viernes, 7 de mayo de 2010

Terror y autocensura son de Medusa sus dos ojos





No se metan con Mahoma ni con Allah. Ese es el nuevo código no escrito en la mayoría de las firmas productoras y cadenas de televisión y en Hollywood, después de las amenazas de los extremistas islámicos contra los creadores de South Park y del fallido atentado terrorista cerca de Viacom, la compañía matriz del programa, en Times Square, Nueva York.

Según hemos podido conocer, algunos ejecutivos y guionistas están muy atemorizados por lo que llamaron “este clima tan súper cargado en el que no vale la pena poner en riesgo la seguridad de los empleados de una cadena dándole seguimiento a una historia que pueda ofender a los musulmanes”.

Y esa parece ser también la tendencia que se viene desarrollando desde hace algún timepo en otras esferas de la comunicación. En 2008, Random House canceló la publicación de The Jewel of Medina de Sherry Jones, por miedo a que pudiera provocar actos de violencia, y el año pasado, la Universidad de Yale, decidió eliminar todas las imágenes de Mahoma del libro de Jytte Klausen, The Cartoons that Shook the World, un libro dedicado a comentar la controversia provocada por la caricatura dinamarquesa que desató la violencia en todo el mundo musulmán.

El tema se ha convertido en uno tan sensible, que muchos en los medios incluso evitan hablar del tema aún cuando nadie está escuchando. Y en las redacciones de la Gran Prensa Norteamericana (léase la maquinaria propagandística del Régimen Obamista), hacer alguna broma o chiste sobre el Islamismo o los musulmanes se ha convertido en un Tabú inviolable. Pero curiosamente, con el resto de las religiones y en particular con la Cristiana no sucede lo mismo, la cosa es sólo con el Islam. Así, el pasado mes de marzo, The Cartoon Network, mostró una picante representación de Jesús, cuya voz era la del rapero encarcelado Lil' Wayne. Y la misma Comedy Central, hoy tan asustada que se autocensura, está en el proceso de creación de un animado de media hora bajo el título de JC, cuya trama se centra en el deseo de Cristo de escapar de la sombra de su “poderoso pero apático padre” y venirse a Nueva York a vivir una vida normal.

Si acudimos al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y buscamos en él la palabra terrorismo encontraremos lo siguiente:
Terrorismo:
1. m. Dominación por el terror.
2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.

La Democracia depende directamente del principio de que todas las personas tienen el derecho a tener y expresar sus propias creencias y opiniones, y aquí en los Estados Unidos, nuestra Constitución consagra ese derecho a través de su 1ra Enmienda. Por ello renunciar al ejercicio de este derecho por miedo a recibir cualquier represalia, ya sea física o política, lejos de protegernos nos coloca en una situación de mayor peligro. El hecho de no levantarnos con firmeza en defensa de la libertad de expresión, lo que hace es darle más fuerza y poder a aquellos cuyo objetivo es atacarla, socavarla y finalmente abolirla para convertirnos en súbditos temerosos de aquellos que pretenden aterrorizarnos. El terrorismo de cualquier apellido que sea, islámico, fascista, anarquista, de estado, etc., etc., se alimenta del miedo, el cual siempre ha sido la materia prima sobre la que construyen su reino de poder los dictadores totalitarios, ya sean laicos o religiosos.

Aquí en Nobama, no permitimos que nos censuren y mucho menos nos autocensuramos por temor a que unos asesinos fanáticos se molesten porque les llamemos por su nombre como seguidores violentos de una religión contraria a todas las posibilidades de avance que tiene la raza humana bajo las libertades que ofrece la Democracia, cuando esta es verdadera.

En Nobama, no nos dejaremos confundir por la Corrección Política del Régimen Obamista, ni tampoco lograrán atemorizarnos, y seguiremos llamando a esos miserables por el nombre que merecen: Terroristas Islámicos, Islamofascistas, etc., etc., y a Mahoma, el profeta analfabeto que escribió el Corán según Allah se lo dictara, lo seguiremos identificando con esa religión de odio e intolerancia que ordena que todos los infieles debemos morir degollados bajo el filo de sus cuchillos.

