martes, 14 de julio de 2009

LA “SENSATA MUJER LATINA” SUPERIOR A UN HOMBRE BLANCO DA MARCHA ATRÁS

Ayer comenzaron en el Senado las audiencias de confirmación a la Corte Suprema de la Jueza Sonia Sotomayor. Los Senadores tienen la obligación de hacerle preguntas difíciles con el propósito de obtener respuestas reales antes de confirmarla como magistrado al más alto tribunal de la nación. Lamentablemente sólo los Senadores en el ala Republicana cumplieron con esa función de Aconsejar y Aceptar (Advise and Consent), particularmente esclarecedora fueron las intervenciones de los Senadores Orrin Hatch y Jeff Sessions. Hatch expresó que el entonces Senador Obama fue hipócrita en la posición que adoptó ante la proposición a la Corte de Apelaciones en 2005, de la Jueza afroamericana Janice Rogers Brown y que también lo fue en relación con la propuesta de los hoy magistrados de la Corte Suprema John Roberts y Samuel Alito.

“El Senador Obama expresó que aunque la raza, el género y la historia de la vida del propuesto son importantes, ello no puede distraernos del enfoque fundamental del tipo de jueza que ella será”, dijo Hatch. “ Si esos parámetros eran apropiados cuando el Senador Obama se opuso a los propuestos por un Republicano, deben seguir siendo apropiados ahora que el Presidente Obama escoge a sus propios propuestos”.

“Pero hoy, el Presidente Obama dice que la empatía personal es un ingrediente esencial en las decisiones judiciales. Hoy se nos exige, que ignoremos por completo los discursos de la Jueza Sotomayor y nos concentremos en sus decisiones judiciales. Yo no creo que debemos hacerlo”. Ni nosotros tampoco lo creemos. El deber de un Juez es aplicar la Ley como está escrita independientemente de que exista o no empatía hacia alguna de las partes o ideas en conflicto. Lo demás sería el establecimiento de Tribunales que lejos de interpretar y aplicar la Ley, se dedicaría a legislar desde su posición como Juez, lo que violaría lo escrito por los Padres Fundadores en nuestra Constitución cuando establecieron la separación de poderes. Jueces activistas como la Jueza Sotomayor es, precisamente, lo que ha estado buscando la extrema izquierda en las proposiciones a las Cortes Federales, de Apelaciones y a la misma Corte Suprema.

Pero esta no es la primera vez que el entonces Senador Obama se mostró hipócrita en relación con lo que el hoy Presidente Obama espera de un propuesto a las Cortes norteamericanas.

En agosto de 2008, el entonces candidato a la Presidencia Barack Hussein Obama, en el ya famoso Forum de la Iglesia Saddleback en California, a la pregunta formulada por el Pastor Rick Warren de que nombrara a un Juez de la Corte Suprema que él no habría propuesto, Obama nombró a Clarence Thomas y expresó lo siguiente: “No creo que el fuera un jurista o teórico legal lo suficientemente fuerte en la época en que fue elevado, ello independientemente del hecho de que tengo un profundo desacuerdo con su interpretación de muchos aspectos de la Constitución”. Este fue un temprano gesto de arrogancia y autosuficiencia del entonces candidato que pasó casi inadvertido gracias a que, como era y es habitual, la Gran Prensa lo soslayó por completo. Obama descalificó a Thomas a pesar de que anteriormente ya había sido confirmado por el Senado a tres posiciones, incluyendo la Corte de Apelaciones del Circuito del D.C., a la que muchos eruditos legales laman la “segunda corte más prestigiosa de la nación”. Aquella declaración de Obama ponía de manifiesto su ignorancia de los hechos, la historia, y su torcida interpretación de la Constitución, pero, además, se contradecía a sí mismo en los criterios que había expresado determinarían sus propuestos a la Corte Suprema.

En aquella ocasión hasta un decidido partidario del candidato Obama como el Profesor de Ley Constitucional de la Universidad de Pepperdine Douglas Kmiec, expresó que se sentía “decepcionado” porque Obama había mencionado a Thomas.

De manera que no es extraño que Obama haya propuesto a la Jueza Sotomayor para la Corte Suprema, ya que a través de toda su carrera, ella ha hecho algunas declaraciones y ha emitido fallos que se corresponden claramente con la filosofía del Presidente y a la vez provocan gran preocupación acerca de su imparcialidad, su filosofía jurídica, sus puntos de vista sobre el origen étnico y el género y su perspectiva en temas que van desde el derecho a poseer armas a los derechos sobre propiedad, hasta la dependencia de los Tribunales norteamericanos a las leyes extranjeras.

Esta mañana comienzan las sesiones de preguntas las que seguramente mantendrán el patrón observado en la sesión de ayer por parte de Demócratas y Republicanos. Por nuestra parte creemos que la mayor parte de las preguntas difíciles, sino todas, serán hechas por los Senadores Sessions y Hatch y que los Senadores Demócratas se dedicarán a contrarrestar los efectos de esas preguntas y a proporcionarle a la Jueza Sotomayor una plataforma en la que pueda dejar una impresión de profundo conocimiento de la Ley y la Constitución. Teniendo estos aspectos en cuenta, se pueden establecer tres temas que a nuestro juicio dominarán la audiencia de hoy:

Los Republicanos insistirán en destacar sus fallos en temas como la Segunda Enmienda, donde la Jueza falló que no era aplicable a los Estados y que por lo tanto no era un derecho individual, lo que fue rechazado por la Corte Suprema, la cual fijó que era un derecho individual constitucional. También veremos calentarse la sesión cuando el Senador Sessions entre de lleno en el famoso caso de los Bomberos de New Haven Connecticutt en el que el fallo de la Jueza fue anulado por la Corte Suprema por considerarlo una discriminación a la inversa. Otro aspecto que probablemente salga a relucir es la posición de la Jueza en relación con las leyes estatales, que, según establece la 14ma Enmienda, pueden prohíbir que los convictos de delitos graves (felonías) pierdan su derecho al voto. A pesar de estar claramente establecido en The Bill of Rights de nuestra Constitución, la Jueza Sotomayor se mostró en desacuerdo. En una breve opinión de tres párrafos, afirmó que la aplicación de la Ley de Derecho al Voto a los convictos de felonías no era un asunto complejo, sino que por el contrario era aplicable a los votantes convictos de felonías y que en consecuencia la Ley de Nueva York debía ser revisada y modificada en consecuencia.

Como es natural, esa opinión hace surgir de inmediato la pregunta de que si el asunto es tan sencillo y tan claro, ¿por qué todas las Cortes Federales de Apelación, menos una que juzgaron en este tema estuvieron en desacuerdo con la Jueza Sotomayor? Sencillamente y esta sí que es una conclusión sencilla, su posición es particularmente extrema y radical, en la que se puede apreciar que su lectura de la Ley es demasiado amplia y divorciada de sus vínculos históricos y constitucionales y que de aplicarse exigiría que se colocaran urnas de votación en el Penal de Sing Sing.

Desde ya les anticipamos que la Jueza Sotomayor hará cualquier cosa con tal de obtener lo que parece logrará, su aprobación a la Corte Suprema. Ya hoy se retractó de sus famosas 32 palabras en las que proclamó la superioridad de “una sensata mujer latina” ante un hombre blanco.

Nobama estará siguiendo paso a paso los pormenores de estas audiencias de vital importancia para nuestra nación y nuestras libertades.

Nobama
Nueva York, 14 de julio de 2009

1 comentario:

Isis dijo...

Gracias, Nobama, por seguir tan importante asunto.
Espero aún que no la aprueben.