viernes, 9 de octubre de 2009

Primer Premio Nobel de la historia concedido a alguien por no ser... Alguien

“Raramente un premio tiene una intención política y partidista tan obvia. Resulta claro que el Comité Noruego del Nobel lo vio como una forma de expresar claramente la gratitud europea por el final de la administración Bush, la aprobación por la elección del primer negro como presidente de los Estados Unidos y a la esperanza de que Washington honrará su promesa de reconectarse con el mundo. Pero por el contrario, el premio corre el riesgo de parecer absurdo en sus razones, paternalista en sus intenciones y degradante en su intento de elevar a un hombre que apenas ha comenzado el ejercicio del cargo, sin contar que no ha obtenido ningún resultado tangible en pro de la paz”.
Michael Binyon en el Times of London
No deja de haber cierta ironía en el hecho de que le otorguen el premio en el momento en que Barack Hussein Obama tiene que decidir cuál será el curso futuro de la guerra en Afganistán, su “guerra de necesidad” y si reduce o refuerza las fuerzas militares allí envueltas en el conflicto.

Lo cierto es que la decisión de otorgarle el Premio Nobel es para premiarlo por no ser George W. Bush y, de paso, por sus aspiraciones, porque los logros no aparecen por ninguna parte y mucho menos en los 11 días que estuvo en la presidencia cuando su candidatura fue aceptada por el Comité de Oslo, a cuyo Presidente no le quedó más remedio que expresar su “esperanza de que el Premio lo estimulará a mantener el énfasis en las negociaciones” para solucionar el conflicto de Afganistán, a pesar de que casi instantáneamente al conocerse la noticia tanto Al Qaeda como el Talibán criticaron su otorgamiento. Y hasta Lech Walesa, el ex Presidente polaco y Premio Nobel a su vez sugirió que fue algo prematuro otorgárselo: “¿Quién? ¿Qué? ¿Tan rápido?”, le dijo sorprendido a los reporteros cuando le dijeron quién había sido el seleccionado esta vez.

Obama es el tercer presidente norteamericano en ejercicio en ganar el Nobel, el primero fue Theodore Roosevelt en 1906, por el papel que desempeñó en terminar con la guerra ruso-japonesa y Woodrow Wilson por su contribución a la creación de la Liga de las Naciones en 1919, al finalizar la Primera Guerra Mundial. Pero la historia no recoge ningún caso en que le haya sido otorgado a alguien que haya hecho la guerra para hacer a su país y al mundo más seguros, aunque esta haya sido fría. Y si alguien se mereció este premio alguna vez fue Ronald Reagan, quien eliminó decenas de miles de armas nucleares, acabó con la cortina de hierro y terminó la Guerra Fría con la victoria para la Democracia y por ende para la Paz Mundial. Y claro que mucho menos otorgárselo a George W. Bush y a Tony Blair cuando en 2004 fueron propuestos por sacar del poder al genocida de su propio pueblo Saddam Hussein. Como dato curioso, cabría mencionar que en la última década el único requisito para ganar el premio ha sido que el propuesto haya sido un crítico furibundo de George W. Bush, como Al Gore, Mohamed El Baradei y Jimmy Carter y si además, son anti Israel y pro palestinos, como los dos últimos mencionados, pues mucho mejor.

Según Thorbjoern Jagland, Presidente del Comité Nobel Noruego, “hay que recordar que el mundo ha pasado por una etapa muy peligrosa... Y cualquiera que contribuya a sacar al mundo de esta situación merece un Premio Nobel de la Paz”.

¿En qué mundo vivirá este noruego?

Gracias a Dios que en los fiordos y a pesar de la enorme popularidad de que disfruta Obama en Noruega, hay otros que piensan diferente como, por ejemplo, Siv Jensen, la lideresa del Partido del Progreso, el principal de la oposición, quien expresó al conocer la decisión de la Comisión del Parlamento Noruego que otorga el Nobel: “Es simplemente muy pronto, es un error otorgarle el premio de la paz por su ambición. Uno debe recibirlo por sus resultados”. Ella dijo, además, que la “decisión de otorgarle el premio a Obama es la más controversial que podía recordar” y que forma parte de una serie de ellas que han alejado cada vez más al premio de los ideales de Alfred Nobel. Lapidaria la señora.

