viernes, 22 de enero de 2010

Barack Hussein Obama: El ObamaCare Va y la Guerra Contra Wall Street también


Pobre incomprendido Barack Hussein Obama. Los americanos no acabamos de ver todas las cosas buenas que ha hecho por nosotros y mucho menos las que tiene en planes. Mal agradecidos e idiotas que somos, que no vemos que el culpable no es Obama, sino el “sistema” que está roto.

Créanlo o no esa es la conclusión a la que llega Obama y que dijo a George Stephanopoulos en su entrevista del miércoles en ABC News, un año después de asumir la presidencia y un día después de la debacle de Massachusetts.

No cabe duda de que alguien debe tocarle en la puerta de la Oficina Oval, alguien en quién él confíe y a quién él respete, no el pueblo norteamericano al que nos considera una recua de estúpidos, en fin alguien que pueda decirle claramente: “Señor Presidente, usted está en Belén con los Pastores. El pueblo norteamericano está muy enojado y en rebeldía en contra de su agenda socialista y no quiere saber nada de su famoso ObamaCare”.

Algo muy parecido a eso fue lo que le dijo Stephanopoulos señalándole lo que la mayoría abrumadora de los norteamericanos piensa de su agenda: “Ellos (We The People) desean que su plan de salud desaparezca de una vez”, le dijo. “Simplemente no es popular”.

¿La respuesta de Obama?

Dijo haber fallado en “sobreponer su voz al ruido y hablar directamente al pueblo americano”.

No importa que en 1 año haya tenido 42 conferencias de prensa, 158 entrevistas y 412 discursos (contando con el de hoy en Ohio), 52 de ellos dedicados íntegramente al ObamaCare.

Pero además, según el Gran Líder, nuestro Sol infalible, la debacle del martes no fue una revuelta contra su agenda extremista, sino en contra de George Bush, como señalábamos ayer.

Pues no, parece que no hay nadie cerca de él que lo traiga de vuelta a este mundo y le diga lo que no quiere oír: “Señor Presidente, el pueblo está enojado porque usted decidió darle prioridad a un programa de $1 trillón que acabará destruyendo más empleos y el mejor sistema de salud del mundo en medio de una profunda recesión”.

Y si alguien albergaba todavía alguna duda después de la entrevista del miércoles y pensaba que cuando pusiera la cabeza en la almohada se le abrirían las entendederas sólo tenía que haber visto con la arrogancia que se refirió al tema hoy en Ohio: “Yo no voy a dejarlo a un lado, sólo porque resulta difícil. Seguiremos adelante hasta que lo pongamos en práctica”.

Pero no bastándole la terca insistencia en el desastre del ObamaCare, ahora le declara la guerra a la industria financiera y mintiendo, como es su costumbre, se lanzó en un discurso populista contra Wall Street promoviendo su plan de impuestos a los bancos y las nuevas regulaciones draconianas que intenta imponer, lo que ha provocado que los índices de las bolsas en todo el mundo se hayan desplomado en caída libre, y que el tenue indicio de recuperación económica que señalaba la Bolsa se fuera por el desagüe de la Presidencia más destructiva que recuerde la historia de los Estados Unidos.

¿Y la deuda nacional? Aumentando y con una salud de acero, por lo que la amenaza de hiperinflación y el hundimiento del dólar hasta convertirlo en papel mojado como los marcos de la República de Weimar, se hace algo cada vez más cercano y peligroso.

