viernes, 12 de febrero de 2010

Barack Hussein Obama de Chicago, llamado unas veces el cínico, otras el agnóstico y con más frecuencia el mentiroso



Joe The Plumber fue aquel ciudadano que confrontó a Barack Hussein Obama durante la campaña cuando le dijo: “Su nuevo plan de impuestos me aumentará los impuestos... ¿No es así?”

A lo que el entonces candidato respondió: “De 250 (mil dólares al año) hacia abajo, los impuestos permanecerán lo mismo”. Todas las promesas que hizo al respecto y que repitió hasta el cansancio durante la campaña y después de ser Presidente están recogidas en el vídeo que encabeza estas notas. También podrán recordar que después que Joe se hiciera famoso ese día por hacerle la pregunta difícil y lo obligara, por primera vez, a declarar que su intención era redistribuir la riqueza, la antigua fórmula socialista; la maquinaria propagandística Obámica, ditto la Gran Prensa supuestamente objetiva que ya lo había designado como “su hombre”, la emprendió en ataques contra el plomero y buscaron y rebuscaron para ver si podían encontrar algo en el pasado de un simple ciudadano, para destruirlo por atreverse a confrontar al Amado Líder y futuro Gran Timonel. Allí, volvió a insistir en que el 95% de los “trabajadores” verían reducidos sus impuestos durante su administración.

Pero hoy, unas pocas semanas después de cumplir su primer año en la Casa Blanca, en una entrevista publicada en la Revista Bloomberg Businessweek, Obama se declara “agnóstico” acerca de la que fuera una piedra angular en su plataforma económica electoral: Ningún incremento en los impuestos para los individuos que ganaran $200 mil al año o menos o para los núcleos familiares cuyos ingresos anuales combinados estuvieran por debajo de los $250 mil al año.

Ahora, este genio inmoral del relativismo y el engaño nos revela, algo que ya se cocinaba desde su campaña en la Gran Mesa de Pericles organizada por sus secuaces de Chicago: la creación de una llamada Fuerza de Tarea (otra más) para estudiar la forma de contener el déficit nacional y con pasmoso descaro nos dice el Tartufo: “Lo que quiero hacer es mostrarme completamente agnóstico en términos de soluciones”, lo que traducido de la retórica Obámica al idioma de los mortales, es decir The We The People, quiere decir: que no hay nada sagrado o intocable a la hora de encontrar una forma de contener el déficit y que a la vez le permita seguir gastando para seguir aumentando el peso del Gobierno en todos los aspectos de nuestras vidas y ello, como ya deben suponer incluye el aumento de los impuestos y reducciones en los gastos de programas como el Social Security y Medicare. ¿Agnóstico? Cínico, decimos nosotros, además de mentiroso. Claro que siempre supo que iba a aumentar los impuestos, lo hemos estado diciendo desde que colocamos nuestros primer post en este blog. No habrá recorte alguno en gastos innecesarios en los programas que garantizan beneficios, los Demócratas jamás lo permitirían, de ahí salen los sobornos a sindicatos y llamados intereses especiales de la izquierda. Se escuchará hablar mucho de ello, oirán mucho bla, bla, bla, pero jamás lo considerarán seriamente. De manera que aquellos que entonces no lo creyeron deben prepararse porque el aumento de impuestos ya viene en camino, como siempre estuvo previsto.

Hoy, al igual que hacía en sus tiempos como Senador Estatal en Illinois, el Tartufo vota presente, ni Aye ni Nay, en un aumento de impuestos a la clase media, lo que quiere decir que lo deja en manos de esa famosa Fuerza de Tarea, al resto de su Mesa de Pericles y de sus compinches Pelosi y Read en el Congreso y así no se compromete y siempre tendrá a alguien a quien echarle la culpa además de a George W. Bush que de esta tampoco se le escapará, estén seguros de que encontrará la forma. Eso es lo que en realidad para él significa ser “agnóstico”. Ni Sí, ni No. Ni Fu, ni Fa. Y mientras, seguirá engañando a los ilusos con estampitas como la que reproducimos a continuación.



Nobama
Nueva York, 12 de febrero de 2010

1 comentario:

Zoé Valdés dijo...

Muy bien dicho. Excelente.