Para otros la única explicación posible por esta extraña decisión del Comité Noruego del Nobel es que fue una suerte de Premio de Consolación por perder la sede de las Olimpiadas para Chicago. Después de todo, no se trata de si Obama ha traído o no la paz al Medio Oriente, ni de si ha logrado persuadir a Irán que abandone sus ambiciones nucleares, o de si puso fin a las guerras en Irak o Afganistán. Sino que simplemente los noruegos sintieron lástima porque Obama no había logrado nada de lo que prometió en su campaña y creyeron que era necesario estimularlo para que siga en la misma línea.

El próximo paso será, como ha insinuado el mismo Obama, el reconocimiento del Talibán como entidad política en Afganistán y más adelante hacer lo mismo con Hamas e Hizbolah y una vez eliminado el mayor obstáculo para la paz en el Medio Oriente, Israel, se sentirá, por fin, Barack Hussein Obama merecedor del Premio que hoy dice no cree merecer.

En todo caso, sea cual fuere la causa de tan extraña y desproporcionada selección, lo cierto es que merece un sitio destacado en la selección de hechos insólitos del libro de Records Guinnes: Primera vez en la historia que alguien recibe un Premio Nobel por no ser... Alguien.

Sin dudas un logro planetario.

Nobama
Nueva York, 9 de octubre de 2009

jueves, 8 de octubre de 2009

EL GOLPE DE ESTADO LEGISLATIVO DE LA TROIKA DE WASHINGTON O LA LEY FANTASMA DEL SENADOR BAUCUS

La Troika de Washington
Internet está hoy súper activo con el análisis de la “calificación” dada por la CBO (Oficina Congresional del Presupuesto) a la Ley de Salud del Comité de Finanzas del Senado, conocida como Ley Baucus. Pero lamentablemente la mayoría no tiene en cuenta lo más importante, que la famosa calificación del CBO, está hecha sobre una ley fantasma, sobre una ley que no existe. Señores, no hay tal Ley Baucus, no existe.

Lo que ha hecho el CBO es “calificar” los conceptos discutidos por separado en el Comité del Senado que preside Baucus, pero no existe un texto legislativo como tal. Baucus y sus colegas demócratas se niegan a llevar esos conceptos al texto de una ley antes de votar. De ahí que en su documento de “análisis” la CBO, establezca la siguiente aclaración en un intento por salvar la cara en lo que está claro que es la pérdida de su independencia ante las presiones de la Casa Blanca y personalmente de Barack Hussein Obama:

“El análisis de CBO y del JCT (Comite Conjunto en Fijación de Impuestos) es preliminar, principalmente debido a que los punto de partida del Presidente (mark) como fueron enmendados, no han sido integrados en el lenguaje legislativo”.

De lo anterior se desprende claramente que la tal Ley Baucus no existe. Algo que no tiene precedentes en la historia legislativa de los Estados Unidos desde que existen el Senado y la Cámara de Representantes y por lo tanto los Senadores que integran el Comité de Finanzas del Senado estarán votando el martes por una ley inexistente y que, una vez más, jamás habrán leído. Los Senadores que el martes voten a favor de una legislación fantasma, ya sean Demócratas o Republicanos, y se presten para este golpe de estado legislativo, no merecen el honor de estar en ese cuerpo ni de representar a los ciudadanos de sus estados.

La verdadera ley será escrita de forma secreta por Harry Reid y sus compinches, incluyendo a empleados del staff de los Senadores, cuyos nombres y conexiones políticas jamás sabremos y la legislación resultante de ese conciliábulo secreto será impuesta a la fuerza en el Senado y la Cámara, antes de que alguien pueda leerla y mucho menos analizarla. ¿Qué cómo lo harán? El líder de la mayoría en el Senado Harry Reid y otros Senadores escogidos por él y la Administración Obama, con la anuencia de Nancy Pelosi, todos Demócratas y casi seguro que la RINO (Republican In Name Only) Olympia Snowe, leerán la Ley antes de que comience el debate en el Senado. Una vez concluido este paso, el Senador Reid, procederá a llevar a la consideración del Senado el Proyecto de Ley H.R. 1586, que impone impuestos a los bonos de determinados recipientes del TARP (Troubled Asset Relief Program) e integrará el texto, escrito por él en el conciliábulo, como parte de la legislación procedente de la Cámara. Un ayudante del Senador Reid, confirmó que procederá a llevar a la consideración el H.R. 1586 o cualquier otra medida de impuestos aprobada por la Cámara, de manera que así el Senado pueda evitar cumplir con el mandato Constitucional que establece que los proyectos de Ley sobre impuestos deben originarse en la Cámara y así poder blindar un proyecto de Ley originado en el Senado que implica nuevos impuestos.