La Reforma que intenta aplicar el ya Socialista declarado Barack Hussein Obama, es en esencia la restauración de la Ley Glass-Steagall que fue eliminada en propuesta de Ley del Congreso Republicano y firmada por Bill Clinton en su segundo mandato y que permitió el crecimiento financiero de finales de los años 90. Con este “genial Cambio” que representa esta “novísima reforma”, basada en una Ley que data de los años 30. El Gobierno impediría que los Bancos realizaran actividades comerciales en beneficio propio. Se trata de uno de los ataques más directos contra el Sistema Capitalista y destruiría, como decíamos, la incipiente recuperación financiera de la nación, ya que el volumen de operaciones de la Bolsa de Nueva York, por ejemplo, descendería entre el 50 y el 30%. Ello determina 5 consecuencias inmediatas para nuestra ya maltrecha economía y particularmente para esta ciudad de Nueva York, a la que Obama parece odiar profundamente:

1. Dañaría profundamente la liquidez del mercado accionario y de otros mercados como el de materias primas y bonos, por ejemplo.
2. Causaría la desaparición del mercado bursatil como lo conocemos hasta hoy.
3. Los bancos verían mermados sus beneficios de forma incalculable, por lo que se desataría una casi masiva serie de cierres bancarios.
4. El volumen de todos los mercados, no sólo el norteamericano caería de forma violenta.
5. Se produciría el cierre de numerosos fondos de inversión de capital privado o hedge funds y se verían despidos masivos en los sectores bursatil y bancario.

El temor a esta nueva debacle económica que nos anuncia el Supremo Líder y Gran Timonel Obama, ha regresado a Wall Street, y ha provocado la venta masiva de acciones, lo que sumado al temor al robo a mano armada, en el mejor estilo Castrochavista, que representa el nuevo impuesto anunciado bajo el mentiroso lema de “Queremos recuperar nuestro dinero”, después que los Bancos que utilizaron fondos del TARP ya han pagado los préstamos con intereses, crea una inestabilidad financiera de proporciones insospechadas, que ya está provocando la reversión alcista que han mostrado los mercados bursátiles desde el pasado mes de marzo.

Hace unos días en comentario que hacíamos en un excelente artículo publicado por nuestro amigo Jorge Pomar en su blog El Abicú Liberal, decíamos refiriéndonos a la que sería la reacción de Obama ante la derrota en Massachusetts: “Pero no creamos que se replegará al centro como hizo Clinton. Para nada. Esta especie es como el alacrán, su naturaleza le obliga a clavar el aguijón aunque ello signifique que morirá ahogado al hacerlo. Ya suenan trompetas de Guerra en la Casa Blanca y como dijera Kemal Ataturk a Gallipoli, Obama le dice a los legisladores demócratas: ‘Yo no te ordeno atacar. Yo te ordeno morir’ y la carnicería de noviembre de 2010 será espantosa”.

¡Vivir para ver! Decimos ahora. No ha tenido que pasar mucho tiempo para darnos la razón.

Nobama
Nueva York, 22 de enero de 2010

jueves, 21 de enero de 2010

Vindicación de George W. Bush


“Lo mismo que permitió que Scott Brown ganara su escaño, hizo que yo ganara la Presidencia (...) La gente está enojada por lo que sucedió en los últimos ocho años”.
Barack Hussein Obama
Entrevista con George Stephanopoulos
en ABC News el 20/1/10

Barack Hussein Obama dio la señal y la administración está ahora enfrascada en encontrar la manera de no asumir la responsabilidad por la debacle del martes y por supuesto de su irresponsable record fiscal. Ya desde antes del martes, sus principales asesores como David Axelrod y la maquinaria propagandística Obámica, que conocemos como Gran Prensa Norteamericana, descaradamente acusaban al ex Presidente George W. Bush de ser el responsable del déficit fiscal de Obama; pero ahora está más que claro que si esos argumentos no funcionaron con el electorado en Massachusetts, los Demócratas y Obama enfrentan grandes problemas con el resto del país. Y entre los puntos del mensaje que le enviaron el martes está que ya va siendo hora de que esta administración asuma su responsabilidad y deje ya de culpar a su predecesor y abandone de una vez su extraña y tramposa aritmética de la deuda.

