sábado, 5 de diciembre de 2009

Cambio de Singladura en Madrid y Barcelona

Jorge A. Pomar, publica un excelente y certero artículo en su blog El Abicú Liberal en el que endereza la perspectiva forzada de la AECC y de PD, nos habla de la botadura de una nueva nave por los navegantes del difunto portal Cubaencuentro y de paso nos aclara la "lección de los árboles en fila" tan manipulada últimamente en Penúltimos Días. Sin dudas una lectura polémica alejada de esa hipócrita corrección política que últimamente parece dominar casi todo el discurso sobre Cuba. Nobama se honra al recomedar este artículo del colega Pomar.

Nobama
Nueva York, 5 de diciembre de 2009

jueves, 3 de diciembre de 2009

Molière va a Washington


Él que con ruido y arrogancia presenta sus argumentos,
muestra que su razón es débil.
Le Misanthrope de Molière

¿Cómo se atreve usted a obstaculizar o molestar,

cuando tengo los medios para arruinarlo y destruirlo.

Usted debió haberlo pensado antes de pisarme los dedos de los pies.

¡Al atacarme, se pone contra Dios!
Tartuffe
 de Moliere
de la adaptación en verso de Timothy Mooney
Barack Hussein Obama lleva casi un año como Presidente y el desempleo alcanza ya la cifra de 10.2% y la llamada Ley de Estímulo Económico no ha logrado que esa cifra descienda ni una décima, de ahí que nuestro Gran Timonel haya decidido que es hora de ocuparse del asunto personalmente.

¿Y qué hará? Pues lo de siempre, organizar una nueva puesta en escena a la que esta vez llama Cumbre de Empleos, un nuevo y vacío esfuerzo para demostrarnos a los norteamericanos cuan preocupado está por nosotros y por nuestro bienestar y, claro está, nos regalará un nuevo discurso, uno más, lleno de hipócritas y también vacías y altisonantes palabras, en las que de nuevo volverá a culpar a Bush de todos sus sinsabores y de paso intentará volver a vendérsenos como el iluminado, el ungido y le escucharemos hablar mucho, más de la cuenta, en primera persona, aunque no pronuncie la palabra Yo.

Y lo escucharemos decir que este, el problema del desempleo, no es un problema partidista, ni Demócrata ni Republicano y que es tan grave que la política debe quedar a un lado. Pero vaya que mientras dice eso acerca de la política, pues deja fuera y no invita a tan magno evento a la Cámara de Comercio de los Estados Unidos que representa a más de tres millones de empresas de todos los tamaños en toda la Unión Americana.

Sí, ya sé que soy muy mal pensado, no puedo evitarlo, aunque trato. Pero vaya, que desgracia, que mi memoria no sea tan mala como mis pensamientos y que de inmediato recuerde que el Magno Timonel echó espumas y ataques y diatribas y mintió y acusó de todo lo que se le ocurrió a la Cámara de Comercio, porque se atrevió a cuestionar y expuso la verdadera esencia del ObamaCare y de la Ley Cap & Trade (Energía). Pero como una golondrina no hace bandada, tampoco fue invitada a este trascendental convite la Federación Nacional de Empresas Independientes (National Federation of Independent Business), y estas son sólo dos de las muchas vetadas por Obama, como muchas personalidades de las finanzas y los negocios porque al igual que estas instituciones tienen puntos de vista diferentes a los del Gran Timonel acerca de este problema que afecta el bienestar y la “consecución de la felicidad” de todos los norteamericanos. Y no están invitados porque allí propondrían soluciones verdaderas y, ¡Oh, anatema!, Capitalistas, para hacer que la economía comience a moverse hacia adelante y a crear empleos. A saber, por ejemplo, una rebaja del 15% en los impuestos sobre ingresos y la abolición de aquellos que gravan las ganancias sobre el capital y una visión realista y de mercado sobre las leyes de energía y de Reforma de la Salud.

El gran engaño de la hipócrita puesta en escena de la Casa Blanca que ya se desarrolla es que allí no están representados los verdaderos creadores de empleos en nuestra economía, las pequeñas empresas que son las responsables de crear tres de cada cuatro empleos en nuestra nación. Allí sólo se hablará de gastar, gastar, gastar y de crear los únicos empleos que el Gobierno es capaz de crear, empleos burocráticos gubernamentales, curiosamente el único sector en el que existe un crecimiento, pero que no produce nada, sino que por el contrario devora nuestros impuestos con un hambre insaciable. Ah... los políticos. El Gran Timonel continúa insistiendo que ese es el camino del éxito, el del llamado Estímulo Económico que cuando se aprobó y se puso en práctica había un desempleo del 8% y gracias a su “exito” incuestionable hoy estamos en el 10.2% y sumando.

Obama buscará aumentar esa enorme Mesa de Pericles en la que sólo el 8% de sus integrantes tienen un historial previo en el sector privado y que, me imagino, cada día se sientan a meditar y a conversar en la Casa Blanca sobre empleos de una forma abstracta, como sólo los burócratas pueden hablar, y entre una y otra taza de café, elaboran planes, siempre pensando y teniendo muy en cuenta la fórmula genial y mágica que rige el pensamiento de su Gran y Amado Líder, a saber la redistribución de la riqueza y todo lo que se les ocurre, por el contrario, lo que hace es eliminar empleos. De ahí, de ese conciliábulo, la nueva moda en Washington, surgió la idea genial del impuesto sobre la energía, que tuvo el efecto inmediato de dejar sin trabajo a miles de norteamericanos. Lo que sucederá igual cuando el año próximo dejen expirar las rebajas de impuestos del malvado Bush. Y ahora, como sabemos, contra la voluntad de la mayoría de los norteamericanos, con mentiras y trapisondas, estos retoños del gran Tartufo tratan de embutirnos el ObamaCare, que de aprobarse, pasará a la “Historia Universal de la Infamia” de esta administración como su gran logro anticapitalista: haber llevado a la bancarrota a la Gran Nación Americana.

Roguemos a Dios que, como el Orgon de Molière, el pueblo norteamericano tenga un final feliz en esta asquerosa comedia de hipocresías, engaños y maldad que es la administración de Barack Hussein Obama y porque al fin nos llegue el verdadero Hope and Change que envisionaron nuestros Padres Fundadores.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 3 de diciembre de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Barack Hussein Obama, llamado el vacilante

Condenado por su propia vacilación a presentar un boceto repulsivo dirigido a múltiples auditorios políticos, Barack Hussein Obama utilizó el impresionante marco de West Point para proporcionarle a sus palabras una ilusión de liderazgo grandioso y singular.

El evento fue impresionante: La Academia Militar cuenta con la pompa y la solemnidad necesarias. Los cadetes se veían inmaculados, se comportaron a la perfección y aplaudieron a la señal dada y por supuesto en esta masa súper disciplinada no hubo ningún, Dios lo bendiga, Joe Wilson que le gritara “¡Usted miente!”

Banderas, formalidad y tradición estuvieron al servicio de un anuncio político que ya la Gran Prensa casi compara con la famosa Oración de Gettysburg, para esta horda de genuflexos izquierdistas cada palabra de Obama es más grandiosa que la que la precedió y cada discurso un evangelio más añadido a la Biblia del Falso Mesías, que ya recoge varios desde el 20 de enero de 2009, Toma de posesión o Génesis, pasando por El Cairo y Fort Hood hasta llegar a West Point.

¿Acaso alguien duda por qué los directores de escena del sainete Obama escogieron West Point para su Sermón de las 4,632 palabras? Muy simple, para en medio de esto que podríamos llamar la glamurización desvergonzada del estamento militar, enviar el mensaje subliminal de que todo aquel que cuestione la infalibilidad y la sabiduría de nuestro Gran Timonel se opone a la tradición de “deber, honor y país” que distingue a nuestras fuerzas armadas.

Pero la elección del entorno también revela lo cobardemente político que es realmente Obama: por encima de todo se trata de que West Point es un lugar seguro, en el que no debe esperar sorpresa alguna.

Como dijo un importante analista militar, “un verdadero Comandante en Jefe habría pronunciado este discurso en la Universidad Nacional Militar (National War College), o quizás ante la Junta de Comandantes en el auditorio del Pentágono, o en una Sesión Conjunta del Congreso, o desde la solemnidad presidencial que otorga la Oficina Oval. Si quería hacerlo en un ambiente militar, él debió explicar su decisión y su estrategia sobre Afganistán ante aquellos que la dirigirán e implementarán”.

Pero no, hasta en esto el “artifice” del “Cambio hacia el desastre” tiene que ser diferente, en lugar de explicarle su estrategia a un auditorio de Generales, lo hace a aprendices de oficiales, cuya responsabilidad cuando terminen sus estudios será mandar a pelotones de entre 20 y 40 soldados. Que nadie discute que son magníficos jóvenes norteamericanos, pero que no son la audiencia apropiada para anunciar cambios político-militares de tal envergadura, pero para este Comandante en Jefe de opereta el continente es más importante que el contenido o, lo que es lo mismo, la puesta en escena es lo que importa y no el drama en sí. Dicho en otras palabras por si no lo expresamos claramente: Obama, como es habitual, ha preparado un evento mediático, pero su liderazgo como Comandante en Jefe brilló por su ausencia.

Su fortaleza principal, cada vez está más claro, radica en un carisma hueco ante el que, para su vergüenza, la Gran Prensa sigue siendo embarazosamente susceptible y perturbadoramente obsequiosa. Siempre que el teleprompter no le juega una mala pasada la actuación de Obama es excelente, pero, como ya resulta habitual, el contenido de su ampulosa verborrea evita hablar y tocar aquellas realidades que deben estar presentes en el discurso de un Comandante en Jefe.