Nobama
Nueva York, 7 de mayo de 2010

jueves, 6 de mayo de 2010

Nuestra Ley de Inmigración exige una seria revisión inmediata

El fallido atentado terrorista del Sábado en Times Square ha puesto de manifiesto varias cosas que están mal en nuestra Seguridad Nacional. Algunas de ellas ya se han analizado en Nobama, aún antes de este reciente intento y podrían resumirse en el lapidario título de un artículo de Ann Coulter: Obama National Security Police: Hope Their Bombs Don’t Work (La Política de Seguridad Nacional de Obama: La esperanza de que sus bombas no funcionen).

Barack Hussein Obama, ha puesto nuestra seguridad en riesgo desde el primer día en que tomó posesión de su cargo, al definir el “Apaciguamiento” de nuestros enemigos como elemento principal de su política de Seguridad Nacional. Esa es y parece que seguirá siendo su política futura al respecto, y tanto los dictadores extremistas como Ahmadineyad y los terroristas islámicos ven en ello no la supuesta tolerancia que El Gran Timonel quiere mostrarles, sino la palpable evidencia de que los Estados Unidos se han convertido en una nación cobarde y débil que renuncia unilateralmente a su condición y poderío como primera potencia mundial.

No sólo Obama se inclina ante el Islam, hasta tocar con su frente el piso, sino que junto a él obliga a que, por ejemplo, nuestra Primera Enmienda se arrastre ante los extremistas asesinos al eliminar de nuestro léxico el justo nombre que merecen estos desalmados asesinos, por ser políticamente incorrecto. Desde el mismo inicio de su Presidencia, Barack Hussein Obama, ha profundizado cada vez más nuestra actitud sumisa hacia esa religión de odio, llegando a prohibir toda referencia al “Terror Islamista” o al “Radicalismo Musulmán”, en los documentos y declaraciones gubernamentales, lo que, lógicamente, lejos de reducir el número de ataques en nuestro territorio ha hecho que estos aumenten y esa parece ser la tendencia.

Pero el ataque terrorista del Sábado pasado, también puso de manifiesto una tendencia en la que la maquinaria propagandística del Régimen Obamista no ha querido profundizar y apenas ha mencionado: la debilidad de nuestra Ley de Inmigración a la hora de establecer el camino y los requisitos para obtener la ciudadanía norteamericana, algo de lo que Faisal Shahzad es el último de una serie de ejemplos que confirman esta debilidad.

¿Cómo obtuvo el terrorista su condición de ciudadano norteamericano?

La respuesta resulta tan sencilla como sorprendente: casándose con una ciudadana norteamericana. Según reportes, Shahzad se casó en 2008 con la ciudadana norteamericana Huma Mian, después de pasar diez años viviendo entre nosotros como estudiante extranjero y con visas de trabajo y como nuestra Ley de Inmigración no ha evolucionado con los peligrosos tiempos en que vivimos y los intentos de Reforma anteriores y presentes sólo están dirigidos a lograr una amnistía para los casi 12 millones de ilegales existentes en el país, mayoritariamente de origen hispanoamericano, los terroristas, como nos dice Michelle Malkin, han convertido esta deficiencia (loophole) en la Ley en una “fórmula para el terror probada y verdadera” y, lógicamente, los terroristas se han aprovechado de ella para burlar la vigilancia antes y ahora. El fraude inmigratorio matrimonial proporciona una invaluable cobertura y ayuda para los Jihadis que ya se encuentran en los Estados Unidos. Estos terroristas han planeado muchos ataques a desarrollarse en esta ciudad de Nueva York y la administración Obama lo sabe muy bien. Esto no es nuevo y la misma Michelle Malkin lo ha denunciado en varias ocasiones:

Sayyid A. Nosair se casó con Karen Ann Mills Sweeney para evitar la deportación por haberse quedado después de vencerse su visa. Al casarse pudo adquirir la ciudadanía norteamericana y permaneció en el país. Posteriormente fue acusado y convicto de conspiración en el atentado en 1993 al World Trade Center, en el que murieron seis personas.

