viernes, 6 de noviembre de 2009

Algo de lo que esconde la Ley del ObamaCare de su Majestad Pelosi

Su Majestad Nancy Pelosi pretende conseguir los 218 votos que necesita para aprobar su Ley del ObamaCare ya para el domingo y someterla a votación en la Cámara ese mismo día. En los últimos días has estado desenfrenadamente tratando de convencer a los asustados Congresistas Demócratas conocidos como Blue Dogs, con cambios cosméticos al texto que les permita a estos votar a favor y darle la cara a sus irritados electores, para ello tendrá que violar (¿algo fuera de lo común, verdad?) su promesa de que el texto estaría al alcance de los legisladores y del público durante 72 horas antes de la votación en el pleno.

Pero lo importante no está visible, ni estará tampoco en esos cambios cosméticos ya mencionados. Oculto entre las casi 2,000 páginas del engendro Obama-Pelosi hay algo que, de saberlo, debía quitarles el sueño a esa enorme cantidad de votantes menores de 30 y a los hispanos que votaron para elegir a Obama. Entre las distintas provisiones que contempla el complicado código federal de impuestos, hay una disposición que establece lo que se llama el índice de inflación, que no es otra cosa que el % de inflación que cada año hace que el salario real disminuya y que en el código de impuestos se compensa para que el salario real no pierda su valor. Lo que quiere decir que al eliminarse esa provisión en esta Ley del ObamaCare, esos grupos poblacionales, generalmente los que menos ganan, verán que a pesar de que sus ganancias se eleven con el tiempo al no haber compensación en los impuestos, pagarán tasas más altas a pesar de que los aumentos en sus ingresos no serán reales.

La conspiración Obama-Pelosi-Reid para lograr suficientes fondos para que parezca que esta engendro malvado no aumentará el déficit, hace que la Pelosi haya ocultado deliberadamente dos importantes características de impuestos en su plan: el umbral de 500 mil dólares para el 5.4% de ingresos por pago de impuestos de sobrecargo en impuestos y el nivel de la nómina de pagos en la que las pequeñas empresas deberán pagar una nueva penalidad en los impuestos por no ofrecer seguros de salud. Esta es una sucia trapisonda política para sacarle más dinero anualmente a los trabajadores sin tener que hacer ninguna ley de aumento en los impuestos. Los efectos negativos que implican el no recomponer el índice de inflación con el tiempo transcurrido, produce una ganancia inesperada para el Gobierno con el paso de los años y una carga insoportable para los sectores menos afortunados de la sociedad, para los más jóvenes y para aquellos trabajadores en los sectores de salarios más bajos. El recargo que impondrá la Ley del ObamaCare de Pelosi se estima que elevará la recaudación del gobierno en 460 mil millones de dólares en 10 años, pero sólo será de 30 mil millones dólares en 2011 y alcanzará los 68 mil millones de dólares para el 2019, según el Joint Tax Committee (Comité Conjunto para los Impuestos).

Los norteamericanos de más edad ya han conocido este viejo y sucio truco de los Demócratas en otras épocas. Por ejemplo, en 1960, sólo el 3% de los contribuyentes pagaron un 30% o más por concepto de tasa marginal de impuestos. Para el 1980, después de la enorme inflación de los 70, la cifra estuvo cerca del 33%, según un análisis de la Fundación Heritage.

Estos silenciosos aumentos en los impuestos, que obligaron a que más norteamericanos pagarán impuestos más altos sobre ganancias inexistentes en sus ingresos, fueron vistas ampliamente como algo injusto y reprensible, pero que ningún gobierno ni congreso demócrata Carter incluido quiso cambiar. Pero afortunadamente llegó Reagan a la Presidencia y en 1981, como parte de sus recortes en los impuestos, una coalición bipartidista votó por reestablecer los índices de inflación en los diferentes niveles de ingresos en función de los impuestos (tax brackets).

También sabemos lo que sucedió con el Impuesto Mínimo Alternativo (Alternative Minimum Tax), el cual fue aprobado en 1969 para golpear sólo al 1% de los norteamericanos, el IMA tampoco contempló el ajuste de los índices de inflación entonces, ni tampoco cuando Clinton en 1993 aumentó la tasa del IMA. La cantidad de familias golpeadas por este impuesto en las sombras fue más del triple en la siguiente década. En la actualidad, a menos que el Congreso pase anualmente una enmienda o parche, aquellas familias con ingresos tan bajos como $75 mil al año pueden ser golpeados por este engendro que los demócratas se niegan a eliminar, por lo que han boicoteado históricamente todos los intentos por hacerlo.