Enderecemos entonces algunas cifras y pongamos las cosas en su perspectiva real:
1. Del 20 de enero de 2001 al 20 de enero de 2009, la deuda pública creció en $3 mil millones de millones (trillones) durante la administración Bush a $6.3 miles de millones de millones (trillones) hasta el día en que Obama cumplió su primer año en la Presidencia. Una simple operación artimética, no muy complicada, nos indica que desde el día en que Obama tomó posesión el año pasado, hasta el final del actual año fiscal y según la Oficina de Administración y Presupuesto, la deuda pública crecerá en $3.3 miles de millones de millones (trillones), por lo que en sólo 20 meses, la deuda que pondrá sobre nuestros hombros Barack Hussein Obama será similar a la del Presidente Bush durante sus 8 años en la Presidencia, con las mismas dos Guerras (Irak y Afganistán) en que actualmente está envuelta nuestra nación para protegernos del fanatismo terrorista islámico.

2. El plan de gastos de la administración Obama aprobado por el Congreso dominado por los Demócratas en febrero de 2009, duplicará la deuda nacional en 5 años y casi la triplicará pasados los 10.

3. El déficit de la administración Bush fue un promedio de 3.2% del Producto Nacional Bruto (GDP), ligeramente por encima del promedio posterior a la II Guerra Mundial de 2.7%. Los descabellados planes de crecimiento gubernamental y estatización de la economía de Obama provocarán un déficit promedio de 4.2% del GDP en la próxima década.

4. Obama es ya hoy históricamente el Presidente más gastador de toda la historia de los Estados Unidos, con sus $787 mil millones (billones) del llamado estímulo económico, una ampliación de $30 mil millones del programa de atención a la salud infantil sin tener de dónde extraer los fondos, y una ley de gastos federales de $410 mil millones que incrementó el gasto discrecional en acápites no para la defensa en un 10% para la mitad final del año fiscal de 2009 a pesar de que había jurado y perjurado en la campaña que vetaría cualquier ley de presupuesto conteniendo earmarks o gastos destinados a proyectos específicos de los congresistas para satisfacer a los intereses creados de sus estados, pero no bastándole Obama también aumentó el gasto discrecional no destinado a la defensa para el año 2010 en un 12%. Una forma segura de comprar voluntades en el Congreso.
La administración Obama dice que sus paquetes de estímulo han sido un éxito. Lo cual es completamente falso, ya que si recordamos y los electores en Massachusetts lo recordaron bien, Obama nos dijo que si se aprobaban esos paquetes, el desempleo no aumentaría por encima del 8%, pero actualmente es del 10% y esta misma mañana se anunció que las solicitudes de seguro de desempleo habían aumentado en 482 mil nuevos desempleados. Barack Hussein Obama también nos dijo que crearía (con los paquetes de estímulo) 3.7 millones de empleos, de los cuales el 90% estarían en el sector privado, pero hasta hoy el único sector que ha tenido un incremento es el sector burocrático gubernamental y el cierre de pequeños negocios en todo el país aumenta sin cesar. Si nos guiamos por los propios estándares Obámicos, los paquetes de estímulo económico han sido un fracaso total y eso también lo percibieron muy bien los electores en Massachusetts. Muchos se adelantan a decir que ya la administración recibió el mensaje y que la “rectificación” comienza con la reducción del ObamaCare. Pamplinas decimos en Nobama. Ayer mismo el liderazgo demócrata en el Senado propuso permitir al Gobierno Federal que pida un préstamo adicional de $1.9 trillones para pagar sus cuentas, lo que representa un record que elevará la deuda nacional a $14.3 trillones y Obama ha dicho que de aprobarse firmará la Ley.

Es cierto que el ex Presidente Bush cometió el error de firmar la Ley TARP (Troubled Asset Relief Program) y que prestó en razón de ella $240 mil millones a los bancos. Pero para ser justos habría que decir que esos préstamos han sido ya pagados con intereses, es decir con ganancias, al Tesoro Nacional, sólo que Obama, en lugar de utilizar esos fondos para reducir el déficit, quiere usarlos para nuevos gastos, que se unirán al desperdicio de los $320 mil millones que extrajo de los fondos del TARP, para darlos a las compañías fabricantes de autos, a sus aliados de los sindicatos, y simplemente a earmarks de sus aliados políticos, fondos que jamás serán devueltos al Tesoro.

