martes, 11 de agosto de 2009

OBAMA, CLINTON Y COREA DEL NORTE: MÁS INTERROGANTES QUE RESPUESTAS

Desde que el ex Presidente Clinton regresó de Corea del Norte, más bien desde que partiera, nos preguntábamos cuál sería el “rescate” que pagarían los Estados Unidos a Kim Jong Il por la liberación de Laura Ling y Euna Lee.

Y no ha tenido que pasar mucho tiempo para que nos enteremos de la primera concesión. Como era de esperarse, cómo podría de ser de otra forma, el “Cambiador” en Jefe, Barack Hussein Obama, abandonó la política anterior de los Estados Unidos de no sostener conversaciones bilaterales con el régimen coreano, una victoria diplomática que Kim Jong Il ha estado buscando durante años y para forzar a los Estados Unidos a rendir esa plaza, ha llegado al extremo de realizar una prueba nuclear, reiniciar el enriquecimiento de uranio e inundar de misiles los mares adyacentes a Japón. Kim no sólo puso de rodillas a los EE.UU., sino que, además mató dos pájaros de un tiro al demostrar al establishment norcoreano, ahora que organiza su sucesión por su hijo Kim Jong Un, que su “legitimidad” y su total control del poder están garantizados nada más y nada menos que por el Jefe Máximo del Imperialismo, su “enemigo mortal”.

Como ya sabemos, esta historia comenzó cuando Current TV, el canal de la TV por cable del ex Vicepresidente Gore, envió a las dos periodistas en una investigación acerca de los desertores de Corea del Norte que viven en la frontera China y fueron arrestadas por cruzar ilegalmente a territorio coreano. Hasta el presente ni las periodistas ahora liberadas, ni Current TV, ni Gore han explicado cuál era el propósito final de esa investigación, que les costó ser detenidas y condenadas a 12 años de prisión con trabajos forzados. También sabemos, que la visita del ex Presidente Clinton para “liberar” a las dos periodistas, se produjo sólo después que funcionarios norcoreanos aseguraron a sus familiares que serían liberadas si el ex Presidente iba personalmente a solicitar su libertad. Además, aunque la Casa Blanca lo negó, se supo por informaciones de la agencia de noticias de Corea del Norte que Clinton llevó a Kim, un mensaje verbal del Presidente Obama. Si le creemos a la Casa Blanca, en esta “misión privada” de Clinton como la calificó la administración, lo único que buscaba el dictador era la foto con Clinton para asegurar su sucesión sin contratiempos. Nosotros, por nuestra parte, creemos en lo dicho por el amigo Chuck Krauthammer que, a diferencia de la administración Obama, nunca miente: “Por primera vez que recordemos, estamos escuchando la verdad de parte de las agencias de noticias norcoreanas y mentiras de parte de la Casa Blanca”.

Está claro, que la liberación de las dos periodistas fue negociada y acordada antes de que Clinton viajara a Pyongyang y hasta quizás antes de que ambas muchachas fueran capturadas en la frontera con Corea del Norte, que todo este Kabuki en Pyongyang se haya cocinado entre los negociadores de la Casa Blanca y el régimen para facilitarle a Obama el cumplimiento de su promesa de discutir sin condiciones con los enemigos. Sí, ya sabemos que habrá quienes nos acusen de delirar, o peor, de estar lanzando “teorías conspirativas inexistentes”, pero sucede que mientras más analizamos lo sucedido entonces y otras informaciones que nos llegan, nuestras sospechas cada vez se hacen más sólidas. Y uno de los que las refuerza no es otro que el General Jim Jones, Asesor de Seguridad Nacional, quien en una entrevista con ABC News, dijo: “Hemos coordinado todo esto por medio de los otros aliados, los chinos, los rusos, los surcoreanos, los japoneses”. Y para cualquiera debe estar claro que una verdadera coordinación requeriría de una mayor cantidad de gestiones diplomáticas que las que podrían realizarse en el espacio de tiempo entre el regreso de Clinton y el anuncio de las conversaciones bilaterales. Por lo que lo más probable es que la administración simplemente haya informado a esos “aliados” de algo ya decidido y acordado, lo que, como es ya habitual en Obama, representa una bofetada en el rostro de nuestros aliados verdaderos y provoca un indulgente asentimiento de aprobación, acompañado de una sonrisa burlona, por parte de chinos y rusos.

