jueves, 4 de agosto de 2011

Happy Birthday to me


Happy Birthday to me,
Happy Birthday to me,
I’m narcissistic you see,
Happy birthday to me.

Es el romance perfecto: un hombre al que le encanta ser amado y del que su mayor fanático es… ¡Él mismo!

En otros tiempos, normales digamos, algo que hoy ya nos parece muy lejano, habríamos celebrado el cumpleaños del Presidente en ejercicio con un pastel y velitas, pero tratándose de este Tartufo, granuja cuya obsesión es hundir al país y crear el caos para pescar en río revuelto; francamente la mayoría no tenemos ningún deseo de celebrar. Cómo podríamos celebrar a un personaje obsesionado consigo mismo. No importa que las noticias para el país sean terribles; ni que la economía esté en picada. El tema favorito para Barack Hussein Obama fue, es y será Barack Hussein Obama. En sus primeros 41 discursos en 2009, Obama habló acerca de él mismo alrededor de 1,200 veces, 1,198 para ser exactos. Y quien pudo oírlo ayer en su fiesta con sus compinches de Chicago habrá podido apreciar que prácticamente rompió su propio récord anterior: más de 100 veces nos dicen.

Guatacas, manengues, chicharrones y "jala levas" de todo tipo le pasaron anoche la lengua sin cesar.

¡Qué tristeza!

Nobama
4 de agosto de 2011

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Paisaje después de la batalla?
Una promesa de aumentar los impuestos


La batalla sobre el aumento del tope de la deuda finalizó ayer en la mañana y Barack Hussein Obama firmó rápidamente el proyecto de ley inmediatamente después de su aprobación en el Senado; pero más rápido aún volvió a declarar la Lucha de Clases como centro de su agenda política.

Desde el Jardín de las Rosas, el Tartufo declaró enfáticamente: “No se puede cerrar el déficit con sólo recortes en los gastos”, código obámico para “hay que subir los impuestos”, porque, como sabemos, los demócratas de hoy, con Obama a la cabeza, utilizan el viejo manual maoísta-leninista de nombrar con eufemismos y demagogia lo que no es políticamente popular entre el pueblo. De manera que seguidamente se lanzó en su diatriba, convertida ya en eslogan electoral, de: “Los estadounidenses más ricos y las grandes corporaciones más grandes deben pagar lo justo de acuerdo a lo que reciben”. No importa que el aumento de impuestos que propugna pulverizaría a los pequeños negocios, mientras hurga en los bolsillos de gente que en forma alguna están en el grupo al que llama “los estadounidenses más ricos”.

De lo que ayer fuimos testigos fue de lo que será el discurso básico de campaña de Barack Hussein Obama en su búsqueda de la reelección en 2012: La retórica de “Hay que exprimir a los ricos para proteger a la clase media”.

Que a nadie le quepa duda alguna de que el discurso de ayer del Tartufo dio comienzo real a la campaña electoral. Las líneas para la nueva batalla ya se están definiendo y versarán principalmente sobre cómo hacer que la economía crezca y salga del lamentable estado en que se encuentra.

Por un lado la extrema izquierda encabezada por el Camarada Obama clamará por más gobierno y más impuestos; y del otro We The People que queremos menos gobierno y por ende recorte en los gastos, reducción de la deuda y no aumento de impuestos. El “Gran Líder” Camarada Obama llamó ayer a lo que suena como un segundo paquete de estímulo económico. A él, no le importa la pésima situación económica a la que nos ha llevado su no menos pésima gestión desde que tomó posesión y sus mal llamados paquetes de estímulo.

Tampoco le importa que después de más de dos años de gastos masivos de su “estímulo económico” el desempleo esté en un 9,2%; que el crecimiento del Producto industrial bruto (PIB) sea casi inexistente y que el último informe sobre el sector manufacturero muestre que éste está en caída libre lo que augura una recesión doblemente profunda.

Quizás Barack Hussein Obama ni siquiera se haya dado cuenta, tan enorme es su ego, que el país ya está harto de él y de su trasnochada retórica maoísta-leninista.