El paso final de esta abominación dictatorial legislativa le corresponderá a la Cámara de Representantes, que aprobará sin enmiendas el ObamaCare y entonces le enviará directamente el Proyecto de Ley a la Casa Blanca para la firma de Barack Hussein Obama, el Jefe de la Troika Dictatorial, sin pasar por el procedimiento Constitucional de la Conferencia de la Cámara y el Senado para conciliar el proyecto de ley y evitar así otra ronda de votaciones en la Cámara y el Senado y un alargamiento del período de aprobación que haría inevitable el escrutinio público sobre lo que realmente dice el proyecto de ley enviado a la firma del presidente.

Esta maquiavélica maniobra se está moviendo rápidamente y de tener éxito, Obama tendrá la legislación en su escritorio para el Día de Acción de Gracias como se lo ha ordenado a sus otros dos pares de la Troika de Washington. Y We The People, no habremos tenido ninguna participación en una decisión en la que se decide el rostro que tendrán los Estados Unidos en el futuro.

Los meses de debate y los Town Hall Meetings no habrán tenido ningún significado, o sí, les habrán demostrado que si siguen el proceso democrático que nuestros Padres Fundadores escribieron en nuestra Constitución jamás habrían conseguido los votos para imponernos tamaña abominación disfrazada de procedimiento democrático. Todo quedará en humo y espejos (smoke and mirrors, una oferta con aspecto atractivo como en los escaparates cuando realmente no lo es), hecha por gente (La Troika de Washington; Obama, Pelosi, Reid) que piensa que somos tan estúpidos que no nos damos cuenta de que nos están robando nuestras libertades y nuestra democracia y que, perdonando la frase, se están cagando olímpicamente en nuestra Constitución en nombre de una idea extraña que nada tiene que ver con nuestras tradiciones e ideas filosóficas.

La realidad es que el engendro que saldrá de la Troika hará cortes draconianos en Medicare, elevará los impuestos de todos los ciudadanos y residentes e incrementará el costo de las primas de seguro de salud para decenas de millones de personas. Impondrá nuevos costos insostenibles para los Estados de la Unión y al final incrementará la deuda de la nación. Por eso se niegan a publicar el texto en Internet, porque no existe tal texto y porque además, temen que suceda como en agosto, que los ciudadanos leyeron la Ley y estaban más informados sobre ella que los mismos legisladores. ¿Dónde quedó la cacareada transparencia prometida por Obama y el Congreso Demócrata?

Como dice un colega parafraseando la fábula del Emperador Desnudo: “A la ley la vestirán con el Nuevo Ropaje de la Troika de la reducción del déficit, lo malo es que la Troika seguirá estando tan desnuda como al principio”.

Aaron Mayer
Washington, DC, 8 de octubre de 2009

miércoles, 7 de octubre de 2009

El peligroso juego de Obama I

En la utopía que parece dominar el pensamiento de Barack Hussein Obama, la idea de que no existe ningún “excepcionalismo de los Estados Unidos” está entre los conceptos fundamentales que la cimientan. Para Obama, unos Estados Unidos que sobresalgan por encima de los demás países es algo que resulta arrogante. Para nuestros enemigos, unos Estados Unidos que reniegan de su historia de modelo de libertades y de la democracia y que se sienten avergonzados de ella parecen débiles.

Aunque ya tiene 48 años, Obama parece vivir todavía en la utopía en que habitó en sus años oscuros como estudiante de la Universidad de Columbia en Nueva York, en la que era un militante pacifista que consideraba que los Estados Unidos eran los responsables de los peligros de una conflagración nuclear y no el bastión, la primera línea de defensa, del mundo libre contra el totalitarismo soviético. Su insistencia en mantenerse viviendo en ese mundo irreal estaría bien si no fuera el Presidente de los Estados Unidos, pero como lo es, su estúpida actitud en política interna y, por ende, su tan irreal política exterior y de seguridad nacional afecta peligrosamente a todos los que vivimos en este país.

