El filósofo alemán Carlos Marx, autor de El manifiesto comunista, abogaba por la redistribución de la riqueza para alcanzar una sociedad sin clases. En otras palabras, la implantación del socialismo a través de la lucha de clases, en la que la clase obrera derrocaría el poder capitalista y lo sustituiría con el poder obrero. Eso es lo que sucede en Cuba hace 50 años, pero para López Levy eso sólo basta mencionarlo en una línea en la que caben los miles de fusilados y de desaparecidos, los millones de exiliados, los miles de presos políticos por sólo pensar diferente, en fin, la destrucción de todos los sueños individuales de una nación otrora próspera, feliz y joven ya que prácticamente sólo había transcurrido el mismo tiempo que lleva la dictadura en el poder desde que se proclamara la República el 20 de mayo de 1902. Sin querer, al comparar lo que sucedía en relación con los negros en los Estados Unidos de entonces, 1956, cuando el dictador nos visitó, el articulista pone de manifiesto cuánto ha avanzado la sociedad norteamericana y cuánto ha involucionado el “paraíso de la clase obrera” en Cuba. En el elogio que hace del candidato Barack Hussein Obama, el señor López Levy, tuerce y manipula la biografía del candidato y llama “credo progresista” a la tendencia socialista del candidato y obvia, como no habría de hacerlo, sus vínculos con los marxistas desde su temprana adolescencia cuando uno de sus mentores en Hawai no era otro que el miembro del Partido Comunista Norteamericano, Frank Marshall Davies, quién como el mismo Obama, relata en una de sus dos autobiografías, le dijo que no confiara en los blancos y lo introdujo en las teorías de Saul Alinsky, otro marxista que es el padre de la teoría del Cambio, que no es otra cosa que la destrucción de la sociedad capitalista desde adentro, para implantar el modelo socialista de redistribución de la riqueza, que es el plan de Barack Hussein Obama.
Entonces, ¿cuáles son las verdaderas palancas que según el articulista utilizaría un presidente Obama para llevar a Cuba a la democracia? Después de limpiar de “talking points” el interminable y ampuloso artículo de este buen señor, por llamarle de alguna forma para no violar las reglas de Nobama, ¿qué queda? La rendición ante la dictadura, algo que en definitiva no le costará mucho al candidato del Cambio, porque en resumen su propósito es conducir a este país hacia políticas sociales de corte socialista. No habrá palo y zanahoria, porque Obama no es Teddy Roosevelt, le dará toda la zanahoria que quiera la dictadura y quizás le pida para cubrir las formas que libere a algún que otro preso no muy notable. Después por aquello del respeto a la norma de no interferir en los asuntos internos de otro estado, aunque se trate de una dictadura asesina, levantará el embargo y le abrirá el mercado crediticio norteamericano.
Obama haría lo mismo que hacen hoy el liberticida Zapatero y su testaferro Moratinos, irse de copetines con los asesinos.
Algo de esto traté de responder en Cubaencuentro en un pequeño comentario al artículo en cuestión, pero fue censurado por la dirección de esa revista de izquierdas que apoya a todo lo que sea de izquierdas con una apariencia de neutralidad y que por supuesto está en el tanque con Obama, pero que sin embargo no censura comentarios antisemitas. Por eso propuse a Nobama que recomendara la lectura del artículo del señor López Levy y me permitiera estas líneas de introducción al mismo.
Hoshiah lanu Adonai,
Shalom a todos
Aaron Mayer,
Brooklyn, Nueva York,
19 de octubre de 2008
Atendiendo a la solicitud de nuestro colaborador Aaron Mayer,
Nobama coloca el link del artículo de López Levy en Cubaencuentro.
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