viernes, 16 de enero de 2009

Nobama continua

Nobama siempre supo que el presidente electo era un hipócrita y un manipulador excepcional. Su meteórico ascenso al plano nacional en los Estados Unidos, sin tener una trayectoria que lo avale, son el resultado de que los caciques del Partido Demócrata y la Gran Prensa izquierdista norteamericana encontraron que con este Tartuffe, con grandes dotes retóricas, podrían hacerse del poder cuasi absoluto. Ya dominan dos ramas, el ejecutivo y el legislativo, y en muchas ocasiones el judicial, e intentarán llevar a cabo su agenda izquierdista, para finalmente convertir a esta nación al Socialismo Europeo, tan del gusto del flamante presidente electo. Los editores de Nobama hemos estado discutiendo desde el resultado electoral de noviembre, la conveniencia de continuar con este proyecto y por fin hemos llegado a la conclusión de que vale la pena seguir, que ahora más que nunca se impone la necesidad de vigilar y denunciar lo que planean, los Obama, Reid, Pelossi y demás para cambiar la esencia misma de este país. En consecuencia, Nobama continuará despué:s del 20 de enero, día de la “coronación” de Barack Hussein Obama. Una vez más invitamos a todos aquellos que crean que necesitan expresar una opinión a favor o en contra, en este caso ya sobre la presidencia de Obama, a que lo hagan según los criterios que expresamos en nuestro primer post A manera de introducción.
Nobama
Nueva York, 16 de enero de 2009

miércoles, 14 de enero de 2009

¿Rumbo a los años 30?

Si las noticias sobre el estado de la economía son ya de por sí muy preocupantes, más lo son todavía las medidas que para resolver la crisis cada día nos anuncia la flamante administración entrante de Barack Hussein Obama. Nobama recomienda a sus lectores un artículo del Doctor en Economía Thomas Sowell, publicado en Libertad Digital.

martes, 13 de enero de 2009

Algunas obviedades sobre el conflicto en Gaza

La ofensiva mediática y de la izquierda internacional, secundada por algunos gobiernos supuestamente democráticos como el del PSOE en España, contra el derecho de Israel a defenderse y de apoyo completo a los terroristas de Hamas, se basa en un conjunto de mentiras y tergiversaciones acumuladas a través de los años que dura el conflicto en el Medio Oriente y que lo tuercen para que se entienda al revés. Nobama recomienda este artículo de Florentino Portero, aparecido en el diario ABC, que en una excelente síntesis proporciona las claves para entenderlo derecho.

Israel debe acabar con Hamas

Nobama recomienda este excelente artículo de Chuck Krauthammer aparecido en Libertad Digital. Certero y preciso, como siempre.

lunes, 12 de enero de 2009

Hablando de proporcionalidad en Gaza

Nobama recomienda este artículo de Carlos Alberto Montaner, aparecido en la página de opinión de El Nuevo Herald. Vamos, que a veces se les escapan cosas como estas.

viernes, 9 de enero de 2009

¿Stalinocastrismo en Encuentro?


En la mañana de hoy el imprescindible sitio cubano Penúltimos días sufrió un ataque cibernético que lo sacó del aire. Nobama condena esta grosera agresión a la libertad de expresión y al derecho a denunciar lo que se considera falto de ética, como es el caso de los artículos que en relación con las finanzas de la AECC y sus relaciones con el Gobierno Socialista del Liberticida Zapatero, si este fuera el caso. Es decir, que si la AECC movió sus influencias para castigar a Penúltimos días o alguno de sus testaferros o corifeos que hemos estado viendo opinar y atacar al editor del sitio, Ernesto Hernández Busto, por ejercer su derecho, se ha prestado para este deleznable ataque al derecho a saber, todos debemos expresar nuestra máxima repulsa y denunciarlo en nuestras páginas y blogs para ver si tienen el poder y el alcance de silenciarnos a todos.
¡Viva la Libertad de Expresión y el Derecho a saber!
Nobama
Nueva York, 9 de enero de 2009


Actualización: Penúltimos días está en el aire de nuevo. ¡Excelente!
10 de enero de 2009

jueves, 8 de enero de 2009

La lucha contra Hamas es nuestra lucha

Por su importancia y certero enfoque, Nobama recomienda este artículo de Isis Wirth, publicado bajo el mismo nombre en su blog La Reina de la Noche.
¡Viva Israel Eterno!

martes, 6 de enero de 2009

Una cuestión de “proporción”


“Entre las demás raíces del mal que te acaecerá, si por ti mismo no ejerces el oficio de las armas, debes contar con el menosprecio que habrán concebido para con tu persona, lo que es una de aquellas infamias de que el príncipe debe preservarse. Entre el que es guerrero y el que no lo es no hay ninguna proporción.”
Maquiavelo, El príncipe

N
obama recomienda este artículo del filósofo francés André Glucksmann aparecido en el diario español El País.

lunes, 5 de enero de 2009

ISRAEL NO DEBE PARAR HASTA DESTRUIR A HAMAS

En el fin de semana las fuerzas terrestres de Israel penetraron en Gaza, una acción a la que el estado hebreo se resistía y que sin dudas está llena de riesgos estratégicos. Pero como dijo el Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, “hay momentos en los que no queda otra opción”.

De acuerdo con los informes iniciales, el asalto terrestre dividió a Gaza en tres secciones. Las tropas israelíes llegaron hasta la costa del mar mediterráneo y sus unidades blindadas rodean Gaza City. Hasta aquí los objetivos tácticos israelíes parecen haberse cumplido, pero lo que todavía no se conoce con claridad es cuáles son los objetivos estratégicos de Israel.

Oficialmente los funcionarios israelíes han sido muy parcos al respecto. El único objetivo, dicen, es la destrucción permanente de la infraestructura que Hamas ha utilizado en los últimos tres años para lanzar miles de cohetes y de proyectiles de morteros contra civiles israelíes.

La cautela que muestran los judíos, parece ser el reflejo de las lecciones aprendidas en la desastrosa guerra en Líbano durante el 2006, cuando otro satélite de Irán, Hezbollah, combatió contra Israel y lo dejó con la amargura de quedarse en la misma situación que tenían al principio del conflicto.

En aquella guerra, Israel sobreestimó la capacidad del poder de la fuerza aérea para forzar una victoria en el terreno y entonces tuvo que retroceder a causa de las bajas inevitables una vez que lanzó al terreno las fuerzas blindadas y la infantería.

¿Por qué arriesgarse a repetir un resultado similar?

Parece ser que la verdadera intención es, esta vez, derribar el gobierno de Hamas, el que, después de todo, ha convertido a Gaza en un estado terrorista dedicado a la destrucción de Israel.

De no lograr ese objetivo, se especula que Israel espera al menos obligar a Hamas a que acepte un acuerdo a largo plazo que acabe con la amenaza sobre los civiles israelíes. Pero esta especulación parece muy poco probable. Porque hablando en términos prácticos, la amenaza que Hamas representa para Israel no desaparecerá hasta que Hamas desaparezca a su vez. Esa es la realidad y tanto Israel como Hamas lo saben.