De ahí que el pueblo cada vez esté más irritado y enojado y digámoslo claramente, francamente en rebelión contra esta administración que todavía quiere que nos endeudemos más, para así llevar a cabo su proyecto de destrucción del capitalismo e instauración del socialismo. Esa es la realidad.

Un año después de que Barack Hussein Obama llegara a la Casa Blanca, para nosotros hay algo muy claro. A pesar de sus errores, que aquí hemos criticado en más de una oportunidad, la presidencia de Bush habría sido mucho más exitosa si la llamada Gran Prensa no se hubiera dedicado por entero a tratar de que el Partido Demócrata, dominado por la extrema izquierda, recuperara el poder. Y ahora, cuando los Demócratas lo controlan todo, y esa misma prensa funciona como megáfono del Gran Líder, no deja de ser interesante observar cómo, a pesar de que lo culpa de todos sus males, Obama casi que sigue al pie de la letra la línea del “odiado” Bush en Afganistán y muestra lo fracasada que es su política de Seguridad Nacional, basada enteramente en darle nuestros mismos derechos a los terroristas.

En medio de la borrachera del Hope & Change, muchos norteamericanos olvidaron cómo el Presidente Bush levantó nuestros espíritus en uno de los momentos más tristes y desoladores de nuestra historia cuando vimos derrumbarse a las Torres Gemelas. También muchos olvidaron o parecieron olvidar, como nos mantuvo seguros mientras fue Presidente -el actual ya va por tres ataques en un año. Muchas veces nos preguntamos cómo es posible que la recompensa que recibiera por garantizar nuestra seguridad fuera que lo acusaran de cometer las violaciones más monstruosas a los derechos humanos y de crímenes de guerra. Pero peor, que muchos hayan exigido a esta fallida administración que enjuiciara a Bush por mantener a los combatientes enemigos detenidos indefinidamente. Sin embargo cuando en mayo pasado Obama firmara una orden similar reafirmando esa política de detención indefinida, esa misma Gran Prensa y la extrema izquierda se mantuvo callada.

Hoy, la realidad que no la convicción, obligan a Obama a incorporar la doctrina Bush en Afganistán, Yemen y Pakistán, aunque no quiera reconocerlo y lo culpe, como es su costumbre, de todos los males que nos aquejan. Pero a pesar de tanta deslealtad y mentira cada vez se hace más claro para el pueblo norteamericano que Bush no era un ignorante, ni su política exterior y de seguridad nacional irracional. En realidad, el Presidente Bush se adelantó a su tiempo y supo ver y comprender las políticas y los métodos para combatir en esta era moderna en que la Guerra es contra el terrorismo.

George W. Bush, parece haber tenido una comprensión total de lo que necesitaba el pueblo norteamericano, cuando más lo necesitaba. Él nos recordaba constantemente en aquellos días oscuros del 11 de septiembre y después, el por qué debíamos sentirnos orgullosos de ser americanos y no sentirnos avergonzados de ello como pretende este farsante impostor en la Casa Blanca.

El Presidente Bush merece nuestro respeto. Es por eso que a un año de que abandonara la presidencia, queremos dejar constancia de nuestra apreciación por nuestro Presidente # 43.

Una vez más: Gracias, Presidente Bush.

Nobama
Nueva York, 21 de enero de 2010

miércoles, 20 de enero de 2010

No un feliz 1er aniversario para
Barack Hussein Obama


Cuando sumergido en una enorme ola de pueblo, Barack Hussein Obama, juró su cargo hace un año contaba con una aprobación del 70%. Él y los Demócratas en control de ambas cámaras del Congreso pensaron que la historia les hacía “un guiño de simpatía” y que contaban con el poder y el apoyo popular para transformarla.

