jueves, 2 de octubre de 2008

Ante “La Era de Obama” Sarah debe ser Sarah

Hoy es la noche de Sarah Palin y Joe Biden. Los candidatos a la vicepresidencia de ambos partidos se enfrentarán esta noche en un debate que, dada la naturaleza de la candidatura de la gobernadora de Alaska, ha generado mucho más interés del habitual por este tipo de evento. Todo indica que los votantes estarán pegados a sus televisores en cifras iguales o mayores que en el primer debate presidencial.

Teniendo en cuenta que las dos semanas anteriores han sido bien duras para ella; llenas de ataques viscerales desde la izquierda y con una supuesta prensa objetiva de lleno en el tanque con Obama, debía mostrarse, cuando menos abrumada, pero Sarah Palin se mantiene firme y sabe que esta noche es su gran prueba.

Por otro lado, la prensa no se ha ocupado mucho de Biden en estos días, aunque debía. Se ha dedicado a escrutarla a ella y se ha hecho de la vista gorda de los últimos disparates del arrogante senador por Delaware, desde los comentarios acerca de que Roosevelt se presentó en la televisión antes de que el aparato se inventara, hasta sus falsas alegaciones en un discurso ante la Asociación de la Guardia Nacional, de que había sido “tiroteado” en Irak; algo muy parecido al resbalón de Hillary con lo de Bosnia, que ya sabemos como la trató la prensa. Joe Biden ha estado metiendo la pata constantemente, sólo que la prensa ha estado ciega y sorda para él.


Y ahora, para colmos, hasta la periodista que actuará como moderadora del debate tiene intereses financieros vinculados al resultado del debate. La presentadora de PBS, Gwen Ifill, quien escribe un libro que se titula “La ruptura: Políticas y Raza en la Era de Obama”. Un título, por otra parte, que recuerda los panfletos nazis que hablaban de “El III Reich en la Era del Führer”. Hay quienes dicen que no es partidista, pero con ese título sería como afirmar que la gran prensa norteamericana es objetiva y trata con justicia a la Palin. El libro tiene programada su salida para el 20 de enero de 2009, día de la toma de posesión presidencial. ¿Alguien dijo conflicto de intereses?

Para muchos el deseo de Ifill de vender su libro resulta en una desventaja para Palin. Pero otros dicen que los votantes estarán observando atentamente no sólo las respuestas de los candidatos a las preguntas de la moderadora, sino también las preguntas como tales.

Sin dudas la tarea que tiene ante sí la gobernadora de Alaska haría sudar frío al más experimentado de los políticos, pero ella se muestra, al menos en público, segura y tranquila. Ella debe ser aquella Sarah que vimos por primera vez el día en que McCain la presentó en Ohio y luego en su inolvidable discurso ante la convención republicana, que hizo que, a pesar de que era una figura nueva en la escena política nacional, muchos recordáramos a Ronald Reagan en su poderoso debut que ha llegado a conocerse simplemente como “El discurso”.


La Sarah Palin de esta noche debe ser como aquella que nos sorprendió y ser simplemente Sarah, no tratar de comportarse como un político tradicional, olvidarse a la hora del debate de sus asesores y recordar que sus habilidades se forjaron en las agrestes regiones de Alaska, donde debatía y se presentaba bajo su sobrenombre de “Barracuda”. Si esa es la Sarah Palin que se nos presenta esta noche, que confía en sus instintos y muestra seguridad en sí misma, es que no ha olvidado de dónde siempre le ha venido su éxito. Que al igual que el de Reagan es la capacidad de capturar, como pocos, el espíritu de la audiencia, el mismo espíritu con el que Reagan logró que muchos que en generaciones no habían votado republicano, se lanzaran a hacerlo para votar por él. Como David para enfrentar a Goliath, debe despojarse de la cota de mallas y de las armas retóricas de la política tradicional y utilizar las suyas, para ganar una batalla en la que la autenticidad y la originalidad pondrán en evidencia el gastado discurso de Biden.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 2 de octubre de 2008

martes, 30 de septiembre de 2008

Pioneros por el comunismo seremos como el Ché

UPDATE
El vídeo original en YouTube ya no está disponible pero estos dos dan la idea.







