bueno, que otra cosa podríamos esperar de una Presidencia que honra en su árbol de navidad a un dictador como Mao Tse Tung, responsable de la muerte de alrededor de 70 millones de sus compatriotas. Comparados con él, los Mullahs y Ahmadineyads vienen siendo como bebés que aprenden a dar sus primeros pasos. De ahí que desde sus soleadas vacaciones en Hawai, Obama le dedique a los que hoy, ahora mismo, en este instante, podrían estar cayendo bajo las balas asesinas en Teherán un mensaje pero con La voz del silencio.

Nobama
Nueva York, 28 de diciembre de 2009