Anoche, anunció un refuerzo de tropas insuficiente, justificándolo con palabras altisonantes y repetitivas, dando vueltas y más vueltas, sonando el tamborcillo sin parar, como el Conejito de Energizer, pero sin explicar claramente por qué ese número de tropas y no el que le pidió el General que él mismo nombró y a la vez trató de suavizar la ira de su base natural en la extrema izquierda, estableciendo límites precisos en nuestro compromiso en la guerra contra nuestros enemigos.

Barack Hussein Obama, como decían nuestras abuelas: ni se peinó ni se hizo papelillos, ni fu, ni fa. Como dijo el mismo analista militar ya citado, “fue como si en la Segunda Guerra Mundial Roosevelt le hubiera dicho a los japoneses y a los alemanes que en realidad queremos decir lo que dijimos y que nuestro compromiso es inquebrantable, sólo que planeamos abandonar la guerra en 1944”.

Entonces, como ahora, el esfuerzo y las vidas de valerosos jóvenes como los que le escuchaban se habrían derrochado en vano, tal y como hace con nuestros impuestos y, entonces como ahora, habríamos eliminado toda posibilidad de triunfo. Fue como si le dijera al Taliban y a los terroristas de Al Qaeda, que lo único que tenían que hacer era resistir un poco y como hemos visto, ambos son buenos para resistir.

Desde Pakistán, también escuchaba atentamente el enemigo y se refocilaba pensando en el premio que les espera al final del camino: Un Pakistán con armas nucleares, y un Afganistán vecino de Irán en sus manos. Obama firmó anoche la sentencia de muerte de muchos jóvenes soldados y sabe Dios de cuántos civiles inocentes allá y aquí, al anunciar esa estrategia fallida en su mismo comienzo. Esa estrategia y ese refuerzo podrían tener éxito si como un verdadero Comandante en Jefe hubiese dicho que nuestro compromiso es hasta alcanzar la victoria y no que sólo durará 18 meses.

Otro aspecto que demuestra su incapacidad para ser Presidente y por ende Comandante en Jefe, fue pasar por alto el peligro de Irán, que obviamente ya le tomó la medida y muy bien. Para nuestra Seguridad Nacional resulta vital tener rodeado a Irán desde Irak y desde Afganistán, porque digan lo que digan al final del camino sólo se vislumbra una solución posible: El bloqueo en el Golfo Pérsico por mar y desde Irak y Afganistán por tierra. Y, para suerte nuestra y del resto del mundo, de lo demás veremos como los israelíes se encargan más pronto de lo que muchos se imaginan.

Pero ¿quién dijo...? ¿A quién puede ocurrírsele que la principal preocupación de Obama es que su “nueva estrategia” tenga éxito? “God Bless America? No, no, no... God Damn America”, como le enseñó su mentor Jeremiah Wright.

Obama quiere cobertura política y caos para prevalecer, pase lo que pase y caiga quien caiga. Él quiso aparecer fuerte ante el pueblo norteamericano, pero a su base natural y a nuestros enemigos les hacía un guiño cuya traducción era: ¿Captaron el mensaje? Tengan calma y esperen. Aparenten no ser terroristas hasta julio de 2011, y verán como todo irá a las mil maravillas.

Nobama
Nueva York, 2 de diciembre de 2009

lunes, 30 de noviembre de 2009

En Honduras ganaron la democracia
y la libertad

Hace hoy exactamente un mes, el 30 de octubre, concluíamos un artículo en Nobama diciendo lo siguiente: “Finalmente, ganó el pueblo de Honduras y su Constitución. Ganó la democracia y hoy los hondureños y hasta nosotros podemos dormir más tranquilos”. En aquel artículo nos referíamos a la firma del llamado Pacto de Guaymuras para darle salida a la crisis política el cual, de la forma en que estaba redactado, garantizaba, Gracias a Dios, la irreversibilidad de la salida Constitucional del 28 de junio. Por eso hoy, como entonces, tanto los hondureños como nosotros, también podremos dormir un poco más tranquilos.

Ayer, fue la culminación de un proceso de defensa de la libertad y la democracia que comenzó cuando los poderes constituidos de la República de Honduras decidieron, basándose en su Ley fundamental, sacar de la presidencia al títere chavista Manuel Zelaya, quien estaba y aún está decidido a convertir a la nación hondureña en un satélite más del Socialismo del Siglo XXI y, por ende, del letal virus del Castrochavismo que a golpe de petrodólares, amenazas y con la complicidad de los sospechosos de siempre: la llamada izquierda democrática y no tan democrática europea y latinoamericana infesta peligrosamente a centroamérica y al cono sur.

El Gobierno provisional salido de la voluntad del Congreso Hondureño y apegado a la norma constitucional de esa nación que preside todavía el Señor Roberto Micheletti, actuó con decisión e inteligencia hasta llegar a la firma del acuerdo de Guaymuras y lograr el compromiso de los Estados Unidos, gestor del acuerdo, de que reconocería el resultado de las exitosas elecciones celebradas ayer con una asistencia de más del 61% de los votantes inscritos. Al cambiar su papel de estrangulador del pueblo hondureño al de mediador, la administración Obama trataba de limpiar la desvergüenza política que significaba que mientras aliviaba el embargo a la asesina dictadura de la Habana y le enviaba algún que otro guiño solapado, sometía al pueblo hondureño a presiones económicas y diplomáticas parecidas a las que un día le fueron aplicadas a la dictadura castrista. Al asumir el papel de mediador, Obama, como Macbeth, trataba de limpiar el baldón que significó acostarse con Chávez, Castro, los principales títeres del ALBA, la izquierda supuestamente democrática de Europa, su amanuense de la OEA el pérfido, José Miguel Insulza y la mayoría de los países que se califican de democráticos, todos en la misma cama en un grosero amancebamiento que les será difícil borrar. ¡Qué asco!

Hoy Honduras, gracias a la perseverancia del Gobierno Provisional y la valentía de su pueblo cuentan con un nuevo Presidente democráticamente electo, Porfirio Lobo, quien desde ya debe enfrentar una crisis internacional sin siquiera haber tomado posesión: Las mismas fuerzas oscuras que quisieron imponer el Socialismo del Siglo XXI y volver a darle el poder al títere Zelaya rehúsan reconocer los resultados de las elecciones que muchos observadores imparciales califican ya como las más limpias en la historia de Honduras. Por allá en Brasilia, Lula da Silva al que algunos ingenuos y muchos hipócritas califican de demócrata recibía al cuestionado y asesino dictador iraní y decía: “Aislar a Teherán no sirve de nada” y parece más que dispuesto a cooperar con Ahmadineyad en sus empeños nucleares, a pesar de la brutal represión en las calles a quienes protestaban por las fraudulentas elecciones en las que se reeligió. Sin embargo en cuanto a Honduras el “excelso demócrata” Lula dijo hoy que no dará marcha atrás en su no reconocimiento a las elecciones hondureñas porque “ello puede estimular los golpes de estado en otros países”, curiosamente el principal argumento de los no tan “demócratas” Chávez, Morales, Ortega y el cachondo Cura Presidente de Paraguay. En el grupo de los perdedores en esta jornada está también el liberticida Zapatero y su inefable Ministro “Desatinos” Moratinos, quienes ahora en unión de la admiradora de Castro I y Presidenta de Chile Michelle Batelet y el errático Presidente mexicano quieren navegar entre dos aguas. Más o menos todos dicen como “Desatinos” el siguiente desatino diplomático: “El gobierno de España no reconoce esas elecciones, pero tampoco las ignora”, una España que para su vergüenza es capaz de condenar las elecciones limpias y plurales de Honduras y sin embargo bendice la farsa organizada por el Dictador Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial.

Vaya que está claro que el único perdedor de ayer no fue el cadáver político maloliente de Manuel Zelaya, sino también Chávez y sus compinches y de paso la OEA y la ONU.

¡Como Dios manda!

Nobama
Nueva York, 30 de noviembre de 2009

La libertad está de fiesta, y ¡con razón!


Ayer la democracia (verdadera) y la libertad lograron dos extraordinarios triunfos en lugares tan distantes y diferentes como Suiza y Honduras, en ambos lugares quedó demostrado que la firmeza en los principios democráticos es clave para enfrentar al totalitarismo. En ese sentido, nuestra querida amiga Isis Wirth, publica en su blog La Reina de la Noche un excelente artículo que recomendamos por su extraordinaria lucidez y que pueden leer haciendo clic aquí o en la imagen.

Nobama
Nueva York, 30 de noviembre de 2009

miércoles, 25 de noviembre de 2009

¡Feliz Día de Acción de Gracias!

