Por fin llega el gran día. Mañana es día de elecciones generales en los Estados Unidos y los votantes iremos a las urnas para depositar nuestro voto en las elecciones presidenciales más críticas de toda nuestra generación. Desde las elecciones de 1980 no se había producido un contraste tan marcado entre los candidatos, o lo que es más preocupante el peligro que representa equivocarse en la selección.
Nobama, siempre ha declarado su oposición al candidato demócrata Barack Hussein Obama, como dijimos en la presentación de nuestro blog, nuestro propósito es informar al lector hispano para evitar que Obama llegue a la presidencia, a pesar de ello nunca manifestamos nuestro respaldo a John S. McCain, aunque cabe decir que por eliminación de hecho lo apoyábamos. Hoy, un día antes de la votación, Nobama declara su respaldo al candidato republicano el Senador John McCain, lo hacemos primero porque estamos convencidos de que una presidencia Obama dañaría a este país que tanto amamos de forma tal, que tardaríamos años en recuperarnos, segundo por el historial de servicios prestados a nuestro país por el Senador, por su coraje y su certera apreciación de los problemas y las amenazas que enfrentamos y por último por la audacia y buen juicio demostrado al seleccionar a la Gobernadora Sarah Palin como compañera de fórmula.
Estas elecciones tienen lugar en medio de la más seria crisis económica que recuerdan los Estados Unidos desde la Gran Depresión, lo que ha desplazado a la cuestión de la seguridad nacional como tema principal de esta campaña, lo que, con más razón, nos hace pensar que resulta imperativo que votemos por John McCain.
Hoy el historial de Barack Hussein Obama está tan vacío de toda sustancia como cuando comenzó su campaña. Detrás de su retórica ampulosa se esconden un pobre curriculum y algunas relaciones personales extraordinariamente perturbadoras.
Más grave todavía resulta el hecho de que tanto él como su compañero de fórmula, Joe Biden, representan a un Partido Demócrata cubierto por una espesa capa de compromisos con intereses especiales como los abogados criminalistas, los rapaces sindicatos de empleados públicos y la extrema izquierda ambientalista a la que Obama ha prometido hacer quebrar la Industria Minera del Carbón, sin importarle la cantidad de norteamericanos que quedarán sin empleo y la subida meteórica de los precios de la electricidad, como reconoció en una entrevista con el periódico San Francisco Chronicle que circula ampliamente en Internet y que puede escucharse íntegra en el sitio Web de dicho periódico.
No podemos dejar de observar que a pesar del estado de nuestra economía, Obama se pronuncia por un cambio radical de las leyes de impuestos que lejos de propiciar una rebaja de impuestos al “95 por ciento” de los norteamericanos, como promete; elevará dramáticamente las tasas de impuestos, lo que se acompañará con un aumento de hasta $650 billones en el gasto público debido a créditos en los impuestos, el regalo de un cheque al 40% de la población que no paga impuestos y otros gastos excesivos tradicionales en los demócratas.
Y eso es sólo el punto de partida, si logran la Troika (Obama, Nancy Pelosi, Harry Reid) en Washington, tendrán un Congreso tan fuerte que podrán redistribuir la riqueza, subir impuestos y reducir los gastos de defensa, excepto para esa extraña y perturbadora fuerza militar que Obama pretende crear y que según sus propias palabras, dichas en un discurso del 2 de julio de este año, debe ser “tan poderosa, tan fuerte y bien provista de fondos” como nuestras actuales fuerzas armadas. ¿Por qué será que estos populistas socialistas enseguida inventan una fuerza militar paralela?
Y es en la defensa y la seguridad nacional donde las diferencias entre ambos candidatos son especialmente claras: McCain está claro y Obama no. Por ejemplo, McCain, sabe que un Iraq en paz es crítico para la victoria en la Guerra Contra el Terrorismo. Obama, a pesar de la retórica a la que lo obliga al campaña, no parece creer que valga la pena librar esa guerra. Más bien se comporta como si la guerra fuera a librarse aquí. ¿Contra quién?
Estos tiempos demandan un liderazgo genuino, probado, de principios y con experiencia, del tipo que John McCain ha mostrado tener en toda su vida de servicios a esta nación. Los oponentes de Obama en las primarias, incluyendo a Joe Biden, advirtieron repetidamente, que la presidencia no es un oficio para aprender sobre la marcha, no podemos estar más de acuerdo con este criterio.
Nada de lo que ha sucedido en esta última fase de la campaña nos señala que Obama es el mejor preparado y el candidato más transparente para ocupar la presidencia, si McCain es claro como el agua, Obama es tan opaco como el petróleo y no nos referimos a su color, el que en nuestro caso como hemos dicho muchas veces pensamos que es verde, porque no está preparado, sino a lo difícil que ha resultado y resulta todavía desentrañar lo que oculta el alma de este hombre. Sin dudas para nosotros John McCain cuenta con lo que hace falta para ser un exitoso presidente y Barack Hussein Obama no.
Por eso los norteamericanos debemos elegir mañana a John S. McCain.
Nobama
Nueva York, 3 de noviembre de 2008
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