Hasta el momento no está claro ni siquiera si Israel logrará este objetivo estratégico, pero lo que si está claro es que no podrá hacerlo sin el apoyo irrestricto de los Estados Unidos y al menos con la cooperación tácita de los gobiernos occidentales que comprenden la amenaza que representa para sus propios ciudadanos el extremismo islámico. Apoyo que no será fácil lograr y mucho menos mantener, debido a las imágenes gráficas de muerte y destrucción que hoy llenan las pantallas de la TV en todo el mundo. De momento, occidente con la lamentable excepción de Francia y la predecible de la España del liberticida Zapatero, parece apoyar a Israel en su derecho básico de autodefensa.

Como decía, el que Israel pueda o no concluir con éxito la acción que comenzó es algo que no se puede predecir, al menos todavía. Pero ninguna persona decente con un mínimo de justeza en su corazón le puede negar a Israel su derecho y de hecho su obligación de intentarlo. Porque, ¿a qué nación se le puede pedir con justicia que soporte interminables ataques con cohetes y morteros? ¿Qué gobierno del mundo sometido a una situación similar a la que está Israel ha demostrado la contención que este ha mostrado durante tantos años? Digamos que muy pocos, aunque en verdad por más que busco en mi memoria no recuerdo ninguno.

Hamas comenzó este conflicto, por lo que Israel está en todo su derecho de intentar acabarlo de una vez y por todas. Esperemos que lo logre antes de que el bloque internacional de los que odian a Israel logre salvar de su destrucción completa a la máquina de terror controlada por Irán. Pero para ello Israel debe resistir todas las presiones que se le avecinan y avanzar lo más que pueda, y muy importante, lo más rápido posible, en la consecución de su objetivo estratégico de largo alcance antes del 20 de enero, cuando Barack Hussein Obama tome posesión como Presidente de los Estados Unidos, ya que las señales que últimamente el presidente electo nos envía no son muy favorables para Israel, ni tampoco para los Estados Unidos. La reciente nominación de Leon Panetta como Jefe de la CIA, nos indica que con su llegada termina la línea dura contra el terrorismo islámico y comienza la llamada línea suave, que no sólo pone en peligro a Israel, sino también a todos nosotros a quienes ellos, los terroristas islámicos, nos llaman infieles.

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 5 de enero de 2009

viernes, 2 de enero de 2009

¿PACTARÁ OBAMA CON EL DIABLO?

San Wolfgang y el Diablo, de Michael Pacher

¡Oh, si mi alma debe sufrir mi pecado!!
¡Pon final a mi dolor incesante!
Haz que Fausto viva mil años en el infierno,
Cientos de miles, y que luego sea salvado.
Dr. Faustus
Christopher Marlowe

Imagínense si en el verano de 1941, Adolfo Hitler se le hubiese acercado a Winston Churchill y a Franklin Delano Roosevelt con esta propuesta de pacto: Cesaré las hostilidades y dejaré tranquila a la Gran Bretaña, si ustedes me dejan en paz para terminar mi exterminación de los judíos. Es de esperar que en enero próximo Mahmoud Ahmadinejad, haciéndose eco de la voluntad de Barack Hussein Obama de reunirse sin condiciones, le ofrezca un pacto similar.

Probablemente la oferta sea el compromiso de Irán de cooperar con occidente en lo referente a su programa nuclear y posiblemente exprese la aceptación de la inspecciones por parte de la ONU. Claro está, siempre que los Estados Unidos cambie su posición de apoyo a Israel, incluyendo sus acciones contra Hamas en Gaza, que pueden ser sólo el preludio de la próxima gran confrontación entre los Estados Unidos e Irán en el Medio Oriente y, por supuesto, un momento definitorio para la presidencia de Obama.

Según la opinión de algunos expertos en los recovecos de la política iraní esto es lo que la cúpula iraní prepara para ofrecerle a occidente en una suerte de Pacto con el Diablo. En pocas palabras, el precio que pone Irán a ponerse de acuerdo con los Estados Unidos, “El Gran Satán”, será nuestra aceptación de que puedan destruir al “Pequeño Satán”, Israel.

¿Aceptará Obama un pacto como este? En realidad muchos de los integrantes de su equipo de política exterior, incluyendo al vicepresidente electo Biden, han expresado la urgencia de conversaciones directas con Irán como una vía para resolver el impasse nuclear, aunque otros integrantes de ese equipo como Hillary Clinton o Rahm Emanuel, se resistan a ello. El problema es que Irán interpreta que una política norteamericana de conversaciones directas sobre la cuestión nuclear daría luz verde a sus mayores ambiciones.

La violencia en Gaza debe recordarnos que es Irán quien tira realmente de las cuerdas que mueven a Hamas y que desea ser la primera potencia nuclear en el Medio Oriente y también destruir a Israel.

Lo que pocos norteamericanos comprenden, incluyendo al parecer a importantes ayudantes en polítíca exterior de Obama, es que Irán no necesita alcanzar el primer objetivo para lograr el segundo.

Irán no necesita una bomba nuclear para destruir a Israel. Lo único que necesita hacer es seguir cerrando la pinza que representan Hamas, Hezbollah y Siria sobre el estado judío, hasta que este se vea forzado a permitir la reentrada de los Palestinos en Israel y ofrecerles la ciudadanía, lo que conduciría a la eliminación de la “Entidad Sionista”.

Pero Teherán sabe que esto jamás será posible sin tener a los Estados Unidos a bordo. Los Ayatolas tienen la certeza de que un ofrecimiento de conversaciones directas, abrirá las puertas a que puedan ofrecer un precio por la paz en Iraq y la futura cooperación iraní en materia nuclear, ese precio sería que los Estados Unidos se mantengan inactivos mientras Israel deja de ser gradualmente un estado judío independiente.

No importan el calendario ni los detalles reales, como, por ejemplo, el que una administración Obama logre que bajo su presión, Israel regrese a las fronteras de 1967 y lo obligue a ceder en que Jerusalén sea la capital del Estado Palestino, o que acepte “el derecho al regreso” de los palestinos. Lo que cuenta es que Irán pretende “llevarse la gloria” de haber inutilizado a Israel y quizás de “borrarlo del mapa” como dice Ahmadineyad y, por supuesto, el premio de haber logrado engañar a los Estados Unidos para que le ayudara a lograrlo.

En una carta abierta dirigida al Presidente Bush en 2006, Ahmadineyad detalló las bases para ese pacto al decir que la hostilidad de los musulmanes contra occidente nunca cesaría a menos que abandonaran su apoyo a Israel. Tarde o temprano, él hará una propuesta similar al ya para entonces Presidente Obama y esta vez, posiblemente, incluya una propuesta de pacto sobre el programa nuclear iraní.