Pues bien, el recargo de impuestos de la Ley de Pelosi y Obama tendrá un efecto similar. El impuesto comenzará en 2011 sobre ingresos superiores a $500 mil para solteros y de $1 millón para casados y parejas. Si asumimos que para la próxima década habrá una tasa de inflación del 4% anual, esos $500 mil para un individuo tendrá un impuesto de $335 mil sin el ajuste para el 2020 y si a ello le agregamos que una familia promedio en los Estados Unidos cuenta con al menos 4 integrantes, no es muy difícil comprender los apuros que pasarán con el vertiginoso aumento del costo de la vida que sufrimos anualmente. ¿Qué sucedería entonces a aquellas familias que ganan menos de esa cantidad o que se sostienen con el salario mínimo? Lamentablemente, en el caso de los hispanos, el Caucus Hispano les esta haciendo un flaco favor y han armado una revuelta, no para cambiar este aspecto que realmente será un mazazo en las cabezas de sus hermanos, sino porque presionados por LULAC, La Raza y otros pajaros de cuenta similares, no quieren que en la Ley aparezca la disposición, apoyada por la Casa Blanca, que prohibe que los inmigrantes ilegales compren seguro médico a través del llamado intercambio gubernamental (Opción Gubernamental).

Además está la penalidad en las nóminas de los negocios, la cual se impondrá en una escala deslizante que comienza en una tasa del 2% para firmas con una nómina de $500 mil y se elevará hasta el 8% en firmas con nóminas por encima de los $750 mil. Pero esas cifras tampoco recibirán ajuste alguno por inflación, por lo que siguiendo con el 4% de tasa de inflación promedio en 10 años, golpeará a las nóminas entre los $335 y los $510 mil en dólares actuales, que para entonces habrán perdido aproximadamente un 30% de su valor, si no más.

Este silencioso regreso a la práctica de no indexar los ingresos según la inflación, demuestra una vez más el violento y totalitario radicalismo oculto en el ObamaCare. Con esta silenciosa omisión, los Demócratas rechazan un consenso bipartidista que data de 30 años, destinado a compensar una injusticia en la relación salario real-impuestos producto de la inflación, lo que, como decía, golperá en sus cimientos a millones de norteamericanos, de clase media y baja, con impuestos que la propaganda Obámica del Change We Can Believe In les prometía que sólo afectarían a “los ricos”; quienes, francamente, serán quienes menos sufran aunque sean los que más tengan que pagar, simplemente porque son los que tienen más, y que Dios se los bendiga porque supieron triunfar, que de eso se trata el Capitalismo. No de nivelarnos a todos como pobres como pretenden hacer Obama y Pelosi el sábado con su Ley del ObamaCare.

Aaron Mayer
Washington, DC, 6 de noviembre de 2009

jueves, 5 de noviembre de 2009

Obama no va a Berlín, pero sí a Copenhagen

Barack Hussein Obama, si buscó el tiempo para ir a Copenhagen a cabildear para que le otorgaran a la ciudad de Chicago la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, pero ahora parece que no encuentra el tiempo para ir el 9 de noviembre a los festejos por el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín. ¿Pueden ustedes creerlo?

La Canciller alemana Angela Merkel, lo invitó especialmente y su respuesta fue que estaba muy ocupado. ¿Si pudo disponer de 24 horas para Copenhagen en medio de las mismas circunstancias de hoy, por qué no hacerlo por Berlín en fecha tan importante? ¿El Presidente de los Estados Unidos dando una excusa pueril para no estar presente en esa ciudad símbolo de la libertad cuando celebra la caída no sólo de un símbolo de opresión, sino de todo el andamiaje opresivo del totalitarismo comunista? ¿Saben ustedes por qué? Porque Ronald Reagan estará presente allí repitiendo otra vez: “Mr. Gorbachev, tear down this wall”.

Y es tan mezquino este patán en la Casa Blanca que no soporta la idea de tener que recordar y alabar la memoria de un verdadero Presidente de los Estados Unidos, no de una estrella de Rock como él, y por demás mediocre. Obama sabe que sería eclipsado por el recuerdo de este gigante de la libertad y porque, además, en el fondo él tiene la misma idea totalitaria del dominio del Estado sobre el individuo y sus libertades. Pero hay más, él sabe que allí estará también John F. Kennedy exclamando en la Puerta de Brandeburgo: Ich Bin Ein Berliner.

Verse eclipsado por la talla de dos Presidentes verdaderos es demasiado para él y su ego se vería sumamente lastimado porque no sería el centro de la atención y porque nada tiene que mostrar a un año de sentarse en la misma oficina que esos dos gigantes que lo antecedieron. En todo caso se sentiría avergonzado de la comparación necesaria que harían los berlineses de lo que dijo el 24 de julio de 2008 a una muchedumbre de 200 mil personas en el Tiergarten de Berlín y de las políticas que ha llevado a cabo desde que asumió la presidencia.