Sólo han bastado 8 meses de su presidencia, para que nuestras más aterradoras predicciones durante la campaña se vayan poco a poco cumpliendo. Como dijimos durante la campaña y posteriormente, Obama no es el líder fuerte que necesita la Presidencia de los Estados Unidos. Su política insensata de ser el policía bueno; de entregarle la mayoría de su agenda doméstica a Nancy Pelosi ha hecho que sus cifras en las encuestas alcancen los niveles más bajos (el 50 % desaprueba su gestión y el 49% la aprueba, con sólo un 29% de estos últimos que la aprueban decididamente).

Veamos, por ejemplo, el último informe sobre el desempleo que llega casi al 10% de la población, pero la cifra real, no oficial, va mucho más allá de ese 10%, se sitúa en el 17%. Ello se debe a que muchos norteamericanos han simplemente dejado de buscar trabajo o ya han terminado sus beneficios de desempleo y no se cuentan en las estadísticas.

Obama, cree que su utopía de “repartir la riqueza” y de aumentar el gasto del gobierno es la solución mágica, desechando la estrategia probada durante años: Para hacer crecer la economía y que se creen empleos hay que reducir los impuestos y ofrecer incentivos en los mismos a los pequeños negocios que son quienes emplean a la gran mayoría de los trabajadores norteamericanos, pero como resultado de esta política estatista de la administración, cada vez un número mayor de ellos quiebran y salen del sistema económico, cuando lo único sensato en medio de una Recesión es dejar que la libre empresa haga su magia una vez más. Sin embargo, el Presidente parece creer que si simplemente cuenta con el Czar apropiado podrá controlar la pérdida de empleos. En su utopía mental, cree que empleo y cantidad de trabajos disponibles son una constante fija y “finita” y que “salvar empleos” es mejor o igual que “crearlos”.

Lamentablemente su terquedad y arrogancia no lo dejan admitir que nos encontramos en una peligrosa encrucijada, lo cual hace que cada día que pasa los votantes independientes, decisivos en su elección, se convenzan cada vez más de que su voto fue un error y que Barack Hussein Obama no es el líder que nuestro país y el mundo libre necesitan.

En lugar de influir en la gente con políticas verdaderamente en el espíritu que ha hecho grande a esta nación, Obama está convencido de que con fotografías publicitarias sonrientes, con la retórica y su “encanto personal” lo conseguirá todo. Y, por el contrario, cada vez se demuestra más que esta política de líder populista del tercer mundo no funciona. Obama habla sin parar de su Plan de Salud y mientras más habla de él, las encuestas muestran que el apoyo es cada vez menor. Voló a Dinamarca para cabildear por Chicago como sede de las Olimpiadas de 2016 y le dieron un portazo en la cara. El brillo, el encanto personal, la oratoria y la gran prensa como maquinaria propagandística a su favor pueden haberle ganado la elección como Presidente, pero está más claro que el agua que ello no es suficiente para dirigir esta gran nación.

El Presidente Obama cada vez parece más convencido de que lo excepcional no son los Estados Unidos y su tradición democrática y de fuerte liderazgo mundial, sino que él es “Lo excepcional” y cada día que pasa da más la impresión de que en su arrogancia nos mira desde su pedestal pensando… que subdesarrollados son que no son capaces de comprender la genialidad de mi mensaje político y de mis métodos. Parecería que con el transcurso del tiempo se desconecta más de la realidad que lo rodea.

Como siempre ha sucedido con los grandes populistas y dictadores, el convencimiento de su propia grandeza y cuasi infalibilidad conforman su visión del mundo y tiene un impacto funesto y desastroso sobre la vida de los norteamericanos y los peligros que amenazan al mundo libre. Ya no hay guerra fría, ya no hay Unión Soviética; es verdad. Un líder norteamericano con una personalidad y una visión totalmente opuesta a la de Obama, hizo que el Muro de Berlín cayera. Pero hoy hay algo tan malo o quizás peor, hay Jihad, hay Irán, hay Rusia con pretensiones imperiales, hay China tratando de relegarnos al tercer mundo con su poder sobre nuestra economía y hay Socialismo del Siglo XXI, al Sur del Río Bravo.

En Afganistán, en lugar de actuar como Comandante en Jefe, Obama no acaba de tomar una decisión sobre el curso a seguir y sólo atina a reunir a su enorme Mesa de Pericles y no acaba de poner el huevo sobre como proseguir con la Guerra que llamó “por necesidad” y para la que supuestamente trazó una estrategia y nombró a un General para dirigirla. Ahora, cuando ese general le dice que la única forma de no perder la guerra es el envío de un refuerzo (Surge) como en Irak, el Presidente se debate en consideraciones políticas y no mira exclusivamente a lo que el Comandante en Jefe debe mirar: nuestra Seguridad Nacional.