Ali Mohamed se convirtió en ciudadanos norteamericano después de casarse con una norteamericana que conoció mientras volaba de Egipto a Nueva York. Más tarde llegó a ser uno de los ayudantes principales de Osama bin Laden y convicto por su papel en los atentados dinamiteros a los Embajadas norteamericanas en África donde murieron 12 norteamericanos y otras 200 personas.

Khalid Abu al Dahab, también convicto en el atentado a las embajadas obtuvo la ciudadanía después de casarse con tres norteamericanas diferentes.

Otro de esos complotados fue Wadih el Hage, Secretario personal de Osama bin Laden, quien en 1985 se casó con April Ray y se naturalizó norteamericano en 1989. Ray sabía de los nexos de su marido con bin Laden, pero al igual que muchas de esas mujeres involucradas en estos falsos matrimonios, ella se declaró ignorante acerca del trabajo de su marido.

Chawki Youssef Hammoud, de origen libanés, fue convicto en la operación de contrabando de cigarrillos, dirigida por Hezbollah desde Charlotte, Carolina del Norte, se casó con la ciudadana norteamericana Jessica Fortune, para obtener una green card (residencia permanente). Su hermano, Mohammed, es un caso verdaderamente notorio, ya que se casó con tres mujeres norteamericanas diferentes. Después de llegar a los Estados Unidos con una visa falsificada, de ser ordenada su deportación y presentar una apelación, se casó con Sabina Edwards para obtener su residencia permanente. Las autoridades federales de inmigración rehusaron otorgarle su estatus de residente legal, después que su primer matrimonio fuera declarado como falso en 1994. Sin que ello lo intimidara en absoluto, en mayo de 1997 se casó con Jessica Wedel y, todavía estando casado con ella, le pagó a Angela Tsioumas para que se casara con él en Detroit. Con este matrimonio, Mohammed obtuvo la residencia legal temporal, lo cual le permitió realizar la operación de obtener dinero en efectivo para el terrorismo de forma fraudulenta. Más tarde fue convicto de 16 cargos, entre los que se incluían el de proporcionar apoyo material a Hezbollah.

En 1993, otros ocho individuos de diversos países del Medio Oriente, conjurados para poner bombas en sitios destacados de la ciudad de Nueva York, Fadil Abdelgani, Amir Abdelgani, Siddig Ibrahim Siddig Ali, Tarig Elhassan, Abdo Mohammed Haggag, Fares Khallafalla, Mohammed Saleh y Matarawy Mohammed Said Saleh, obtuvieron todos la residencia legal permanente al casarse con ciudadanas norteamericanas.

Un año después del 11 de septiembre, funcionarios del Departamento de Seguridad Interna, llevaron a cabo lo que llamaron Operation Broken Vows, con la que lograron desactivar una vasta operación de matrimonios fraudulentos de ilegales procedentes del Medio Oriente. Las autoridades se quedaron pasmadas con el alcance del fraude matrimonial, el cual abarcaba de Boston a Carolina del Sur y hasta California”.

Pero lamentablemente y a pesar de las claras evidencias del peligro que este fenómeno representa para nuestra seguridad nacional y que quedara bien demostrado con el autor del atentado fallido de Times Square, el matrimonio fraudulento se mantiene como uno muy peligroso por la poca atención que se le presta y por la lasitud de nuestra Ley de Inmigración, la que, por ejemplo, reduce el tiempo de espera para obtener la ciudadanía norteamericana en más de la mitad para los beneficiarios de una visa por matrimonio con una ciudadana o ciudadano norteamericano.