Como sabemos, tanto Rusia como China ya le han tomado muy bien la medida al Presidente Obama. Con China ya no se discuten problemas de Derechos Humanos ni de la tasa de cambio del yuan contra el dólar. Y como ya dijimos en su momento, en su reciente visita a Rusia “Obama iba dispuesto a concederle a los rusos lo que pidieran, porque la verdad es que su posición ideológica ante las armas nucleares no ha cambiado esencialmente desde que era Barry, aquel estudiante universitario que una vez escribió un artículo que tituló Cómo acabar con la mentalidad de guerra”. En Moscú, se intercambiaron Espejitos por Oro y en ese intercambio, el Oro no lo recibió Obama, cuando negoció la defensa antimisiles en el Este de Europa por un tentativo acuerdo de reducción de las fuerzas nucleares, que en realidad beneficia a los rusos, y la promesa de que proporcionarán una ruta de suministro para nuestras fuerzas en Afganistán.

Esta visión de la administración de la mayor potencia del mundo arrastrándose a los pies de Kim y de cuanto dictador que facilita el terrorismo existe en el mundo, sólo nos puede conducir a hacernos algunas preguntas.

¿Es esta administración irresponsablemente ingenua o en verdad está decididamente empeñada en parecerse cada día más a los que una vez fueron nuestros enemigos?

¿Qué pueden estar pensando ahora en Seúl y Tokio? ¿Pueden confiar acaso en que siguen siendo los verdaderos aliados de los Estados Unidos? ¿O se preguntarán también si alguna vez los podrían utilizar como pieza de oro de cambio para recibir espejitos, como está sucediendo con Israel?

¿Quién irá próximamente al país de los Mullahs y de Ahmadineyad a “negociar” la libertad de los tres jóvenes excursionistas ahora secuestrados en Teherán?

Habrá que estar atentos, porque no sería una sorpresa que esa misión estuviera “above the pay grade” del ex Presidente Clinton.

Nobama
Nueva York, 11 de agosto de 2009

5 comentarios:

Güicho dijo...

De chama en Cuba observé la felicidad de cualquier negrito singaíto al toparse en el patio del colegio con algún blancón pendejón. En realidad no podía sonarlo, pero sí agitarle la merienda. A nivel mundial los singaítos son moritos, chinitos o cholitos. Y el pendejón es un negrito. La merienda agitada, sin embargo, es de los blanquitos.

Anónimo dijo...

Pues si que se han dado prisa los coreanos en llenar la zona de armamento. Como si lo hubieran estado preparando años. En serio. ¿Como se pueden decir esas cosas?.

Nobama dijo...

Si estimado Anónimo, llevan años preparándolo y gracias al ex Presidente Clinton que le entregó los reactores nucleares con la promesa deque serían utilizados con fines pacíficos, pudieron poner en práctica la tecnología que compraron en Pakistan. Infórmese primero y después cuestione.
Nobama

Anónimo dijo...

Negrito singaíto... blancón pendejón... esas palabras no revelan más que ignorancia y xenofobia.

En el mundo lo único que ha prevalecido siempre es la inteligencia, la bondad y las palabras sobre toda la maldad. Tarde o temprano a todo gobierno belicoso le llega su momento.

La paz a veces tiene precios altos.
La guerra no tiene futuro en este mundo aunque los más ignorantes sigan pensando que es el camino, que mientras más se armen, más protegidos están... esa forma de pensar es tan obsoleta como la de que todavía existe una "mayor potencia del mundo"...

Hay que dejar las armas y construir el futuro mejor para todos o nos joderemos todos por igual.

Nobama dijo...

Estimado anónimo, ¿en realidad usted cree que su pacifismo trasnochado va a impedir que Corea del Norte e Irán tengan la bomba? ¿Cree usted que si el mundo democrático se desarma los Mullahs y los Islamo fascistas no vendrán a degollarnos?
No sea ingenuo...
Nobama