viernes, 4 de junio de 2010

La ONU, la Administración Obama y
la Flotilla de Gaza


Poco a poco van revelándose todas las interioridades acerca de la verdad que se esconde detrás del Show provocador de la flotilla de Gaza. Cada día que pasa y en la medida en que la verdad se va abriendo paso, el olor a podrido como en la Dinamarca del Hamlet de Shakespeare, se hace insoportable. Esta vez le toca el turno a la entelequia con domicilio en el East Side neoyorquino, la decrépita Organización de las Naciones Unidas.

Según hemos podido conocer, el grupo turco Foundation for Human Rights and Freedoms and Humanitarian Relief (IHH), uno de los principales organizadores de la llamada flotilla “humanitaria” destinada a “romper” el bloqueo israelí a Gaza, integra desde 2004 una organización de la ONU a la que es muy difícil obtener ingreso: el Sistema de Organizaciones No Gubernamentales del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas; esta pertenencia le ha proporcionado a la IHH un acceso especial a todo el sistema de la ONU. Esta dependencia de la ONU invita a Organizaciones No Gubernamentales de todo el mundo, según el criterio arbitrario de los países miembros que deciden quién sí y quién no, puede ingresar al exclusivo Club de las ONG.

Como se sabe, y no por la Maquinaria de Propaganda Obamista, ditto, la llamada Gran Prensa Norteamericana, la IHH tiene vínculos con grupos terroristas, entre los que se incluyen Hamas y Al Qaeda. De hecho la IHH aparece mencionada en documentos de una Corte Federal como que desempeñó algún papel en el complot terrorista del Milenio, destinado a colocar una bomba en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Y recientemente, dicha organización turca fue descrita en un informe como una “organización islámica radical de orientación anti-occidental”, la que “al margen de sus actividades filantrópicas legítimas, apoya a redes islámicas radicales que incluyen a Hamas, y al menos en el pasado, hasta a redes de la Jihad global”.

A pesar de estos antecedentes comprobados, el estatus consultivo otorgado por la ONU a la entidad turca, le garantiza el acceso al cuerpo diplomático acreditado ante la organización; le permite hablar en las sesiones de diversos organismos de la ONU, intervenciones que son transmitidas a todo el mundo y traducidas en seis idiomas. Este estatus consultivo también le permite distribuir sus materiales, de la índole que fueren, como documentos oficiales de las Naciones Unidas. Como también sabemos, muchas organizaciones serias de defensa de los derechos humanos, ven frecuentemente bloqueado su ingreso como Organización No Gubernamental, mientras que otras provenientes o alineadas con estados conocidos por sus violaciones a los derechos humanos, como por ejemplo, Cuba, ven su ingreso facilitado sin prácticamente objeción alguna.

Como también sabemos, los Estados Unidos se niegan a incluir a la IHH como organización que apoya al terrorismo internacional, a pesar de sus reconocidos vínculos mencionados anteriormente y que recientemente uno de sus integrantes más destacados, Oguzan Ulas, declarara que la organización apoya a Hamas y que está en contra de que los Estados Unidos la haya designado como organización terrorista

Recientemente, un periodista preguntó a la portavoz de la Oficina del Subsecretario General de la ONU para el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, si esta organización tomaría algún tipo de medida contra la IHH debido a su violación de las leyes internacionales al tratar de violentar un bloqueo legítimo de una nación contra un territorio hostil, a lo que dicha portavoz se limitó a responder que la IHH cuenta con estatus consultivo dentro del Sistema de Organizaciones No Gubernamentales de la ONU. El mismo con el que cuentan organizaciones con probados vínculos terroristas como la saudita International Islamic Relief Organization (IIRO), la que a pesar de contar con dos de sus ramas en las Filipinas e Indonesia, que están incluidas en las listas de los Estados Unidos y la misma ONU por ayudar a Al Qaeda, todavía disfruta de su calidad de miembro pleno del Sistema de ONG de la ONU y a pesar de que muchas personalidades y organismos de diferentes países, incluido el Congreso de los EE.UU., han pedido su expulsión, la ONU ni siquiera se ha dignado a dar una respuesta a dichas solicitudes.