Ayer, Barack Hussein Obama, saludó la fecha nacional mexicana del 5 de mayo, expresando su voluntad de comenzar a trabajar este año en una Reforma Inmigratoria Integral, pomposo nombre que al igual que el ObamaCare no será de ningún beneficio real para nuestra nación, porque de lo que se trata es de conseguir la amnistía para todos los inmigrantes ilegales que se encuentran en el país, cuyo monto se calcula en más de 12 millones, cuando en realidad lo que se impone primero es garantizar la Seguridad en todas nuestras fronteras y cerrar todos los loopholes (deficiencias) en la Ley de Inmigración que permiten que individuos como el terrorista de Times Square obtengan la ciudadanía norteamericana para después intentar una masacre de víctimas inocentes, el objetivo primordial del terrorismo.

Lamentablemente, ni Demócratas ni Republicanos cuando han estado en el poder han querido enfrentar con decisión esta tóxica necesidad de nuestra Seguridad Nacional y todos la han utilizado con propósitos electoralistas y populistas, mientras que nuestras fronteras cada vez son más porosas y nuestros enemigos encuentran todas nuestras debilidades para lograr infiltrarse entre nosotros.

De ahí que otra lección que debemos sacar del atentado Jihadista del Sábado pasado en Times Square es hacernos y a su vez hacerle a nuestros legisladores y al Gobierno Federal la siguiente pregunta:

¿Cuántos más como Faisal Shahzad están todavía entre nosotros esperando su oportunidad?

Nobama
Nueva York, 6 de mayo de 2010

martes, 4 de mayo de 2010

La Ruleta Rusa, variante Obama


Si usted piensa que el fallido atentado con carro bomba en Times Square fue aterrador, prepárese para cuando Barack Hussein Obama ordene el comienzo del juicio a los terroristas del 11 de septiembre en el downtown de Nueva York. Sí, si usted pensaba que ello ya estaba fuera de consideración es que no se enteró cuando el mes pasado el Fiscal General Eric Holder dijo que la idea de juzgar aquí, al cerebro de la masacre del 11 de septiembre Khalid Sheik Mohammed y a sus cómplices en el terrorismo “no estaba fuera de consideración”.

De manera que el caprichoso y peligroso juego de la Ruleta Rusa con el terrorismo sigue en pie para Barack Hussein Obama, por lo que de salirse con la suya en lo del juicio debemos estar preparados para más carros bombas y otras cosas por el estilo en esta ciudad. Y recémosle a todos los santos para que los Jihadistas no estén mejor preparados que los dos últimos y que la suerte nos siga acompañando, como sucedió con el terrorista de la bomba en el escroto en la Navidad y el sábado pasado con Faisal Shahzad, el musulmán pakistaní nacionalizado norteamericano. Porque lo que es la administración Obama y sus flamantes funcionarios de Seguridad Nacional, Napolitano, Holder, etc., etc., están más perdidos que una puta en misa en cuanto a protegernos de los ataques terroristas, y junto con ellos nuestro Playboy alcalde Michael Bloomberg, que para congraciarse con la izquierda masoquista neoyorquina dijo en una entrevista con Katie Couric que era “algo interno, o quizás una persona con trastornos mentales, o alguien con una agenda política a quien no le gusta la ley de atención a la salud (ObamaCare) o cualquier otra cosa. (...) No existe evidencia alguna de conspiración, no existe evidencia alguna de que esté vinculado a cualquier otra cosa. Tiene todo el aspecto de un trabajo amateur, hecho al menos por una persona”. ¿No le da vergüenza Señor Alcalde? Al menos, nos queda el consuelo de que el 11 de septiembre de 2001, el alcalde era Rudy Giuliani y no usted.