“Llámenle misticismo si lo desean, siempre he creído que existe una divina providencia que colocó a esta gran tierra aquí, entre los dos grandes océanos, para que fuera hallada por un tipo especial de gente de todos los rincones del mundo, quienes tienen un amor especial por la libertad y un coraje especial que los facultó para dejar sus propia tierra, dejar a sus amigos y compatriotas y venir a esta nueva y extraña tierra para construir un Nuevo Mundo de paz y libertad y esperanza”.
Ronald Reagan
En el Centenario de Lady Liberty
George Washington comprendió muy bien la necesidad de que nuestro entonces muy joven país estableciera un día para Dar Gracias a Dios, por su voluntad de crear y proteger a esta Gran Nación. La declaración de Washington reconocía específicamente la mano de Dios en la creación de nuestro país y llamó al pueblo norteamericano a que expresara con su corazón agradecido los muchos favores de Dios hacia nosotros “especialmente el darles la oportunidad pacífica de establecer una forma de gobierno que garantizara su seguridad y su felicidad”. Hoy cuando parece que las fuerzas ocultas del totalitarismo, desde adentro y torciendo y tergiversando los Derechos que nos otorga nuestra Constitución, pretenden borrar todo lo que esta Gran Nación ha logrado y ha representado para la humanidad en cuanto a la “Libertad y la Consecución de la Felicidad”, demos gracias porque nos ha permitido llegar hasta aquí saludables y con fuerzas para seguir luchando por el legado de Nuestros Padres Fundadores. Orgullosos de llamarnos americanos y convencidos de que nuestra Gran Democracia no tiene que andar inclinándose ni pidiéndole perdón a nadie en este mundo.

¡Qué Dios los Bendiga a Todos y a los Estados Unidos de América!

Editores de Nobama
Nueva York, 26 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

De Fraudes, Sobornos, Chantajes, Matonismos y Mentiras y de Cómo convertirse en dictador en el país más democrático del mundo

El sábado pasado el principal secuaz de Barack Hussein Obama en el Senado, Harry Reid, lograba en una votación partidista los 60 votos necesarios para proceder a la discusión en el pleno del Senado del ObamaCare versión Príncipe Harry. Ello, a pesar de que todas las encuestas dicen que el pueblo norteamericano está decididamente en contra de esta monstruosidad fraudulenta digna de Bernard Madoff uno de los más grandes estafadores que recuerda la historia de los Estados Unidos y que recién fue condenado a 150 años de prisión por haber estafado 150 mil millones de dólares a sus clientes. Según el Rasmussen Report , el 56% de los votantes norteamericanos se oponen al ObamaCare y sólo el 38% lo favorecen y según la más reciente encuesta de Gallup sólo el 49% de los norteamericanos aprueba el trabajo de Obama como Presidente.

Sin dudas que el paquete legislativo que comprende la versión del ObamaCare del Senado provocaría la envidia de Madoff. La versión Príncipe Harry cuando dice que habrá ahorros en los primeros 10 años, se basa simplemente en el hecho real de que según sus disposiciones el Gobierno comenzaría a recaudar impuestos en el año 2010 y no comenzaría a gastar hasta el 2014, de ahí que, a partir de esta falsedad; de esta fraudulenta operación tipo Ponzi scheme, la CBO pudiera valorar el paquete legislativo en $848 mil millones (billones). Si cualquier empresa privada o negocio dijera que reportaría ganancias debido a que registrará en sus libros de cuentas las ganancias en un período de 10 años, pero que sólo registraría sus gastos durante seis años, haría que sus ejecutivos, como Madoff, terminaran en la cárcel. Pero no así en el Washington de The Chicago Way, a pesar de que eso es precisamente lo que hace esta Ley. Dicho en un lenguaje más sencillo: Los norteamericanos comenzaremos a pagar impuestos en el 2010 y los supuestos beneficios de la Ley comenzarían en el 2014, casualmente, dicho sea de paso, después de las elecciones presidenciales de 2012.

Todo aquel que vio el debate previo a la votación por C-Span el sábado, recordará que los Senadores demócratas constantemente se referían a la urgencia de esta Ley porque el status quo era inadmisible, porque cada día que pasaba significaba la muerte para muchos norteamericanos sin seguro médico, a pesar de que todos saben que los contribuyentes pagaremos $196 mil millones al año en impuestos y que a pesar de ello 24 millones de personas permanecerán sin seguro médico. Ese es el truco del Dirty Prince Harry para engañar al pueblo norteamericano. ¡Qué arrogancia la de esta gente!

¿Pero cómo logró este truhán los 60 votos que necesitaba? Ya en nuestro post anterior les relatábamos cómo había sobornado con $100 millones a la Senadora Mary Landrieu de Louisiana, con lo que ya se conoce en los corrillos de Washington como la Segunda Compra de Louisiana, como sabemos siendo todavía Cónsul Napoleón Bonaparte le vendió la Louisiana a los Estados Unidos por $23,213.58 y hoy Landrieu se la vende a Harry Read por $100 millones y de forma chantajista advierte que su voto final no está seguro porque en realidad vale $300 millones.

Pero no es sólo Landrieu quien se moja. Enterrada en las 2,074 páginas hay una disposición que le otorgará a California $300 millones.

El lobby de la AARP recibió $18 millones del paquete de estímulo económico, cortesía de Obama, para que manifestara su apoyo a las versiones de la Cámara y del Senado.

Otro lobby beneficiado es el de las llamadas organizaciones Pro-Choice al presionar con éxito para que la enmienda Stupak que logró la aprobación de la versión de la Cámara, no estuviera presente en la del Senado, por lo que en el ambiguo lenguaje introducido por Reid la versión del Senado esconde el uso de dineros federales para pagar abortos.

Lo mismo sucede con los poderosos sindicatos, bajo la propuesta Opción Gubernamental, la Secretaría de Salud cuenta con amplia autoridad para regular las políticas de salud de los trabajadores sindicalizados, a través de paneles en los que los sindicatos contarán con representación y que en esencia determinará que para tener un buen plan de salud lo mejor es sindicalizarse, coaccionando así la libertad individual de los trabajadores en favor de los Sindicatos que representan un bastión fundamental del Partido Demócrata en contribuciones para el financiamiento de las campañas electorales. Siguiendo esta línea, la versión del Senado del ObamaCare crearía un “Panel asesor para la fuerza de trabajo” que en esencia tendría la función de imponer la afiliación a un sindicato para calificar para “el plan de reembolso para asistencia y apoyo para la vida en comunidades”, es decir si al momento del retiro está sindicalizado, el plan del gobierno reembolsará los gastos por vivir en comunidades asistidas para retirados.

Pero con la oposición firme de los 40 senadores republicanos Harry Reid no se puede dar el lujo de perder ni uno solo de los votos Demócratas o de los 2 Independientes, uno de ellos lo tiene seguro el del Senador por Vermont Bernie Sanders, Socialista declarado, el otro el de Joe Lieberman, algo le costará, quizás la promesa de apoyo del Partido Demócrata para su reelección en el Estado de Connecticut. Ya nos enteraremos.

Al Senador Ron Wyden, Demócrata por Oregon, le concedió el apoyo para su plan de ampliación de la elegibilidad para seguro médico público. Sí eso mismo que están pensando, apoyará el que los inelegibles se conviertan en elegibles a costa de los contribuyentes.

Al Senador Ben Nelson, Demócrata por Nebraska, le concedió la eliminación de una disposición que despojaba a los aseguradores de la exención antitrust, aunque no le garantiza que logrará mantenerla en la reconciliación con la versión de la Cámara, así Nelson tiene también su punto de presión para darle valor a su voto, aunque no sabemos cómo le explicará a sus votantes su silencio ante la no incorporación de la enmienda Stupak sobre el aborto con fondos federales, en la versión del Senado.

La Senadora Blanche Lincoln, Demócrata por Arkansas, decidió jugar a la ruleta rusa y cambió su voto favorable a cambio de 72 horas para estudiar la Ley y ya es vox populi en Washington que su escaño de Senadora ya se considera perdido para los Demócratas en el 2010. Obama le ha prometido hacer campaña por ella, pero los resultados en las elecciones para Gobernador en Nueva Jersey y Virginia, a pesar de su apoyo, la hacen dudar de su éxito. Su voto fue prácticamente un suicidio porque una encuesta de Zogby International entre los votantes que con más probabilidades saldrán a votar en Arkansas, muestra que el 64% se opone al ObamaCare y sólo el 29 lo apoya. Así, Dirty Harry no está muy seguro de que la Senadora Lincoln no se unirá al posible filibuster Republicano en la versión final de la Ley.

De manera que la Troika de Washington no la tiene todas consigo y por esa razón ha desplazado ahora su ofensiva sobre las dos Senadoras Republicanas por el Estado de Maine, Olimpia Snowe y Susan Collins. A pesar de que ambas votaron No el sábado, si se mantendrán firmes todavía es un misterio para sus colegas Republicanos, Snowe reconoció que todavía está en conversaciones con Obama acerca de su voto final por la legislación y hoy supimos que la Senadora Collins fue invitada a almorzar por el Secretario del Interior y ex Senador Demócrata por Colorado Ken Salazar, quien se sabe que junto al ex líder Demócrata en el Senado Tom Daschle y al vicepresidente Biden han sido encargados por Obama de limpiar de obstáculos el camino para la aprobación final del ObamaCare, en otras palabras son los emisarios de Obama para torcer brazos, sobornar, amenazar y chantajear para lograr los propósitos de dominación de Barack Hussein Obama.

Aprobar el ObamaCare es fundamental en los planes de toma absoluta del poder por parte del Presidente. Con la sexta parte de la economía en sus manos, podrá pasar ya a lo que lo convertirá verdaderamente en el Hombre Fuerte de Washington en el mejor estilo de Hugo Chávez, de ahí su presión por hacerlo antes de que termine el año, porque después le toca a lo que le dará la verdadera fuerza: La Cap and Trade Energy Law. Tanto el Proyecto de Waxman-Markey aprobado a principios de este año en la Cámara y la versión de la Senadora Demócrata Bárbara Boxer aprobada con sólo votos demócratas (todos los Republicanos votaron en contra) en el Comité del Ambiente y Obras Públicas del Senado hace unos días, contienen una obscura, sucia y peligrosa disposición burocrática que exige que el Presidente Obama actúe como lo hace el Hombre Fuerte de Venezuela Hugo Chávez (Desde la campaña advertíamos que todos los planes de Obama eran a 10 años o más cuando constitucionalmente el máximo de tiempo permitido para un Presidente es de 8).

