lunes, 25 de julio de 2011

Barack Hussein Obama:
Same Old… Same Old Sh…


Barry The Liar o Barack, El Mentiroso, volvió a repetir el mismo guión esta noche en su mensaje a la nación sobre la deuda. Este mensaje no se diferencia prácticamente en nada de lo que le hemos venido escuchando en los últimos días, a saber: la culpa la tiene George W. Bush, hay que aumentar los impuestos y el gasto en el gobierno aumentando el tope de la deuda, y, por supuesto, no presentó idea o plan concreto alguno. En resumen, como Fidel Castro, todos tienen la culpa menos yo.

De manera que no perderemos el tiempo en analizar lo dicho por Obama, porque ya eso lo hicimos en nuestros anteriores artículos sobre el tema, sino que nos concentraremos en analizar las bases de la nueva propuesta del Speaker de la Cámara de Representantes acerca de la deuda de los Estados Unidos a la que Nobama tuvo acceso. El Speaker Boehner ha dado a su plan el sugerente título de Enfoque en dos etapas para que el Presidente Obama asuma la responsabilidad.

La propuesta que, según fuentes, cuenta con amplio apoyo entre los republicanos de la Cámara y el Senado, centra su esencia en colocar a Barack Hussein Obama en una posición en la que si realmente desea un aumento en el tope de la deuda, tendrá que ceder ante la opinión de la mayoría de los norteamericanos que exige una reducción del gasto público y reformas verdaderas en la forma de conducir el gobierno. Este enfoque en dos pasos satisface los criterios de los republicanos en la Cámara de hacer recortes en los gastos que sean mayores que cualquier incremento del tope de la deuda; la aplicación de topes en los gastos para limitar el gasto futuro, y promover la aprobación de una enmienda constitucional que exija del Gobierno Federal un Presupuesto Equilibrado, todo ello sin aumentar los impuestos ni a las familias norteamericanas y al sector privado creador de empleos. Si bien este plan no es el aprobado por la Cámara de Reducir, Poner un límite y Equilibrar, es uno que refleja los principios de la propuesta de Ley a la que Harry Reid no se atrevió a dar el curso parlamentario normal en el Senado.

Básicamente la propuesta de John Boehner contiene los siguientes elementos:

-Recortes que sobrepasan el aumento en el deuda. La propuesta reducirá y limitará de inmediato el gasto discrecional, lo que representa un ahorro de $1,2 miles de millones de millones (trillones) en un período de 10 años y aumentaría el tope de la deuda en menos de $1 mil millones de millones (trillón).

-Topes para controlar el gasto futuro. La propuesta impone topes de gasto que establecerán límites claros en el gasto futuro y que servirán de barrera contra la expansión del gobierno, mientras la economía crece. El no mantenerse en por debajo de esos límites activaría automáticamente reducciones en todas las áreas.

-Enmienda Constitucional para un Presupuesto Equilibrado. La propuesta exige que la Cámara y el Senado, voten esta enmienda después de octubre de 2011, pero siempre antes de que finalice el año, lo que permitiría que el pueblo norteamericano consiguiera suficiente apoyo entre sus legisladores para esta reforma de gran popularidad entre los votantes.

-Reformas y ahorros en los llamados Entitlement (Seguro Social, Medicare y Medicaid). En la propuesta se crea un Comité Conjunto del Congreso que debe hacer una propuesta para reducir el déficit en al menos $1,8 miles de millones de millones (trillones) en 10 años. Ambas cámaras deberán votar la propuesta sin introducir enmiendas a la misma. Cada Cámara votaría la propuesta de la Comisión Mixta sin ninguna modificación. Si la propuesta es aprobada, el Presidente estaría autorizado a solicitar un aumento del límite de la deuda de $1,6 miles de millones de millones (trillones).

-No aumento de impuestos. La propuesta no incluye aumento de impuestos alguno, un principio fundamental por el que los republicanos han estado luchando desde el primer día.

Lo anterior son, en esencia, los componentes del Plan Boehner. Y lo más importante del mismo es que le niega a Barack Hussein Obama lo que realmente él quiere conseguir. En primer término un acuerdo que eleve el tope de la deuda más allá de 2012, de manera que no tenga que verse obligado a discutir el tema durante la campaña; en realidad este mentiroso compulsivo está más preocupado por su reelección que lo que pudiera suceder al país y además, lo que para él no es menor importante, porque está directamente conectado con satisfacer a la extrema izquierda del Partido Demócrata, su base natural: un aumento de impuestos a los que él llama “ricos”, que destruiría millones de empleos y según cálculos conservadores podría disparar el desempleo a cifras no vistas desde la llamada Gran Depresión.

Lamentablemente, a pesar de sus méritos este plan tiene un elemento que hace que desconfiemos que el resto de los puntos relativos a la verdadera solución de la descomunal deuda en la que está sumido el país no queden en letra muerta. Un punto que vuelve a poner a la zorra como vigilante del gallinero. Esta suerte de “Súper Congreso” que resulta de la creación esa famosa comisión de la que habría que aceptar sus propuestas sin que pasaran por el proceso legislativo normal, algo que además muchos especialistas consideran inconstitucional.

En resumen, estamos de regreso al punto inicial y cada vez se hace más evidente que si los Republicanos se mantienen firmes, a Obama y a los Demócratas no les quedará otro remedio que aceptar una propuesta que verdaderamente resuelva el problema, cuando vean que la época de los trucos politiqueros ya es historia y que esta vez no nos embutirán su agenda de extrema izquierda como hicieron con el ObamaCare.

Nobama
25 de julio de 2011