miércoles, 17 de febrero de 2010

Barack Hussein Obama en caída libre y Mahoma lo espera en el Octavo Círculo


En una encuesta realizada por CNN/Opinion Research publicada ayer, el 52% de los norteamericanos dicen que Barack Hussein Obama no se merece la reelección en 2012 y sólo el 44% dice que votará por reelegirlo, por lo que enfrenta números negativos tanto entre el total de los norteamericanos como entre los votantes inscritos para votar.

Estas cifras representan un panorama verdaderamente nada halagüeño para el Tartufo del 1600 de Pennsylvania Avenue, porque son superiores a las que en la misma encuesta dicen aprobar su trabajo como Presidente (49%) en comparación con los que lo desaprueban (50%).

Y a pesar de que para las eleccciones de 2012 todavía falta mucho, en las elecciones parciales de noviembre próximo todo parece indicar que las posibles pérdidas de los Demócratas serán enormes y hasta hay quienes predicen que perderán la mayoría en ambas cámaras del Congreso.

Ante esta sostenida caída en las encuestas por parte de Obama, nuestra opinión es que será permanente y que a menos que ocurra un milagro, para finales de 2011 sus niveles de aprobación serán similares o muy cercanos a los más bajos niveles que tuvo su Némesis y “culpable por decreto de todos sus males” Geoge W. Bush.

¿Pero qué es lo que ha influido de manera tan determinante en la pérdida de popularidad del Gran Timonel?

En nuestra modesta opinión son varias las causas que determinan este cambio de estado de ánimo en los votantes a sólo poco más de un año de haber recibido un apoyo masivo entre los votantes norteamericanos y de haber gozado de altísimas cifras de aprobación después de asumir la presidencia.

En primer término pensamos que la mayoría de los norteamericanos se sienten sumamente ofendidos por la arrogancia y superioridad que muestra. Cada vez que habla parece decirnos a todos, algo así como “Sólo sé que lo sé todo y lo que no me lo imagino”, famoso bocadillo de un personaje cómico de la Radio cubana. Por ejemplo, hoy celebró por todo lo alto el 1er aniversario de la Ley de estímulo económico que se supone que a estas alturas debía haber creado millones de empleos y dijo que había evitado la pérdida de al menos 2 millones de empleos y que evitó que la recesión fuera más profunda. Obama nos trata como si fuéramos unos tontos desmemoriados y obvia el hecho de que dijo que esta Ley, que disparó el déficit en más de un millón de millones, evitaría que el desempleo fuera más allá del 8%, pues bien hoy estamos, según cifras oficiales, en el 9.7% de desempleo y si contamos a los que ya se les venció el seguro de desempleo y a los que se han dado por vencidos y ya no buscan empleo, por lo que no son contados, la cifra debe estar rondando el 20%. Además, lejos de escuchar las voces de alerta desde todo el espectro político que lo principal es el control del gasto gubernamental, en su soberbia sin límites, presenta el presupuesto más inflado de toda la historia norteamericana, el cual, de aprobarse, llevará a este país a una caída en picada más violenta aún que la suya misma; es decir a la bancarrota total.

Obama miente e induce al error cada vez que habla, si Dante hubiera escrito La Divina Comedia en esta época, sin dudas lo habría incluido en el 8vo Círculo, el de los fraudulentos y los rufianes, junto a sus aduladores y cortesanos y donde está Mahoma sufriendo su castigo. Ejemplos sobrarían de como miente descaradamente, pero pongamos uno de los más recientes, cuando ayer anunció el otorgamiento de un préstamo de $8,200 millones a una empresa de generación eléctrica para la construcción de dos reactores nucleares, que serían los primeros a construirse en los Estados Unidos en casi 30 años. La maquinaria propagandística Obámica, de inmediato se lanzó a celebrar y cantar loas a su valentía, porque así se enfrentaba a la extrema izquierda y se movía al centro en aspecto tan crucial para nuestro futuro económico. ¡Pamplinas!, decimos nosotros. Todos sabemos que para producir energía nuclear es necesario un sitio seguro de almacenaje para la llamada basura nuclear y como sabemos en los Estados Unidos ello se hace en Yucca Mountain en el Estado de Nevada, pero da la casualidad que en su Mastodóntico Presupuesto presentado el 29 de enero se propone la eliminación de los fondos destinados al desarrollo del sitio para almacenaje de basura nuclear y se habla de un impreciso "compromiso para seguir una estrategia responsable a largo plazo”. ¿Cómo se puede mentir tan descaradamente y pensar que podrá salirse con la suya?

Luego están nuestra Seguridad Nacional y las incoherentes Relaciones Exteriores de su administración. ¿Recuerdan aquello de una “diplomacia audaz y agresiva con Irán” que prometiera el candidato Barack Obama? (El Hussein suprimiolo entonces la censura). Ocho meses después de que los Mullahs y Ahmadineyad inundaran de sangre las calles de Teherán y de la tímida respuesta Obámica de entonces y que ya varios opositores hayan sido ahorcados por participar en las propuestas, nuestra flamante Secretaria de Estado, la inefable Hilaria, dice que Irán se “está conviertiendo en una dictadura militar”.

¿Qué nos quiere decir la administración con esta declaración cuando menos estúpida, por lo obvia? ¿Cómo es posible que la democracia más establecida y visible del mundo le diga a ese asesino Gobierno que “recupere la autoridad que deben ejercer en nombre del pueblo iraní”? ¿Es que acaso la administración Obama añora el regreso de aquellos primeros días de la Revolución Islámica? ¿O quizás lamenta que ya no esté en el poder aquel “Gran Amigo del pueblo norteamericano y Gran Demócrata” que fuera el Ayatollah Khomeini?

Resulta ahora que en medio de su esquizofrenia, la pandilla Obámica piensa que la Guardia Revolucionaria es un elemento independiente de los Mulahs y del dictador y que amenazan con instaurar una dictadura en Irán. No en balde, en sólo un año hemos recibido tres ataques terroristas en nuestro territorio. ¿Cómo es que ahora la Guardia Revolucionaria iraní es el Coco Maloso?

Hace unos años, en el Senado se propuso declarar a esa misma Guardia Revolucionaria, que hoy la administración Obama ve como un peligro para la “actual democracia iraní” como una organización terrorista y los entonces Senadores Barack Hussein Obama y Joseph Biden se opusieron vigorosamente a dicha resolución. El Tartufo entonces la calificó de una “imprudente” forma de “hacer sonar los sables” y el hoy Vicepresidente Biden de “un grave error”.

Y mientras, Irán se declara potencia nuclear, su carrera hacia la consecución de la Bomba está a toda velocidad y Barack Hussein Obama jugando con las sanciones que ni chinos ni rusos apoyarán y presionando a Israel para que no se defienda unilateralmente, lo amenaza (a Israel) hasta con derribar los aviones que sobrevuelen Irak para destruir los sitios nucleares iraníes.

No en balde Obama ya está en la posición adecuada para caer a toda velocidad en el 8vo Círculo del Infierno que nos relatara Dante, donde ya se pueden observar las pancartas y las multitudes enardecidas para darle el recibimiento que merece. ¡No faltaría más!

Nobama
Nueva York, 17 de febrero de 2010

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