L
a campaña de Obama ADOCTRINANDO a niños pequeños para la causa Socialista que el elegido quiere imponernos, no son niños que cantan de forma espontánea. Este es un vídeo producido y organizado por profesionales de izquierda de Hollywood y la campaña de Obama. ¿Qué diferencia hay entre esto y Pioneros por el Comunismo seremos como el Ché o un Fidel que brilla en la montaña, un rubí cinco franjas y una estrella?

Nobama pide a todos los que entren a nuestro blog y se sientan tan ofendidos como nosotros que pasen la voz para que aquellos que padecen de Obamanía y vinieron de Cuba y ya olvidaron recuerden cómo comienza el totalitarismo. Así era en la Italia de Mussolini, la Alemania de Hitler y es en la Cuba de Fidel Castro y la Korea de Kim Jong Il.

Biden, su “bautizo de fuego” y la gran prensa

Ya pocos se acuerdan de lo que sucedió cuando Hillary Clinton fabricó aquella historia de haber aterrizado en Bosnia “bajo el fuego de los franco tiradores” y de cómo la campaña de su entonces rival Barack Hussein Obama la acusó con razón de “inflar su experiencia bélica”. Quizás tampoco muchos se acuerden de cómo, inmediatamente después de la acusación de Obama, la mayoría de los periódicos y canales de televisión crucificaron a la Clinton por haber tratado de adornar con algunos toques de peligro su visita a Bosnia, y darse así un barniz más acentuado como alguien capaz de ser comandante en jefe.

Pues bien, ahora esa misma gran prensa que crucificó a la senadora por Nueva York por el relato de su aventura en Bosnia, parece haberse contagiado con la pérdida de memoria o padecer del Síndrome de Atención Deficiente, cuando se trata de la campaña Obama–Biden. Resulta que la semana pasada hablando ante la Asociación de la Guardia Nacional el plagiario Biden dijo que achicharraría a su rival republicana Sarah Palin en el debate vicepresidencial del jueves, cuando hablara acerca de la “supercarretera del terror entre Pakistán y Afganistán donde mi helicóptero fue obligado a descender”. Con una mirada acerada y los labios apretados, el heroico Biden continuó su relato de guerra: “Si ustedes quieren saber dónde es que vive Al Qaeda, dónde es que está Bin Laden, regresen conmigo a Afganistán (…) Regresemos al área en la que mi helicóptero fue obligado a descender. Yo puedo decirles dónde es que están”. El auditorio en silencio esperaba la continuación del relato, de cómo Biden y sus acompañantes, un general de tres estrellas y otros dos senadores Chuck Hagel y John Kerry se habían enfrentado a los terroristas, pero quizás por modestia, pensaron muchos en la audiencia, Biden cambió de tema y siguió hablando de otros asuntos.

Lo cierto es que fueron las inclemencias del tiempo, que no los terroristas, lo que en febrero pasado, obligó al helicóptero a aterrizar en medio de la agreste y desolada zona de Afganistán y que los aviones de combate se mantuvieron vigilantes desde el aire mientras un convoy de vehículos de seguridad fue enviado para recoger a Biden y a los Senadores Chuck Hagel y John Kerry, este último declaraba poco después en broma a la AP: “Ibámos a enviar a Biden a combatir a los Talibanes con bolas de nieve, pero no tuvimos necesidad de hacerlo. Aparte de pasar un poco de frío, todo estuvo bien”. ¡Qué decepción Joe!

Pero no vayan a pensar que esta es la única ocasión en que la Gran Prensa se hace de la vista gorda ante una hazaña de guerra del “Mariscal” Biden, no, no es la primera vez. “Comencemos por decir la verdad”, dijo Biden durante un debate de las primarias presidenciales patrocinado por YouTube. “En primer lugar, usted saca todas las tropas, y procure tener helicópteros listos para sacar a esos 3,000 civiles que están en la Zona Verde, donde he estado siete veces y me tirotearon. Lo mejor es asegurarse de tener protección para ellos o dejarlos morir”.
Pero cuando después el periódico The Hill le preguntó acerca del incidente, Biden dio marcha atrás en su afirmación de haber sido “tiroteado” y en su lugar dijo “Yo estaba cerca de donde cayó un disparo”. El senador por Delaware aclaró entonces que algún tipo de proyectil “cayó” en el exterior de un edificio en la Zona Verde donde él y otro senador pasaron la noche durante una visita en diciembre de 2005. Los legisladores se estaban afeitando por la mañana cuando sintieron que el edificio temblaba, dijo Biden. “Nadie se levantó y salió corriendo de la habitación, no se trataba de algo así”, dijo a The Hill. “No se trata de que hubiera tenido a nadie apuntándome con una pistola a la cabeza”.

