domingo, 24 de julio de 2016

EL NUEVO PARTIDO DEMÓCRATA - UN LLAMADO AL SOCIALISMO TOTALITARIO Y A LA REVOLUCIÓN MUNDIAL A TRAVÉS DEL GLOBALISMO Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL.



Este editorial de la "ilustre Junta Editorial de El Nuevo Granma" está obviamente dirigido al votante no informado, claro está hispano y de recién incorporación a la actividad política al hacerse ciudadanos en una masiva campaña de desinformación dirigida por estos mismos medios complacientes y repetidores de las consignas de la extrema izquierda demócrata. Todos estos días, durante la Convención Republicana, han estado acusando al GOP de corrupción y de designios oscuros para la democracia norteamericana. Han estado acusando al GOP y fundamentalmente a su nominado, Donald Trump, de jugar sucio para eliminar a sus oponentes. Las acusaciones de falta de transparencia no han cesado, sin embargo, hoy en la mañana nos hemos despertado con la noticia de que la Presidenta del Comité Nacional Demócrata Debbie Wasserman Schultz, ha sido eliminada de su papel presidencial en la Convención, después de que los email filtrados mostraran claramente que trabajaba en contra de Sanders para nominar a la candidata Hillary Clinton. Mal comienza la Convención con un escándalo de corrupción de tal envergadura. Me imagino que los "ilustres Junteros de El Nuevo Granma" deben estar en medio de casi una apoplejía al demostrarse, una vez más, que ese es el Partido de la Corrupción y del Elitismo. Como no habría de serlo con una nominada como la Corrupta Clinton que debía estar en este momento oyendo la acusación en su contra por poner en peligro nuestra seguridad nacional. Que mal está este Partido que hace 56 años cuando John F. Kennedy fue electo como el Presidente número 35 de la nación americana, era el líder de un partido democrático que creía en el capitalismo y cuya plataforma incluía recortes de impuestos para generar crecimiento económico, una fuerzas armadas vigorosas que podrían ser utilizadas para parar el expansionismo comunista y un patriotismo del que Estados Unidos se sentía orgulloso por nuestros logros, victorias y generosidad.

¿Qué diría John F. Kennedy de ese cambio radical en su Partido?

¿Qué diría, por ejemplo, al ver que más miembros del Partido Demócrata en Iowa en este año del señor de 2016, se identifican más con el Socialismo que con el Capitalismo? Un impactante 43% en los caucus demócratas de Iowa se identifican a si mismos como socialistas. ¿Qué diría John F. Kennedy si viviera de todo ello y más? Sí, porque hay más. Hoy en la Casa Blanca hay un Presidente Demócrata que constantemente se disculpa por el comportamiento de los Estados Unidos, que se revuelca en la misma cama con aquellos que odian a nuestra nación profundamente, como el régimen dictatorial de los Castro, y con otros, como Irán, que gritan que quieren nuestra muerte. ¿Qué diría John F. Kennedy si viviera?

Les invito a hacer un ejercicio de aprendizaje histórico, desempolven la plataforma política del Partido Demócrata en el año que llevó a Kennedy a la presidencia y compárenla con esta de hoy fuertemente influenciada por la extrema izquierda representada por Bernie Sanders y Elizabeth Warren. Los invito a que se informen adecuadamente para saber por que estarán votando en noviembre.En resumen si votan por la corrupta Hillary Clinton lo estarán haciendo por el partido que desatará una guerra sin cuartel contra el capitalismo nacional, que no contra los grandes intereses globalistas que son los que pagan sus campañas. Veremos desaparecer por completo a la clase media que es el verdadero capitalismo nacional con la pequeña y mediana empresa cuyos pulmones sufrirán un colapso total por la políticas y regulaciones y sobre todo por el gasto desbocado que arruinará nuestra economía y nos convertirá en un país más y no en la nación más rica y poderosa del mundo.

Esto es lo que los corruptos y vendidos "ilustres miembros de la Junta Editorial de El Nuevo Granma" ni la llamada prensa nacional les dirá. Apelan a consignas populistas que muchos de nosotros, los que una vez vivimos en países dominados por el totalitarismo comunista conocemos de sobra por haber sufrido en carne propia los desmanes de ese régimen de oprobio al que llaman Socialismo. ¡No se dejen engañar eso es lo que nos propone la perversa Junta Editorial de este libelo infame!