El problema es, claro está, que una oferta de ese tipo no tendría valor alguno. Irán no es un interlocutor confiable ya que ha mentido sistemáticamente a la ONU y a la Unión Europea y durante años ha violado y hecho trampas en varios acuerdos sobre su programa nuclear. ¿Qué podría hacer que cambiara ahora? Si Irán puede engañar a la administración entrante para que revierta su política de apoyo a Israel, no veo qué razón tendría para abrirse paso a través de engaños hasta tener lista su bomba.

Lo que sí es seguro es que habrá algún tipo de presión sobre Obama para que llegue a algún “acuerdo o compromiso”. El tiempo y la voluntad para una opción militar, como bombardear las instalaciones nucleares de Irán, se agota. Desde 2005 y sin haber logrado mucho, la administración Bush ha intentado todas las vías diplomáticas posibles, excepto las conversaciones directas, para lograr ese compromiso. La tentación de iniciar conversaciones directas como el próximo paso será casi abrumadora.

Obama ha dicho que Israel tiene el derecho a su autodefensa y a un Jerusalén unificado. Pero también ha estado junto a la extrema izquierda durante toda sus vida y como sabemos, esta cuenta con una hostilidad instintiva hacia Israel porque lo considera el representante del occidente imperialista. Además, ha mantenido sus simpatías hacia los activistas palestinos como Rashid Khalidi, el amigo de Obama, sin importarle cuán militantes o terroristas sean. También sabemos que la visión de Obama sobre Irán es la de un “pequeño país” que “no representa una amenaza para nosotros”.

El daño que Irán pueda infligirle a Israel es otra cuestión a tener en cuenta. El nudo corredizo de Hamas, Hezbollah y Siria alrededor del cuello de Israel se aprieta cada vez más. Aún cuando el lamentable gobierno de Olmert se las arregle de alguna forma para reducir el poderío militar de Hamas, la amenaza de Hezbollah y de Siria, con Irán apoyándolos se mantiene como espada de Damocles sobre el estado judío. ¿Asumirán los Estados Unidos bajo Obama una posición firme para evitar que el nudo corredizo se cierre aunque ello signifique tener que enfrentar a un Irán permanentemente hostil?

Al margen de sus errores, que son muchos, a la hora de tratar con Teherán, la administración Bush jamás cedió a la tentación de hacer un pacto con el Diablo. Muy pronto sabremos, tan pronto como el 20 de enero, si el material del que está hecho Obama, cuenta con el mismo temple.

Aarón Mayer
Nueva York, enero 2 de 2009

martes, 30 de diciembre de 2008

Granma: Obama es Bush Déjà Vu

Nobama les invita a leer este artículo publicado en Granma en el que la dictadura hecha mano de las Sagradas Escrituras para unirse a la extrema izquierda que ya critica la composición del Gabinete de Obama antes de que el Presidente electo haya tomado posesión. Muy interesante.

lunes, 29 de diciembre de 2008

GOLPEAR A HAMAS HASTA EL FINAL

¡Qué predecibles! Los exitosos ataques aéreos de Israel en Gaza representan una respuesta “desproporcionada” a la violencia de Hamas, eso es lo que se le ocurre decir al flamante Secretario de esa inútil entelequia llamada ONU, Ban Ki-Mon y a países como España (Leire Pajín, Secretaria de Organización del PSOE la califica de “masacre” que no “debe quedar impune”), Francia y México, ese mismo México tan “demócrata” y humanitario que devuelve a la dictadura a los cubanos que huyen. Cabría preguntarle a sus señorías ¿qué consideran una respuesta permisible y “proporcionada” a más de tres años de miles de ataques con cohetes y morteros por parte de los terroristas islámicos palestinos, con particular insistencia en dirigirlos contra escuelas y guarderías? Pero no perdamos el tiempo con preguntas que ellos consideran retóricas. En definitiva, los judíos muertos no son noticia ni les escandalizan, pero si Israel se defiende y mata terroristas, que bien muertos estén, sus señorías se sienten ultrajadas y vociferan contra el estado hebreo, la única Democracia verdadera en el área. Israel está golpeando con fuerza a los terroristas. Por eso Israel es el villano. ¡Faltaría más! Para los críticos, Israel no tiene derecho a defenderse. De manera que es mucho mejor que Israel haga precisamente eso, defenderse atacando a los instrumentos del terror hasta destruirlos.

Como dijo Ehud Barak, Ministro de Defensa israelí, “pedirnos que hagamos un alto al fuego con Hamas es como pedirles (a los Estados Unidos) que hagan una cese al fuego con al Qaeda”, y añadió, “¿se quedaría de brazos cruzados el Presidente de los Estados Unidos si San Diego se viera bombardeado diariamente por cientos de misiles lanzados desde Tijuana?” Después de todo, Israel evacuó por completo Gaza en 2005, retirando a todos los soldados y colonos y destruyendo sus propios pueblos y villorrios. No existe ninguna “ocupación” allí a la que Hamas tenga que oponer resistencia. “Hasta ahora hemos mostrado moderación”, dijo la Ministra del Exterior Tzipi Livni. “Pero hoy no tenemos otra alternativa”.

Israel ha seleccionado cuidadosamente los blancos que ataca, lo que tomó a Hamas por sorpresa, destruyó el complejo principal de seguridad de Gaza City, puestos militares, sitios de lanzamiento de cohetes, talleres metalúrgicos, la estación de TV de Hamas y una mezquita que alojaba a soldados armados. Fueron destruidos unos 40 túneles utilizados para pasar armas a Gaza y terroristas a Siria e Irán para recibir entrenamiento.

Es cierto que el número de muertos es alto. Pero aunque Hamas se ubica deliberadamente en zonas densamente pobladas, utilizando a los civiles como escudos humanos, la mayoría de los muertos son soldados de Hamas, incluyendo dos comandantes de alto rango.

Para Israel, no está exenta de riesgos lo que se proyecta como una prolongada operación militar. Su guerra en Líbano en 2006, destinada a eliminar a Hezbollah, fue un fracaso, por lo que no pueden afrontar una repetición de una debacle como aquella.

El Presidente electo Barack Hussein Obama, está de vacaciones en Hawai, y se dice que “monitorea la situación” pero no ha querido comentar más allá mientras George W. Bush esté en la presidencia. Esperamos que no haya cambiado su punto de vista del pasado verano durante su visita a la martirizada ciudad israelí de Sderot: “Si alguien está lanzando cohetes hacia mi casa en la que duermen mis hijas durante la noche”, dijo entonces. “Yo haría todo lo que estuviera en mi poder para detener esos ataques. Y espero que los israelíes harán lo mismo”.

