jueves, 21 de agosto de 2008

La impudicia de Barack Hussein Obama

Hablando esta mañana en un mitin en Virginia, Obama se burló de la respuesta dada por John McCain a una pregunta de Politico sobre el número de casas de las que era propietario y sobre la que dio al pastor Rick Warren en el forum de la Iglesia Saddleback el sábado pasado.

“Creo que si usted piensa que ser rico significa que usted tiene que ganar 5 millones de dólares y si no sabe cuántas casas posee, no sorprende a nadie que usted piense que el estado de la economía es fundamentalmente fuerte”, dijo. “Pero si usted es como yo y sólo tiene una casa, o ahora mismo está como millones de personas que luchan para poder pagar su hipoteca y no perder sus hogares, puede que usted tenga una perspectiva diferente sobre el asunto”.

No pasó mucho tiempo antes de que la campaña del candidato demócrata lanzara un anuncio político en vídeo sobre el tema y que sus filiales en la Florida y Pennsylvania emitieran una nota de prensa en la que anuncian el lanzamiento de “una búsqueda estatal para encontrar a los residentes en esos estados que, como John McCain, poseen tantas casas que no pueden recordar la cantidad de ellas”.

Nobama pondrá el anuncio en vídeo a continuación de la siguiente traducción de la narración y las gráficas.

“Quizás usted esté ahora luchando para pagar la hipoteca de su casa”, dice el narrador al comienzo del anuncio. “Pero recientemente, John McCain dijo que los cimientos de nuestra economía son fuertes”.

El narrador dice después: “Hmmm” mientras se muestra un plano que contiene un cartel en el que se lee “FORECLOSURE”, (ejecución hipotecaria).

“Y entonces el mismo día, cuando le preguntaron de cuántas casas era dueño, McCain perdió la cuenta”, sigue diciendo el narrador. “No pudo recordar. Bueno, son 7. Siete casas”. En pantalla se lee: “Valen 13 millones de dólares”, señalando el valor total de las casas.

El narrador concluye con una toma de la Casa Blanca: “Y esta es una casa a la que los Estados Unidos no pueden permitir que John McCain se mude”.



No se puede menos que estar de acuerdo con las preguntas con las que de inmediato la campaña del senador McCain respondió al ataque:
“¿Cómo alguien que el año pasado ganó más de 4 millones de dólares; que acaba de regresar de unas vacaciones en una playa privada en Hawai y que compró su propia mansión que vale más de un millón de dólares (1.65 millones, según comprobó Nobama), con la ayuda de un delincuente convicto (Tony Rezko) puede desear entrar en un debate acerca de casas?
¿Cómo alguien que se preocupa por el precio de una exquisitez como la arúgula y que piensa que las personas corrientes se “aferran” a sus armas y a la religión frente a las dificultades económicas puede realmente desear un debate acerca de quién está en sintonía con el norteamericano corriente?

La desfachatez del candidato Obama es francamente obscena. Ellos saben, como a estas alturas casi todo el mundo, que estas casas son en realidad propiedad de Cindy, la esposa del senador McCain. Como también es de todos conocida la “preocupación” del candidato demócrata por el alto precio de la gasolina y la forma en que éste hace sufrir a ese ciudadano común con el que dice estar identificado. Claro, como al igual que Pelossi él quiere salvar al mundo, lo que le preocupa no es el precio de la gasolina, sino “lo rápido que este subió”.
También todos fuimos testigos de que la audiencia en Saddleback estalló en carcajadas cuando el senador hizo esta observación, e inmediatamente agregó: “Estoy seguro que este comentario será distorsionado, pero el asunto es que queremos mantener bajos los impuestos al pueblo e incrementar los ingresos”.
El Comité Nacional Demócrata no quiso quedarse detrás y circuló en Internet lo que llamó “McCain Abodes: A Luxury Travel Guide for the Rich, Famous and Forgetful”, el panfleto online contiene un mapa con siete propiedades pertenecientes a los McCain en Arizona, California y Virginia. Obama no está incluido en el panfleto, claro, él no gana más de 5 millones al año, como tampoco está ninguno de sus más ardientes seguidores del establishment hollywoodense o alguno de sus proveedores de fondos como el “clase media” George Soros. La reacción es Obama típica. ¿A quién puede importarle cuántas casas posee McCain? Es él al que le gusta reunirse con la claque izquierdista de Hollywood e imitarlos con sus costosas gafas y maneras. ¿Se lo imaginan en la Casa Blanca? Cuando bajo su liderazgo alguien, excepto él y sus compinches, trate de mejorar y de ganar más dinero, o hacerse millonario, de seguro se convertirá en uno de sus “odiados” blancos en su visión del nuevo estado socialista norteamericano. No, Mr. Barack Hussein Obama, la Casa Blanca es un lugar en el que los Estados Unidos no pueden darse el lujo de que usted viva. El precio a pagar sería incosteable.

Nobama
21 de agosto de 2008

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