martes, 19 de julio de 2011

¿Dónde está el plan de los demócratas…? McConnell lo escribió por ellos…
¡Qué vergüenza!


Se espera que hoy los Republicanos en la Cámara de Representantes aprueben su plan Reducir, poner un límite y equilibrar (Cut, Cap and Balance); que lleve a una solución razonable de la controversia en el asunto del aumento de la capacidad de pedir prestado por el gobierno a la vez que reduce el gasto en la misma proporción que aumenta dicho límite e incluye una reforma constitucional que obligaría al gobierno a equilibrar el presupuesto de la nación y por supuesto los demócratas han prometido que votarán en contra y Barack Hussein Obama a su vez ha dicho que vetará el proyecto de ley en caso de que este logre superar el escollo que representa el Senado con mayoría demócrata.

Sin embargo a pesar de su rotunda oposición al plan, ni los legisladores demócratas ni Obama presentan un plan detallado como alternativa a la propuesta republicana. En el fondo, lo que sucede es que los demócratas y Obama desean mantener el estatus quo que ha prevalecido desde que el Tartufo ocupa la Casa Blanca: funcionar sin presupuesto y seguir pidiendo prestado y gastando sin medida aunque el país se arruine.

Para ellos no existen los gritos de Armagedón fiscal, ni de que los cheques de la Seguridad Social no llegarán a los pensionados y todas las demás calamidades que, como dicen, se avecinan si se llega al 2 de agosto sin alcanzar un acuerdo para elevar la capacidad de pedir dinero prestado, aquí no debemos perder de vista que la fecha del 2 de agosto no es fortuita, simplemente es que el 3 de agosto deben salir los cheques del Seguro Social y como siempre quieren utilizar el chantaje político. Tampoco les importa mucho que en los mercados financieros los índices estén en caída libre a causa del temor que han desatado de que no se podrían pagar los intereses de la deuda y que el país caería en la falta de pago (default) lo que a estas alturas todos sabemos que es una soberana mentira como ya hemos dicho anteriormente.

“Si al Presidente le llega a la firma el proyecto de la Cámara, lo vetaría”, dijo ayer la Casa Blanca; sin ofrecer contraoferta alguna al respecto. Por eso muchos se preguntan ¿dónde quedó el mantra del Hope and Change?

En realidad como dijo esta mañana el Representante Paul Ryan en una entrevista radial con Mark Levin, de vetar Obama el proyecto Republicano, caso de que este venciera el escollo del Senado, lo que estaría vetando es el concepto de gobierno limitado; es decir, se trataría de un veto ideológico: “Lo que mostraría es que básicamente el estaría vetando el gobierno limitado. Lo que estaría vetando es el concepto de que el gobierno debe vivir dentro de sus medios, lo que significa que para ello debe tener un tamaño limitado”, dijo entre otras cosas Ryan en la entrevista. Una persona con un mínimo de sensatez no puede menos que coincidir con la conclusión a la que llega Mark Levin en la entrevista: “Es un choque ideológico, entre el concepto de gobierno limitado contra el de enorme gobierno socialista”.

En esencia el proyecto de la Cámara establece recortes de hasta $1.5 miles de millones de millones (trillones) en gastos en los próximos 10 años a cambio de elevar el límite de la capacidad de pedir dinero prestado, más un tope límite de gasto igual al 20% del Producto Nacional Bruto (GDP), lo que significaría una rebaja del aberrante e insostenible gasto actual del 24%, además de una enmienda constitucional que obligaría a que el Gobierno tuviera un presupuesto equilibrado.

Claro está, que un plan como este, pensamos que jamás vería la luz más allá del Senado dominado por los Demócratas, de ahí que We The People demandamos de los demócratas y de Barack Hussein Obama que expongan concretamente cuál es su plan para evitar este Armagedón que ellos mismos han anunciado.

Por desgracia, el líder republicano del Senado Mitch McConnell, ha llenado esa falta de un plan demócrata, con uno que equivale a lo que podríamos llamar rendición preventiva, que socava el creciente impulso que se ha ido creando para recortes en los gastos y reformas reales. Quienes se oponen al plan McConnell le han llamado acertadamente “salir huyendo” (Cut and Run), porque de aprobarse le permitiría a Obama aumentar unilateralmente el tope para pedir prestado; sujeto, únicamente, a una “resolución de desaprobación” que el Congreso podría aprobar para teóricamente detenerlo. Como la resolución se sabe de antemano que sería vetada, ello equivale a una farsa política, un acto más del Teatro Kabuki al que los políticos nos tienen acostumbrados, en el que se simula oponerse a un aumento del tope del endeudamiento a la vez que se permite que ello suceda.

Cualquier miembro del Congreso que vote por el plan McConnell votaría no sólo para elevar el techo de la deuda, sino también para otorgarle a Obama la facultad exclusiva de hacerlo a su discreción, lo que representa una renuncia escandalosa a la responsabilidad otorgada por la Constitución a la Cámara de Representantes, lo que de hecho es una violación de la Constitución de los Estados Unidos, en particular en su artículo I, sección 8, que concede al Congreso el poder “para pedir dinero prestado sobre el crédito de los Estados Unidos”.

Pero lo que es aún peor, la “estrategia” de McConnell otorga al presidente mayor autoridad para pedir prestado y gastar en un momento en que el pueblo estadounidense eligió a un Congreso para hacer frente a las políticas de Gran Gobierno de Barack Hussein Obama. En pocas palabras, ningún republicano fue electo para darle a Obama más poder, sino todo lo contrario para restarle poder y así poder evitar que lleve este país al abismo. No en balde Nancy Pelosi y Harry Reid apoyan el Plan MacConnell.

