jueves, 24 de diciembre de 2009

Un mensaje especial en estas Navidades

"La Navidad es también una época para recordar los tesoros de nuestra propia historia. Recordamos unas navidades en particular, en 1776, en nuestro primer año como nación. La Guerra Revolucionaria no iba bien. Pero la fe el coraje y el liderazgo de George Washington virarían la historia a nuestro favor. En la noche de la Navidad él condujo a un grupo de harapientos soldados a través del río Delaware y de la nieve a una victoria que salvó la causa de nuestra independencia. Se dice que la ruta de su marcha se llenó de huellas ensangrentadas, pero su espíritu nunca decayó y su voluntad no pudo ser aplastada" .
Ronald Reagan
Navidad de 1983
Paradójicamente, hoy en la mañana, vísperas de Navidad, 60 traidores a lo que representa la nación americana y sus ideales, como Judas, vendieron su alma por 30 dinares. Allá, en la Casa Blanca, otro traidor se regocijaba de la destrucción de nuestro estilo de vida, que planifica para esta nuestra Gran Nación Americana. Todavía no conocemos su mensaje a la nación y ni siquiera si habrá alguno. Hoy, en la casa que una vez fue nuestra, no se honra al niño nacido en Belén, sino a asesinos y criminales ateos como Mao-Tse-Tung.

Y conocemos de las protestas y los deseos de eliminar, por vez primera en más de 200 años, la representación de la Natividad. Por eso, en Nobama, queremos que nuestra felicitación y buenos deseos sea la que un verdadero Presidente dijo, casualmente cuando en diciembre de 1981, llevaba el mismo tiempo en la Casa Blanca, que el Tartufo simulador que hoy contamina la memoria de tantos patriotas que allí se albergaron en nombre del pueblo. Les dejamos con Ronald Reagan y su mensaje de Navidad en diciembre de 1981 y les deseamos a todos, palabra por palabra, lo que escucharán de él.

Nobama
Nueva York, 24 de diciembre de 2009
(Más abajo encontrarán la traducción al español del mensaje)




Buenas noches.

En Navidades, todos los hogares adquieren una belleza especial, una calidez especial y eso es una realidad en la Casa Blanca, donde tantos americanos famosos han pasado las Navidades a través de los años. Este bueno y viejo hogar, la casa del pueblo, ha visto tanto, y ha formado parte de nuestras vidas y nuestra historia.

G. K. Chesterton dijo una vez que el mundo nunca estará hambriento del asombro, sino sólo por el deseo de asombrarse.

En esta especial época del año, todos renovamos nuestro sentido del asombro al recordar la historia de las primeras Navidades en Belén, hace cerca de 2,000 años.

Algunos celebran las Navidades como el nacimiento de un excelente y buen filósofo y maestro. Otros creemos en la divinidad del niño nacido en Belén, que él era y es el prometido Príncipe de la Paz. Sí, nos hemos preguntado por qué, él que podía realizar milagros escogió venir entre nosotros como un indefenso bebé, pero quizás ese fue su primer milagro, su primera gran lección que debemos aprender para preocuparnos los unos por los otros.

Esta noche, en millones de hogares americanos, el brillo del árbol de Navidad es un reflejo del amor que nos enseñó Jesús. Como los pastores y hombres sabios de aquellas primeras Navidades, los Americanos hemos siempre tratado de seguir a una luz más alta, una estrella, si lo desean. En una vigilia junto al fuego a lo largo de la frontera, en los oscuros días de la Gran Depresión, a través de la guerra y la paz, los faros gemelos de la fe y la libertad han iluminado el cielo Americano. En épocas en que nuestros pasos quizás hayan vacilado, pero confiando en la ayuda de Dios, nunca hemos perdido nuestro camino.

Con sólo cruzar la calle, frente a la Casa Blanca están los dos símbolo de la temporada de fiestas: una Menorah, que simboliza al Festival Judío de Hanukkah, y el Árbol Nacional de Navidad, un elevado y hermoso árbol azul de Pennsylvania. Igual que el Árbol Nacional de Navidad, nuestro país es una cosa viviente que crece plantado en la fertil tierra Americana. Sólo el que lo cuidemos con devoción puede hacerlo florecer completamente. Por eso, hagamos de esta temporada festiva nuestra época de rededicación.