Cada día que pasa se demuestra de forma palpable que Nueva York es un blanco de suma importancia, sino el más importante, para el terrorismo jihadista musulmán, y los únicos que no lo ven así son Barack Hussein Obama, sus compinches y la Gran Prensa Propagandística del Régimen. Pero lo cierto es que lo que demuestra el fallido ataque terrorista islámico del sábado es que estos desalmados no necesitan tener otra razón que no sea el odio hacia nuestra civilización, libertades y forma de vida para hacernos daño y qué mejor lugar podría ser otro que la Gran Manzana. La administración, la extrema izquierda y su aparato propagandístico se frotaban las manos con fruición fantaseando conque el terrorista sería un Tea bagger, como llaman despectivamente a los ciudadanos que se enfrentan a la agenda Obamista y casi llegan al paroxismo cuando presentaban el vídeo de un tipo que se sacaba lo que parecía una enguatada que llevaba sobre su camisa cerca de donde estaba el carro bomba en Times Square y decían: es “un hombre blanco en sus cuarenta y tiene una actitud furtiva”, ¡albricias!, parecía ser el subtexto al fin un redneck tea bagger. Y resultó ser un inocente peatón que sintió calor en medio de una calurosa tarde de sábado y decidió no sufrir más y seguir su camino más fresco.

Pero la posibilidad de culpar a los que se oponen al Gran Timonel era demasiado dulce y deseada para que imperara la cordura y así, por ejemplo, el estratega Demócrata Bob Beckel no tuvo reparos en decir que para él el fallido ataque tenía detrás a una “milicia derechista”.

Pero ni aún después de que se supiera que el terrorista era un Jihadista Islámico, los propagandistas del Régimen Obamista, se mostraron indignados con estos salvajes y así la presentadora de la Cadena MSNBC, Contessa Brewer, se lamentaba esta mañana en el show radial de la no menos izquierdista Stephanie Miller de que la persona arrestada por el acto terrorista era un paquistaní nacionalizado norteamericano: “Me siento frustrada... Había una parte de mí que tenía la esperanza de que no fuera alguien con lazos en cualquier país islámico (...) Hay mucha gente que quiere utilizar este intento terrorista para justificar la desvalorización de la gente que tiene determinadas creencias o que vienen de determinados países o cuya piel es de una cierta manera. Quiero decir que lo utilizan como justificación para un fanatismo realmente anticuado”. La conductora de The News no explicó a cuál etnia o religión hubiera deseado que perteneciera el terrorista, aunque sí entró en una especulación propia de la izquierda de intentar “comprender” el estado mental de Faisal Shahzad: “¿Viene de una familia fallida? ¿Cuenta con una comunidad fuerte aquí en los Estados Unidos? ¿Se sentiría aislado? Brewer dejó claro que opinaba que este tipo de terroristas son “tipos que están, no sé, aislados de alguna manera de sus familias”. Interesante teoría para intentar explicar las motivaciones de un Jihadista asesino, dispuesto a matar infieles en el nombre de Allah.

Según el amigo Chuck Krauthammer, el juicio en Nueva York a los terroristas del 11 de septiembre “está completamente muerto si es que alguna vez estuvo vivo. Después de esto está totalmente fuera de consideración”. En Nobama, usualmente coincidimos con Krauthammer, pero esta vez, no. ¿Por qué? Porque de no insistir en celebrar ese juicio en Tribunales Civiles, específicamente en Nueva York por una cuestión de procedimiento legal, ello significaría que la Prisión de Guantánamo conseguiría uno o dos años más de vida debido a esto. Pero como ya sabemos y hemos visto, Barack Hussein Obama es un tipo caprichoso y sin escrúpulos a la hora de lograr lo que se propone y mucho más cuando siente que es desafiado, de manera que lo más probable es que insista en esta vía que es la única que le ofrece la posibilidad de salirse con la suya y cerrar Gitmo en el verano, antes de las elecciones de noviembre y de paso estimular a su base en la extrema izquierda.

A esto sumémosle que a Obama le gustan los juegos arriesgados y que como ha tenido suerte en las últimas dos oportunidades está dispuesto a jugar: en definitiva lo único que él arriesga es que su Presidencia sea de un solo mandato y We The People seríamos los que estaríamos expuestos a que el azar no nos fuera tan afortunado y termináramos volándonos la tapa de los sesos en esta Ruleta Rusa en el mejor estilo Obámico.