Todo aquel que apoye este plan está haciéndole el juego a Obama y le proporcionaría una enorme victoria política. El momento no es para tocar a retirada. Este Congreso fue electo para controlar el desafuero económico de Barack Hussein Obama y sus compinches de la extrema izquierda demócrata y el mandato que recibió de We The People fue el de mantenerse firmes hasta que podamos barrer con esta crápula socialista enquistada en Washington.

Pero no todas son malas noticias, al momento de publicar este artículo el Senador Republicano Tom Coburn, un conocido halcón financiero, se reunía en con otros seis senadores de ambos partidos para tratar de encontrar un solución y predijo que en "las próximas 24 horas, tendría los 60 senadores necesarios" para aprobar su plan.

Todo depende de que no haya aumento de impuestos y sí recortes verdaderos.

Nobama
19 de julio de 2011

lunes, 18 de julio de 2011

“La búsqueda de la felicidad y la consecución del bienestar general” según la administración Obama


La Administración de Barack Hussein Obama destinó dineros de los contribuyentes para el financiamiento de un estudio “científico” destinado a examinar el efecto que produciría en la vida sexual y el bienestar general de un hombre gay el tamaño de su pene.

Este estudio fue uno de varios respaldados por los National Institutes of Health en los que la agencia ha estado malgastando el dinero de nuestros impuestos en un momento en el que nuestro país, gracias al despilfarro liberal de la izquierda demócrata desde que Obama asumiera la presidencia, está en una batalla campal por controlar la desbocada deuda nacional que sobrepasa ya con creces los $14 miles de millones de millones (trillones). La “erudita”, “enjundiosa” y “útil” investigación dio paso a un voluminoso informe titulado: La asociación entre el tamaño del pene y la salud sexual entre hombres que tienen sexo con hombres.

Entre sus “imprescindibles hallazgos para la salud nacional” el estudio mostró en sus conclusiones que los hombres gay que poseían un “pene por debajo del tamaño promedio” eran más propensos a colocarse “debajo” durante el acto sexual, mientras que aquellos que poseían “penes con un tamaño por encima de la media” fueron más propensos a colocarse “encima”. Aquellos que mostraron un pene con tamaño promedio se identificaron como “versátiles” a la hora del sexo; es decir que unas veces eran pasivos y otras activos, sin que se llegara a una determinación concluyente sobre qué factores determinaban esa versatilidad, por lo que suponemos que si no nos quitamos esta pesadilla enquistada en la Casa Blanca, probablemente el próximo estudio “científico” tratará de averiguar qué determina que esos “versátiles” hombres gay una veces prefieran estar debajo y otras encima.

Según la Coalición de Valores Tradicionales por lo menos $9,4 millones fueron destinados específicamente al tamaño del pene, pero que parece que este estudio forma parte de una investigación “post doctoral del programa de entrenamiento” del autor mucho más amplia, en la que los fondos destinados al financiamiento del estudio del tamaño del pene fue sólo una “pequeña parte”.

Según las mismas fuentes entre otros estudios en los que se utilizaron fondos federales; es decir de nuestros impuestos, hay uno que es una joyita en la búsqueda de la consecución del “bienestar general”: La conexión entre los anticonceptivos y la prevención de las enfermedades de transmisión sexual (STD) en… ¡Madagascar! (Puntos de admiración de Nobama).

El estudio, que fue publicado el año pasado en la revista Archives of Sexual Behavior, asegura que antes de este estudio había existido muy “poca investigación entre los hombres que tienen sexo con hombres para evaluar la asociación entre el tamaño del pene y la salud socio-sexual”.

Quizás todavía muchos recuerden las promesas de campaña del Tartufo, y decimos quizás porque los hispanos en este país hemos demostrado tener muy mala memoria cuando de Barack Hussein Obama se trata, por eso no vamos a referirnos específicamente aquí a esas promesas. Regresemos sólo un poquito en el tiempo, a principios de junio, cuando Obama y el vicepresidente Joe Biden hablaron de eliminar el despilfarro del gobierno y hacerlo más eficiente: “Enfocarnos en el desperdicio y hacer que el Gobierno sea más eficiente ha sido una prioridad de mi gobierno desde el primer día. Pero en la medida en que trabajamos para hacerle frente al déficit presupuestario, tenemos que subir nuestra meta”, dijo el Tartufo entonces. “Ninguna cantidad desperdiciada es aceptable, no cuando no se trata de nuestro dinero, no en un momento en el que muchas familias están reduciendo sus gastos”.

Pero Biden fue más allá que Obama, y dijo que la administración “cazará” todos los gastos innecesarios. “Durante mucho tiempo el gobierno federal ha permitido que miles de millones de dólares de los contribuyentes se pierdan en ineficiencias”, dijo Biden. “En los últimos dos años hemos estado reduciendo el desperdicio de dinero en todo el gobierno y hoy le estamos enviando a Washington el mensaje de que el Presidente y yo estamos comprometidos a cambiar la forma en que funciona el gobierno y estamos intensificando la caza de dólares malgastados”.

Claro está en esta advertencia no cabe algo tan importante para la “salud pública y el bienestar general” como el tamaño del pene de los hombres gay y las enfermedades de transmisión sexual en Madagascar y el que diga lo contrario no es más que un miserable reaccionario y discriminador de los gay de todo el mundo.

Nobama
18 de julio de 2011