Y la administración Obama, por boca de su Secretaria de Estado, lejos de exigir a la ONU la expulsión de este tipo de organizaciones de su sistema, lo que hace es exigirle a Israel una “rápida, imparcial y transparente” investigación que cumpla con los estándares internacionales y exponer los hechos sucedidos lo más rápido posible. Parecería que la administración Obama, lejos de atender a las evidencias cada vez más claras de la conspiración contra Israel, y dicho sea de paso, contra los verdaderos intereses de la seguridad norteamericana, concebida y dirigida desde Ankara, se suma a la maniobra.

Tampoco la administración del Gran Timonel, ni su flamante Secretaria de Estado, parecen tener objeciones acerca de la calidad democrática de algunos de los países que deciden qué organizaciones reúnen los requisitos para integrar el Sistema de ONG de las Naciones Unidas, entre ellos “perlas democráticas” como Angola, China, Cuba, Egipto, Pakistán, Qatar, Rusia y Sudan, todos ellos “respetadísimos” integrantes de la Comunidad Internacional y famosos por su “respeto” a los Derechos Humanos.

Nobama
Nueva York, 4 de junio de 2010

Nota: Si algún lector está interesado puede visitar el sitio Web de la IHH, haciendo clic aquí.

martes, 1 de junio de 2010

La flotilla de los Jihadi turcos y de
la Banda de los Tres

Como ya sabemos la flotilla detenida por los israelíes ayer tratando de romper el bloqueo a Gaza y a la que sus promotores y ocupantes cínicamente llamaron de la paz, jamás fue concebida de otra forma que como un arma de ataque de los terroristas islámicos, para infligir un grave daño a Israel y de paso a los intereses norteamericanos en el Medio Oriente.

De haber tocado tierra, la flotilla de los Jihadi turcos y de la “Banda de los Tres” habría significado de hecho el fin del bloqueo de armas hacia Gaza, implantado por los israelíes, después de que los terroristas de Hamas tomaran el poder en la franja hace 5 años. Para cualquier observador imparcial, debía quedar claro que Israel no podía permitir que esto sucediera, ya que habría significado un incontrolable aumento en los ataques con cohetes y morteros, y además de las incursiones y ataques terroristas contra el estado judío. A ninguna nación del mundo, excepto a Israel, claro está, la llamada Comunidad Internacional, incluidos los Estados Unidos bajo la presidencia del Tartufo, agrupada en la entelequia de la ONU, le exige que acepte con los brazos cruzados esos asaltos contra su integridad territorial y su seguridad nacional. Esta maniobra muy bien planeada tuvo siempre como objetivo final colocar a Israel en una posición en la que resultara fácil a todos conseguir una condena en la entelequia internacional con sede en esta ciudad de Nueva York y ejercer una mayor presión sobre Jerusalén para que levante al bloqueo a Gaza. Israel, como sabemos, no puede permitirse ese lujo y no tuvo otra opción que interceptar el convoy y uno sólo tiene que ver los vídeos existentes sobre el incidente para darse cuenta por qué estalló la violencia. Ese era el propósito de esta pieza teatral con fondo de tragedia muy bien montada y asesorada, por extremistas islámicos turcos, palestinos y, Oh, sorpresa, norteamericanos.

Cabe recordar aquí que en noviembre de 2008, después de innumerables ataques con cohetes y morteros de los terroristas islámicos sobre su territorio, el gobierno israelí impuso el bloqueo y los ataques casi cesaron debido a que los suministradores principales de armas a Hamas, Siria e Irán, se vieron eficazmente bloqueados. Además, habría que decir también que es una falacia que exista crisis humanitaria alguna en Gaza, ya que la entrada de alimentos, medicinas y otros artículos esenciales es permitida a través de Egipto. De ahí que haya que concluir que si de acceso a suministros humanitarios se trata, jamás ha existido un bloqueo en Gaza. Ahora, claro está, la Gran Prensa norteamericana e Internacional y la mayoría de los Gobiernos Europeos y lamentablemente la Casa Blanca, no hacen mención a esta realidad para así poder condenar a Israel.