El año pasado, Obama le dijo a los berlineses que ellos y nosotros éramos los “herederos de aquella lucha por la libertad”, pero este año, él si ha encontrado el tiempo para apaciguar a cuanto régimen dictatorial y autoritario se le ha ocurrido. Pero no para ir a Berlín a honrar a quienes hicieron posible una Europa más libre y más próspera.

¿No es una vergüenza?

Barack Hussein Obama, pasará a la historia como uno de los Presidentes que más daño le hiciera a esta nación y al mundo y seguramente ni Michael Moore podrá juntar los pedazos rotos de su legado para hacerle un tributo cuando ya no esté, como este que Jason F. Wright hizo del enorme Ronald Reagan y que pueden apreciar a continuación.

Nobama
Nueva York, 5 de noviembre de 2009

miércoles, 4 de noviembre de 2009

The Thrill Is Gone, Mr. President


You know I'm free, free now baby
I'm free from your spell
I'm free, free now
I'm free from your spell
And now that it's over
All I can do is wish you well

The Thrill is Gone

BB King


Same dances in the same old shoes
Some habits that you just can't lose
There's no telling what a man might lose,
After the thrill is gone.

After The Thrill Is Gone
The Eagles

Hoy es miércoles 4 de noviembre y parecería que se tratara de un miércoles cualquiera. Pero no lo es, hoy hace un año que Barack Hussein Obama, ganó las elecciones presidenciales y ese día, que fue martes, parecía que había hechizado a la mayoría de los estadounidenses que con su voto lo eligieron a pesar de que era obvio que se trataba del político más radical que se postulara para encabezar la nación y de que nada había en su currículum que indicara que su presidencia estaría a la altura de los retos que enfrentamos aquí y en el mundo después del 11 de septiembre de 2001. Pero, a pesar de todo, su hechizo funcionó.

Anoche, una noche de martes un año después, The Thrill Is Gone. De pronto su hechizo parece haber sido conjurado por la mayoría y perdió dos importantes citas electorales en Nueva Jersey y Virginia. En el primero de esos estados hizo campaña hasta el agotamiento, por el corrupto Jon Corzyne y hasta prestó su voz de Flautista de Hamelin, para realizar llamadas automáticas (Robocalls) a los votantes, hablándoles de lo importante que era reelegir al Gobernador Demócrata. Casi todos los expertos (pundits) en la política del llamado Estado Jardín con los que hablé me aseguraron que Corzyne ganaría, aunque por un estrecho margen, porque Obama se había empleado a fondo en su apoyo y en noviembre del año anterior había ganado el archiazul estado por una diferencia de 15 puntos. Luego, ¿qué pasó anoche?

La invencibilidad de Obama parece haber perdido su poder. La gente puede argumentar las razones por las que estas elecciones, todas en lugares que Obama ganó cómodamente, fueron perdidas por los demócrata. Lo cierto es que si él todavía fuera la “maravilla política” que lo llevó al triunfo el año pasado, estas elecciones no debían haber sido ni siquiera competitivas para los Republicanos, sino todo lo contrario: un paseo para los Demócratas. De manera que la primera conclusión que podemos extraer después de este día de elecciones es que ayer fuimos testigos del final de su “hechizo político especial”. Y, francamente, debo confesar que ello no es ninguna sorpresa para mí, porque como he escrito muchas veces con anterioridad: su “magia” no era otra cosa que una suerte de espuma marina en la cresta de una ola, levantada por sus asesores de campaña y la “Gran Prensa norteamericana” que quiso y logró hacer ver que era un iluminado, un profeta elegido por gracia divina.

Pero lo cierto es que como dijimos en el 2008 y hemos repetido hasta el cansancio, Obama no estaba listo para ser Presidente, era y es un organizador comunitario con la quimera de implantar las ideas aprendidas de sus mentores radicales como Alinsky y Jeremiah Right. Como ya se ha dicho antes y citando al maestro Chuck Krauthammer: “Obama, Mesiah No More”. Y yo le agregaría: Vaya, vaya... si es un político demócrata igual a los demás, siguiendo las lecciones aprendidas con los maestros del Chicago Way.