El proyecto de Ley exige la declaración federal de una “emergencia climática” si los niveles mundiales de los llamados gases de efecto invernadero (greenhouse gas) alcanzan las 450 partes por millón. Y ¿adivinen qué? El Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (Pacific Northwest National Lab) dice que es casi seguro que ese nivel se alcance en unos meses. El proyecto de Ley exige que en ese momento el Presidente “ordene a todas las agencias federales a que utilicen la autoridad legal existente para tomar las medidas apropiadas para subsanar las deficiencias” para lograr las reducciones necesarias en los gases de invernadero.

Cuando el Senador Republicano por el estado de Louisiana David Vitter, que a diferencia de su colega Mary Landrieu no es sobornable, preguntó a la administradora de la EPA qué se haría en una situación como esa, ella se negó a decirlo. Y se negó porque la realidad es que el Proyecto de Ley dotaría al Presidente de Poderes Especiales como la nacionalización de sectores completos de la industria, prohibir el uso del carbón, restringir la utilización privada de vehículos o cualesquiera otra cosa que exija la llamada “emergencia”.

Para cualquiera, menos para la extrema izquierda claro está, esta disposición está obviamente dirigida a la concentración de poder de una forma sin precedentes en la historia de esta nación. Y dotaría de poderes casi ilimitados a Barack Hussein Obama sobre la actividad económica privada y la libertad individual de los ciudadanos.

El verdadero Czar sería entonces coronado... ¿Por cuántos años se mantendría su dinastía? Sólo Dios lo sabe.

Nobama
Nueva York, 23 de noviembre de 2009

jueves, 19 de noviembre de 2009

De cómo el Príncipe Harry compra los votos en el mejor estilo Capone de Chicago

¿Cuánto se necesita para comprar el voto de un(a) Senador(a) Demócrata supuestamente moderado(a) para que vote por el ObamaCare?

Hasta ahora la cifra llega a los $100 millones según informa la Oficina Congresional para el Presupuesto, CBO.

En la página 432 de la versión Reid del ObamaCare del Senado (En Nobama nos estamos leyendo la ley completa, igual que hicimos con la versión del ObamaCare de su Majestad Pelosi), se incluye una sección que incrementa los subsidios al Medicaid en “determinados estados que se recuperan de un gran desastre”.

En esa sección el Príncipe Harry le dedica dos páginas a la definición de cuáles “Estados” calificarían para dicho incremento, estableciendo entre otras cosas que deberán ser estados que “durante los 7 años fiscales anteriores” hayan sido declarados como “área de gran desastre”.

Según hemos podido comprobar por diferentes fuentes, esa sección sólo puede aplicarse a un estado: Louisiana, el cual, casualmente es el de la Senadora “moderada” Demócrata Mary Landrieu, quién, casualmente también, ha estado amenazando con sumarse al filibuster para no permitir que la propuesta de ley llegue al pleno del Senado. El voto está tentativamente programado por Reid para el próximo sábado.

Dicho más claramente, el proyecto de Ley necesita dos páginas para describir lo que podría hacerse con una sola palabra: Louisiana, lo que, además, pone de manifiesto el por qué Reid y sus secuaces tuvieron que encerrarse en una habitación en el mayor secreto para escribir su versión del ObamaCare y también por qué tiene más de 2 mil páginas. El Príncipe Harry, sabe muy bien que no puede lograr la aprobación de su ObamaCare sin el apoyo de la Senadora por Louisiana Mary Landrieu y ella, por supuesto, lo sabe también y piensa que con esa jugada puede complacer a Dios y al Diablo a la vez.

Así, nuestro inefable Harry, coloca este edulcorante dedicado únicamente para ceder ante la Senadora del Bayou para que esta vote Sí para comenzar el debate de su versión del ObamaCare.

Por si alguien no lo recuerda ya, el Huracán Katrina arrasó al Estado del Pelícano y los pantanos del Bayou en 2005, así que sacar la cuenta no les será muy difícil.

Además, el Príncipe Harry ya cuenta para su versión del ObamaCare con el beneplácito declarado del artífice de The Chicago Way en la Casa Blanca: Barack Hussein Obama, quien ya de regreso de su desastroso paseo por Asia está listo para torcer brazos y comprar voluntades con los dineros del supuesto Estímulo Económico.

Así están las cosas en esta cada vez más versión de una Republiqueta Bananera, gracias al Organizador Comunitario en Jefe.

En Nobama, seguiremos buscando el lado oculto de la luna y se los mostraremos mientras podamos.

Nobama
Nueva York, 19 de noviembre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Panel de la muerte y racionamiento decide cuáles mujeres viven y cuáles mueren o el Fascismo en el cuidado de la Salud

Una Fuerza de Tarea del Gobierno (esa predilección de los totalitarios por la jerga militar) acaba de pronunciarse en contra de las mamografías rutinarias en mujeres menores de 50 años, lo que evidentemente es la primera muestra de “racionamiento” en el cuidado de la salud y, por ende, de la decisión de vida o muerte en manos de burócratas desde Washington, en relación con la variedad de cáncer que tiene el # 2 en el número de mujeres que mata anualmente en los Estados Unidos y el # 1 entre las hispanas.

Lo que puede lograr una diferencia de seis meses y la presión de la Casa Blanca para pasar la Ley del ObamaCare. Hace sólo seis meses la US Preventive Services Task Force (Fuerza de Tarea para los Servicios de Prevención en los Estados Unidos), un panel que funciona dentro del Departamento de Servicios de Salud y Humanos del Gobierno, aunque la Casa Blanca dice que es independiente, y cuya misión es recomendar las “mejores prácticas” para la prevención, emitió una señal de alarma, acerca de un ligero descenso en las mamografías anuales entre las mujeres que estaban entre los 40 y los 50, y advertían a las mujeres en esas edades que podrían estar poniendo en riesgo sus vidas. Pero ahora ese mismo panel, dentro de la estructura burocrática gubernamental, ha decidido que la prueba deben practicársela las mujeres entre los 50 y los 69 años, porque según dicen “es más sólida la evidencia entre estas edades de que esas pruebas reducen la tasa de muerte por cáncer del seno”, según el panel los recursos empleados en las mujeres menores de 50 años no se justifican teniendo en cuenta que el nivel de “fatalidades” en esas edades es “extremadamente bajo” y porque además las “mamografías producen resultados positivos falsos en un 10% de los casos, lo que ocasiona ansiedad y hace que las mujeres se sometan a pruebas de seguimiento innecesarias”.

No importa que la American Cancer Society, el American College of Radiology y otros expertos estén en contra del cambio, basándose en la realidad de que los beneficios de las mamografías rutinarias han demostrado claramente que estas juegan un papel primordial en la reducción del número de mastectomías realizadas y de muertes a causa de uno de los cánceres más comunes. “Decenas de miles de vidas se han salvado por las pruebas de mamografía, y estos idiotas quieren eliminarlas”, dice el Profesor de Radiología de la Escuela de Medicina de Harvard, Daniel B. Kopans, quien además califica la medida como “una locura, y totalmente falta de ética”. Ni que el 3% de las mujeres en esas edades pagarán con su vida el que no se les detecte el mal a tiempo.

¿Qué ha cambiado en los últimos seis meses para que la ilustre Fuerza de Tarea haya modificado su punto de vista para lograr el 1% de reducción en las pruebas? Simplemente que si logran pasar el ObamaCare, el Gobierno tendría que pagar por muchos más exámenes si se mantiene la regla anterior. De ahí que lo que la administración Obama busca y para eso utiliza a su Fuerza de Tarea “independiente” es reducir los costos y no salvar vidas. Lo cual nada de raro tiene en la extrema izquierda que tan poco respeto tiene por la vida humana. Este repentino cambio de opinión en sólo seis meses demuestran que las prioridades de la administración no son las de salvar vidas, sino que racionando las prestaciones el CBO diga que el ObamaCare no aumenta el gasto y que la Ley se paga por sí misma.

Barack Hussein Obama decía cuando hablaba de su concepto de la Salud Pública que el incremento de la prevención rebajaría los costos. Pero de pronto vira la tortilla y reduce drásticamente la prevención. Todo esto sucede cuando todavía el ObamaCare no es Law of the Land, ¿qué no sucederá cuando lo sea?

¿Dónde estarán las feministas defensoras del ObamaCare que no se les oye opinar en este caso?

Seguramente atacando a Sarah Palin, mujer, conservadora, madre de familia y pro-vida; destruirla a ella es más importante que salvarle la vida a unas cuántas mujeres de origen hispano, cuya primera causa de muerte es precisamente el cáncer de mama.

Nobama
Nueva York, 18 de noviembre de 2009

lunes, 16 de noviembre de 2009

We Love New York...
¿Barack Hussein Obama? ¡No!