Hoy, un año después, Barack Hussein Obama, sus compinches y su Partido despertaron, si es que pudieron dormir, enfrentándose a la triste realidad de que ayer no pudieron evitar que un Republicano ganara por un margen indiscutible el curul que ocupara en el Senado por más de 50 años un miembro de la familia Kennedy, 47 de los cuales estuvo Edward Kennedy para bien o para mal del pueblo de Massachusetts y de los Estados Unidos. Este acontecimiento histórico era, para muchos, algo impensable hace sólo un mes y ahora van claramente camino hacia un “baño de sangre” en las elecciones de noviembre próximo.

En aquella helada mañana de enero hace hoy un año, Barack Hussein Obama, prometió a través de una nueva era de bipartidismo en Washington, rehacer la economía y el contrato social de los Estados Unidos, con históricas leyes de gran riqueza que el Congreso controlado por los Demócratas pondría a su firma.

Hoy, el 51% desaprueba su gestión y sólo el 48 la aprueba y de ese 51% el 40 lo desaprueba fuertemente. En las filas demócratas reina el nerviosismo y la depresión. En noviembre, en el Senado, ya perdida la súper mayoría de 60 votos anoche en Massachusetts, la masacre será de proporciones bíblicas, según nuestros cálculos la debacle de anoche garantiza ya 5 asientos en el Senado que pasarán a manos de los Republicanos en noviembre:
-Delaware dejado vacante por el hoy vicepresidente Biden.
-North Dakota que dejará vacante Byron Dorgan al no ir a la reelección para no pasar la vergüenza de perder por su complicidad con el ObamaCare. Para los exiliados cubanos, claro los anticastristas, esta es una excelente noticia, porque Dorgan ha sido uno de los más persistentes senadores en buscar el levantamiento del embargo y relaciones plenas con la Dictadura.
-Colorado, en manos de Michael Bennet, el designado para sustituir a Ken Salazar, nombrado Secretario del Interior por Obama, quien ya se sabe que perderá frente a la popular vicegobernadora republicana del Estado Jane Norton.
-Arkansas, en manos de Blanche Lincoln, a quien todas las encuestas entre los posibles votantes califican de “Dead Woman Walking”, porque desafió la voluntad de la mayoría del electorado al votar a favor del ObamaCare.
-Nevada, para nosotros el que más gusto nos da, por ser el curul del Líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry “Dirty” Reid, quien se encuentra muy, pero muy por detrás de ambos de sus posibles oponentes y quien puede que ni siquiera intente postularse, para no arrastrar consigo a su hijo que se postula para Gobernador del Estado y como dicen en Nevada, “la familia necesita a uno de los dos en un cargo público, porque así es como ellos hacen su dinero”.
Luego hay otros dos en los que los Republicanos, si hacen buenas campañas, tienen grandes posibilidades, digamos que de 7 a 3 de llevárselos:
-Pennsylvania, ocupado por el cambiacasacas, oportunista y demagogo profesional Arlen Specter, que podría perderlo en las primarias contra Joe Sestak, lo que le complicaría un poco, no mucho, la situación al Republicano Pat Toomey.
-Illinois, el antiguo curul de Obama, envuelto en el escándalo ya famoso del Blagogate, que el Representante Mark Kirk cuenta con grandes posibilidades de ganar porque en realidad no hay ningún retador demócrata que cuente con un amplio apoyo popular.
Finalmente hay 4 asientos en el Senado para los que hasta el momento no hay ningún candidato Republicano fuerte, pero que de aparecer sin dudas entraría en el momentum que marcó la victoria de anoche en Massachusetts:
-Washington, ocupado por Patty Murray.
-New York, por Kirsten Gillibrand, el más vulnerable porque a la ocupante se le considera una marioneta del otro Senador neoyorquino Charles Schumer, quien tampoco le va bien en las encuestas, pero que no enfrenta reelección este año.
-Indiana, ocupado por Evan Bayh, quien hasta su rendición a las presiones de Obama y Reid en diciembre y votara por el ObamaCare, a pesar que dos días antes dijera que no creía que fuera lo mejor para el pueblo norteamericano, era considerado un legislador de respeto y moderado.
-Wisconsin, ocupado por Russ Feingold, uno de los senadores más izquierdistas.
En el hipotético caso de que los Republicanos se hicieran con todos estos curules en el Senado sumarían 53 Senadores con lo que recobrarían la mayoría y el derecho a establecer la agenda del cuerpo legislativo, con lo que Obama se convertiría en el primer Presidente norteamericano que sería lo que aquí llaman Lame Duck (Pato Cojo) en su segundo año del primer mandato.