En Nobama no nos gusta hacer predicciones, pero al igual que anunciamos que en las parciales del 2010 Obama y su Partido recibirían una paliza histórica, en las generales de noviembre de 2012 la carnicería será de proporciones bíblicas. Barack Hussein Obama se está hundiendo, y su nivel de aprobación en todas las encuestas serias es ahora, cuando falta más de un año para las elecciones, de un lamentable 40%, lo que lo coloca de lleno en el territorio recorrido por Jimmy Carter en su no menos lamentable presidencia.

El paisaje después de la batalla entonces será el de la cordura y el de la recuperación de los valores de esta gran nación, lo mismo que sucedió en 1979 cuando Ronald Reagan envió al manisero de regreso a su granja en Georgia.

Nobama
3 de agosto de 2011

lunes, 1 de agosto de 2011

Same Old… Same Old Sh… 2.0 ó
Perro huevero… aunque le quemen el hocico…


El pasado sábado, en medio del debate en el Senado acerca de la propuesta de Ley presentada por el Senador Harry Reid que finalmente, como se anunciaba, no fue aprobada, el Senador por la Florida Marco Rubio dijo entre otros certeros señalamientos que en el Senado habían pasado “822 días sin que se presentara presupuesto alguno, a pesar de que muchos senadores habían expresado su preocupación” de que el Gobierno estuviera funcionando sin el mismo, agregando que él “sabía desde el principio que los demócratas tratarían de forzar un voto sobre la deuda a sólo minutos antes de que se venciera el plazo”.

Como sabemos, ayer en la noche Barack Hussein Obama anunció en conferencia de prensa que por fin se había llegado a un acuerdo en relación con el aumento del tope de la deuda de los Estados Unidos y, de inmediato, el cacareado “compromiso” recibió el elogio del New York Times y del Washington Post, amen del de muchos políticos y legisladores, curiosamente todos viejos camajanes de la mecánica washingtoniana que es la que, “con la siempre desinteresada ayuda” del Camarada Obama ha llevado a este país al borde de la quiebra y del abismo. Veamos entonces cuál es el “celebrado” compromiso alcanzado entre el líder de la minoría republicana en el Senado Mitch McConnell y el Vicepresidente Biden que fueron los negociadores:

–Un aumento del tope de la deuda de $2,4 miles de millones de millones (trillones): $900 mil millones de inmediato y $1,5 miles de millones de millones (trillones) el año próximo.

–Una reducción de gastos de al menos $ 2,7 miles de millones de millones (trillones) en 10 años: una inmediata de $1,2 miles de millones de millones( trillones) y otra de $1,5 miles de millones de millones (trillones) con fecha tope el Día de Acción de Gracias.

–Que la segunda ronda de reducción de gastos será decidida por un comité bipartidista especial, con un plazo para actuar que culmina el día de Acción de Gracias de 2011.

–Si ambas cámaras del Congreso no aprobaran las recomendaciones de este comité para el 23 de diciembre, ello dispararía la reducción automática del gasto en $1,5 miles de millones de millones (trillones) que se repartirían un 50% en gastos militares y el 50% restante en gastos no militares que afectaría al Medicare, Medicaid y otros programas “sociales” muy apreciados por los demócratas.

Pero resulta que We The People estamos ya hasta los co… de esta caterva de inmorales y corruptos políticos que medran en ambos partidos y hablamos alto y claro en las elecciones parciales del pasado noviembre y hay que decir con altísimo orgullo que esa nueva sangre que llevamos a Washington ha revolucionado el aburrido y gastado discurso político en el Congreso, por lo que hoy, entre otras cosas, ya no se discute acerca de “gastar” sino de “reducir gastos”; esta nueva hornada de Congresistas y Senadores hacen que ya suenen huecos los eufemismos a los que los viejos camajanes nos tienen acostumbrados, así cuando Obama habla de “solución balanceada” con incorporación de “ingresos” le rectifican la plana y aclaran siempre que lo que quiere decir es “solución con los viejos trucos presupuestarios para no reducir gasto alguno” y “aumento de impuestos”.