Mientras Barack Hussein Obama, satisfacía en Japón, ese su íntimo placer, casi erótico podría decirse, de doblar el espinazo ante la realeza, ya lo había hecho ante el monarca saudita, y cumpliendo sus órdenes, aunque se apresurara en negarlo, el Fiscal General Eric Holder, anunciaba que Khalid Sheik Mohammed, el arquitecto del ataque terrorista, de ese acto de guerra criminal que fue el 11 de septiembre y sus cómplices, serían trasladados a Nueva York para ser juzgados en las Cortes Federales como criminales comunes, con los mismos derechos que habrían tenido sus víctimas norteamericanas de haber en vida tenido que enfrentar un proceso judicial. Todo ello sucedía sólo a escasos días en que un terrorista musulmán, Nidal Malik Hassan, asesinara a 14 norteamericanos e hiriera a otros 30 al grito de “Alah al Bakr” (Dios es Grande) con lo que se producía en esta década el segundo ataque terrorista en territorio norteamericano y el anuncio de que la Guerra había llegado a nuestro territorio, algo que la administración Bush había logrado impedir con éxito. Tanto el lamentable discurso de Obama en Fort Hood como el anuncio hecho por Holder demuestran simplemente que Obama y sus acólitos de la extrema izquierda en el poder, se niegan a reconocer que estamos en guerra y, lo que es peor, el regreso a la mentalidad previa al 11 de septiembre, una de las causas principales de aquella tragedia nacional.

En su obsesivo negar la realidad de que ya Islam y terrorismo son prácticamente sinónimos, la administración Obama no duda ni un instante en aumentar el peligro que siempre se ha cernido sobre los neoyorquinos como blanco predilecto de los planes criminales de los islamofascistas y coloca a esta ciudad en el punto de mira central de aquellos que sí están en guerra con nosotros, aunque de forma irresponsable, Obama y la extrema izquierda se empeñen en negarlo.

Khalid Sehik Mohammed y sus cómplices, no sólo reconocieron su papel en el peor ataque terrorista que recuerde la historia, sino que además se vanaglorian de ello. Ellos debieron ser condenados a muerte y ejecutados hace ya demasiados años. Sus acciones fueron realizadas en nombre de una perversa guerra santa contra los Estados Unidos; fueron capturados en territorio extranjero en medio de una región en guerra y además, no son ciudadanos norteamericanos, de manera que no tienen ningún derecho como combatientes enemigos a recibir ninguna protección constitucional. Además, si ya esos cinco terroristas criminales ofrecieron el año pasado declararse culpables ante una comisión militar y aceptar las consecuencias que se derivan de sus acciones, ¿qué sentido tiene traerlos a Nueva York y darles todas las garantías procesales que otorga nuestra constitución como si fueran delincuentes comunes?

La respuesta para nosotros es bien clara: ¡No tiene ningún sentido! Hacerlo no responde al propósito de hacer justicia, ni hacer de nuestro país y la ciudad de Nueva York lugares más seguros, la realidad es que resulta todo lo contrario, es como colocar un enorme tiro al blanco en el corazón de esta ciudad que conocemos y amamos como la Gran Manzana.

La realidad es que lo que persiguen Obama y sus secuaces es convertir ese juicio en un circo mediático propagandístico, porque si ya los autores han confesado, ¿a quiénes se juzgará en ese travestismo de justicia? El propósito no es otro que el de someter a juicio a la administración Bush por habernos mantenido seguros después de los ataques terroristas de aquella mañana del 11 de septiembre. Esos serán los verdaderos reos, que nadie se llame a engaño. A Obama no le interesa la justicia, ni el sufrimiento de las víctimas, ni el riesgo al que somete a esta ciudad ni al país. Como tampoco le interesa la vida de nuestros soldados en Afganistán e Irak.

Es increíble como hay todavía quienes pueden defender esta sucia jugada política de Obama. Khalid Sheik Mohammed y sus secuaces no serán juzgados en Nueva York; se juzgarán las técnicas de interrogación utilizadas y por ende a la CIA y al Presidente Bush. Como enemigos combatientes a ninguno de esos 5 terroristas se les leyeron sus derechos como exige la Ley para los delincuentes comunes. Todo sin contar que, además, será un juicio que tomará años y que costará millones de dólares que serán sacados de nuestros impuestos, sin garantías de que el resultado final sea la condena de estos desalmados, de acuerdo con las leyes que rigen los procesos judiciales civiles. Y hay hasta quien nos dice tener suficientes elementos como para pensar que Obama en el fondo quiere que los juicios fracasen y que las evidencias sean rechazadas por la corte, para así tener más razones jurídicas para llevar a juicio a la CIA y por ende a la administración Bush.

Finalmente, ¿por qué escogió Obama el momento en que viajaba a Asia para que Holder hiciera el anuncio? Porque como ya es costumbre en él huyó hacia adelante, porque sabe que esta decisión no tiene defensa, pero es tan cobarde que ni siquiera tiene el valor de asumir la responsabilidad por sus acciones.

¡Qué vergüenza de Presidente que tenemos!
Nobama
Nueva York, 16 de noviembre de 2009

viernes, 13 de noviembre de 2009

Una mirada breve al verdadero Barack Hussein Obama



“We bombed Hiroshima, we bombed Nagasaki, and we nuked far more than the thousands in New York and the Pentagon, and we never batted an eye. We have supported state terrorism against the Palestinians and black South Africans, and now we are indignant because the stuff we have done overseas is now brought right back to our own front yards. America's chickens are coming home to roost”.
Rev. Jeremiah Wright
Sept. 16, 2001.
Defender la decisión tomada por el Presidente Truman de usar el arma nuclear en Hiroshima y Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial no es algo que resulte cómodo si usted está en Japón. Pero si usted es el Presidente de los Estados Unidos, usted está en la obligación de hacerlo. De la forma más diplomática posible y lamentando las víctimas civiles del caso. Pero está obligado a hacerlo. Hoy, como en casi todas sus obligaciones como Presidente y Comandante en Jefe, Barack Hussein Obama no cumplió con ese deber fundamental.

Esta mañana un reportero japonés en presencia del Primer Ministro de Japón le hizo la siguiente pregunta directa a Obama:

“¿Cuál es el significado histórico para usted del bombardeo atómico a Hiroshima y Nagasaki? ¿Piensa usted que fue la decisión correcta?

Obama desconcertado respiró profundo sin saber qué hacer y por fin... esquivó una respuesta directa a una pregunta directa.

La respuesta de Obama fue una resbalosa y vergonzosa, indigna de un Presidente de los Estados Unidos y, como ya nos tiene acostumbrados, prácticamente se disculpó ante el Primer Ministro japonés, al decir, casi de pasada que Japón “tiene una visión única en relación con las armas nucleares como consecuencia de Hiroshima y Nagasaki y estoy seguro que ello ayuda a motivar el profundo interés del Primer Ministro en este asunto”, qué vergüenza, hacer política proselitista con el honor de la nación que preside. Pero el periodista, como el tábano, no quería soltar su presa y lo intentó de nuevo: “¿Cree usted que el lanzamiento de las bombas nucleares sobre...?” En este punto, Obama groseramente lo cortó y decidió huir hacia adelante y responder una pregunta sin relación alguna acerca de la situación en Corea del Norte.

Esta bochornosa actuación de Barack Hussein Obama nos indica dos cosas muy importantes:

1. A Obama le falta todo lo que le sobraba a Truman para ser Presidente, entre ello los cojones.
2. Y que aprendió muy bien la lección de su mentor el Reverendo Wright.

Por eso decidió que el criminal de Fort Hood no es un terrorista y que los criminales de guerra del 11 de septiembre tampoco lo son, sino delincuentes comunes que deben ser juzgados en cortes civiles. Pero este es otro tema del que nos ocuparemos en breve.

De momento recuerden lo que en sus sermones decía el Reverendo Wright y compárenlo con las actuaciones de Obama.

Nobama
Nueva York, 13 de noviembre de 2009



jueves, 12 de noviembre de 2009

La lección de Irak: la diferencia entre un Presidente y un politicastro de Chicago o los titubeos políticos de Obama

Barack Hussein Obama acaba de rechazar todas las propuestas estratégicas para encaminar la crítica situación en Afganistán y ahora, después de haber pasado más de 4 meses de la solicitud de 40 mil efectivos hecha por el comandante de las tropas norteamericanas y de la OTAN, dice que quiere una revisión detallada para clarificar cuándo y cómo las tropas norteamericanas entregarán la responsabilidad de su seguridad al Gobierno afgano.

Curiosamente, esa nueva posición titubeante de Obama surge en medio de la filtrada oposición del embajador en Afganistán sobre el refuerzo de tropas, porque existen muchas dudas acerca del liderazgo del Presidente Karzai y de la fuerte oposición del vicepresidente Biden al aumento de tropas solicitado por el General McChrystal y apoyada por el también General Petraeus, quienes afirman que sin ese refuerzo de tropas durante el año próximo, tal y como Petraeus dijo en su momento en Irak, probablemente tengamos que enfrentar la derrota con todas las consecuencias para nuestra Seguridad Nacional y el peligro que implica para la compleja situación existente en Pakistán, cuya seguridad ante el embate del Taliban y de al Qaeda está condicionada a que se controle la situación en Afganistán y que es el mayor peligro que implica una “derrota” norteamericana: un Pakistán nuclear en manos de los extremistas islámicos.