Y ello nos lleva a Irán. Obama dio a los Mullahs una severa advertencia acerca de sus ambiciones nucleares y todo parece indicar que de ahí no pasará, pero quién podría hacer caso de una severa advertencia de un presidente que piensa que nuestra nación no es superior a las demás y que, además, conociendo que Irán había construido ilegalmente una nueva planta de enriquecimiento de uranio, fue a la ONU y pronunció un discurso en el que no hizo mención al asunto y dejó libre el camino para que Ahmadineyad destilara su odio desde el podio. Pero hay algo peor, presidió una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que habló del desarme atómico mundial y de paso tiró a Israel bajo las ruedas del tren. ¿De la planta ilegal iraní? Ni una palabra.

Obama debe sentir ya cierta preocupación cuando algunos de sus más fieros partidarios durante la campaña se sientan tan desilusionados como el escritor Gore Vidal, quien dijo en una entrevista para The Independent, que Barack Hussein Obama “es incompetente y le derrotarán en la reelección”, en la misma entrevista dijo también que el experimento ha sido “un fracaso” y que pronto los Estados Unidos quedarán relegados a “algún lugar entre Brasil y Argentina, al puesto que le corresponde” y vaticinó también que la “guerra por necesidad” como llamó Obama a la de Afganistán será lo que “termine con el imperio estadounidense”.

No en balde ya hay muchos que le dicen la “Guerra de Caosistán”.

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 7 de octubre de 2009

domingo, 4 de octubre de 2009

Con el rabo entre las patas o Aumenta la peste a podrido en la Casa Blanca

Barack Hussein Obama se fue a Dinamarca el jueves para cabildear porque Chicago, ganara la sede de la Olimpiada de 2016 y regresó con el rabo entre las patas. “Juyío y apaleao”, como habría dicho “con el mayor respeto” ese gran filósofo popular del barrio de Cayo Hueso en La Habana, que se llamó Papi La Horca.

Muchos consideran que todo el episodio de Copenhagen fue tan indigno como innecesario. En mi opinión más indigno no pudo ser, pero en lo de innecesario, depende del cristal con que se mire. Si utilizamos el prisma de la mayoría de los norteamericanos, que es el mío propio, sin dudas nada tenía que hacer Obama en Copenhagen. Sin embargo, si nos ponemos un instante en los zapatos de Obama y de sus compinches de Chicago, aunque nos arriesguemos a que nos peguen el olor a podrido, llegaremos a la conclusión de que el Organizador Comunitario en Jefe, estaba obligado a cumplir con la Ley Principal de The Chicago Way: Payoff (Retribución de favores).

Las Olimpiadas de 2016 eran el sueño dorado del alcalde de Chicago, Richard M. Daley, quien lleva ya en la alcaldía de la ciudad 20 años y al que le habría gustado coronar su larga estadía en el cargo con unos juegos que se calculaba costarían alrededor de 4 mil millones de dólares (4 billones). Daley, al igual que su padre antes, no es otro que el “Padrino” de The Chicago Way la corrupta maquinaria política que, en gran medida junto a sus compinches, pavimentaron el camino que llevó a Barack Hussein Obama hasta la Casa Blanca. De ahí que el Presidente tuviera la obligación de devolverle el favor a su antiguo cacique político.

Muchas veces se ha dicho en Nobama que Obama es una fabricación de esta perversa maquinaria política de Chicago y que sin ella no habría llegado jamás a la Oficina Oval, pero además, es el heredero de Daley para llevar a la maquinaria a ampliar sus poderes a toda la nación. Si alguien lo duda sólo tiene que comprobar lo que sigue a continuación. Pero antes, destaquemos varios nombres de integrantes de la maquinaria política de Chicago que juegan un papel fundamental en esta historia que a su vez es la historia de Barack Hussein Obama.

Valerie Jarret, Asesora Principales de Política de Obama, Richard Daley, Alcalde de Chicago, David Axelrod, Asesor de Política de Obama, Wiliam Ayers y Tony Rezko. Como veremos, estos nombres juegan un papel en esta historia, algunos de ellos de suma importancia.

