viernes, 15 de enero de 2010

Barack Hussein Obama: un tratado viviente sobre la impudicia, la mentira, la traición y la estupidez humana (Final)


Hay dos cosas en la tierra que son universales;
el hidrógeno y la estupidez.
Ley de Murphy
La verdad es tóxica para el poder autoritario, extremadamente tóxica diría yo. De ahí que generalmente este trate de mantenerla lo más alejada posible de su entorno y cada vez que tiene la oportunidad la encierra bajo siete llaves para que no salga a la luz. Y Barack Hussein Obama no es ciertamente la excepción. Pero sucede que Veritas, esta resistente y poderosa hija del Dios Saturno y de la Diosa Virtue, como el Gran Houdini, siempre logra escapar de los siete cerrojos y sale a la luz cada vez más resplandeciente.

Los falsarios e impostores que posan de demócratas, según la usanza moderna, para llegar al poder preparan el terreno mucho antes de ni siquiera mostrar un atisbo de que pretenden alcanzarlo y ese es el caso de este manual viviente de la doblez, el engaño y la mentira. Y quizás, después de haber sido testigos de su proceder en Honduras, el caso más notorio para demostrar lo que afirmo resulta su posición frente a Israel.

Cuando se encontraba en la campaña presidencial, siempre afirmó vigorosamente ante los votantes su compromiso con la relación especial de los Estados Unidos con Israel. Pero desde entonces dije en este mismo blog que Obama era un farsante y que sólo teníamos que mirar a sus amistades y mentores antisemitas como Jeremiah Wright de quien él mismo dijo era el encargado de calibrar su “brújula moral”; o Alí Abunimah, fundador de la Intifada Electrónica; o Rashid Khalidi, ex portavoz de la OLP y enemigo jurado de Israel, a quien Obama acredita como alguien que contribuyó decisivamente en la formación de sus puntos de vista sobre el Medio Oriente; o Samantha Power, actual Directora de Asuntos Multilaterales del Consejo Nacional de Seguridad, y su cercana asesora en política exterior, quien cuenta con una larga historia anti-israelí, que incluye la recomendación de eliminar la ayuda militar a Israel para obligarlo a aceptar un acuerdo de paz impuesto bajo los términos norteamericanos aún si ello implicara una invasión militar.

De hecho, Obama, trabajó para ganarse la confianza judía y demostrar su buena fe hacia Israel mucho antes de que ni siquiera anunciara sus intenciones de postularse. En un discurso que pronunciara en 2006 ante el American Israel Public Affairs Committee, Obama relató un viaje en helicóptero sobre la frontera israelí con Cisjordania (West Bank). “Alli pude apreciar lo cerca que está todo y que la paz a través de la seguridad es la única vía para Israel”. En ese mismo discurso, Obama llamó al Estado Judío “nuestro aliado más fuerte en la región y la única democracia allí establecida”.

Durante las campañas de las primarias y de la elección general, Obama envió a una oleada de importantes judíos que lo apoyaban para que argumentaran a su favor en la Florida, y en su ya famoso discurso de 2008 ante la AIPAC, fue tan lejos como para declarar que Jerusalén debía mantenerse como la capital “indivisible” de Israel. Y los judíos americanos creyeron en él y le otorgaron el 80% de sus votos. Tan temprano como en agosto de 2008 escribí en Nobama (refiriéndome a ese discurso en la AIPAC): “‘Jerusalén debe ser la capital indivisible del estado de Israel’, proclamó allí Obama. Sólo que tan pronto como al día siguiente se desdijo y su campaña aclaró que lo que el candidato quiso decir es que el estatus de esa ciudad debía resolverse en las negociaciones pero ¡sin dividirla! Parece que Obama está, como Yasser Arafat, más reciente Mahmud Abbas y, que sorpresa, Jimmy Carter por la creación de un estado binacional en lo que hoy es Israel y el resto de Palestina. O lo que es lo mismo por la desaparición del estado judío”.

El próximo 20 de enero se cumple un año de que Barack Hussein Obama ocupara la Casa Blanca, y en el transcurso de ese año, cada vez se hizo más claro que aquellos que sospechábamos que no era sincero, que dijimos que mentía y que en realidad tenía una agenda oculta anti-israelí teníamos toda la razón. Poco a poco se fue revelando después de la toma de posesión la verdadera agenda de Obama para el Medio Oriente y para Israel; cuya primera manifestación fue la sorpresiva e irreal vinculación del llamado “proceso de paz” como elemento clave para la eliminación del programa nuclear iraní lo que se convirtió según expertos en el tema en el mayor desacuerdo entre los dos países en la historia de sus relaciones.

Pero en realidad sus verdaderos sentimientos hacia Israel se revelaron, digamos que al mundo, cuando Barack Hussein Obama expresó claramente en su infame y traicionero discurso de El Cairo, que convertiría el cese de la construcción y ampliación de los asentamientos judíos en Cisjordania en la piedra angular de su política para revivir el proceso de paz en el Medio Oriente. En ese discurso que vivirá eternamente en la infamia, para parafrasear a Roosevelt, Israel fue el único Estado de la región que mereció una crítica directa de Obama. No tuvo ni siquiera la decencia de hacer una mención velada a la degradación e injusticias existentes en los países musulmanes, como por ejemplo, el criminal trato que reciben las mujeres en Arabia Saudita, ante cuyo Rey se inclinara abyectamente, o a los asesinatos de políticos prooccidentales en Líbano por parte de Siria. No. El supuesto líder del mundo libre sólo criticó al único aliado democrático y confiable que históricamente han tenido los Estados Unidos en la región, pero su traición en El Cairo no se limitó a lo ya mencionado, sino que para hacer más daño aún y aumentar el peligro sobre la amenazada existencia del Estado Judío, hizo suya la falsa leyenda de los árabes acerca de la creación de Israel. Al negarse a respaldar el derecho histórico de los Judíos a la tierra de Israel, Obama dio por buena la versión árabe de que ellos están pagando los crímenes cometidos por los europeos contra los judíos en el siglo XX. Con lo que no ya los árabes, sino el Presidente de los Estados Unidos está diciendo que los judíos son un pueblo de ocupantes ilegítimos y no una raza originaria de Israel.

Desde entonces, su retórica y su diplomacia se han dedicado a mostrar a Israel como el terco y obstinado factor, tan recalcitrante, que es el obstáculo principal para la paz en la región. Barack Hussein Obama traiciona así a Israel con la estúpida creencia de mejorar las relaciones con las naciones árabes y con Irán. Eso no fue lo que prometió en su campaña, pero como ya sabemos y hemos podido comprobar más de una vez, su palabra no tiene ningún valor y sus promesas de campaña son sólo eso, promesas de campaña, que nunca tuvo la intención de cumplir. Como ha sucedido con su cacareada promesa de transparencia en la discusión del ObamaCare ampliamente destacada en Nobama.

Por eso no debe extrañarnos que Obama ignore descaradamente el hecho histórico de que los Palestinos hayan rechazado una y otra vez, la posibilidad de establecer un estado propio, incluyendo las Resoluciones de partición de la Comisión Pearl en 1937, y la de la ONU de 1947, ambas aceptadas por los judíos. Pero hay más, durante 19 años, entre 1948 y 1967, Gaza, Judea y Samaria estuvieron en poder de los árabes (Egipto y Jordania) . ¿Por qué ellos no establecieron entonces un Estado palestino? Esos son los mismos territorios que ellos demandan hoy a Israel. Y en la historia más reciente, en 2000, se celebraron las conversaciones de Camp David, y Ehud Barak estuvo dispuesto a ceder hasta parte de Jerusalén y ¿qué hizo Arafat? Desatar la II Intifada.

Pero además de antisemitas, Obama se rodea de algún que otro mal judío como Rahm Emanuel, que Dios le envíe de las 10 plagas de Egipto... ¡la mejor! Este no-mensch, como le llama mi querido amigo Aaron Mayer, ha amenazado a Israel con la retirada de la ayuda militar y de todo tipo, si sigue poniendo obstáculos al llamado Plan de Paz de Obama el que debe aceptar sin más dilación, incluyendo la partición de Jerusalén y la retirada a las fronteras de 1967. Al parecer, este mensaje fue enviado por Enmanuel a Netanyahu, a través de Jacob Dayan, Cónsul israelí en Los Ángeles y todo indica que fue filtrado al mismo tiempo a Egipto, por lo que la semana pasada el Ministro de Relaciones Exteriores egipcio Ahmed Aboul Gheit, dijo que Netanyahu estaba listo para discutir el hacer del “Jerusalén Árabe” la capital del futuro Estado Palestino. Lo que obligó a unas fuertes declaraciones del Primer Ministro Netanyahu en las que dijo que Israel jamás cedería el control del Jerusalén unificado ni se retiraría a las fronteras de 1967.

¿Haría falta más para demostrar la traidora conjura anti-israelí oculta en la política de la administración Obama hacia Israel?

Nadie está más interesado ni necesitado de la paz que Israel, por lo que no necesita hipócritas lecciones acerca de la misma. Lo que Israel necesita son verdaderos socios interesados en lograrla. Y que paz no signifique suicidio para el Estado Judío. Me consta personalmente que quienes dirigen las diferentes facciones palestinas, desde Hamas hasta Fatah, siguen pensando lo mismo que me dijo Arafat cuando lo entrevisté en Beirut, en 1980: “Los barreremos hasta echarlos al mar”.

En Honduras llamando golpismo al constitucionalismo, como vimos pensó que, como riman, podía confundir al mundo. Con Israel pretende hacer lo mismo al establecer una equivalencia moral entre las aspiraciones de los palestinos y las víctimas del esclavismo y el apartheid, aunque aquí no exista rima. Al equiparar en su discurso de El Cairo al esclavismo y el apartheid con las consecuencias de la ocupación de territorio por parte de Israel como resultado de las guerras de agresión y exterminio lanzadas por los árabes en su contra, Barack Hussein Obama, decía a sus hermanos de la Umah que el Presidente de los Estados Unidos, pensaba, como ellos y todos los antisemitas de la izquierda mundial: Israel es un estado racista que practica el apartheid y por lo tanto tiene que convertirse en un estado laico multinacional como Suráfrica.

Para terminar reproduzco un fragmento de un artículo que publiqué en Nobama en octubre de 2008: “...Obama se opuso a la resolución congresional no vinculante que designaba a la Guardia Revolucionaria Iraní como una organización terrorista. Esta resolución fue aprobada en el Senado por un amplio margen con el apoyo de ambos partidos. También está el hecho de que Obama dijo que los grupos terroristas Hezbollah y Hamas, alineados con Irán y con sangre norteamericana en sus manos, tienen “reivindicaciones legítimas” contra Israel.

Más importante todavía, y en relación con Israel, mucha gente del entorno de Obama son de los que piensan que la influencia judía determina la política norteamericana hacia el Medio Oriente. Por ejemplo el General Tony McPeak, su asesor de seguridad nacional, ha insistido en que la política norteamericana sobre el Medio Oriente está dictada y distorsionada por determinados grupos étnicos que se concentran en Nueva York y la Florida, en otras palabras por los judíos. Y Zbigniew Brzezinski, otro importante asesor de Obama y ex ayudante principal del ex presidente Jimmy Carter, anti-israelí confeso, está en la misma cuerda.

Es a la luz de estas actitudes en que debemos ver la afirmación hecha por Jesse Jackson de que una presidencia Obama acabaría con el “dominio” sionista en la política exterior de los Estados Unidos. Razón por la que Hamas y Hezbollah han declarado su respaldo a la candidatura de Obama”.

A los que se han tomado la molestia de leer este artículo les pido disculpas por su extensión y espero no haberlos aburrido.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 12 de enero de 2010

9 comentarios:

Reflexiones de Chocolatico Pérez dijo...

Muy profundo, no deja nada por decir en un tema tan complejo, lomhan desenmascarado. Sería bueno poner algunas fotos y frases de su visita a Israel cuando era Candidato, como prometió tratando de asegurar que no traicionaría a Israel, y le creyeron...

Isis dijo...

Querido Nobama,
te felicito lo más profundamente que posible. Exhaustivo, paso a paso, desmintiéndolo en cada cosa.
Un MAGNÍFICO trabajo.
Gracias,
Saludos,
Isis

Zoé Valdés dijo...

¿Aburrirnos? Pero si esto está contundente, extraordinario trabajo de información y análisis. El que no lo vea es porque está ciego. ¡Bravo!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Güicho dijo...

Un excelente habeas corpus político del retorcido panorama ejecutivo americano.

Con Todas las Banderas dijo...

Déjanos tu bandera, escudo o logo en: contodaslasbanderas@gmail.com
Gracias!

Diego Rodriguez-Arche dijo...

Quieron aprovechar esta oportunidad para agradecerles la amabilidad y el tiempo dedicado a leer este trabajo. Particularmente a quienes como Isis Wirth, Zoé Valdés y Jorge Pomar, mantienen una permanente ventana abierta a la verdad a través de sus blogs de los que soy un asiduo lector. Por supuesto a mis queridos colegas en Nobama por sus recomendaciones y oportunas opiniones. Y en general a todos los que estimulan y hacen posible a Nobama con sus asiduas visitas y comentarios.
Un gran abrazo a todos,
Diego Rodriguez-Arche

Jorge A. Pomar dijo...

Brillante y exhaustivo análisis, mi querido querido Nobama. Como de costumbre, sin cabos sueltos.

La buena nueva proveniente de Chile, donde acaba de imponerse el candidato liberal, podría redondearse hoy mismo en Massachusetts. Si, como vaticinan la mayoría de las encuestas, el candidato republicano Scott Brown, neoliberal sin tacha y partidario del Estado"flaco", derrota a su contrincante demócrata Martha Coakley.

El eléctrico Brown se alzaría así con el escaño senatorial vacante del difunto Ted Kennedy, el mismo campeón de la retroprogresía que huyera cobardemente del sitio del accidente dejando ahogarse a su secretaria.

Rodilla en tierra, el eléctrico Brown se opone a la impopular reforma sanitaria del Benefactor de Ricos y Pobres, así como al resto de las reformas presidenciales.

Con su victoria, el Partido del Burro perdería la mayoría absoluta en el Senado. Y de paso, sus últimas esperanzas de pasar lo que queda en pie del Health Care Bill en contra de la voluntad expresa de cuatro quintas partes del electorado de la Union.

Sería el disparo de partida para la marcha atrás del Partido del Burro, amén de una segunda galleta sin mano en la cara de cartón de un Barack Hussein que, fiándose de su menguante carisma, ha vuelto a poner toda la carne retórica en el asador estadual a favor de un candidato crucial para sus planes mesiánicos.

Y esto porque, si bien factible desde el punto de vista técnico, acelerar contra reloj las votaciones en el Capitolio con tal de salirse con la suya antes de la juramentación de Brown aparecería ante la opinión pública como una jugada sucia, desleal.

Eso sin contar el alto riesgo de que, presa del desencanto y atento a su propio porvenir político, más de un senador o representante de su bando se le vire con ficha a última hora...

Un abrazo fuerte,

El Abicú

Nobama dijo...

Queridos amigos, gracias a todos por sus comentarios y por visitarnos. Que gusto tenerlo de vuelta amigo Abicú.
Saludos,
Nobama