jueves, 8 de septiembre de 2011

El Debut nacional de Rick Perry


Muchos en la extrema izquierda de la burocracia socialista demócrata en el poder y alguno que otro entre los participantes del debate republicano de ayer tenían la esperanza de que el debut sería, a su vez, el escache de Rick Perry como candidato a la nominación presidencial por el Partido Republicano.

Sin embargo, Perry demostró poseer esa cualidad intangible de atracción y hablar directo que los votantes republicanos echaban de menos en los candidatos desde que comenzó la campaña para las primarias. El gobernador de Texas demostró anoche que la posee; principalmente cuando tuvo que responder a preguntas bien difíciles acerca de sus puntos de vista sobre el cambio climático y la Seguridad Social, temas estos que sin lugar a dudas están entre los más controversiales en la futura campaña para sacar de la Casa Blanca al Tartufo. Perry demostró que sabe muy bien cuando tiene que hablar fuerte y cuando debe suavizar el tono.

Para nosotros, su momento más brillante fue cuando casi al final del debate, respondió a la insidiosa pregunta de que si perdía el sueño por el número de personas ejecutadas en Texas hecha por el propagandista de Obama, Brian Williams. Perry respondió claramente y con la firmeza necesaria, que los acusados de crímenes capitales atraviesan un proceso legal y que después sus casos se someten a un proceso de apelación que termina en la Corte Suprema, y que si en todas esas etapas el fallo es reafirmado, el mensaje es que si usted mata en Texas a un niño o a un policía, tendrá inexorablemente que pagar el precio final. Fue una respuesta perfecta.

Sin embargo, su respuesta, a la no menos insidiosa pregunta hecha por el editor de Politico John Harris, acerca de cuáles científicos en específico había consultado sobre la cuestión de que si el calentamiento global era provocado por el hombre, fue el cliché políticamente correcto de que eso no se había establecido científicamente y pareció irritado con él mismo, lo que le restó fuerza a su razonamiento incuestionable de que son los defensores de la teoría del Calentamiento Global algunos de los que impiden que la economía del país vuelva a crecer.

La verdadera controversia de la noche surgió a partir de su afirmación de que todo el sistema del Seguro Social es un Esquema Ponzi (Ponzi-scheme) y que los políticos tienen que comenzar a ser honestos acerca de la naturaleza de Esquema Ponzi del sistema de pensiones. De inmediato Mitt Romney respondió: “Usted no puede decir eso” acerca de un sistema del que tantas personas dependen. Pero Perry respondió reafirmando que el Seguro Social es en efecto un Esquema Ponzi y que es hora ya de que se deje de mentir a la gente que ahora están en sus veinte años, diciéndoles que el dinero que están pagando en sus impuestos por ese concepto estará allí esperando por ellos cuando se retiren. Todos sabemos que esa es una gran mentira repetida una y otra vez por los políticos de ambos partidos que han saqueado inmisericordemente el Fideicomiso del Seguro Social desde que el mismo fue establecido en época de Lyndon Johnson.

Rick Perry tiene toda la razón al afirmar que el Seguro Social es un Esquema Ponzi. El reto ahora para Romney y, claro está, para el Tartufo en Campaña es demostrar que un candidato que llama al Seguro Social un Esquema Ponzi pueda ocupar la Oficina Oval.

Otra cosa que anoche se puso de manifiesto en el transcurso del debate es que la falta de carisma que dominaba en el campo de los candidatos republicanos, ese “algo” inexplicable que poseen algunos políticos para encontrar la conexión con los votantes ordinarios, desapareció con la entrada de Perry en la contienda. El Tejano no es un candidato perfecto, tiene fallas que saldrán a relucir en el transcurso de la campaña, pero lo que nadie puede negar es que Perry posee ese “algo” que en circunstancias parecidas ya vimos anteriormente en un candidato, que también con fallas en su trayectoria llegó a la Presidencia y es hoy considerado el Presidente más popular de la historia norteamericana: Ronald Reagan.

En términos de mera presencia Rick Perry recordó la forma en que Reagan opacaba a todos sus contrincantes en el escenario de un debate.

Ahora es que realmente comienza en serio la campaña para sacar de la Casa Blanca a ese Tartufo que lleva por nombre Barack Hussein Obama.

Nobama
8 de septiembre de 2011