Eso es lo que Israel hace y necesita el apoyo de todas las personas decentes en el mundo. Ya una vez ante la pasividad de casi todos pretendieron exterminar a los judíos, hoy ante la pasividad, la desidia y la desvergüenza de muchos los nuevos nazis pretender destruir al Estado de Israel y los grupos terroristas islámicos juegan un importante papel en la ecuación, tan importante como personajes de la calaña de la tal Pajín y del gobierno del liberticida Zapatero con su testaferro Moratinos. Nosotros por nuestra parte confiamos en el texto del Salmo 121:4: “nunca se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”. Viva Israel eternamente.

Nobama,
diciembre 29 de 2008

viernes, 19 de diciembre de 2008

¿AS SALAAM ALEYKUM? O ¿PODRÁ OBAMA LOGRAR UN DIÁLOGO CON EL ISLÁM?


As Salaam Aleykum es el saludo por excelencia en todos los países árabes el que, por lo general, se acompaña con un estrechón de manos y, en ocasiones, con dos o tres besos alternando las mejillas, después de recibir la respuesta de Aleykum As Salaam.

Y ese es precisamente, el mensaje que Barack Hussein Obama desea enviarle a los musulmanes cuando el próximo 20 de enero tome posesión de su cargo utilizando también su segundo nombre para ello. El Presidente electo ha estado hablando de sostener un diálogo con el mundo islámico, pero hasta el momento no ha encontrado el cómo hacerlo.

En un momento determinado sus asesores valoraron la posibilidad de que sostuviera una cumbre con líderes musulmanes en la Casa Blanca, pero descubrieron que ello era impracticable. Entonces se les ocurrió la “brillante” idea de que Obama asistiera a la Conferencia de la Cumbre Islámica, la cual se reúne cada 3 años. Pero, por razones obvias de ese mundo, esa variante también ha resultado bastante complicada. Ahora el plan es que pronuncie un “importante discurso en una capital islámica”.

Claro hay una pregunta que todos se hacen: ¿Qué es lo que Obama desea expresar con este diálogo? El Presidente electo trató de aclararlo en una reciente entrevista con The Chicago Tribune: “El mensaje que quiero enviar es que seremos inflexibles en la eliminación radical del terrorismo extremista que hemos visto en Mumbai”.

Aquí habría que detenerse y destacar algunos aspectos que se desprenden de esta respuesta. Obama menciona a Mumbai y no a los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, ni ninguno de los otros llevados a cabo por terroristas Islámicos contra objetivos occidentales y no habla de “terrorismo Islámico”, sino de “extremismo terrorista”.

La razón a mi juicio es que no desea incomodar a jefes de estado, clérigos, personalidades y jefes tribales musulmanes, por lo que pienso que ese es el error fundamental sobre el que basa su enfoque. Si el terrorismo que vimos el 11 de septiembre y en muchas otras ocasiones nada tiene que ver con el Islam, ¿qué sentido tiene entonces discutir el asunto con líderes Islámicos y no con los sacerdotes de la religión Yoruba, con el Papa Benedicto XVI o con el Dalai Lama? Pero, por el contrario, si aceptamos que este tipo de terrorismo tiene raíces Islámicas, debía llamarlo por su nombre y no esconderse detrás de eufemismos políticamente correctos, porque eso no es lo que debemos esperar del hombre que ganó la presidencia con el lema de la transparencia y del Cambio. Además, si queremos derrotar al terrorismo Islámico, no queda otro remedio que incomodar a los musulmanes. A los musulmanes moderados hay que decirles claramente que han sido reacios a reconocer la amenaza que sus pares extremistas representan para todas las sociedades democráticas y moderadas del mundo.

Es verdad que no todos los musulmanes son terroristas, pero también lo es que casi todos los terroristas son musulmanes y que no vienen de otro planeta. Los reclutan, entrenan y les dan refugio en países Islámicos, algunos ricos musulmanes y organizaciones caritativas musulmanas los financian, determinados gobiernos Islámicos les proporcionan pasaportes y refugio seguro y los medios de comunicación en la mayoría de esos países, casi siempre controlados por el estado, divulgan los principios en que se sustenta esa ideología terrorista en todas sus variantes.

El Presidente electo parece ignorar que el terrorismo Islámico no se limita sólo a los ataques suicidas contra los “infieles”, sino que también se presenta en una variante destinada a aterrorizar a los ciudadanos musulmanes ordinarios, siguiendo ritos y reglas que no deben tener cabida en la sociedad civilizada.

Obama nos habla de una “oportunidad única de relanzar la imagen de los Estados Unidos”, como si los problemas que afrontamos con el terrorismo fueran la consecuencia de malas relaciones públicas por parte nuestra. ¿Acaso está tan poseído de sí mismo y de sus talentos para seducir a la gente con sus discursos, que cree que con uno solo logrará eliminar la amenaza del terrorismo Islámico, algo que los cinco presidentes que lo precedieron desde 1979 no lograron?

La ambigüedad acerca de su identidad religiosa es otro problema, y no pequeño por cierto, que presenta Obama a la hora de sostener un diálogo con los musulmanes. Para muchos de ellos él todavía es uno de los suyos: Su padre, su abuelo y su bisabuelo fueron musulmanes, así como su padrastro, por lo que de acuerdo con la práctica musulmana él, a su vez, lo es de nacimiento y, por lo tanto, forma parte de la ummah (la comunidad de los fieles). A menos que formalmente reniegue de la fe de sus ancestros masculinos, siempre será considerado un musulmán.

Por otro lado, el Presidente electo merece ser asesorado mejor acerca de la interrelación de la Religión Islámica con la política internacional, por parte de esa enorme Mesa de Pericles de asesores de la que se ha rodeado. Los Estados Unidos se enfrentan a grupos y estados que dividen a la humanidad en bloques religiosos y buscan el dominio de su propio campo Islámico. Obama debe dejar bien claro que esta nación combatirá contra cualquier fuerza que pretenda imponer su hegemonía en nombre de cualquier fe, credo o facción religiosa. Además, a estas alturas, supongo que ya sepa que dentro del Islam existen varios conflictos teológicos y políticos interconectados: Sunitas vs. Chiítas, modernistas vs. tradicionalistas, déspotas vs. demócratas, moderados vs. radicales y así sigue la lista, lo cual en realidad nos demuestra que no existe ningún “Mundo musulmán” homogéneo al que pudiera dirigirse como un todo. En opinión de muchos expertos en el tema, la no existencia de esta homogeneidad en el mundo Islámico es lo que ha hecho fracasar al Panarabismo en su intento de unificar políticamente a los pueblos árabes en todo el mundo.

Cabría entonces hacerse la pregunta siguiente: ¿en qué “capital musulmana” podría Obama pronunciar ese “importante discurso”? Si lo hace en el Cairo, Amman, o en la capital de cualquier otro régimen árabe despótico amigo de los Estados Unidos, ello señalaría el fin del apoyo norteamericano a la democratización del Medio Oriente. ¿Sería Ankara en Turquía un buen sitio? No, porque la mayoría de los turcos desean proteger la tradición secular de su república. ¿Teherán, la capital del Irán Chiíta, quizás? No creo que nadie sensato se lo recomiende, porque ello ocasionaría la ira del 85% de los musulmanes, que son Sunitas.