El cambio, el verdadero, no el obámico, llegado el pasado noviembre a Washington provoca situaciones no vistas antes en el Congreso, de manera que al Speaker John Boehner no pudo “venderle” este acuerdo a la bancada republicana conservadora, por la ya expresada oposición de los nuevos integrantes de la misma, principalmente por el mecanismo de gatillo incorporado al “compromiso” y a ese “Súper Congreso” al que no se le podrá enmendar la plana, sino que habrá que votar Sí o No a lo que recomiende. Y los números del resultado de la votación en la Cámara son, en ese sentido, realmente reveladores: En las elecciones del pasado noviembre los Republicanos se hicieron de la mayoría en esta parte de la rama legislativa al obtener 63 nuevos asientos en la misma; pues bien en esta votación 66 Representantes republicanos votaron No, 3 más de los electos en 2010 y 174 votaron Sí, por lo que necesitaron de los demócratas para alcanzar los 218 votos necesarios para aprobar el acuerdo como proyecto de Ley que ahora pasa al Senado en el que lo aprobará sin dificultades. De manera que la pregunta que surge de inmediato es ¿por qué el Speaker no logró alinear a los “freshman” para votar por el plan?

En primer término, porque la reducción en los gastos de “dólar por dólar” no es real. Obama logra el aumento del techo de la deuda en $900 mil millones de inmediato a cambio de $1 mil millones de millones (trillón) en reducción de gastos prorrateados en un período de 10 años y, como sabemos, “rebajas” futuras en el gasto del gobierno jamás se materializan.

Las causas reales del gasto desenfrenado del gobierno no se enfrentan realmente. Los llamados “entitlements” (programas como Medicare, Medicaid y otros) que necesitan una reforma inmediata para controlar el gasto y para que puedan sobrevivir se dejan intactos; así como intactas quedan las bases del procedimiento presupuestario del gobierno, por lo que el aumento del gasto gubernamental y no la reducción seguirá siendo el principio del que parte el presupuesto y, por esa razón principalmente, el riesgo de una democión en la calificación de crédito sigue latente y todo parece indicar que será rebajada de AAA a AA.

Los niveles de gasto del llamado Estímulo de Obama quedan así firmes y de forma permanente para los futuros modelos de gastos gubernamentales. Por lo que el tope de la deuda aumenta en una trayectoria sostenida: el aumento de los $900 mil millones no durará ni siquiera un año, sino que como ya vimos se verá aumentada en $1,2 miles de millones de millones para que llegue a las próximas elecciones.

La cacareada afirmación de que en este acuerdo no existe un aumento de impuestos es simplemente una apariencia o como se dice aquí “smoke and mirrors”, ya que el órgano independiente del Congreso que valora económicamente las leyes (CBO, Oficina del Presupuesto del Congreso), proyecta que la rebaja de impuestos del Presidente Bush no será extendida y de ser ello así, ello representará un enorme aumento en los impuestos y no precisamente para los “ricos” como llama Obama a una familia de 4 que tenga ingresos de $250 mil al año.

Y por último, el hecho de que el 50% de las rebajas que se dispararían de no aprobarse las recomendaciones del “Súper Congreso” se harían en los gastos de la Defensa, sin que exista ningún razonamiento estratégico para establecer esa cifra y lo que es más importante: el gasto en la defensa en este mundo en que vivimos, el real no el ficticio de Obama, no es un programa más en el que se despilfarra el dinero de nuestros impuestos. Quienes están a favor de este acuerdo, que probablemente mañana mismo esté a la firma de Obama, confían en los Republicanos que integrarán el “Súper Congreso” evitarán reducciones masivas en el presupuesto de Defensa, lo que significa como dijo John Bolton que sus integrantes “tendrán la seguridad futura de este país sobre sus hombros”.

We The People, debemos mirar atentamente a quiénes voten a favor y en contra de este peligroso engendro y asegurarnos de que en noviembre de 2012 logremos un Obama No More en la Casa Blanca y un Harry Reid y Mitch McConnell No More en el Senado, y por que No un John Boehner No More en la Cámara, de ello depende en gran medida la salvación de esta nuestra Gran Nación Americana como la conocemos.

Nobama
1ro de agosto de 2011