Valerie Jarrett tiene una relación muy antigua con los Obama, tan antigua que, por ejempo, hoy es su más cercana consejera política y fue la descubridora del hoy Presidente de los Estados Unidos y quien hizo que Obama se mudara a la ciudad de Chicago. Ella le consiguió a Michelle, antes de casarse con Barack, un puesto de asistente del alcalde Daley. Su madre, fue quien nombró a Tom Ayers, el padre de Bill Ayers el terrorista de Weather Underground, amigo y colega de Obama, a la Junta de Directores de la su fundación el Erickson Institute. Y fue precisamente en casa de Bill donde Barack Hussein Obama lanzó su carrera política en Chicago.

Valerie Jarret también fue un factor principalísimo en el nombramiento como Czar de los llamados empleos verdes al racista y radical Van Jones. Ella conocía muy bien las conexiones radicales de Van Jones y no desconocía, por ejemplo, que era alguien muy destacado en el apoyo a Mumia Abu Jamal, asesino de un policía y que había firmado la petición en la que se afirmaba que el 11 de septiembre era un trabajo interno de la administración Bush. Pero no sólo con Van Jones termina la participación de Valerie Jarrett en el nombramiento de Czares y extremistas en otras posiciones de la administración. Está también Yosi Sargent al frente del Nacional Endowment for the Arts quien recientemente tuvo que renunciar en medio de un escándalo y la lista sería larga e interminable, porque Valerie Jarrett codirigió con otro integrante de la extrema izquierda, John Podesta, el equipo de transición de Obama y dirigió el proceso de selección de la enorme lista que componen los asesores especiales del Presidente.

Pero volvamos a Chicago. Antes de tener entre sus responsabilidades en la Casa Blanca la White House Office of Olympic Paralympic and Youth Sport, allí la llaman la Czarina Olímpica, en Chicago era la vicepresidenta del comité para conseguir los Juegos Olímpicos de 2016 para la ciudad de los vientos. ¿Era entonces, como ahora, desinteresada su participación en lograr para Chicago los juegos olímpicos? En mi opinión y la de muchos, no.

Valerie Jarret fue Presidenta y CEO de The Habitat Company, una firma de bienes raíces, con una participación enorme en los proyectos de viviendas públicas de Chicago con fondos federales, en ese cargo ganó alrededor de 1 millón de dólares en salarios y compensaciones el año pasado. Esa compañía supervisa todo el desarrollo de proyectos de viviendas públicas que no son para los ancianos y entre cuyos proyectos que en tiempos de Jarrett administraba la compañía se encontraba el de Grove Parc Plaza Apartments, sobre el que una investigación realizada por el Boston Globe halló que “alrededor de 99 unidades están vacantes, muchas de ellas inhabitables por problemas no reparados, como techos colapsados y dañados por fuego. Los ratones pululan por los pasillos. Los buzones de correo vandalizados cuelgan abiertos. Las aguas albañales regresan a los fregaderos de las cocinas. En 2006, los inspectores federales calificaron las condiciones del complejo con 11 puntos en una escala de 100, una calificación tan mala que los edificios enfrentan ahora la demolición”.

Como nota de interés apuntemos que las tierras sobre las que se erige el complejo fueron compradas al amigo de Jarrett y Obama, el criminal convicto y condenado Tony Rezko, que aparece en el primer lugar en la lista de Judicial Watch de los 10 políticos más corruptos.

Y ahora, ¡qué sorpresa!, esa misma gente gana dinero “reubicando” a los inquilinos del proyecto en otro de sus complejos y se preparaba para redesarrollar el sitio después de la demolición y erigir allí el Estadio y Villa Olímpica para los Juegos de 2016 a un costo de 1000 millones de dólares (1 billón).

Pero si toda esta podedumbre ya no fuera suficiente, el artífice de la campaña de Obama y hoy Asesor en la Casa Blanca, David Axelrod, un hombre de Daley desde 1989, cuando fue contratado como consultante político para la primera campaña para la alcaldía del hoy alcalde, su compañía de Relaciones Públicas, AKPD Message and Media, se encargo de la publicidad del Comité para conseguir las olimpiadas para la Ciudad de los Vientos, aunque no se sabe cuánto han pagado a AKPD por sus servicios hasta el fracaso de Copenhagen, ni lo que le habrían pagado de haber tenido éxito. Sí se sabe que AKPD, le debe $2 millones a Axelrod.

¿Apesta o no apesta a podrido la Casa Blanca?

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 4 de octubre de 2009