¿Acaso en Bagdad?, la capital Iraquí sería una buena opción, pero conllevaría a la admisión tácita por parte del Presidente electo de que estaba equivocado cuando se opuso al derrocamiento de Saddam Hussein. ¿Yakarta? Indonesia es una democracia y los antecedentes indonesios de Obama ayudarían, pero Indonesia prácticamente no tiene influencia alguna en el resto del mundo Islámico.

Existe quizás otro lugar hacia el que todos los musulmanes se vuelven para orar y que resultaría aceptable para todos ellos: la Meca. Lo único que se opone a que sea en este sitio es que a los no musulmanes no se les permite entrar a esa ciudad. Obama podría ir, pero sólo si abraza su herencia Islámica y entra solo a la ciudad como exige la tradición, dejando detrás a todo su círculo de “infieles”.

De manera que según nuestro análisis, no existe ninguna salida positiva para que el Presidente electo pueda lograr su propósito de pronunciar su famoso discurso. Quizás si consulta con su homólogo, el presidente del gobierno español Rodríguez Zapatero, especialista en reuniones y organismos inútiles, recordemos su inservible Alianza de Civilizaciones, este encuentre alguna manera de que el futuro presidente Barack Hussein Obama pueda encantar con su palabra al mundo musulmán y acabar así con el terrorismo, que aunque se diga que no es islámico ni islamista, propugna la Jihad y la muerte de los infieles, tal y como aparece en El Corán, libro sagrado que, según los musulmanes, le fuera dictado por el mismo Alah al profeta Mahoma.

Diego Rodriguez-Arche
19 de diciembre de 2008

miércoles, 17 de diciembre de 2008

No demi plíe para Rahm Emanuel

A Rahm Emanuel, el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, designado por el Presidente electo Barack Hussein Obama, se le conoce por muchas cosas, desde enviarle un pescado muerto, en el mejor estilo mafioso de Chicago, a un encuestador que lo reprendió; hasta por utilizar obscenidades con líderes extranjeros (Tony Blair), o por atacar con cualquier tipo de “arma” a su alcance a cualquiera que se interponga en su camino, pero quedarse tranquilo y callado no es algo por lo que se le conozca hasta ahora.

Esa es la razón por lo que mucha gente vinculada a la política y los medios políticos están intrigados con el hecho de que un hombre notoriamente conocido por su clara tendencia a la guapería y las opiniones directas, ha estado extrañamente quieto y silencioso en el escándalo Blagojevich, especialmente cuando ha sido señalado como alguien que ha mantenido algún tipo de contacto con el Gobernador de Illinois. Y parece ser que para este ex bailarín de ballet, no habrá pirueta o demi plíe (flexión máxima de las rodillas) que lo pueda librar de esta.

Pero Barack Hussein Obama, también se ha mostrado algo impotente a la hora de hablar del asunto. Y para muchos resulta verdaderamente extraño que las veces que ha mencionado o respondido a alguna pregunta sobre el tema, la más vergonzosa muestra del llamado Chicago Way en la corrupción, haya mostrado poca, si alguna, emoción tratándose de su propio escaño en el Senado.

Para no perjudicar a su jefe, Rahm Emanuel está obligado a salir limpio de este asunto y Obama, a su vez, tiene la obligación pública de pedirle que lo haga; especialmente cuando la transparencia y la responsabilidad fueron lemas descollantes de su campaña para la Presidencia.

Pero, ¿qué es lo que realmente sabemos hasta ahora? Que Rahm Emanuel, a pedido de Obama, sostuvo discusiones con Blagojevich en relación con el escaño del Presidente electo que quedaría vacante en el Senado. También que Emanuel entregó al Gobernador una lista de candidatos “aceptables” para Obama. Y aunque esto no es ilegal, sí merece algunas respuestas y muy pronto, si no de inmediato.

El lunes, hablando de su investigación interna, Obama expresó: “Yo no he tenido contacto con la oficina del gobernador y no he tenido contacto con nadie en la oficina del gobernador”. También dijo que la revisión mostraba que el escándalo Blagojevich “no tenía vinculación alguna con mi oficina”. Ayer dijo a un reportero que no “desperdiciara su pregunta” preguntando de nuevo sobre el tema. Lo cual parece algo arrogante a la hora de decir qué debe o no preguntar la prensa o un periodista en particular. En todo caso el Presidente electo debió esperar cortésmente a que el reportero finalizara su pregunta y responderle o no, según su criterio. Eso es lo que se espera de un gobernante democrático. Pero parece que Obama se acostumbró, a través de toda la campaña, a no recibir “preguntas incómodas” de la prensa y pareció molesto ante la insistencia del reportero. Así reaccionan los Castro, Chávez y comparsa, no los Presidentes verdaderamente democráticos. Nuestra recomendación: Acostúmbrese señor Presidente electo, que esa es la libertad de prensa en la democracia y usted está sujeto al escrutinio de la prensa y de los ciudadanos.

Por otro lado, sabemos que Obama es un talentoso artífice de la palabra, es decir alguien que puede hablar mucho sin decir nada y parecer que lo dicho cuenta con un contenido profundo, pero si son ciertas las informaciones de que Obama indicó a Emanuel que conversara con el Gobernador acerca de sus criterios sobre quién sería su sucesor en el Senado, ello demostraría que el Presidente electo no tuvo contacto directo con el Gobernador, pero también que utilizó a su ayudante principal para que actuara en su nombre.

Claro que si no existió quid pro quo (del latín intercambio de algo por algo) en las conversaciones, ello no constituye delito. Pero, ¿por qué no habla Rahm Emanuel? ¿Por qué él y Obama no hablaron antes?

Una nueva encuesta de Rasmussen del jueves y viernes pasado muestra que el 45% de los votantes piensa que es “probable” que Obama, o uno de sus ayudantes principales estuviera involucrado en el escándalo Blagojevich. El 23% dice que es “muy probable”, sólo el 11% dice que “no es nada probable”. No muy buenos números para un Presidente que ni siquiera a tomado posesión.

La investigación interna de Obama puede presentar riesgos graves para el presidente electo, aún si insiste que no hay nada que ocultar ni ilegal. Cuando de a conocer su investigación, Obama debe asegurarse de que no salga algo a la luz más adelante, si dice que no hay evidencia de nada impropio o ilegal. Se especula de que en la oficina de Blagovich existían informantes confidenciales y que las grabaciones ocultas se hacían ya desde mucho antes de los dos meses que conocemos. De ser así, ello aumenta la probabilidad de que existan más alegaciones que involucren a alguien cercano a Obama o a personajes a él vinculados en el pasado.

