martes, 29 de septiembre de 2009

Algo huele a podrido en la Casa Blanca

Nuevo sitio nuclear en Irán
Barack Hussein Obama se marcha a Dinamarca el jueves para defender la candidatura de Chicago a los Juegos Olímpicos de 2016 y se marcha, a pesar de que estamos en un momento particular de peligro en el mundo y específicamente aquí en los Estados Unidos. A saber, la situación en Afganistán es crítica y el jefe militar de los Estados Unidos allí, el General McChrystal solicita elevar el número de tropas, so pena de perder la guerra, pero el “gran” Barack sólo ha hablado con él una vez y no muy reciente que digamos. Irán, acaba de concluir dos días de pruebas con sus misiles de mayor alcance, el Sajjil-2, que es capaz de portar una cabeza de guerra y que puede alcanzar a Israel, las bases militares estadounidenses en el Medio Oriente y partes de Europa, ya que tienen un alcance de 1,200 millas (aproximadamente 1,931 km) y están propulsados enteramente por combustible sólido, lo que, según los especialistas, es un logro tecnológico extraordinario ya que ello permite que los misiles tengan más precisión para dar en el blanco.

Por otro lado, esta prueba balística iraní se produce en el momento en que se dan a conocer informes de inteligencia de que Irán casi ha concluido una segunda instalación subterránea para enriquecer uranio construida en secreto. Pero si esto fuera poco, el FBI y el aparato de inteligencia norteamericanos han logrado abortar más de un atentado planificado por los terroristas islámicos en el interior de los Estados Unidos, gracias, dicho sea de paso, a la “odiosa” Patriot Act (Ley Patriota) que según los Demócratas y Obama viola los derechos civiles de los norteamericanos y que de no ser reautorizada quedará sin efecto en 2010.

También se marcha Obama a Copenhagen cuando en Honduras the shit are hitting the fan (la mierda está golpeando al ventilador) y la diplomacia norteamericana está totalmente embarrada después de la aparición de Zelaya embutido en la embajada de Brasil en Tegucigalpa en una sucia maniobra para imponer su regreso al poder. Como dice la periodista venezolana Macky Arenas “ha bastado una embajada, un padrino, un financista, un vecino traidor, un alcahuete, un coro a rastras y un maestro de ceremonias para cargarse la soberanía hondureña e introducir a Zelaya, a punta de lanza, para facilitar la estrategia violenta de Chávez en ese país”. El Padrino claro está es Obama a través de la obsesionada Hillary que parece pasará a la historia como la Secretaria de Estado más mediocre y venida a menos de la historia de la diplomacia norteamericana.

Pero claro, Obama todavía está embriagado por los aplausos recibidos en la ONU por esa recua de hetairas que componen esa entelequia inútil que tanto dinero nos cuesta a los contribuyentes norteamericanos y que tantos dolores de cabeza y molestias nos ocasiona a los neoyorquinos cuando vienen a reunirse en nuestra ciudad. También se siente sumamente orgulloso de los elogios recibidos desde el podio de parte de ilustrísimos dignatarios como Hugo Chávez, quien dijo que el “olor a esperanza” había reemplazado al “olor a sulfuro” en el sitio e invitó a Obama a que se sumara al Socialismo del siglo XXI, un oxímoron de parte del Gorila Rojo y Golpista Chávez, porque como se puede invitar a quien ya está adentro. También recibió Obama, loas de parte de ese “demócrata combatiente antiterrorista” Moammar Kaddafi.

Luego, ambos personajes en la llamada Cumbre de los países que integran la Unión Africana y el llamado bloque de países Suramericanos que componen la Unasur, declararon la voluntad de crear una OTAN para el Sur a la que llamarían OTAS cuyo propósito sería enfrentar al “imperialismo” de las naciones ricas y ser el “escudo defensivo” de las naciones pobres, allí estaban un selecto grupo de dictadores, terroristas y violadores de los derechos humanos como Robert Mugabe, el dictador de Zimbabwe a quien el Gorila Rojo expresó su apoyo “moral y político” de quien dijo sufre un ataque “orquestado” por el sistema mundial de dominación. “Tenemos que alinearnos en defensa de su gobierno, de su pueblo, de su dignidad”. Con estos elementos coincide la política exterior de la administración Obama, desde Honduras hasta Israel.

Nada de eso tiene mucha importancia para Barack Hussein Obama. Cómo habría de tenerla si tanto en política exterior como interior su comportamiento es muy similar al de ellos. Elogiado por los ladrones de libertades más connotados del mundo en una ONU que ya no huele a azufre, sino a las “flores” de Woodstock. Obama sintió que los aplausos recibidos de los mismos que más tarde aplaudieron a Ahmadineyad, indicaban que sus políticas iban por el camino correcto, de manera que siguió en su ya aburrida gira mundial de excusarse ante el mundo a nombre de los Estados Unidos. “Yo tomé posesión en un momento en que muchos en todo el mundo comenzaban a ver a los Estados Unidos con escepticismo. Parte de ello se debía a percepciones erróneas y a la desinformación acerca de mi país. Parte de ello se debía a la oposición a políticas específicas y a la creencia que en determinados asuntos de extraordinaria importancia, los Estados Unidos han actuado de forma unilateral, sin importarle los intereses de otros. Y esto ha alimentado un casi reflexivo antiamericanismo, el cual con mucha frecuencia ha servido como excusa para la inacción colectiva”, dijo Obama para vergüenza de muchos de quienes allí lo escuchaban y portaban una credencial que los identificaba como norteamericanos.