En la Cámara, es casi seguro que los Demócratas perderán entre 20 y 30 puestos, lo que establece la posibilidad de que los Republicanos podrían ganar también el control de la Cámara baja. Algo que si alguien lo hubiese insinuado hace un año, habría sido tildado de loco y necesitado con urgencia de una camisa de fuerza.

Los votantes están tremendamente enojados y totalmente insatisfechos con la gestión de Obama y los Demócratas en Washington. Y están convencidos de que las recetas Obámicas de Gran Gobierno han sido un sonado fracaso en todas las áreas de su gestión, y están realmente aterrados con la explosión del gasto y el aumento de déficit y de la deuda que lanza sobre los hombros de futuras generaciones de norteamericanos.

El desempleo se mantiene inmovil en el 10% (realmente es del 17 si contamos a los que ya no buscan trabajo) a pesar de los $2 mil millones de millones (trillones) del llamado “estímulo económico” y otras formas de intervención gubernamental en el sector privado al estilo más auténtico de Hugo Chávez.

En cuanto a la Seguridad Nacional, la mayoría de los norteamericanos piensan que con Obama estamos menos seguros y se oponen, por ejemplo, al cierre de la prisión de la Base de Guantánamo y a su decisión de juzgar a los terroristas del 11 de septiembre en Nueva York en cortes civiles. Y a su testarudez y arrogancia de considerar al terrorismo un problema policiaco y no lo que es: una Guerra contra un enemigo sin escrúpulos y fanáticos seguidores de una religión de odio como el Islam. También consideran que la política exterior de la administración padece de una esquizofrenia incurable, cuando a pesar de las numerosas pruebas recibidas continúa intentando conversar con los enemigos, como Irán, por ejemplo y aprieta el dogal y amenaza con sanciones a sus más fieles aliados como Israel.

El resultado de anoche debía servirle para recapacitar sus políticas y aprender de la historia y de sus más recientes derrotas, Copenhagen 2 veces, New Jersey y Virginia. Obama necesitaría una ración de humildad y un exorcismo para abandonar la arrogancia y el voluntarismo que lo aqueja. De una vez y por todas comprender que la supuesta “magia” que le achacan no existe, que cada vez que se lanza al ruedo y pone en juego su supuesto prestigio como Presidente sale derrotado. Por lo que hasta el momento sólo ha logrado convertirse en el hazmerreír del país y del mundo.

Pero todo parece indicar que su soberbia es tan intensa que no le deja ver que los Republicanos no necesitarán esforzarse mucho para hacer que su presidencia sea un fracaso. Él mismo se está ocupando de ello y en ese frente parece ser el único en el que está logrando el éxito.

Nobama
Nueva York, 20 de enero de 2010

Revolución en Massachusetts




Un camión, una cuenta en Twitter y un tipo normal lograron el milagro. Scott Brown ganó anoche y posiblemente haya desatado la Rebelión democrática que era necesaria para parar la caída al abismo del Socialismo de la Gran Nación Americana y quizás cambiar el curso de la historia Americana. Sirvan estas breves líneas como introducción a un certero artículo sobre el tema de nuestro querido amigo Jorge Pomar, en su blog El Abicú Liberal.

También sobre el mismo tema, un excelente artículo de Isis Wirth en su blog La Reina de la Noche.