Las Navidades significan tanto debido a un niño muy especial. Pero las Navidades nos recuerdan también que todos los niños son especiales, que ellos son regalos de Dios, regalos más allá del precio, que significan más que cualquier regalo que ningún dinero puede comprar. En su amor y risas, en nuestras esperanzas por su futuro está el verdadero significado de las Navidades.

Por eso, con espíritu de gratitud por lo que hemos logrado alcanzar juntos durante el año pasado y con la vista en lo que esperamos alcanzar en los años por venir, Nancy y yo queremos desearles lo mejor en estas fiestas. Como Charles Dickens, a quien cité hace unos instantes, dijo tan bien en A Christmas Carol, "Qué Dios nos bendiga a todos y cada uno".


Buenas Noches.

5 comentarios:

jJorge A. Pomar dijo...

Dicen que, comparado con John Wayne y otras estrellas del género en Hollywood, Reagan fue un actor mediocre de películas de vaqueros. Puede que estén en lo cierto. No lo sé.

Lo que sí sé a ciencia cierta es que, a diferencia de casi todas esas "otras estrellas", ambos fueron también los más claros y tajantes a la hora de defender el American Way of Life contra la boga del marxismo durante la supuestamente gratuita cacería de brujas bolcheviques encabezada por el senador Joseph McCarthy entre el 47 y el 54.

No menos cierto es que, visto en retrospectiva, McCarthy se quedó corto: a la postre, la infiltración marxista en forma de "anti-antiamericanismo", precursora de la actual retroprogresía occidental, acabaría pronto imponiéndose entre la opulenta --son los que más gozan de las ventajas del establihment en todos los sentidos-- farándula occidental hasta nuestros días.

A Ronald Reagan le cabe, en cambio, el mérito indiscutible de haber sido el actor librepensador más consecuente y exitoso de todos los tiempos. Sin duda el presidente que no sólo reconcilió a la Union con la preceptiva de los Founding Fathers sino también el que echó a pique al imperio soviético.

Lamentablemente, su legado histórico está siendo puesto en tela de juicio por Barack Hussein, cuyo desservicio a Estados Unidos consiste en tratar de retrogradar a la única nación americana hasta ahora libre de complejos con la Vieja Europa al nivel de indigencia, de mímesis espiritual del Tercer Mundo. He ahí la mayor ambición de la actual legislatura.

Ahora bien, que a las diez de última el Mesías Negro del Progrerío Glauco de Ojos Zarcos se salga con la suya, es harina de otro costal. Por lo pronto, ya ha perdido la magia de su supuesto carisma y cada vez más votantes le ven las cartas sucias bajo la manga. Tanto que su ansiada reelección en 2012 corre serio peligro de acabar en un fiasco peor al de Carther...

¡FELICIDADES, NOBAMA!

El Abicú

Reflexiones de Chocolatico Pérez dijo...

Gracias Nobama por tan emotivo Post, quedan sólo 1121 días, las palabras de reagan deben servir de guía para cuidar los valores norteamericanos.

Isis dijo...

Gracias, querido Nobama.
Un post por todas partes en el tono que se necesita.
Querido Pomar, yo creo que Reagan no era para nada un mediocre actor. De acuerdo contigo, ademas. Supuestamente gratuita...
Todo lo mejor les deseo,
Feliz Navidad,
Isis

Reflexiones de Chocolatico Pérez dijo...

"La UE y EE UU han criticado duramente la pena impuesta al disidente chino Liu Xiaobo, condenado por un tribunal de Pekín a 11 años de cárcel por "incitar a la subversión del poder del Estado" por haber redactado la Carta 08, en la que pedía reformas políticas y aperturismo del régimen comunista." Periódico El País.

Que hipocresía, acaso no es eso lo que hace un gobierno que practica la filosofía de Mao? Por qué lo critican y ponen la foto de Mao en La Bola de La Casa Blanca?

Zoé Valdés dijo...

Gran post, gran comentario el de Pomar. Sí, qué tiempos aquellos. Reagan no fue un mal actor, sin embargo, y sobre todo, fue un gran presidente, y el mejor y más creíble protagonista de la Guerra Fría.