Paz, seguridad, energías limpias y prosperidad, pero sin entrar en muchos detalles, como siempre, triangulando. A la hora de hablar de Irak, sólo dijo: “En Irak estamos terminando una guerra de forma responsable”, cuando habló sobre Afganistán, jamás mencionó a los terroristas del Talibán ni que estamos perdiendo la guerra allí y esquivó mencionar los elementos fundamentales que determinan ese curso en la guerra a saber: su errónea estrategia producto de sus temores internos con su base política en la extrema izquierda del Partido Demócrata; la resistencia de nuestros “aliados” europeos a involucrarse de lleno en Afganistán de quienes recibió grandes elogios, pero ningún compromiso concreto.

Sin embargo, Obama habló en términos bien duros en contra de un sólo país: Israel. Por cierto, el único aliado verdadero que tenemos en la región y la única democracia en esa parte del mundo. A Israel, Obama no le ofreció sus florecillas hippystas, no. A Israel lo tiró debajo de las ruedas del tren, preparándole el camino a Ahmadineyad para que pronunciara su discurso de odio y de soberbia.

Qué grande se vio Bibi Netanyahu ante la sentina en que poco a poco se ha ido convirtiendo la ONU y que minúsculo y risible lució este Organizador Comunitario devenido Presidente de la nación que siempre fue la esperanza de todos los demócratas del mundo. Obama ni siquiera se atrevió a exigir a esa corrupta entelequia más responsabilidad, eficiencia o transparencia. No, lo único que le pidió al títere surcoreano fue que retirara la ayuda de la ONU para las elecciones programadas en Honduras y lo hizo por debajo de la mesa; ni siquiera tuvo el valor de dar la cara para ello.

Con los planos de Auschwitz-Birkenaw en su mano, donde más de un millón de judíos fueron asesinados, Netanyahu dijo lo que nos hubiera gustado a todos escuchar de nuestro presidente: “Para aquellos que dieron a este que niega el holocausto la oportunidad de ser escuchado, yo les digo a nombre de mi pueblo, el pueblo judío y de las personas decentes en todas partes: ¿No les da vergüenza? ¿No tienen ustedes decencia?”

No, Barack Hussein Obama, se dedicó a atacar a los agredidos y amenazados por el dictador iraní con quien, a pesar de todo, quiere sentarse a discutir, cuando es hora de mostrar la fuerza de la razón antes de que sea demasiado tarde.

Hoy, Irán declaró que rehusa discutir su programa nuclear, incluyendo su recién descubierta segunda planta de enriquecimiento de uranio, cuando se reuna el jueves con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania.

Y ese mismo día, cuando Irán le dirá a “los negociadores” que no abandonará sus planes nucleares “ni por un segundo”, Barack Hussein Obama se monta en el Air Force One para irse a Copenhagen a cabildear ante el Comite Olímpico Internacional para que le den la sede de las Olimpiadas de 2016 a la ciudad de Chicago.

¿No le da vergüenza? ¿No tiene usted decencia, Señor Presidente?

Nobama
Nueva York, 29 de septiembre de 2009-09-29

lunes, 28 de septiembre de 2009

Crónicas del Postcastrismo

“Los viejos de la Pequeña Habana fueron los únicos cubanos libres el 20 de septiembre”.
Ya hace más de una semana del “famoso” Concierto Paz sin Fronteras celebrado en La Habana y francamente en Nobama pensamos que después de todo lo que ya se conoce de las interioridades de lo que allí sucedió y de como se gestó esta vergonzosa operación de marketing, no es mucho ya lo que queda por decir, pero sucede que la “Operación Juanes” ha dado lugar a lo que hemos bautizado como Crónicas del postcastrismo. Aclaramos que si alguien lo calificó antes así, le pedimos disculpas por nuestro desconocimiento y que no lo tomen como un plagio, sepan que estamos dispuestos a reconocer la autoría del título a cualquiera que nos diga que se le ocurrió primero. Dicho esto, pasamos a recomendarles la lectura de 3 artículos sobre el tema, 2 de ellos desde una perspectiva a la que nos sumamos sin ningún problema y una tercera que es representativa de esa miserable porción de gente sin espinazo que para vergüenza de quienes nacimos en Cuba, allí también dieron su primer berrido.

Y como no queremos malas interpretaciones, mal intencionadas, aclaramos que los artículos a los que nos sumamos son el de Nestor Díaz de Villegas publicado hoy en Cubaencuentro, algo que nos sorprendió sobremanera dada la orientación editorial de esa Web, y el de la escritora cubana Zoé Valdés que lleva por título Más apocalípticos y desintegrados que nunca.

Sepiola atlántica
El tercero es de Alejandro Armengol, ese cefalópodo del tipo Sepiola atlántica, que día a día demuestra la verdad que encierra lo escrito por Díaz de Villegas en su excelente artículo al que pueden tener acceso haciendo clic aquí, o sobre la imagen.

Nobama

Nueva York, 28 de septiembre de 2009