Nobama
Nueva York, 4 de mayo de 2010

lunes, 3 de mayo de 2010

Nobama fue a Washington


En estos días pasados nuestros visitantes habrán notado la ausencia de nuevos posts en Nobama. Habrá hasta quienes se alegrarían anticipadamente y pensarían quizás que sus denuncias y esfuerzos por silenciarnos al fin habían logrado su objetivo. Como dice un querido amigo en broma: “cometieron un cafre error”. Aquí estamos y seguiremos estando.

Pero la mayoría de nuestros visitantes se merecen una explicación. Sucede que quienes trabajamos en Nobama, como es sabido, lo hacemos de manera voluntaria y en nuestros ratos libres y a veces, cómo sucedió últimamente, se produce lo que llamamos The Perfect Storm y no queda más remedio que dedicarse solamente a revisar en un BlackBerry si hay algún comentario de los lectores y publicarlo. Por razones de trabajo tuvimos que irnos a la capital por unos días.

Washington DC, además de ser la capital y sede de las Tres Ramas del Gobierno Federal, se ha ido convirtiendo en quizás la primera muestra de la comercialización de la figura de un Presidente en ejercicio: Barack Hussein Obama. Y a través de ella de una bien montada operación de Culto a la Personalidad del Gran Timonel en el mejor estilo Maoísta y del Castrismo-Guevarismo.

Los menos jóvenes seguramente recordarán que una mañana, al iniciarse la llamada Crisis de Octubre, también se inició la práctica masiva del Culto a la Personalidad en la figura de Fidel Castro. Aquel día, las principales ciudades y, claro está, La Habana, amanecieron inundadas de carteles casi de tamaño natural que mostraban al Dictador con equipo de campaña y fusil colgado, que desde la cima de una montaña miraba en lontananza y con una leyenda en rojo que decía Comandante en Jefe Ordene. Fue a partir de ese día que el modelo Estalinista y Maoísta de adoración del “Máximo Líder” se convertiría en la nueva Religión Revolucionaria, con su correspondiente panteón de Dioses Menores y Semidioses. Entonces se hizo una obligación patriótica y revolucionaria colocar en un lugar bien visible e iluminado de la sala de la casa de todo revolucionario fidelista, una fotografía de quien desde ese momento todos los medios de comunicación llamarían “Nuestro Comandante en Jefe”.

Luego y más reciente, el fenómeno se repetiría pero ya en alguien que no pertenecía al mundo de los vivos como fue el Ché, que Dios Viviente como sabemos sólo uno, que de pie sobre el Pico más alto de la nación convertido en su Olimpo, como Zeus, podía ser tronante o apacible, siempre en dependencia de su humor y, como algunas malas lenguas dicen, de si su eyaculación había sido precoz o había logrado provocar un orgasmo en la Leda de turno. Así la mítica fotografía de Korda reproduciendo la imagen de Ernesto Guevara, con su boina y la mirada perdida, llegó a repetirse en todo el mundo en millones de camisetas, afiches y hasta en tatuajes como el de Diego Armando Maradona.

En el mismo aeropuerto internacional de La Habana, junto a los rones y los tradicionales habanos, los últimos objetos que despiden al turista antes de abordar su avión son los cientos de afiches, postales y camisetas del “Guerrillero Heroico”, a la venta casi hasta la misma puerta de embarque, que reflejan al asesino convertido en místico santo revolucionario.

Y, como decíamos al inicio, en Washington, DC, hoy resulta difícil encontrar la reproducción de la imagen de cualquiera de los Padres Fundadores, pero no así la del Gran Timonel y su Consorte. Al igual que en La Habana, las fotos, camisetas y objetos que mostramos en esta pieza son quienes nos dan la bienvenida y nos despiden en el aeropuerto capitalino Dulles International y hay quienes ya comentan que algún día en el extremo opuesto al Lincoln Memorial se erigirá uno mayor destinado a honrar al Gran Timonel Barack Hussein Obama.

Nobama
Nueva York, 3 de mayo de 2010