Otra razón importante de la debacle demócrata de ayer es que como a Obama, sólo le interesa Obama y lo demás tiene que supeditarse a sus obsesivos programas gubernamentales como el ObamaCare y el Cap & Trade, las campañas demócratas en Virginia y Nueva Jersey versaron sobre las ideas Obámicas principalmente y no en los problemas específicos que aquejan a esos estados en esta crisis por la que atravesamos, todo lo contrario a lo que hicieron los candidatos Republicanos cuyas plataformas, lejos de perderse en vagas generalizaciones se dirigieron a los problemas específicos a los que día a día se enfrentan sus ciudadanos y simplemente... ¡Ganaron!

Por último, Obama ha perdido a los votantes independientes que en definitiva fueron quienes lo eligieron y estos, al escuchar sus discursos de campaña en los estados en juego, comprendieron que la resistencia a esa agenda de extrema izquierda, a ese Cambio que no fue el Cambio por el que votaron, está precisamente en los Gobiernos Estatales y en las prerrogativas que les ofrece la Constitución y han comenzado a rectificar su error y a la vez enviándole un mensaje alto y claro a los legisladores de cualquier partido: “Miren a ver como votan porque en un año podemos despedirlos como hicimos hoy con Corzine”.

Los otros que tienen que aprender bien la lección en estas elecciones son quienes dirigen el Partido Republicano. A pesar de que el candidato conservador Hoffman no ganó en el distrito 23 de Nueva York, no pueden desconocer que su base natural conservadora les indica el camino a seguir y saben muy bien que Hoffman no ganó, en gran medida por culpa de ellos mismos, al apoyar a la liberal Scozzafava, quien después de abandonar la lid declaró su apoyo al candidato Demócrata, lo que representó, sin dudas, una situación de inestabilidad para muchos Republicanos. Si vemos los resultados de esta inusual elección para el Congreso el candidato demócrata vencedor obtuvo el 49% de los votos, Hoffman el 46 y la misma Scozzafava un 7%, de ahí que si sumamos los votos de estos dos últimos veremos que la mayoría votó en contra del vencedor. Si los Republicanos ignoran que sólo energizando su base natural pueden ganar elecciones, tendremos Pelossi para rato en el Congreso y a Obama, al menos 8 años en la Casa Blanca.

Si ellos no ven esto claro, deben dejarle el camino libre a los que sí lo ven. La mayoría de los norteamericanos está harta ya y está empezando a mostrar su deseo de revertir el daño que Barack Hussein Obama y el Congreso Demócrata le están inflingiendo a la nación norteamericana.

Que se unan al coro y le digan al Presidente y al Congreso: Señores el experimento socialista ya fracasó, por eso es que The Thrill is Gone. ¿Dou You Get It Now? Eso es lo que esperan los votantes y ayer lo demostraron, esperemos que los hayan escuchado, porque hablaron bien alto y bien claro.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 4 de noviembre de 2009

lunes, 2 de noviembre de 2009

Ave, Caesar, morituri te salutant

Que la Obamahisteria recorre a la izquierda, como un fantasma, es ya un lugar común. Pero hay fases de esta letal enfermedad que afectan las vidas de nuestros bravos soldados en los Frentes de Guerra contra el Terrorismo Islámico y nuestra Seguridad Nacional. Este excelente post de nuestra querida amiga Isis Wirth en su blog , La Reina de la noche, es una muestra palpable de ello. Como en la época romana gritaban los gladiadores, hoy este falso Caesar pretende que nuestros militares también exclamen resignados a su destino, "Ave, Caesar, morituri te salutant". A esta falsa deidad le importa un bledo qué es lo correcto para nuestra seguridad nacional y la vida de nuestros soldados, al Obamacaesar sólo le interesa el Obamacaesar y nada más. Que para eso está junto a Júpiter, que de paso debe cuidarse porque en cualquier momento comienza a propugnar Change We Can Believe In.

Nobama
Nueva York, 2 de noviembre de 2009

Es hora de ponerse para la concreta...


Martha Beatriz Roque Cabello es una de esas valerosas personas que día a día nos dan lecciones de dignidad y valentía, sin aspavientos ni perfomances. Gracias a nuestra estimada Zoé Valdés por el llamado al orden que nos hace a todos en su blog, muy a la cubana, como debe ser. Por lo pronto colocamos un link al blog de Martha Beatriz Roque Cabello y sugerimos al resto de nuestros colegas que hagan lo mismo.

Mención aparte para nuestra querida amiga Melekiop que, como ya hemos dicho alguna vez, nos enriquece con su erudición e incansable búsqueda de lo que merece nuestra atención.

Por cierto, una muestra palpable de lo que nuestra amiga Zoé nos dice está hoy en el cínico artículo del no-mensch Arturo López-Levy, con el que el no menos cínico portal Cubaencuentro.com abre su página hoy. Extraña manera de entender la libertad la de esta gente.

Nobama
Nueva York, 2 de noviembre de2009