Hace unas semanas, nuestra querida amiga Isis Wirth publicaba en su blog un excelente artículo que tituló: Obama el más poderoso escritor desde Julio César, en su artículo Isis señaló, entre otras cosas, lo siguiente: “148 soldados norteamericanos han muerto desde que Hussein O., busca decidirse sobre la cantidad de tropas que enviaría a Afganistán, desde el pasado 1 de agosto en que el general McChrystal le sometió su informe. Dice que se pronunciará a finales de noviembre. ¡Cuatro meses! El gran Commander in Chief alude a la obtención de un ‘compromiso’ entre militares y políticos, en su gobierno. Los militares, están todos de acuerdo, el general Petraeus apoya a McChrystal, asi como el secretario de defensa, Robert Gates. ¿Quiénes son los ‘civiles’? ¿Joe Biden y Rahm Emanuel? ¿Desde cuándo una guerra se gana con un ‘compromiso’? ¿Desde cuándo los ‘civiles’ cuentan para determinar una estrategia?”

Esas preguntas que entonces se hacía Isis son clave hoy para entender el titubeo de Obama ante la decisión que tiene ante sí. La disyuntiva es clara: ¿Quién predominará en su decisión? ¿El Comandante en Jefe electo como Presidente de un país en guerra por la mayoría del pueblo norteamericano o el Politicastro de Chicago más interesado en su reelección para un segundo término que la Seguridad Nacional y la vida de nuestros soldados?

Ser o no ser, esa es la cuestión o Barack Hussein Obama en su laberinto, así titulabamos la introducción a un artículo de Chuck Krauthammer el pasado mes de octubre, en el que decíamos que “este Hamlet moderno se debate ante una disyuntiva que exige decisiones precisas y que no admite juegos de palabras. Si responde como un verdadero Comandante en Jefe, perderá el apoyo de su base doméstica, la extrema izquierda, y tendrá que gobernar desde el Centro y olvidarse de su agenda socialista (recordar a Clinton), si por el contrario decide lanzar los dados y apostar a la posibilidad de ganar con lo que proponen los que ya se equivocaron en Irak, o trata de convencer al Talibán y quizás hasta al Qaeda que deben buscar una salida negociada. El peligro para nuestra Seguridad Nacional será de proporciones catastróficas”.

También nos preguntábamos entonces ¿qué hacían Emanuel, Axelrod y Gibs, facilitadores políticos en las reuniones del Consejo de Seguridad del Presidente? Para respondernos esa pregunta habría que regresar al Irak previo al refuerzo (surge) de tropas solicitado por Petraeus y ordenado por el Presidente Bush y que nos condujo a la victoria. Pesimistas como Joe Biden, quien proponía dividir el país en tres, y Harry Reid y John Kerry decían que la guerra estaba perdida y que había que salir huyendo de Irak.

Ahora los mismos sospechosos de siempre, politicastros calculadores como Biden y Kerry, hoy, como entonces, vuelven a estar equivocados. El vicepresidente urge al Presidente a una retirada de Afganistán, lo que significaría, como decíamos, el desastre total y Obama parece estar siguiendo al pie de la letra la recomendación de Kerry acerca del gobierno de Karzai y trata de ganar tiempo mirando a las encuestas y no a lo que le conviene al país. Se comporta más como politicastro que como presidente, angustiado por la advertencia de Emanuel de que si va en búsqueda de la victoria, se convertirá en otro LBJ (Lyndon Johnson), y que Afganistán puede convertirse en el Viet-Nam de su presidencia... ¿y mientras? El tiempo pasa y con cada día el peligro aumenta y la seguridad de nuestros soldados en el frente de batalla es cada vez más precaria.

Es cierto que Irak y Afganistán son diferentes en muchos sentidos, pero el principio básico detrás de la estrategia que funcionó en Irak tiene todas las de ganar en Afganistán y merece ser aplicada. Lo que resulta inaceptable y altamente peligroso es la inacción, la paralización y la indecisión del Comandante en Jefe.

La principal lección que debemos aprender de Irak es que la seguridad viene primero y después el avance en la estructura política. La victoria en Irak nos enseña que el Presidente tiene ante sí una decisión políticamente impopular y costosa, igual que lo fue para Bush. Si quiere la victoria en Afganistán, tiene que estar dispuesto a un compromiso militar costoso y sostenido, o puede decidirse por la derrota y mostrarle al pueblo norteamericano su diploma y medalla de Premio Nobel de la Paz, que sería lo apropiado para el político de Chicago, pero no para el Comandante en Jefe de la nación todavía más poderosa del mundo.

Nobama
Nueva York, 12 de noviembre de 2009

martes, 10 de noviembre de 2009

Obama y el Síndrome del General Custer


Hurgar en la historia y en sus personajes siempre resulta interesante, pero más aún lo es encontrar las similitudes con personajes vivos y actuales. El sábado, la Cámara de Representantes aprobó con susto la Ley del ObamaCare y de inmediato una exultante Speaker Pelosi anunciaba su victoria después de la votación. Sólo unas horas después, el Profesor de la Georgetown University, Bradley A. Blakeman, publicaba un certero artículo que tituló Nancy Pelosi – The General Custer of Our Time, en el que haciendo un paralelo con el General que condujo a sus tropas al matadero en Litle Bighorn, concluye que al igual que Custer, Pelosi, con la Ley del ObamaCare, conduce a los demócratas a un matadero en la las elecciones del 2010. Pero si uno observa un poco la historia de la política norteamericana parecería que cada cierto tiempo se produce una recurrencia de lo que alguien alguna vez llamó el Síndrome del General Custer.

Alrededor de lo que sucedió en Litle Bighorn se han tejido infinidad de teorías y versiones de lo ocurrido que han hecho que se haya creado una suerte de misterio. Pero en realidad no existe tal misterio acerca de lo que allí sucedió, como generalmente sucede la verdad es sencilla y siempre ha estado ahí para ser vista. Simplemente habían demasiados indios y muy pocos soldados y la arrogancia y el endiosamiento de Custer lo llevaron a pensar que con su genio lograría la victoria sobre los Bravos Sioux del Gran Jefe Sitting Bull.

Y, hablando de arrogancia y endiosamiento llegamos a Barack Hussein Obama y a la mañana del 5 de noviembre de 2009, cuando el Mayor del Ejército norteamericano Nidal Malik Hassan, realizó su matanza de 13 personas e hirió a otras 30 al grito de Allahu Al –Bakr (Dios es Grande). Esa misma mañana en una declaración leída en la Casa Blanca el Presidente “urgía a no sacar conclusiones prematuras”, con lo que estaba enviando la señal de cómo quería que se tratara el asunto: No mencionar la religión islámica y mucho menos la palabra terrorismo asociada a la masacre, la mayor sufrida en los Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001. Y, que como ya todos sabemos, menos el Presidente parece ser, fue realizada por un Jihadi, un musulmán, un creyente de la religión que propugna el odio y la muerte para nosotros, los infieles. Quizás sea porque Obama, como integrante de la Umah (la comunidad de los fieles) no se siente personalmente considerado dentro de la categoría de infiel, o quizás como a Custer, su arrogancia y endiosamiento no le permiten reconocer que hasta hoy su política hacia el terrorismo y su máximo exponente, el Islam es totalmente equivocada y tan llena de errores como su discurso de El Cairo. Parecería que, como Custer, Obama se niega a ver lo que está ahí para ser visto y que como él condujo a sus tropas al matadero en Litle Bighorn, este mediocre Comandante en Jefe conduce a la nación entera a la derrota y nos hará pagar un alto precio en vidas para satisfacer sus ideas. Al igual que todos los “iluminados”, Obama está dispuesto a sacrificarnos a todos en pos de lograr sus objetivos ideológicos.

Hoy, el Presidente Obama estará en Fort Hood y dentro de poco seguramente escucharemos sus palabras, pero no esperen que mencione las palabras “terrorista” ni “Islámico”, si para algo menciona a los musulmanes será para alabarlos una vez más.

Ya todos sabemos de las relaciones del carnicero Malik Hassan con el extremista Imam Anwar al-Aulaqi, un decidido partidario de al Qaeda que huyó de los Estados Unidos. Sabemos que el FBI sabía de estos vínculos y de su posible contacto con dos de los asesinos del 11 de septiembre fieles de su misma mezquita en Virginia de la que, casualmente, el Imam era al-Aulaqi, que más de una vez se levantaron banderas rojas por sus opiniones extremistas y gracias a la corrección política que parece haber llegado también a las Fuerzas Armadas, a pesar de todas estas evidencias, Malik Hassan fue promovido al grado de Mayor, en fecha tan reciente como el mes de marzo.

Así que no esperen que Obama califique lo sucedido en Fort Hood como un acto de terrorismo, eso no sucederá ni aunque el FBI le ocupara al terrorista “una foto de Osama bin Laden ayudándole a comprar armas en el centro de Killeen, Texas. Ni eso sería suficiente” para Obama.

Y de la “objetiva” Gran Prensa Norteamericana no esperen mucho tampoco, ya recibieron la señal y están tratando de convertir al victimario en víctima para satisfacer la agenda política de la izquierda, ergo, del Presidente. Así el Washington Post lo presenta como un empobrecido miembro de una minoría que vivía en un apartamentucho de $320 al mes y que conducía un cacharro por automovil, como si ello fuera algo muy importante para encontrar sus motivos. Todo a pesar de que a su sueldo de Mayor, habría que agregarle lo que recibía adicionalmente por su condición de médico, más los beneficios que reciben los oficiales de las Fuerzas Armadas, lo que sumado arroja una cantidad que pasa de los $100 mil, para un soltero sin deudas de ningún tipo. El New York Times, publicó un artículo que tituló: When Soldiers Snap (Cuando los soldados disparan sin apuntar) en el que afirma que “más de 90 días de combate continuo puede convertir a cualquier soldado en una baja psiquiátrica”, y refiriéndose a Hassan agrega: “ese punto se alcanzó aún antes de esperimentar la realidad de la guerra”. La revista Time culpa a la estresante atmósfera en Fort Hood, debido a que los frecuentes envíos de tropas a zonas de combate significan que “el problema estaba oculto a simple vista”. Habría que recordarle a la revista Times que los ciegos aquí son los funcionarios militares que en aras de la corrección política no se atreven a señalar el peligro de que en nuestras unidades existan musulmanes jihadistas, porque esas son las órdenes que reciben desde el punto más alto de la cadena de mando: El Comandante en Jefe.

