Al comprar media hora de televisión en horario estelar en las principales cadenas de televisión, Barack Hussein Obama, nos dejó ver anoche un cachito de lo que podemos esperar si resulta electo.
Lo que ahora llaman Infomercial no fue otra cosa que una operación de manipulación sicológica subliminal, para llevar a los votantes indecisos a considerar que la elección ya está decidida y que lo mejor que pueden hacer es sumarse al carro del “Cambio” o quedarse en casa el 4 de noviembre si no están convencidos, porque John McCain ya perdió las elecciones y que si a Obama no lo han proclamado ganador oficialmente es porque todavía están en los trámites burocráticos. Si bien es cierto que la estructura narrativa de la pieza era totalmente convencional, habría que destacar que la utilización de puntos apelativos a la emoción para lograr la identificación, fueron cuidadosamente seleccionados, para reforzar subconscientemente la idea de que la única solución es la llamada “redistribución de la riqueza” propugnada por el “ungido”, pero con afeites de recorte impositivo. Las escenas filmadas especialmente para este material con el candidato, se hicieron en un ambiente que subliminalmente recuerda la Oficina Oval de la Casa Blanca, para establecer dos elementos sicológicos:
1) Proporcionar una imagen presidencial del candidato.
2) Dar la impresión de que quien habla es ya el presidente.
Esta campaña no deja cabos sueltos a la hora de la manipulación sicológica. De ahí que ya esté preparando, a un costo millonario, un monumental escenario, tipo Olimpito de Cartón Piedra como en la clausura de la Convención Demócrata para escuchar las palabras del Obamesías al declarar su victoria. No importa que cada día se vea más claro que estas elecciones se decidirán el mismo 4 de noviembre, ellos lo saben, pero apuestan a estas manipulaciones para implantar en el subconsciente del votante todavía dudoso que sus dudas no tienen sentido porque ya la elección, como decíamos, está decida. Lo que queda es sólo la cuestión formal de contar los votos que ya le dan la victoria. Lo importante no son las elecciones como expresión de voluntad soberana del pueblo, sino la democracia directa que se muestra en las concentraciones y mítines políticos y La Palabra del Mesías, como le calificó Farrakhan.
Los populistas, que después casi siempre devienen totalitarios, consideran que tienen una misión superior que cumplir y que sólo ellos pueden llevar a cabo gracias a su sabiduría divina, pero para ello necesitan del arma del adoctrinamiento como sucede en Cuba ahora con La mesa redonda y antes con los interminables discursos y comparecencias del “ungido” de Cuba cuando todavía estaba físicamente capacitado. Algo que también vemos en Venezuela con el interminable programa del Gorila Rojo Aló presidente y el establecimiento de las cadenas nacionales de los medios cada vez que se le viene en ganas, también lo imitará regalando el dinero de los contribuyentes al 40% de la población que no paga impuestos sobre sus ingresos, así piensa mantener la lealtad de ese sector de la población al que considera estúpido y fácil de engañar como si se tratara de una Republiqueta Bananera, como en la que ha convertido a Venezuela el tiranuelo Chávez.
De ahí que afirmemos que si tenemos que sufrir una presidencia Obama, veremos ese estilo de “democracia” del que anoche tuvimos el ensayo general.
Que nadie diga después que no le alertaron. Ese es el futuro con Barack Hussein Obama.
Diego Rodriguez-Arche,
Nueva York, 30 de octubre de 2008
Nota aclaratoria: Por un error involuntario del programa que utilizamos para pasar al código HTML los trabajos que publicamos. Este artículo apareció bajo el nombre de Nobama, cuando en realidad lo firma nuestro colaborador Diego Rodriguez-Arche .
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