El tiempo resulta esencial, pero el lunes Obama dijo que su investigación no se haría pública hasta la semana próxima por haberlo así solicitado el Fiscal Federal Patrick J. Fitzgerald, quien está al frente de la investigación del caso Blagojevich. Ello deja aun más espacio a la especulación y sólo puede agravar más la situación para el Presidente electo.

Para alguien que no sólo proclama su inocencia en este escándalo, sino que además se le elogia por haber desarrollado la mejor campaña de la historia, especialmente cuando de la rápida respuesta se trata, sin dudas Obama ha cometido algunos errores de Relaciones Públicas y no está aprendiendo la lección de sus errores. Su deber es liberar a Emanuel de cualquier orden de silencio y pedirle que diga públicamente lo que sabe y que explique de qué forma está involucrado en este escándalo que presenta todas las características necesarias para convertirse en la clásica bola de nieve que al rodar cuesta abajo arrasa con todo lo que encuentra a su paso. No se olviden de que al frente de la investigación Blagojevich está un fiscal incorruptible del tipo Elliot Ness (Los intocables), el que una vez limpiara a Chicago de la escoria. Este fiscal, Patrick J. Fitzgerald, es el mismo fiscal que acusó y obtuvo la condena de Scotter Libby, quien era el Jefe de Gabinete del vicepresidente Dick Chenney.

Otra recomendación al presidente electo: Hable usted antes de que lo haga Blago, si no lo hace puede ser que las cosas, Dios no lo quiera, se le compliquen más de lo que se imagina.

Nobama
Nueva York, 17 de diciembre de 2008

martes, 16 de diciembre de 2008

El verdadero Obama

Nobama recomienda este artículo del amigo Chuck Krauthammer, publicado en Libertad Digital. ¡Revelador!

viernes, 12 de diciembre de 2008

Somos socialistas pa'lante y pa'lante y al que no le guste…

Ya hoy está muy claro que los líderes demócratas en el Congreso, el Presidente electo Obama y, ¡Oh sorpresa!, el Presidente Bush han determinado que las Tres Grandes compañías fabricantes de vehículos automotores son “demasiado grandes para quebrar”. Con la excepción de que la administración Bush esté a bordo, esto no es sorpresa para nadie. La UAW ha empleado décadas en colocar bombas de tiempo en todos y cada uno de los contratos laborales negociados con General Motors, Ford y Chrysler. Desde los costos de las pensiones hereditarias, a los beneficios de salud, más caros que el acero utilizado en la construcción de los vehículos que fabrican, hasta el glorificado sistema de bienestar social para los empleados cesanteados por falta de trabajo, el momento de poner orden a este disparate era algo que debía haberse producido hace mucho tiempo. Algo de eso intentaron hacer 35 Senadores en la noche de ayer en Washington, cuando derrotaron las pretensiones Demócratas de socializar las 3 Grandes de Detroit.

Pero desde que comenzó la crisis financiera en Wall Street, la esquizofrenia ha invadido los mercados y la política incluyendo a la Casa Blanca. Si este fuera todavía un mercado racional, los competidores y los accionistas castigarían a la gerencia de las Tres Grandes por no haberse enfrentado nunca a los endémicos problemas que sufren y mucho menos resolverlos. Negociación tras negociación, los CEO jugaron al “tenme allá” con la UAW antes de enfrentárseles en función de los mejores intereses de sus respectivas compañías.

Pero este proceso lógico de terminar con el cáncer a tiempo, presenta un grave problema para el cáncer, la UAW. Con 465,000 trabajadores sindicalizados, según el último informe al Departamento del Trabajo (y millones más de familiares y jubilados), la UAW pudo contribuir con el 99% de sus $1.9 millones en fondos políticos a las campañas Demócratas, según OpenSecrets.org. Sus principales beneficiados incluyen al Presidente electo Barack Obama y el Presidente del Comité de Educación y Trabajo de la Cámara George Miller. Y sabrá Dios, cuánto dinero más lograron canalizar a través de la AFL-CIO y diversos grupos 527 como MoveOn.org. Y llegó el momento de cobrar y la UAW quiere que el gobierno federal despoje a los contribuyentes para socializar a las Tres Grandes y que de hecho les otorgue el control de las mismas.

Por ahora se conformaría con unos $14 mil millones y para obtenerlos contaría con la ayuda de una irreflexiva y débil presidencia Bush, quien parece que, paradójicamente, pasará a la historia como el Presidente más socialista de los Estados Unidos. De todas formas, qué más da, si después que Barack Hussein Obama jure como presidente, de seguro se abrirá la espita de nuestros dineros de los impuestos y fluirán muchos miles de millones más. Así y a cambio de otorgar “préstamos” y otras “garantías”, el gobierno federal exigirá que pueda comprar acciones de esas compañías a precio de descuento. Hasta qué punto el gobierno será propietario de GM, Ford, y Chrysler es algo que no está muy claro. Pero lo que si está clarísimo es que en lugar de dejar que esas compañías quiebren como se lo merecen, los contribuyentes nos veremos arrastrados, contra nuestra voluntad, en la planificación industrial tipo años 30, sólo porque el poderosos sindicato UAW así lo quiere. Que no por gusto está entre los que más votos ($$) proporcionaron a los demócratas y al flamante Presidente electo.

Por gracia de esta maniobra comprensible en los Demócratas y en Obama, pero fuera de toda comprensión tratándose de Bush, las 3 compañías de Detroit, se convertirán en compañías de servicio público, un tipo de compañía acosada por la ineficiencia que competirá con otras realmente solventes.

¿Qué cantidad puede comprar el gobierno si lo desea? Según Yahoo! Finance, Ford y GM están negociando a un valor combinado de $10.5 mil millones (Chrysler es mayoritariamente propiedad de la firma Cerebus, por lo que es menos claro cuál es su valor en el mercado). Pero al gobierno no le será muy difícil comprar la mayoría de las acciones de estas compañías, por lo que no sería disparatado pensar que el gobierno podría convertirse en su único propietario, sólo habría que preguntarle a AIG, adquirida por el gobierno por $85 mil millones a principios del otoño.
Ya sea que las compañías sean totalmente propiedad del gobierno federal o que simplemente estén bajo su control, no cabe dudas de que el nivel de interferencia burocrática se ampliará. En el borrador de la versión demócrata de la Ley de Rescate existe una sección que establece las normas CAFE, que por sus exigencias determinan que los autos serán más caros en la medida en que sean más eficientes en cuanto al combustible. La EPA del futuro Presidente Obama, sin dudas presionará para que se construyan más autos impulsados por energía eléctrica, híbridos y cualquiera que sea la loca ocurrencia de los ambientalistas de Obama en la EPA y como las compañías fabricantes de vehículos de Detroit, serán compañías de servicio público, no importará pues que pierdan dinero, porque lo importante es llevar adelante la agenda política, que para asumir las pérdidas estamos los contribuyentes. No faltaría más.