No es hora de seguirle la tonada a Obama, este es el momento en que alguien en el Congreso, quizás el Senador Lieberman que anuncia una investigación congresional de todo el incidente, diga que lo que hemos sido testigos en Texas no puede describirse sólo como “una horrorosa explosión de violencia” dirigida contra las fuerzas armadas norteamericanas. Es hora de que alguien le diga al Presidente y a sus compinches apaciguadores y campeones de la corrección política que ello forma parte de una amplia guerra ideológica, generada por el terrorismo islámico que estimula a sus fieles a realizar este tipo de acciones. “Lobo solitario” o no, organizado o no, esta masacre perpetrada en una de nuestras bases militares significa que la guerra ya está aquí y que hay que librarla con decisión. No con corrección política. Y nuestros jefes militares y el Comandante en Jefe no pueden estar atacados del Síndrome del General Custer para librarla a menos que queramos reproducir las carnicerías de Little Bighorn y Fort Hood como una reacción en cadena.

Nobama
Nueva York, 10 de noviembre de 2009

domingo, 8 de noviembre de 2009

Cuidado con el síndrome del
"Violetismo Chamorrismo"

Hoy Zoé Valdés, publica un excelente y polémico artículo en su blog al que titula certeramente De la tentación. En Nobama coincidimos plenamente con el análisis hecho por la autora sobre lo sucedido en días recientes con la bloguera Yoanis Sánchez, lo cual ha sido ampliamente publicitado en todo el mundo. Tan publicitado que parecería una operación de promoción realizada por una firma de Relaciones Públicas, mientras un casi silencio ominoso prácticamente ignoraba el cerco que sufrían disidentes cubanos encerrados en la casa de Vladimiro Roca. Alertar sobre el síndrome del "Violetismo Chamorrismo" es de suma importancia y creemos que este artículo de Zoé cumple este propósito quizás sin proponérselo. Para leer el artículo haer clic aqui o en la imagen.
Gracias amiga Zoé.

Nobama
Nueva York, 8 de noviembre de 2009

viernes, 6 de noviembre de 2009

Algo de lo que esconde la Ley del ObamaCare de su Majestad Pelosi

Su Majestad Nancy Pelosi pretende conseguir los 218 votos que necesita para aprobar su Ley del ObamaCare ya para el domingo y someterla a votación en la Cámara ese mismo día. En los últimos días has estado desenfrenadamente tratando de convencer a los asustados Congresistas Demócratas conocidos como Blue Dogs, con cambios cosméticos al texto que les permita a estos votar a favor y darle la cara a sus irritados electores, para ello tendrá que violar (¿algo fuera de lo común, verdad?) su promesa de que el texto estaría al alcance de los legisladores y del público durante 72 horas antes de la votación en el pleno.

Pero lo importante no está visible, ni estará tampoco en esos cambios cosméticos ya mencionados. Oculto entre las casi 2,000 páginas del engendro Obama-Pelosi hay algo que, de saberlo, debía quitarles el sueño a esa enorme cantidad de votantes menores de 30 y a los hispanos que votaron para elegir a Obama. Entre las distintas provisiones que contempla el complicado código federal de impuestos, hay una disposición que establece lo que se llama el índice de inflación, que no es otra cosa que el % de inflación que cada año hace que el salario real disminuya y que en el código de impuestos se compensa para que el salario real no pierda su valor. Lo que quiere decir que al eliminarse esa provisión en esta Ley del ObamaCare, esos grupos poblacionales, generalmente los que menos ganan, verán que a pesar de que sus ganancias se eleven con el tiempo al no haber compensación en los impuestos, pagarán tasas más altas a pesar de que los aumentos en sus ingresos no serán reales.

La conspiración Obama-Pelosi-Reid para lograr suficientes fondos para que parezca que esta engendro malvado no aumentará el déficit, hace que la Pelosi haya ocultado deliberadamente dos importantes características de impuestos en su plan: el umbral de 500 mil dólares para el 5.4% de ingresos por pago de impuestos de sobrecargo en impuestos y el nivel de la nómina de pagos en la que las pequeñas empresas deberán pagar una nueva penalidad en los impuestos por no ofrecer seguros de salud. Esta es una sucia trapisonda política para sacarle más dinero anualmente a los trabajadores sin tener que hacer ninguna ley de aumento en los impuestos. Los efectos negativos que implican el no recomponer el índice de inflación con el tiempo transcurrido, produce una ganancia inesperada para el Gobierno con el paso de los años y una carga insoportable para los sectores menos afortunados de la sociedad, para los más jóvenes y para aquellos trabajadores en los sectores de salarios más bajos. El recargo que impondrá la Ley del ObamaCare de Pelosi se estima que elevará la recaudación del gobierno en 460 mil millones de dólares en 10 años, pero sólo será de 30 mil millones dólares en 2011 y alcanzará los 68 mil millones de dólares para el 2019, según el Joint Tax Committee (Comité Conjunto para los Impuestos).

Los norteamericanos de más edad ya han conocido este viejo y sucio truco de los Demócratas en otras épocas. Por ejemplo, en 1960, sólo el 3% de los contribuyentes pagaron un 30% o más por concepto de tasa marginal de impuestos. Para el 1980, después de la enorme inflación de los 70, la cifra estuvo cerca del 33%, según un análisis de la Fundación Heritage.

Estos silenciosos aumentos en los impuestos, que obligaron a que más norteamericanos pagarán impuestos más altos sobre ganancias inexistentes en sus ingresos, fueron vistas ampliamente como algo injusto y reprensible, pero que ningún gobierno ni congreso demócrata Carter incluido quiso cambiar. Pero afortunadamente llegó Reagan a la Presidencia y en 1981, como parte de sus recortes en los impuestos, una coalición bipartidista votó por reestablecer los índices de inflación en los diferentes niveles de ingresos en función de los impuestos (tax brackets).

También sabemos lo que sucedió con el Impuesto Mínimo Alternativo (Alternative Minimum Tax), el cual fue aprobado en 1969 para golpear sólo al 1% de los norteamericanos, el IMA tampoco contempló el ajuste de los índices de inflación entonces, ni tampoco cuando Clinton en 1993 aumentó la tasa del IMA. La cantidad de familias golpeadas por este impuesto en las sombras fue más del triple en la siguiente década. En la actualidad, a menos que el Congreso pase anualmente una enmienda o parche, aquellas familias con ingresos tan bajos como $75 mil al año pueden ser golpeados por este engendro que los demócratas se niegan a eliminar, por lo que han boicoteado históricamente todos los intentos por hacerlo.

Pues bien, el recargo de impuestos de la Ley de Pelosi y Obama tendrá un efecto similar. El impuesto comenzará en 2011 sobre ingresos superiores a $500 mil para solteros y de $1 millón para casados y parejas. Si asumimos que para la próxima década habrá una tasa de inflación del 4% anual, esos $500 mil para un individuo tendrá un impuesto de $335 mil sin el ajuste para el 2020 y si a ello le agregamos que una familia promedio en los Estados Unidos cuenta con al menos 4 integrantes, no es muy difícil comprender los apuros que pasarán con el vertiginoso aumento del costo de la vida que sufrimos anualmente. ¿Qué sucedería entonces a aquellas familias que ganan menos de esa cantidad o que se sostienen con el salario mínimo? Lamentablemente, en el caso de los hispanos, el Caucus Hispano les esta haciendo un flaco favor y han armado una revuelta, no para cambiar este aspecto que realmente será un mazazo en las cabezas de sus hermanos, sino porque presionados por LULAC, La Raza y otros pajaros de cuenta similares, no quieren que en la Ley aparezca la disposición, apoyada por la Casa Blanca, que prohibe que los inmigrantes ilegales compren seguro médico a través del llamado intercambio gubernamental (Opción Gubernamental).

Además está la penalidad en las nóminas de los negocios, la cual se impondrá en una escala deslizante que comienza en una tasa del 2% para firmas con una nómina de $500 mil y se elevará hasta el 8% en firmas con nóminas por encima de los $750 mil. Pero esas cifras tampoco recibirán ajuste alguno por inflación, por lo que siguiendo con el 4% de tasa de inflación promedio en 10 años, golpeará a las nóminas entre los $335 y los $510 mil en dólares actuales, que para entonces habrán perdido aproximadamente un 30% de su valor, si no más.

Este silencioso regreso a la práctica de no indexar los ingresos según la inflación, demuestra una vez más el violento y totalitario radicalismo oculto en el ObamaCare. Con esta silenciosa omisión, los Demócratas rechazan un consenso bipartidista que data de 30 años, destinado a compensar una injusticia en la relación salario real-impuestos producto de la inflación, lo que, como decía, golperá en sus cimientos a millones de norteamericanos, de clase media y baja, con impuestos que la propaganda Obámica del Change We Can Believe In les prometía que sólo afectarían a “los ricos”; quienes, francamente, serán quienes menos sufran aunque sean los que más tengan que pagar, simplemente porque son los que tienen más, y que Dios se los bendiga porque supieron triunfar, que de eso se trata el Capitalismo. No de nivelarnos a todos como pobres como pretenden hacer Obama y Pelosi el sábado con su Ley del ObamaCare.

