jueves, 4 de marzo de 2010

¡No a la Reconciliación!


Como hemos estado y continuaremos denunciando, en una desesperada jugada para embutirnos a través del Congreso, la toma absoluta de la Atención a la Salud por parte del Gobierno, primer paso en la instauración de una estructura gubernamental socialista en los Estados Unidos. Barack Hussein Obama, Su Majestad Nancy Pelosi y el Príncipe Harry Reid se han decidido por un truco parlamentario conocido como “Reconciliación” el cual les permitirá ignorar la voluntad mayoritaria del pueblo norteamericano y de la oposición en ambos partidos y aprobar el ObamaCare con 51 votos en lugar de los 60 exigidos por las reglas parlamentarias del Senado. El llamado Proceso de Reconciliación fue creado en 1974 para permitirle al Congreso avanzar con rapidez en asuntos concernientes única y exclusivamente con el Presupuesto de la Nación, pero la extrema izquierda en el poder dentro del Partido Demócrata pretende utilizarlo para implantar su agenda socialista de Gran Gobierno y Redistribución de la Riqueza, comenzando con la piedra angular de dicha agenda: el ObamaCare.

Si bien para llegar a utilizar este proceso, los Demócratas tienen que vencer una serie de etapas muy complicadas, como explicaremos más adelante en otra pieza que estamos preparando al respecto. Resulta de suma importancia que los ciudadanos norteamericanos y residentes de esta, la nación más libre y democrática del mundo, expresemos nuestra inconformidad y oposición a esta sucia jugada en la mejor tradición de la Mafia de Chicago. Es por eso que exhortamos a nuestros visitantes a que firmen la Petición No Reconciliación en la Atención a la Salud, para que los Senadores sepan una vez más que obrarían en contra de la voluntad mayoritaria del pueblo norteamericano si se atreven a utilizar esta grosera maniobra para destruir la sexta parte de nuestra economía. Para firmar la petición hacer clic aquí o en la imagen.

Nobama
Nueva York, 4 de marzo de 2010

2 comentarios:

Jorge A. Pomar dijo...

Estimado Nobama:

Barack Hussein ya tiene perdida de calle su torpe, suicida apuesta por el Obamacare. Pero, consciente de que junto con la reforma sanitaria se esfumaría también lo poco que le va quedando de prestigio e influencia, ha optado temerariamente por asestar el clásico manotazo sobre la mesa.
Aunque no conozco tan bien como tú los vericuetos legales del proceso de reconciliación, me parece lo bastante enmarañado como para que al First Black President y sus dos ineptos amauenses del Capitolio se les enrede la pita de mala manera: los legisladores demócratas se sienten cada vez más inseguros de cara a las parlamentarias de noviembre.

Por lo pronto, ya doce de ellos amenazan con vetar el crucial anteproyecto sobre el aborto. Nada popular en un país saludablemente puritano. Sin contar la sensible baja del bribón Charles B. Rangel, acusado de múltiples corruptelas. Así las cosas, en cualquier momento algún burro clave suelta el Jump for your lives! (“¡Salte el que pueda!”) y dejan al visionario capitán keniano-estadounidense hundirse solo junto con su zozobrante buque insignia del Obamacare.

Rangel, titular de la Comisión de Ways and Means, o sea, nada menos que de Reglas y Procedimientos ---con decisiva arte y parte en el asunto de marras--, era uno de sus incondicionales en la rectoría de la Cámara de Representantes. Cuando vuelva -- lo cual es difícil, habida cuenta de el furrumalla newyorkino lo va tener realmente crudo con la justicia-- ya será demasiado tarde para tirarle un cabo al náufrago presidencial.

En suma que, si como es de esperar y desear, el Mesías Negro del Progrerío Glauco de Ojos Zarcos se vuelve a embromar dentro del brevísimo plazo de una quincena que él mismo le ha fijado al Congreso, pasará a ser sin remedio el clásico Lame Duck en la Casa Blanca. Una condición que, en su caso, interactúa con otra aún más dolorosa para sus desmesuradas ambiciones de carisma, gloria y esplendor profético: la perspectiva de pasar a la historia como mandatario de una sola legislatura.

¿Y por qué? Pues, por haber fracasado en su loco esfuerzo por seguir a las acomplejadas, gringófobas repúblicas bananeras al sur de Río Bravo -- que son exactamente todas ellas menos, si acaso, Costa Rica, Colombia y tal vez ya Honduras—al último reducto del imperio de la ley y la libertad el decadente modelo del estado del bienestar europeo o incluso, de la mano del Magno Paciente y su ahijado bolivariano, el extinto totalitarismo bolchevique. Pero lo valiente no quita lo cortés: el nichardo más poderoso del mundo no se está desempeñando todo lo mal que temíamos en la asignatura que más nos interesa. A saber, la Isla de Cuba, donde hay que anotarle el mérito de haber defraudado parejamente al gobierno y a la oposición leal y ultramoderada. Prueb de que a veces los olmos dan peras...

Saludos,

El Abicú

Nobama dijo...

Amigo Pomar, como le es habitual usted ha captado perfectamente la esencia de la situación a que se enfrenta Obama. Acabamos de colgar una pieza mucho más explícita en cuanto a las jugadas Obámicas y el posible desarrollo futuro de lo que hemos comparado como una partida de ajedrez con un Gambito, ahí encontrarás una explicación un poco más amplia de la Reconciliación, que, en este caso, como verás no es más que una componente más de la maniobra diversionista del Gran Timonel para trasladar la atención de la Cámara al Senado. En cuanto a Rangel, ya en Nobama habíamos publicado con pruebas documentales, sus corruptelas también en el Caribe, pero específicamente en viajes a Cuba, si te interesa puedes verlo en http://nobama-nobama.blogspot.com/2009/03/las-elecciones-tienen-consecuencias.html. Por último en cuanto a Cuba, querido amigo, discrepo en cuanto a que Obama no se está portando tan mal y de ello estaremos hablando proximamente en Nobama.
Un fuerte abrazo,
Nobama