martes, 9 de diciembre de 2008

¿QUÉ PUEDE IMPORTARLE AL TIGRE UNA RAYA MÁS? O RUMBO AL MODELO CHINO

Este tigre gigante, con sus dos orejas alertas,
mira atentamente con su garra extendida


¿Por qué estamos rescatando a Citigroup? ¿Por qué 300 millones de estadounidenses tienen que pagar por sus errores? La forma en que supuestamente funciona el capitalismo es esta: La gente se equivoca. Y a continuación, las personas competentes se hacen cargo de los activos de la persona quebrada, momento en el que se reinicia la actividad con una base más sólida. Lo que estamos haciendo en esta ocasión es apartar a la gente competente de los activos y regalárselos a los incompetentes. De esta manera todo el mundo sale más debilitado.
Jim Rogers, inversionista de éxito y escritor

Los Tigres de Detroit son el equipo de béisbol de la ciudad que alberga a las 3 Grandes compañías fabricantes de automóviles, esas que esta misma semana podrían recibir su “paquete de salvación” otorgado por el Congreso, pero los contribuyentes tenemos muy pocas razones, más bien casi ninguna razón, para pensar que los miles de millones de dólares que recibirán harán que esas compañías sean competitivas, de ahí que pensemos que jamás recibiremos pago alguno por ese “préstamo” que a nuestra costa les hará Washington. Y, como decía mi padre, cuando lo ya ocurrido era tan malo que lo porvenir no tenía casi importancia: “¿Qué puede importarle al tigre una raya más?”

Si le preguntamos al sindicato United Auto Workers, de seguro su respuesta sería que tiene tantas rayas que ni siquiera perdería el tiempo en contarlas para saber si tiene alguna más, así que quizás esa sea la razón por la que ayer, la organización sindical no mostraba señal alguna de que ampliarían las exiguas concesiones que ofrecieron la semana pasada ante la realidad que representa la insolvencia de las 3 Grandes de Detroit, a pesar de que, en primer lugar, esa insolvencia se debe a los altos costos de la fuerza laboral, por lo que Ford, General Motors y Chrysler ya no son compañías competitivas. Sólo hay que ver que el promedio total de compensaciones de la UAW representa más de $75 la hora por empleado, lo que dispara los costos por automóvil fabricado a más de $2,000 en comparación con los fabricantes de autos cuyos empleados no están en la UAW.

Pero, ¿cuál es la mayor “concesión” que el sindicato ha ofrecido hasta el momento? Nada menos que el final acelerado de los vergonzosos “bancos de empleos” (jobs banks), que la UAW impuso a la industria; un eufemismo para llamar al pago a los empleados por no trabajar, además de permitir una demora que los pagos que deben hacer las compañías al fastuoso fondo para el cuidado de la salud de la UAW.

¿Nada más? Ayer Ron Gettelfinger, presidente de la UAW prometió lo siguiente: “Nos reuniremos en una habitación con los demás interesados y en ese momento, tomaremos una decisión acerca de lo que debemos hacer y qué no debemos hacer”. No perdamos de vista que la “decisión” del sindicato sólo vendrá después que las 3 Grandes tengan seguros en sus manos los miles de millones del dinero de los contribuyentes que los corruptos dirigentes demócratas en el Congreso, ditto, Reid, Pelossi, Dodd, Barney Frank, etc., les otorgarán sin consultarnos, total si ya le han agregado tantas rayas al Tigre a ellos no puede importarles agregar otra más. Y en cuanto a que el gobierno supervisará los llamados ”préstamos”, sólo lo creeré cuando lo vea. Según los términos del acuerdo que se cocina en el Congreso, por el que los fabricantes de autos recibirán alrededor de $15 mil millones de dólares en “préstamos”, el trato será supervisado por un llamado “Zar de los autos” nombrado por el presidente. ¿No es esto una desvergüenza sin límites? ¿Alguien podría creer que Washington, con los Demócratas al frente, puede, podrá, o querrá meter a las 3 Grandes en cintura?

Sin mirar mucho más allá, veremos como los Demócratas continuarán con sus regañinas acerca de las normas de eficiencia en el consumo de combustible que debe asumir la industria, un show político que todos sabemos que de nada servirá para mejorar o solucionar el mal real que aqueja a la industria automotriz de Detroit: ¡La falta de competitividad debido a las enormes tajadas que se lleva la UAW y que no les permite ser eficientes! De manera que nadie espere que estos corruptos políticos que en gran medida nos tienen metidos en este berenjenal van realmente a enfrentarse a la UAW, uno de los verdaderos intereses creados que dominan la política Demócrata en Washington y uno de los mayores contribuyentes a la victoria del presidente electo Barack Hussein Obama, quien, no nos olvidemos, tendrá que volver a las urnas dentro de 4 años y como bien sabe la UAW, necesitará nuevamente de su apoyo para ganar.

En cuanto a nosotros los contribuyentes debemos estar preparados para ver una completa supervisión política tipo Fannie Mae y Freddie Mac. Por lo que nuestros $15 mil millones en efectivo sólo durarán unos meses, los veremos irse, como también veremos a los CEO regresar, ya con un Congreso y un Presidente Demócratas, a pedirle a los mismos bribones que nos han llevado a la ruina que necesitan añadirle algunas rayas más al Tigre, porque total, ya tiene tantas que no puede importarle tener otras más. Esperemos que los Republicanos y los Demócratas moderados en el Senado hayan aprendido la lección y no permitan que la hermosa piel del Tigre se vuelva de un color negro abismal.

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 9 de enero de 2008

No hay comentarios: