martes, 9 de junio de 2009

El candidato Obama vs. el Presidente Obama

En Nobama pensamos que ha llegado la hora de confrontar al candidato Obama con el Presidente Obama. Durante la campaña electoral el entonces candidato prometió muchas cosas, negó muchas otras, acusó a sus oponentes de enemigos de la clase media y de los menos afortunados de la sociedad y muchas veces también, se mofó e hizo escarnio de sus propuestas de Gobierno. Pues bien, como su administración se mueve a marchas forzadas y en poco más de 100 días tiene al país casi al borde de la bancarrota y su disparatada política exterior ya está haciendo que seamos el hazmerreír hasta de Rusia y no hablemos ya de Irán ni de Corea del Norte.

Durante su campaña el Presidente Obama utilizó la Salud Pública y el tema de los impuestos como ariete para golpear sobre las propuestas de sus contendientes. Por eso comenzaremos esta comparación precisamente con esos componentes de la Santísima Trinidad de Barack Hussein Obama.

No le pondré impuestos a sus Beneficios de Salud
Lo que dijo el candidato Obama en campaña: “Aquí tenemos en resumen el Plan Radical de John McCain: por primera vez en la historia pondrá impuestos sobre los beneficios de salud… Pues bien, no creo que eso es correcto”. Aquí lo dicho por Obama entonces.

Esto es lo que el Presidente Obama nos dice ahora:
El aliado de Obama, Senador Max Baucus dijo al Washington Post que Obama está pensando en ponerle un impuesto a los Beneficios de Salud que otorgan los empleadores a sus trabajadores. Baucus dijo: “Sí, eso es algo que puede ser que él considere. Se discutió. Es algo que está sobre la mesa”. Leer la entrevista aquí.

Limitar o terminar el estatus libre de impuestos de los Beneficios de Salud, sólo tendría sentido si se ello se utilizara para reducir otros impuestos y colocar todos los seguros médicos, sean o no proporcionados por un empleador, al mismo nivel. Ese beneficio existe desde la época del control de precios de la II Guerra Mundial y crearía un impuesto que penalizaría a todos aquellos que decidan comprar su seguro médico.

Pero a diferencia del Plan de McCain, que hubiera puesto un impuesto sobre los Beneficios de Salud y utilizaría el dinero para otorgar un nuevo crédito para Beneficios de Salud en los impuestos, es decir el dinero cambiaría de un bolsillo al otro del contribuyente, el plan ahora en consideración por los Demócratas, incluyendo a Obama, pondría un impuesto sobre los Beneficios de Salud otorgados por el empleador para sufragar el aumento en los gastos de Salud Pública del Gobierno. Para los más de 250 millones de norteamericanos que ya cuentan con un Seguro Médico, este sería un negocio bastante malo, ya que pagarían más impuestos y no recibirían nada a cambio.

Yo no los obligaré a comprar un Seguro Médico
Lo que dijo el candidato Obama en campaña: “La principal diferencia entre mi Plan y el de la Senadora Clinton es que el de ella exige que el Gobierno les obligue a comprar un Seguro de Salud y ella dice que si no lo compran ‘irá a por’ sus ingresos”. Aquí lo dicho por Obama entonces.

Esto es lo que el Presidente Obama nos dice ahora:
El Presidente Obama recién envió una carta a los Senadores Demócratas Ted Kennedy y Max Baucus en la que, utilizando la nueva palabra clave “responsabilidad compartida” para referirse al mismo mandato que criticó en el Plan de la Clinton, nos dice: “Comprendo que los Comités avanzan en dirección al principio de responsabilidad compartida, en el que se hace responsable a cada norteamericano de tener cobertura de Seguro de Salud y pide que los empleadores compartan el costo. Yo comparto la meta de terminar con las lagunas y fallas en la cobertura que hacen que seamos menos saludables y aumentan el costo para todos y estoy dispuesto a considerar sus ideas acerca de la responsabilidad compartida”. Aquí la carta.

Aunque el Presidente Obama haya dicho que le gustaría un proceso de dispensas en los casos más difíciles, no existe otra razón para tener un mandato que no sea la de obligar a quienes no quieren comprar un seguro a que lo hagan, principalmente a los más jóvenes que son saludables y que desean emplear sus limitados ingresos en sus carreras que comienzan y en el bienestar de sus familias. Según el Buró del Censo, alrededor del 60% de quienes no poseen Seguro Médico tienen menos de 35 años, con la tasa más alta ubicada entre las edades de 18 y 24 años, el 28.1% y el 25.7% en los que que están entre los 25 y 34 años. Se trata de obligar a aquellos que no desean comprar un Seguro de Salud a que paguen por otras personas que sí lo desean a través de un nuevo programa del Gobierno. ¿Se acuerdan de aquello de redistribuir la riqueza?

El Presidente Obama está dispuesto a aceptar esta imposición contraria a la libertad individual y el libre albedrío, por la misma razón que la entonces Senadora Clinton la proponía: Sobornar a las compañías de Seguros Médicos. Los Demócratas aprendieron su lección de la batalla librada en 1993 con el llamado HillaryCare, cuando las Compañías de Seguro impidieron que Washington se apropiara de la Salud Pública. Esta vez el mandato es un regalo para las Compañías de Seguro, con el que esta vez pretenden comprar su apoyo, obligando a la gente joven y saludable, que necesitan menos o ninguna atención a su salud, a que paguen por Primas de Seguro de Salud.

Si ustedes no son ricos no aumentaré sus impuestos
Lo que dijo el candidato Obama en campaña: “Yo puedo hacerles una promesa firme. Bajo mi plan, ninguna familia que gane menos de $250,000 al año verá ninguna forma de aumento en sus impuestos. No en sus impuestos sobre ingresos, no en sus impuestos de nómina, no en sus impuestos de las ganancias sobre el capital”. Aquí lo dicho por Obama entonces.

Esto es lo que el Presidente Obama nos dice ahora:
Bueno, resulta muy difícil mantener esa promesa, sobre todo porque “nuevas ideas” se le ocurren cada día y todas ellas implican nuevas cargas impositivas sobre quiénes ganan menos de $250,000 al año. De hecho, hasta sus aumentos de impuestos para “los ricos” han bajado ahora hasta comenzar en los $235,000 al año. Verlo aquí.

Después tenemos otra “gran idea” el impuesto sobre los refrescos o sodas, los impuestos sobre límites máximos y comercialización de la energía (the cap-and-trade energy taxes), y más recientemente el llamado IVA (Impuesto Sobre el Valor Agregado), una forma de impuesto nacional sobre las ventas.

Entonces, ¿qué es lo que tienen en común todas estas propuestas? Que todos tendremos que pagar una enorme cantidad de dinero, en la gama de los millones de millones (trillones), en aumentos de impuestos para el Plan Gubernamental de Salud Pública “gratis”. Lo que en realidad será la mentira mayor de todas, la que hará que a Obama le crezca la nariz como a Pinocho: ¡Que la Salud Pública del Gobierno es gratis!

Nobama
Nueva York, 9 de junio de 2009

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