Aaron Meier
En Miami, 24 de julio de 2016


viernes, 18 de marzo de 2016

La “ilustre” entelequia miente otra vez


En la sección de opiniones del periódico El Nuevo Herald aparece hoy un artículo firmado por la “Junta Editorial” titulado En nuestra opinión: Un juez para el Tribunal Supremo.
Este artículo, como la mayoría de aquellos que firma esa entelequia (no en su acepción aristotélica, sino en la de español llano y directo) anónima de la que nadie sabe quiénes son sus miembros, es un compendio ilustrativo de tergiversaciones, omisiones, manipulación y torceduras de la información, pero además este artículo es también una muestra de cómo estos “entelequiantes” aplican al pie de la letra las 10 Estrategias de Manipulación elaboradas por el activista comunista estadounidense Noam Chomsky, que se supone están diseñadas por el capitalismo para mantener su control social, pero que, o maravillas de la polisemia, es aplicada día a día por los papagayos de los dictadores comunistas como los Castro, otros totalitarios y de algunos que sin serlo todavía aspiran a ello, como Barack Hussein Obama. El único propósito es confundir al lector no informado; para mantenerlo en “la ignorancia y la mediocridad” para que este crea que se comete una tremenda injusticia con un jurista ejemplar y calificado para el cargo y afirma sin ruborizarse que en cualquier otro año el “Juez Garland habría ganado la aprobación inmediata del Senado”. No tan rápido, “ilustres entelequiantes”, solamente las posiciones del Juez Garland en relación con la 2da Enmienda (sin tener en cuenta su posición ante el aborto y la pena de muerte) le impedirían ser aprobado en el Comité Jurídico del Senado, no ya en una votación en la que con seguridad su nominación sufriría la obstrucción (filibuster) de la mayoría Republicana y nunca lograría los 60 votos imprescindibles para llegar a una votación final de mayoría simple.
El artículo trata de demostrar que la mayoría de los Republicanos en el Comité Jurídico estarían de acuerdo con aprobar al Juez Garland y afirman que “los republicanos han elogiado su trabajo y capacidad para el cargo”: he aquí un claro ejemplo de la manipulación en este artículo. En realidad el único Republicano de este Comité que se ha pronunciado específicamente a favor de Garland es Orrin Hatch, de triste historia en favorecer la instalación en la Corte Suprema de jueces ideológicamente izquierdistas y de jurisprudencia contraria al concepto de fidelidad al texto de la Constitución; es decir a la interpretación de la Ley Fundamental por el sentido real de las palabras, lo que se conoce como “fidelidad al texto” (textualism) y “fidelidad al origen” (originalism), filosofía que guió la actuación y los fallos del Juez Scalia durante su larga pertenencia a la Corte Suprema. A Orrin Hatch le debemos, por ejemplo, la presencia en la Corte Suprema de las Juezas Ruth Baden Ginsburg (a quien él propusiera a Bill Clinton) y de Sonia Sotomayor defensoras del concepto de “Constitución Viviente” (Living Constitution) que piensan que la Constitución puede adaptarse sin enmendar su texto a las preferencias y necesidades del gobierno. Lo que haría de hecho al texto Constitucional un compendio de palabras sin valor real, incluido nuestro Bill of Rights, piedra angular de nuestras libertades. Por su trayectoria jurídica y opiniones, en este grupo estaría sin dudas el juez Merrick Garland. Nuestros Padres Fundadores dejaron muy claro en numerosos escritos que el texto de nuestra Constitución esta cincelado en piedra y que por esa razón existe el procedimiento para enmendarla cuando el Congreso y la mayoría de We The People consideremos que ello es necesario.
Pero además de todo lo expresado anteriormente los “ilustres ‘entelequistas’” distorsionan la verdad cuando afirman que esta es “una posición ridícula, absurda y sin precedentes”, por parte del liderazgo Republicano del Senado. Hagamos aquí un poco de historia: A través del tiempo las nominaciones a la Corte Suprema hechas en el año final de una Presidencia han sido rechazadas por el Senado. Ello comenzó con John Quincy Adams y la última vez ocurrió con Lyndon Johnson, lo que curiosamente los “entelequistas” omiten en su artículo. Veamos algunos ejemplos: El juez Smith Thompson falleció en el cargo el  18 de diciembre de 1843 y su reemplazo Samuel Nelson ocupó el cargo el 14 de febrero de 1845, 424 días después. Henry Baldwin murió el 21 de abril de 1844 y su reemplazo ocupó el cargo el 21 de abril de 1846, esto es 835 días después, debido a que el Presidente John Tyler no pudo conseguir que el Senado trabajara con él. Las similitudes de este Presidente en su relación con el Senado son de un parecido tremendo con las de Obama y el actual Senado en este caso específico. Más recientemente el Juez Abe Fortas renunció el 14 de mayo de 1969 y su reemplazo Harry Blackbum ocupó el cargo el 9 de junio de 1970, algo más de un año después. Hay más, pero basten estos casos para demostrar que si existieron precedentes y no hay nada de absurdo ni de ridículo en ello.
Lo inmoral y verdaderamente despreciable es que los “ilustres entelequistas” también omitan lo que da origen a esta situación y que no es otra cosa que la famosa Regla Biden establecida por Joe Biden, entonces Senador y Presidente del Comité Jurídico en 1992. Entonces, como ahora, el gobierno estaba dividido. Los Demócratas dominaban el Congreso, pero George H. W. Bush era el Presidente. El entonces Senador Biden advirtió a Bush en el salón del senado que no se molestara en nominar a alguien, hasta que no pasaran las elecciones del próximo noviembre y un nuevo Presidente resultara electo. Biden también señaló que si Bush tenía “la temeridad” de enviar un nombre al Senado, la nominación “languidecería en comité como una caja de cereal cerrada olvidada en la alacena”.
Así, si Bush era electo para un segundo término, lo que no sucedió, los Demócratas tendrían la nominación de Bush para Navidad, si así el lo consideraba, pero por otra parte, si los Demócratas se hacían con la Casa Blanca, como sucedió, el nominado por Bush seguiría durmiendo el sueño eterno en la alacena y el nuevo Presidente electo, Bill Clinton, haría la nominación.

¿Hace falta algo más para explicarnos esta situación y la deshonestidad mostrada por los “ilustres entelequistas” en este artículo?

A modo de información les dejo con la definición de manipular de la RAE: “intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares”.

Diego Rodriguez-Arche
Miami, 3 de marzo de 2016