Nobama
Nueva York, 20 de enero de 2010

martes, 19 de enero de 2010

Demócratas preparan el fraude en Massachusetts

UPDATE:
¡Scott Brown acaba de ganar la elección! Martha Coakley acaba de conceder la elección. RIP la agenda socialista de Obama.

Boston.com colgó brevemente este mapa con el resultado final de las elecciones de hoy, sólo que ¡8 horas antes de que cerraran las urnas!

Como se puede observar en la gráfica colgada, más de 2 millones de personas votaron, y Coakley alcanzaba una victoria de 50 a 49%.

El mapa fue completamente interactivo, de manera que moviendo el mouse se obtenían los resultados ciudad por ciudad y arriba se muestra que Coakley ganaba en Cohasset 56 a 43%.

Ellos retiraron el mapa poco después que Carli Cariol lo señalara a través de Twitter. Pero no antes de que los “buscalíos” de Phoenix lograrán copiar la pantalla. ¡Bravo por Phoenix!

Si por una casualidad, que lo dudamos, las cifras finales se correspondieran con estas, sin dudas habrían suficientes elementos como para cuestionar la integridad del proceso...

Actualización de Bob Powers del Globe:

“AP estaba probando la alimentación de datos a sus clientes de Massachusetts. Durante esas pruebas en nuestra terminal, la alimentación de los datos hipotéticos de AP fueron colgados inadvertidamente durante unos pocos minutos en una página de nuestro sitio. Tan pronto el error fue descubierto, fue eliminado. Lamentamos el percance”.
¿Error? ¿Percance? ¿Equivocación?

¿Si era una prueba, por qué tenían que dar como ganador a alguno de los contendientes?

Como todos sabemos para probar la terminal se podrían utilizar nombres ficticios y datos irracionales, ya que de lo que se trata es de ver si los datos fluyen.

Ese cuento chino que se lo hagan a los bobos, son los únicos que se lo creerán.

Nobama
Nueva York, 19 de enero de 2010

lunes, 18 de enero de 2010

El sueño de Martin Luther King y la realidad


Hoy, celebramos el que habría sido el 81 cumpleaños de Martin Luther King, el predicador de Georgia que devino en el más importante líder de los Derechos Civiles de los Estados Unidos y un punto de referencia obligado de la Democracia y de lo que llamamos el Sueño Americano.

Aquella ensoñación que nos relataba el Dr. King en aquel discurso del “I Have a Dream”, de una nación que juzgue a su pueblo por su carácter y no por el color de su piel es algo evidente en cualquier sitio de América, 47 años después.

Ya no resulta nada extraño en ninguno de los 50 Estados de la Unión Americana ver a distinguidos ciudadanos y ciudadanas negros ocupando altas posiciones en todas las ramas del quehacer humano, cuya muestra más palpable es que hoy en la oficina oval de la Casa Blanca se siente un hombre de piel negra cuyo nombre y apellidos no provenga de aquellos peregrinos que llegaron en el Mayflower o de las oleadas de inmigrantes blancos europeos que luego fueron dueños de plantaciones y de esclavos negros traídos de África. Lo que demuestra que los Estados Unidos de hoy son una nación mucho más diversa y, claro está, más compleja que la que el Dr. King nos relataba en su sueño. Y por eso y muchas otras cosas más, le damos gracias a aquél visionario predicador del Deep South Americano, que abrió el camino para que hoy podamos decir que en América el Hombre por fin es valorado no por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.

Sin embargo, si de seguro Martin Luther King habría sentido una enorme satisfacción y la emoción de ver que su sueño se hacía realidad aquella noche del 4 de noviembre de 2008 cuando Barack Hussein Obama se proclamara vencedor en las elecciones para Presidente de los Estados Unidos, con el voto mayoritario de la población blanca de esta nación; a un año de que un Presidente negro ocupe la Casa Blanca, no creemos que el Dr. King estaría muy feliz de los resultados de su gestión, ni de la arrogancia y la soberbia que ha mostrado y muestra este el primer presidente negro de la historia americana, similar, sólo que peor, que la de aquel Gobernador racista de Alabama a la que hizo referencia en su discurso ante la estatua de Lincoln cuando exclamó: “I Have a Dream”.