En este punto cabría hacerse una pregunta clave: ¿Qué ha permitido que se organice esta clara provocación antiisraelí a gran escala?

Para nosotros en Nobama la respuesta está bastante clara, sólo la inquietante ambivalencia de la administración de Barack Hussein Obama, en cuanto a sus responsabilidades en el Medio Oriente y su hostilidad cada vez más descarada hacia Israel, impulsaron a Turquía, ahora dominada por un gobierno islamista, que ha enterrado el legado de Kemal Ataturk, a liderar esta maniobra destinada a debilitar a Israel. Pero no sólo los turcos están detrás, a ellos se unen algunos de los activistas izquierdistas del círculo de amigos del Gran Timonel, que con su vasta experiencia en el tema, ayudaron a organizar esta flotilla de protesta antisraelí y la que ya sabemos está en camino con el mismo propósito. Hay quienes de buena fe afirman que el Gobierno israelí cayó en la trampa y se dejó provocar, cuando la realidad es que no les queda otra opción que hacer lo que hicieron y repetirlo cada vez que ello sea necesario. Ya hay cohetes Scud iraníes en el Norte, en Líbano, llegados a través de Siria, y si se levanta el bloqueo de armas en Gaza también los tendrían apuntando desde el Sur. El cerco sobre Israel cada vez se cierra más y ahora se sabe que los Mullahs, ya tienen combustible para fabricar dos cabezas nucleares.

Estas flotillas son organizadas por el llamado Free Gaza Movement, una coalición de activistas izquierdistas y grupos pro palestinos cuyos esfuerzos están dirigidos a romper el bloqueo de Gaza. Entre estos activistas, están Bill Ayers, Bernardine Dohrn y Jodie Evans, la fundadora de Code Pink, quienes recientemente han liderado varias iniciativas del Free Gaza Movement, incluyendo el intento de marchas sobre Gaza. Casualmente, Dorhn estuvo el mes pasado en el Medio Oriente representando al movimiento. Como sabemos Ayers y Dohrn durante años estuvieron íntimamente asociados con Barack Hussein Obama y Jodie Evans, fue una importante recolectora de fondos para la campaña presidencial del Gran Timonel.

El pasado mes de enero, este trío Obamista, se vio involucrado en un intento de provocar el caos en las calles de Egipto, en un intento por entrar en Gaza con el Free Gaza Movement, en solidaridad con el liderazgo de Hamas y supuestamente con la “hambreada” y “sufrida” población de la franja. Esta “Banda de los Tres” ayudó a organizar los disturbios que siguieron a la negativa del gobierno egipcio a permitir la entrada de los manifestantes en el territorio de Gaza. Aunque después de negociaciones con los extremistas, El Cairo permitió la entrada de unos 100 manifestantes en Gaza, donde se entrevistaron con el líder terrorista de Hamas Ismail Haniyeh.

Curiosamente, y en sospechosa sincronía con esta marcha, el Senador Demócrata John Kerry, escribió una carta en apoyo a una llamada “delegación humanitaria de Massachusetts” a Gaza. Miembros del grupo de la “Banda de los Tres” informaron en sus blogs, cómo la carta del Senador Kerry fue utilizada por la Embajada de los Estados Unidos en Egipto para presionar al Cairo a que permitiera la entrada del grupo en Gaza.

No olvidemos que Bill Ayers, terrorista criminal que no se arrepiente de ello, el cabecilla de la “Banda de los Tres”, fue quien apareció una vez pisoteando una bandera norteamericana en una foto publicada en Nobama y quien dijo hablando de los Estados Unidos: “Qué país. Me hace querer vomitar de asco”.

Estos personajes son, junto a Turquía, los organizadores del show en progreso en el Mar Mediterráneo frente a las costas de la franja de Gaza o Hamasland, los terroristas que quieren arrojar al mar a todos los judíos.

Pero claro, esto nunca lo encontrarán en la Gran Prensa Norteamericana, el aparato de propaganda del Régimen Obamista.

Nobama
Nueva York, 1ro de junio de 2010