viernes, 8 de mayo de 2009

MATEMÁTICA I: EL PRESUPUESTO DE OBAMA, UN COMPLICADO PROBLEMA DE TANQUES PARA EL PUEBLO NORTEAMERICANO

Hace ya muchos años, más de la cuenta, cuando estudiaba bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Cienfuegos, recuerdo que la pesadilla de toda la clase era ver a Ñiquito Lafuente, el profesor de matemáticas, abrir su libro de las Matemáticas de Rosell. Ello quería decir que se avecinaba una batería de problemas de Tanques y Móviles que sus alumnos debíamos traer resueltos al día siguiente. Pues bien algo similar me sucedió cuando ayer el Presidente Obama habló sobre su presupuesto de $3.4 millones de millones (trillones) y su propuesta de corte de $17 mil millones (billones) a ese presupuesto. De inmediato tuve que agarrar una hoja de papel y auxiliado por la calculadora de mi celular comencé a sacar cuentas. Como entonces, experimenté el sufrimiento de calcular la cantidad de agua que entraba y salía del tanque y el tiempo en que este se demoraría en llenarse. Al Senador Judd Gregg parece haberle sucedido algo similar, porque en su respuesta a la intervención de Obama expresó: “es como sacar del océano una pequeña cucharada de agua, mientras se vierte un río completo en él”. A eso el Presidente le llamó “restricción en el gasto”. Y yo continué haciendo cálculos y estableciendo comparaciones. Por ejemplo, conozco a un matrimonio que gana anualmente $50 mil entre los dos y que trata de ahorrar a la semana el 10% o más de lo que ganan, pues bien, si siguieran el ejemplo del ahorro que propone Obama, que representa escasamente el 0.5% del total de $3.4 trillones de su presupuesto, mis amigos ahorrarían $5 a la semana, lo que equivale a $260 al año.

¿Restricción o desparpajo?

Pues sí, a este corte insignificante en el gasto público es a lo que el Presidente llama restricción y yo desparpajo e irresponsabilidad con nuestro dinero de los impuestos. Hay que tener la cara dura, para presentarse en la TV nacional ante el pueblo norteamericano y decir que llegaron a esta cifra después que los celosos vigilantes financieros de la Mesa de Pericles del Presidente, revisaron concienzudamente, “línea a línea”, el presupuesto para encontrar todo lo que fuera ineficiencia y desperdicio. Y no se asusten si todavía los legisladores demócratas adictos al gasto puede ser que consideren que estos cortes risibles son demasiado: Muchos de ellos fueron retomados de entre los que el Presidente Bush intentó eliminar el año pasado y no lo logró.

Pero no vayan a creer tampoco que en estos “cortes” se eliminan muchos gastos federales: El plan para el presupuesto (blueprint) adoptado por el Congreso la semana pasada, en realidad aumenta el gasto discrecional doméstico en un 9%. Peor todavía será el incremento monumental en el déficit federal, el cual se disparará hasta $1.38 millones de millones (trillones), sólo en el próximo año fiscal.

Y a pesar de todo Obama todavía intentó ponernos un rabo cuando dijo: “No podemos permitirnos más dejar las decisiones difíciles para el próximo presupuesto, la próxima administración o la próxima generación”. ¡Que será precisamente la consecuencia que tendrá este presupuesto!

Digamos solamente que en los primeros 100 y algo más días de su presidencia, Obama ha aumentado nuestra deuda nacional a la pasmosa cifra de $600 mil millones (billones). Y aumenta tan rápido, que puede ser que los prestamistas muy pronto comiencen a recular a ese ritmo de gastos y aumenten las tasas de interés, lo que alejará de inmediato a quienes están interesados en pedir préstamos en el sector privado para potenciar el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo y, como es de suponer, la inflación se disparará también y será una carga más que tendremos que soportar los contribuyentes actuales y los futuros.

En pocas palabras: Nadie se atreverá a invertir o arriesgarse en un país que visiblemente se dirige a la bancarrota.

Y el “ungido” en un acto de la más fina esquizofrenia política, agregó: “Hay una gran cantidad de dinero que se ha gastado de forma ineficiente e inefectiva y, en algunos casos, en formas que realmente son asombrosas”. Seguramente se refería a la “fotito” del Air Force One sobre el bajo Manhattan, que aterrorizó con razón a muchos neoyorquinos y que nos costó a los contribuyentes la bicoca de $328,835. Foto que como pueden ver al principio de este artículo, podría haberse conseguido utilizando Photoshop que sólo cuesta algo más de $500.

¿Sería a la foto a lo que se refería?

Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 8 de mayo de 2009

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