Con frecuencia se olvida que la industria automotriz de los EE.UU. incluye subsidiarias extranjeras como Toyota (con un capital de $93 mil millones) y Honda ($73 mil millones) además de BMW y Mercedes Benz en menor escala. Juntas las dos primeras son dieciséis veces mayores que General Motors y Ford. Toyota y Honda tienden a ubicar sus plantas en estados con derecho al trabajo, donde los trabajadores no tienen que unirse a un sindicato como condición para obtener empleo. Estos estados han evitado con éxito los intentos de sindicalización obligatoria de la UAW. Esa es la razón de que gocen de buena salud, porque no cuentan con los disparatados costos de las pensiones hereditarias o los exorbitantes fondos de seguro médico que la UAW ha obligado a las Tres Grandes a adoptar y que les impide competir con ellas. En el último período informado, Toyota y Honda tuvieron ingresos netos combinados de $18.5 mil millones. ¿GM y Ford? Tuvieron pérdidas por más de $34 mil millones.

Después de la socialización real o de hecho de las Tres Grandes, Toyota y Honda harán todo lo que esté a su alcance para evitar que la horda de vagabundos y merodeadores al frente de la UAW extiendan su cáncer sobre ellas. Seguirán pagando religiosamente los impuestos corporativos en los EE.UU. y, por supuesto, seguirán dominando la industria automotriz, de hecho serán la industria automotriz. Por su parte, GM y Ford seguirán pretendiendo que son fabricantes de vehículos y no un absurdo disparate.

Si los Demócratas, el Presidente electo y el Presidente Bush no permiten que GM y Ford afronten la realidad que establecen nuestras leyes para las empresas fallidas, simplemente serán nacionalizadas y se convertirán en una rémora sobre los ya recargados hombros de los contribuyentes. Nuestros hombros. Y lo que es peor, en contra de nuestra voluntad, sin que haya nada que podamos hacer para evitarlo. ¿O sí?

Diego Rodriguez–Arche
Nueva York, 12 de diciembre de 2008

martes, 9 de diciembre de 2008

¿QUÉ PUEDE IMPORTARLE AL TIGRE UNA RAYA MÁS? O RUMBO AL MODELO CHINO

Este tigre gigante, con sus dos orejas alertas,
mira atentamente con su garra extendida


¿Por qué estamos rescatando a Citigroup? ¿Por qué 300 millones de estadounidenses tienen que pagar por sus errores? La forma en que supuestamente funciona el capitalismo es esta: La gente se equivoca. Y a continuación, las personas competentes se hacen cargo de los activos de la persona quebrada, momento en el que se reinicia la actividad con una base más sólida. Lo que estamos haciendo en esta ocasión es apartar a la gente competente de los activos y regalárselos a los incompetentes. De esta manera todo el mundo sale más debilitado.
Jim Rogers, inversionista de éxito y escritor

Los Tigres de Detroit son el equipo de béisbol de la ciudad que alberga a las 3 Grandes compañías fabricantes de automóviles, esas que esta misma semana podrían recibir su “paquete de salvación” otorgado por el Congreso, pero los contribuyentes tenemos muy pocas razones, más bien casi ninguna razón, para pensar que los miles de millones de dólares que recibirán harán que esas compañías sean competitivas, de ahí que pensemos que jamás recibiremos pago alguno por ese “préstamo” que a nuestra costa les hará Washington. Y, como decía mi padre, cuando lo ya ocurrido era tan malo que lo porvenir no tenía casi importancia: “¿Qué puede importarle al tigre una raya más?”

Si le preguntamos al sindicato United Auto Workers, de seguro su respuesta sería que tiene tantas rayas que ni siquiera perdería el tiempo en contarlas para saber si tiene alguna más, así que quizás esa sea la razón por la que ayer, la organización sindical no mostraba señal alguna de que ampliarían las exiguas concesiones que ofrecieron la semana pasada ante la realidad que representa la insolvencia de las 3 Grandes de Detroit, a pesar de que, en primer lugar, esa insolvencia se debe a los altos costos de la fuerza laboral, por lo que Ford, General Motors y Chrysler ya no son compañías competitivas. Sólo hay que ver que el promedio total de compensaciones de la UAW representa más de $75 la hora por empleado, lo que dispara los costos por automóvil fabricado a más de $2,000 en comparación con los fabricantes de autos cuyos empleados no están en la UAW.

Pero, ¿cuál es la mayor “concesión” que el sindicato ha ofrecido hasta el momento? Nada menos que el final acelerado de los vergonzosos “bancos de empleos” (jobs banks), que la UAW impuso a la industria; un eufemismo para llamar al pago a los empleados por no trabajar, además de permitir una demora que los pagos que deben hacer las compañías al fastuoso fondo para el cuidado de la salud de la UAW.

¿Nada más? Ayer Ron Gettelfinger, presidente de la UAW prometió lo siguiente: “Nos reuniremos en una habitación con los demás interesados y en ese momento, tomaremos una decisión acerca de lo que debemos hacer y qué no debemos hacer”. No perdamos de vista que la “decisión” del sindicato sólo vendrá después que las 3 Grandes tengan seguros en sus manos los miles de millones del dinero de los contribuyentes que los corruptos dirigentes demócratas en el Congreso, ditto, Reid, Pelossi, Dodd, Barney Frank, etc., les otorgarán sin consultarnos, total si ya le han agregado tantas rayas al Tigre a ellos no puede importarles agregar otra más. Y en cuanto a que el gobierno supervisará los llamados ”préstamos”, sólo lo creeré cuando lo vea. Según los términos del acuerdo que se cocina en el Congreso, por el que los fabricantes de autos recibirán alrededor de $15 mil millones de dólares en “préstamos”, el trato será supervisado por un llamado “Zar de los autos” nombrado por el presidente. ¿No es esto una desvergüenza sin límites? ¿Alguien podría creer que Washington, con los Demócratas al frente, puede, podrá, o querrá meter a las 3 Grandes en cintura?

Sin mirar mucho más allá, veremos como los Demócratas continuarán con sus regañinas acerca de las normas de eficiencia en el consumo de combustible que debe asumir la industria, un show político que todos sabemos que de nada servirá para mejorar o solucionar el mal real que aqueja a la industria automotriz de Detroit: ¡La falta de competitividad debido a las enormes tajadas que se lleva la UAW y que no les permite ser eficientes! De manera que nadie espere que estos corruptos políticos que en gran medida nos tienen metidos en este berenjenal van realmente a enfrentarse a la UAW, uno de los verdaderos intereses creados que dominan la política Demócrata en Washington y uno de los mayores contribuyentes a la victoria del presidente electo Barack Hussein Obama, quien, no nos olvidemos, tendrá que volver a las urnas dentro de 4 años y como bien sabe la UAW, necesitará nuevamente de su apoyo para ganar.