Aaron Mayer
Washington, DC, 6 de noviembre de 2009

jueves, 5 de noviembre de 2009

Obama no va a Berlín, pero sí a Copenhagen

Barack Hussein Obama, si buscó el tiempo para ir a Copenhagen a cabildear para que le otorgaran a la ciudad de Chicago la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, pero ahora parece que no encuentra el tiempo para ir el 9 de noviembre a los festejos por el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín. ¿Pueden ustedes creerlo?

La Canciller alemana Angela Merkel, lo invitó especialmente y su respuesta fue que estaba muy ocupado. ¿Si pudo disponer de 24 horas para Copenhagen en medio de las mismas circunstancias de hoy, por qué no hacerlo por Berlín en fecha tan importante? ¿El Presidente de los Estados Unidos dando una excusa pueril para no estar presente en esa ciudad símbolo de la libertad cuando celebra la caída no sólo de un símbolo de opresión, sino de todo el andamiaje opresivo del totalitarismo comunista? ¿Saben ustedes por qué? Porque Ronald Reagan estará presente allí repitiendo otra vez: “Mr. Gorbachev, tear down this wall”.

Y es tan mezquino este patán en la Casa Blanca que no soporta la idea de tener que recordar y alabar la memoria de un verdadero Presidente de los Estados Unidos, no de una estrella de Rock como él, y por demás mediocre. Obama sabe que sería eclipsado por el recuerdo de este gigante de la libertad y porque, además, en el fondo él tiene la misma idea totalitaria del dominio del Estado sobre el individuo y sus libertades. Pero hay más, él sabe que allí estará también John F. Kennedy exclamando en la Puerta de Brandeburgo: Ich Bin Ein Berliner.

Verse eclipsado por la talla de dos Presidentes verdaderos es demasiado para él y su ego se vería sumamente lastimado porque no sería el centro de la atención y porque nada tiene que mostrar a un año de sentarse en la misma oficina que esos dos gigantes que lo antecedieron. En todo caso se sentiría avergonzado de la comparación necesaria que harían los berlineses de lo que dijo el 24 de julio de 2008 a una muchedumbre de 200 mil personas en el Tiergarten de Berlín y de las políticas que ha llevado a cabo desde que asumió la presidencia.

El año pasado, Obama le dijo a los berlineses que ellos y nosotros éramos los “herederos de aquella lucha por la libertad”, pero este año, él si ha encontrado el tiempo para apaciguar a cuanto régimen dictatorial y autoritario se le ha ocurrido. Pero no para ir a Berlín a honrar a quienes hicieron posible una Europa más libre y más próspera.

¿No es una vergüenza?

Barack Hussein Obama, pasará a la historia como uno de los Presidentes que más daño le hiciera a esta nación y al mundo y seguramente ni Michael Moore podrá juntar los pedazos rotos de su legado para hacerle un tributo cuando ya no esté, como este que Jason F. Wright hizo del enorme Ronald Reagan y que pueden apreciar a continuación.

Nobama
Nueva York, 5 de noviembre de 2009

miércoles, 4 de noviembre de 2009

The Thrill Is Gone, Mr. President


You know I'm free, free now baby
I'm free from your spell
I'm free, free now
I'm free from your spell
And now that it's over
All I can do is wish you well

The Thrill is Gone

BB King


Same dances in the same old shoes
Some habits that you just can't lose
There's no telling what a man might lose,
After the thrill is gone.

After The Thrill Is Gone
The Eagles

Hoy es miércoles 4 de noviembre y parecería que se tratara de un miércoles cualquiera. Pero no lo es, hoy hace un año que Barack Hussein Obama, ganó las elecciones presidenciales y ese día, que fue martes, parecía que había hechizado a la mayoría de los estadounidenses que con su voto lo eligieron a pesar de que era obvio que se trataba del político más radical que se postulara para encabezar la nación y de que nada había en su currículum que indicara que su presidencia estaría a la altura de los retos que enfrentamos aquí y en el mundo después del 11 de septiembre de 2001. Pero, a pesar de todo, su hechizo funcionó.

Anoche, una noche de martes un año después, The Thrill Is Gone. De pronto su hechizo parece haber sido conjurado por la mayoría y perdió dos importantes citas electorales en Nueva Jersey y Virginia. En el primero de esos estados hizo campaña hasta el agotamiento, por el corrupto Jon Corzyne y hasta prestó su voz de Flautista de Hamelin, para realizar llamadas automáticas (Robocalls) a los votantes, hablándoles de lo importante que era reelegir al Gobernador Demócrata. Casi todos los expertos (pundits) en la política del llamado Estado Jardín con los que hablé me aseguraron que Corzyne ganaría, aunque por un estrecho margen, porque Obama se había empleado a fondo en su apoyo y en noviembre del año anterior había ganado el archiazul estado por una diferencia de 15 puntos. Luego, ¿qué pasó anoche?

La invencibilidad de Obama parece haber perdido su poder. La gente puede argumentar las razones por las que estas elecciones, todas en lugares que Obama ganó cómodamente, fueron perdidas por los demócrata. Lo cierto es que si él todavía fuera la “maravilla política” que lo llevó al triunfo el año pasado, estas elecciones no debían haber sido ni siquiera competitivas para los Republicanos, sino todo lo contrario: un paseo para los Demócratas. De manera que la primera conclusión que podemos extraer después de este día de elecciones es que ayer fuimos testigos del final de su “hechizo político especial”. Y, francamente, debo confesar que ello no es ninguna sorpresa para mí, porque como he escrito muchas veces con anterioridad: su “magia” no era otra cosa que una suerte de espuma marina en la cresta de una ola, levantada por sus asesores de campaña y la “Gran Prensa norteamericana” que quiso y logró hacer ver que era un iluminado, un profeta elegido por gracia divina.

Pero lo cierto es que como dijimos en el 2008 y hemos repetido hasta el cansancio, Obama no estaba listo para ser Presidente, era y es un organizador comunitario con la quimera de implantar las ideas aprendidas de sus mentores radicales como Alinsky y Jeremiah Right. Como ya se ha dicho antes y citando al maestro Chuck Krauthammer: “Obama, Mesiah No More”. Y yo le agregaría: Vaya, vaya... si es un político demócrata igual a los demás, siguiendo las lecciones aprendidas con los maestros del Chicago Way.

Otra razón importante de la debacle demócrata de ayer es que como a Obama, sólo le interesa Obama y lo demás tiene que supeditarse a sus obsesivos programas gubernamentales como el ObamaCare y el Cap & Trade, las campañas demócratas en Virginia y Nueva Jersey versaron sobre las ideas Obámicas principalmente y no en los problemas específicos que aquejan a esos estados en esta crisis por la que atravesamos, todo lo contrario a lo que hicieron los candidatos Republicanos cuyas plataformas, lejos de perderse en vagas generalizaciones se dirigieron a los problemas específicos a los que día a día se enfrentan sus ciudadanos y simplemente... ¡Ganaron!

Por último, Obama ha perdido a los votantes independientes que en definitiva fueron quienes lo eligieron y estos, al escuchar sus discursos de campaña en los estados en juego, comprendieron que la resistencia a esa agenda de extrema izquierda, a ese Cambio que no fue el Cambio por el que votaron, está precisamente en los Gobiernos Estatales y en las prerrogativas que les ofrece la Constitución y han comenzado a rectificar su error y a la vez enviándole un mensaje alto y claro a los legisladores de cualquier partido: “Miren a ver como votan porque en un año podemos despedirlos como hicimos hoy con Corzine”.

Los otros que tienen que aprender bien la lección en estas elecciones son quienes dirigen el Partido Republicano. A pesar de que el candidato conservador Hoffman no ganó en el distrito 23 de Nueva York, no pueden desconocer que su base natural conservadora les indica el camino a seguir y saben muy bien que Hoffman no ganó, en gran medida por culpa de ellos mismos, al apoyar a la liberal Scozzafava, quien después de abandonar la lid declaró su apoyo al candidato Demócrata, lo que representó, sin dudas, una situación de inestabilidad para muchos Republicanos. Si vemos los resultados de esta inusual elección para el Congreso el candidato demócrata vencedor obtuvo el 49% de los votos, Hoffman el 46 y la misma Scozzafava un 7%, de ahí que si sumamos los votos de estos dos últimos veremos que la mayoría votó en contra del vencedor. Si los Republicanos ignoran que sólo energizando su base natural pueden ganar elecciones, tendremos Pelossi para rato en el Congreso y a Obama, al menos 8 años en la Casa Blanca.

Si ellos no ven esto claro, deben dejarle el camino libre a los que sí lo ven. La mayoría de los norteamericanos está harta ya y está empezando a mostrar su deseo de revertir el daño que Barack Hussein Obama y el Congreso Demócrata le están inflingiendo a la nación norteamericana.

Que se unan al coro y le digan al Presidente y al Congreso: Señores el experimento socialista ya fracasó, por eso es que The Thrill is Gone. ¿Dou You Get It Now? Eso es lo que esperan los votantes y ayer lo demostraron, esperemos que los hayan escuchado, porque hablaron bien alto y bien claro.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 4 de noviembre de 2009