El resto de la prensa ignoró por completo el incidente porque pensaban que Biden tenía pocas probabilidades de estar en el ticket demócrata. Pero aún después de que el mes pasado, Biden fuera seleccionado como compañero de boleta por Obama, su afirmación de que había sido “tiroteado” no provocó preguntas por parte de los mismos periodistas que clavaron en la cruz a Hillary Clinton por haber expresado algo parecido y que al final resultó que era falso.

¿Sería entonces injusto decir que para la Gran Prensa el objetivo a atacar es la gobernadora Palin y no Biden y que por lo tanto mirará para el lado contrario cada vez que Biden mienta, plagie o diga uno de esos disparates a los que nos tiene acostumbrados?
Les dejamos la tarea de responderse a esta pregunta.

Nobama,
Nueva York, 30/9/2008

Los socialistas se inclinan por Obama y comienzan a mencionar la palabra Revolución


La Revolución Obama: Una mirada desde Cuba
un artículo de Manuel Cuesta Morúa
Revolución no es un concepto que me parezca asumible para propiciar las transformaciones de una sociedad ni para captar los procesos de cambio político. Es un concepto manido y epistemológicamente falso: las revoluciones políticas, sin contrapeso, han descrito siempre el ciclo de las revoluciones geofísicas: volver al punto de partida. Pero es un término al uso, del lenguaje común, que intenta reflejar que algo profundo estáocurriendo en algún lugar. Tiene valor, por tanto, como metáfora. Como tal, lo uso para el asunto que intento poner en perspectiva.

En su propósito de mostrar todas las tendencias y criterios que en relación con el candidato Obama circulan en la actualidad, Nobama recomienda la lectura de este artículo del Socialista cubano Manuel Cuesta Morúa aparecido em el Blog de Armando Añel donde pueden leerlo en su totalidad.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Los representantes votaron en la cámara
NO AL SOCIALISMO

PELOSSI Y BARNEY FRANK: DOS DE LOS MAYORES
CULPABLES DE LA CRISIS FINANCIERA
En una votación que para muchos en Washington y en el mundo resultó sorprendente y que tuvo un fuerte impacto en Wall Street y los mercados mundiales, la Cámara de Representantes derrotó a la llamada Ley de rescate de emergencia de $700 billones para el sistema financiero del país. La votación hizo caso omiso de las advertencias hechas por el presidente Bush y líderes congresionales de ambos partidos de que la economía podría caer en picada de no aprobarse el plan. El índice industrial de Dow Jones cayó 777 puntos para cerrar en 10,365 puntos, la mayor caída de la historia en un solo día. Ahora muchos se preguntan ¿cómo es posible que no lo aprobaran?
Para Nobama, la votación de 205 por 228 no resultó una sorpresa . Es más, estuvo dentro de nuestros cálculos. Sabíamos por fuentes en el Congreso que un número considerable de Representantes tanto demócratas (94 votaron en contra) como republicanos eran reacios a aprobar el Plan con los puntos acordados por los líderes de ambos partidos en la Cámara. Y ambos bandos estaban disgustados por la forma en que el liderazgo demócrata estaba politizando el asunto y señalando como responsables de la debacle al Partido Republicano y al Presidente Bush como representantes ideológicos de la extrema derecha neoliberal que había hecho posible la actual crisis económica. Daba asco ver al representante Barney Frank, a la Speaker Pelossi y al lamentable líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Read, aparecer, una y otra vez, ante las cámaras de TV, haciendo política partidista para favorecer la continuación de la crisis porque eso era lo que convenía al “ungido” quien todo este tiempo se mantuvo callado sin decir si apoyaba o no que el Congreso pasara la Ley y atendiendo constantemente a las encuestas entre la población . Todos ellos, Obama, Pelossi, Read, Chuck Schumer, Emmanuel, etc, etc., saben perfectamente que si de buscar culpables se trata lo único que necesitan es un espejo.
Nobama volverá sobre el tema con más detalles.

Nobama
Nueva York, 29/9/08