Tampoco creemos estaría muy feliz de ver como se pretende manipular su memoria para favorecer una ideología extraña y ajena a los principios y los sueños de los Padres Fundadores que King compartía y soñaba también.

Ciertamente no habría estado muy feliz en estos sus 81 años si hubiese estado presente esta mañana en Boston en el tradicional Desayuno por el Día de Martin Luther King que allí se celebra. Hoy, en lo que se supone era un evento para honrar la memoria de King, Martha Coakley, la candidata por el Partido Demócrata al curul dejado vacante en el Senado por la muerte de Ted Kennedy, aprovechó para decir lo siguiente: “Me postulo para el Senado de los Estados Unidos porque el trabajo del Dr. King está incompleto; su sueño no se ha realizado”, dijo y agregó. “Mañana actuaremos sobre el sueño y aseguraremos que me permitirán continuar ese trabajo (...) Recordaremos el sueño mañana y actuaremos sobre el sueño mañana”. En su desespero, porque todo parece indicar que mañana no será electa, los Demócratas no vacilaron en convertir lo que se supone que era un acto de recordación a la memoria del Dr. King en un mitin político.

Mañana, los votantes de Massachusetts, tendrán la oportunidad de demostrar que el Sueño, lejos de estar sin realizarse está cumplido. Mañana, tal y como Martin Luther King lo soñaba, los ciudadanos saldrán a votar y deberán tener en cuenta el contenido del carácter de los candidatos a la hora de marcar su boleta.

El primer año de la administración Obama se cumple el miércoles en medio del mayor rechazo visto a la agenda de un Presidente y el día antes, mañana martes, podría marcar también el final de esa agenda extremista y opuesta totalmente al sueño de Martin Luther King que hoy homenajeamos.

Barack Hussein Obama ya reconoce que el ObamaCare no cuenta con el apoyo de la mayoría de los norteamericanos, sino con su oposición, pero en su ofensiva condescendencia hacia nosotros, humildes mortales, dice que nos gustará cuando lo ponga en práctica, a pesar de que algunos impuestos entrarán en vigor de inmediato tres años antes de que los supuestos beneficios lleguen a quienes los pagaremos. Pero si mañana los votantes de Massachusetts miran al carácter como soñó el Dr. King, Scott Brown será electo y ello marcará el final de la súper mayoría Demócrata en el Senado y de la agenda socialista de Obama.

De ahí que ya se escuchen soluciones salidas de la Biblia de The Chicago Way, como demorar su toma de posesión y aprobar el ObamaCare en ese lapso de tiempo. Elló será un desafío descarado a la voluntad de la mayoría de los votantes de ese estado y desatará una tormenta política como no hemos visto desde que Richard Nixon despidiera al Fiscal Especial de Watergate Archibald Cox y un efecto dominó en noviembre de 2010 para aquellos demócratas como Evan Bayh y Blanche Lincoln si se prestan otra vez a la corruptela que significó el voto en el Senado el 24 de diciembre de 2009.

Mañana, los votantes de Massachusetts deben “actuar” sobre el sueño de Martin Luther King y juzgar por el carácter y no por el color de la piel. Porque al lanzarse ayer domingo en campaña en apoyo a Coakley, Obama ha convertido esa elección, en un verdadero referendo nacional sobre su carácter y su agenda. Y los votantes independientes, como siempre, llevarán la voz cantante en esta elección. Las últimas encuestas muestran que Brown está al frente 51 a 46% en general y entre los independientes el 61% lo favorece y sólo el 32 está por su contrincante.

Lo que sí ya está claro para todos, es que Obama no ha logrado el apoyo de la mayoría a su agenda extremista, sino que ha movido a la mayoría en la dirección contraria y eso es algo incuestionable suceda lo que suceda mañana en Massachusetts.

Nobama
Nueva York, 18 de enero de 2010