En cuanto a nosotros los contribuyentes debemos estar preparados para ver una completa supervisión política tipo Fannie Mae y Freddie Mac. Por lo que nuestros $15 mil millones en efectivo sólo durarán unos meses, los veremos irse, como también veremos a los CEO regresar, ya con un Congreso y un Presidente Demócratas, a pedirle a los mismos bribones que nos han llevado a la ruina que necesitan añadirle algunas rayas más al Tigre, porque total, ya tiene tantas que no puede importarle tener otras más. Esperemos que los Republicanos y los Demócratas moderados en el Senado hayan aprendido la lección y no permitan que la hermosa piel del Tigre se vuelva de un color negro abismal.

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 9 de enero de 2008

lunes, 8 de diciembre de 2008

OBAMA Y CUBA: ¿BUSH DÉJÀ VU?

Aunque no coincide con algunos puntos de su análisis Nobama recomienda este artículo de Jorge Castañeda publicado en el diario español El País.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

OBAMA Y GUANTÁNAMO: ¿BUSH DÉJÀ VU? III

Como parte de esta serie que hemos venido publicando y como complemento al de Diego Rodriguez-Arche, Nobama recomienda este artículo de Larry Elder aparecido en Libertad Digital.

martes, 2 de diciembre de 2008

OBAMA Y GUANTÁNAMO: ¿BUSH DÉJÀ VU? II
¿Quo Vadis, Barack?

Aunque muy lejos de estar convencido, como muchos parecen estarlo, de que Barack Hussein Obama gobernará como un centrista una vez que tome posesión el 20 de enero, no puedo menos que considerar que esa posibilidad es real, pero sería sin dudas una de esas extrañas ocasiones en las que el Cambio parece más bien Continuidad.

No puedo menos que reconocer que los más recientes nombramientos para su futuro gobierno, tanto en su equipo económico como en el de seguridad nacional, parecen más centristas que lo que personalmente esperaba, pero no olvido que el presidente electo será el Jefe, no cada uno de los integrantes de su gabinete, por ejemplo, alguna gente en la izquierda está histérica por su selección de Robert Gates para que continúe al frente del Departamento de Defensa, algo inédito incluso en la sucesión presidencial dentro del mismo partido, pero estos mismos irritados seguidores de Obama, olvidan que cuando el Presidente Bush lo escogió para sustituir a Rumsfeld, Gates estaba en el llamado “Grupo para la rendición en Iraq”, que ha criticado fuertemente las políticas del presidente sobre el tema. Pero el nombramiento de Gates no hizo que Bush suavizara sus políticas, sino todo lo contrario, luego debemos esperar que con Obama suceda lo mismo, a menos que el presidente electo pretenda recrear en nuestro tiempo la Mesa de Pericles, con todos los peligros que ello conlleva para la seguridad nacional.

Sí, habría que aceptar que el recién nombrado equipo de seguridad nacional y la forma en que al respecto se ha expresado Obama, dan la impresión de que la retórica izquierdista que sostuvo durante todas las primarias demócratas, parecen haber cedido terreno ante el Obama más centrista de la campaña presidencial. Pero aquí me asalta la duda de nuevo, ¿por qué la gran prensa de izquierda, en gran medida responsable de su elección, aplaude sus designaciones “centristas”? Si en realidad pensaran que Obama ha cambiado su filosofía de gobernar desde la izquierda debían estar vociferando su frustración. Así, con contadas excepciones sin importancia, hasta la extrema izquierda de la “blogosfera” está tranquila, porque saben, o se imaginan, que tienen a un “compañero de viaje” a punto de jurar como Presidente de los Estados Unidos, por eso en el blog de extrema izquierda Huffington Post, uno de sus escritores no pudo ser más claro: “Él será el presidente que nosotros queremos que sea”. Fuerte. ¿Verdad?

Sin lugar a dudas, Obama ha seleccionado el equipo de seguridad nacional más moderado que un Presidente Demócrata podría escoger. Y ello sucede en una época en la que parecía que los halcones en el Partido Demócrata eran una especie en extinción y lo paradójico es que parecen regresar bajo los auspicios de un presidente electo, héroe de la extrema izquierda contraria a la guerra. El columnista conservador Rich Lowry dijo refiriéndose al tema: “Sí, Dios tiene un gran sentido del humor”. Y no es para menos.

Durante toda la campaña, Obama prometió finalizar la guerra en el 2009, algo que es un imposible. Todavía habla de retirarnos en 16 meses, pero en su conferencia de prensa para anunciar su equipo de seguridad nacional, enfatizó que escucharía a los comandantes en el terreno (eso yo ya lo he oído antes y no dicho por Obama) y agregó que el reciente acuerdo de seguridad con Iraq “nos conduce en la dirección correcta”. Nuestro comandante en el terreno en Iraq, el General Ray Odierno, se opone a la retirada en 16 meses y el Acuerdo de Seguridad entre los EE.UU. e Iraq, proyecta una retirada de las fuerzas norteamericanas en tres años. Pero bueno, ya casi estamos acostumbrados a esta retórica del presidente electo en la que en la oración precedente, niega lo que afirmará en la que sigue.

También durante toda la campaña se dedicó a reforzar la caricatura hecha por la izquierda radical de la política exterior del Presidente Bush, al calificarla de peligrosamente radical que, como sabemos, nunca reflejó la realidad. Tan lejos de la realidad está que una comparación entre los deseos de Bush y los de Obama resulta sorprendente. A saber, Bush quiere que las tropas norteamericanas “regresen con éxito” de Iraq y Obama desea lo mismo. Bush está por un aumento de tropas en Afganistán, Obama también. Bush está por unas fuerzas armadas más grandes, Obama también. Bush ha lanzado ataques aéreos contra Al-Qaida en las áreas tribales de Pakistán, Obama quiere hacer lo mismo. Bush desea cerrar la prisión de Guantanamo, pero las difíciles opciones que presenta el cierre se lo han hecho muy difícil, Obama quiere hacer lo mismo, pero tendrá los mismos problemas. Bush ha hecho tentativas diplomáticas con Irán y a la vez ha hecho la advertencia de que su programa nuclear es inaceptable, Obama ha planteado lo mismo, aunque con mayor insistencia en el aspecto diplomático.

Quizas Obama está simplemente rindiéndose ante las exigencias de la política exterior de los Estados Unidos que hoy se define por una serie de realidades ineludibles: Somos la única superpotencia en un mundo cada vez más peligroso, lleno de enemigos contra los que solamente nosotros tenemos los recursos militares para derrotarlos y lleno también de potencias rivales cuyos intereses difieren de los nuestros.

En cualquier caso, habrá que esperar hasta el 20 de enero para ver que nos trae Barack Hussein Obama en la segunda oración. ¿Será como nos tiene acostumbrados una negación de la primera? ¿O acaso la designación de este equipo de seguridad nacional señala que él piensa desarrollar la más “realista” política exterior de finales del segundo período de Bush? De momento sólo podemos preguntarnos: ¿Quo Vadis, Barack?

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 1ro de diciembre de 2008