Es cierto, la gente condenada en Cuba a la bicicleta y a la cartilla de racionamiento, quiere que se levante el bloqueo. Quiere ser libre. Alimentarse bien. Elegir la educación que recibirán sus hijos y tener acceso a una información sin las tachadura del lápiz rojo del Partido Comunista.
Los millones de hombres y mujeres que, en 50 años, sólo han visto elecciones en vertiginosas escenas de televisión, necesitan librarse de ese dogal. Sueñan con ir a las urnas y poner en las estructuras del Gobierno a las personas que les proporcionen un cambio favorable en la calidad de la vida.
Sí, los cubanos exigen que vuelen al viento del Caribe las leyes que prohíben los partidos políticos porque, como a pesar de todo son personas normales, consideran que la unanimidad es un asunto de reses y rebaños.
Ellos también viven en el siglo XXI y tienen derecho a leer periódicos y revistas, a escuchar emisoras y ver canales de televisión, con puntos de vista diferentes y contradictorios para hallar su verdad en ese ejercicio soberano. Ellos aspiran a tener un ordenador en casa, navegar por internet, comunicarse con amigos lejanos y saber de otros mundos.
Penultimos Días reproduce un artículo del poeta y periodista Raúl Rivero que Nobama recomienda.
lunes, 10 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario