miércoles, 1 de abril de 2009

EL BACALAO CON OBAMA SE CORTA EN EL G-2

No voy a negar que el título de este artículo se presta a diversas interpretaciones. Podría pensarse que lo hago para llamar la atención y atraer más lectores y algo de razón habría en ello. De todas formas aclaro que nada tiene que ver con lo que los nacidos en Cuba conocemos por G-2, sino con la reunión que en breves horas comenzarán en Londres los líderes de las 20 economías más desarrolladas y que se conoce como Cumbre del G-20.

Hoy en una de sus acostumbradas Reflexiones el dictador cubano Fidel Castro se quejaba en el periódico Granma de que la prensa nacional y la del resto del mundo apenas se ocupaba de la reunión, específicamente de su significado y de la importancia que tendrán los acuerdos de los 20 para el resto del mundo. Parece ser que Castro leyó en algún sitio y se apropió de lo dicho por George Soros de que a menos que las naciones industrializadas se pongan de acuerdo en una reestructuración radical del sistema financiero enfrentaremos una profunda recesión mundial. Pues bien señor Dictador y señor Soros. Eso no es cierto.

Sin ninguna pretensión de oráculo ni mucho menos me atreveré a adelantar cómo se desarrollarán los acontecimientos en tan magna reunión.

Al comienzo de la reunión, los líderes del G-20 se reunirán durante 4 horas y media, conversarán, cenarán y emitirán un comunicado que ya está escrito.

La mayoría de los países rechazarán la solicitud de Obama de igualar su paquete de estímulo. A los británicos les gustaría, pero el Primer Ministro Gordon Brown ha gastado tanto en sus programas de bienestar social que las arcas del Reino están vacías y no le será tan fácil como a Obama pasar nuevos impuestos. La Canciller alemana Angela Merkel sabe que en los años 30 los consumidores necesitaban carretillas llenas de papel moneda para comprar una barra de pan, lo cual posibilitó la entrada de Adolfo Hitler y todo lo que sabemos vino después, por lo que no aceptará una inflación riesgosa para Alemania con ese tipo de paquete de estímulo. Y Nicolas Sarkozy, el presidente francés propondrá estrictas medidas proteccionistas para aliviar la decadencia económica por la que atraviesa Francia, sin que le importe en absoluto que ese tipo de medidas profundicen y prolonguen la Recesión y pudieran desencadenar una Gran Depresión mundial.

De manera que si las bazas se conocen con anticipación ¿cuán en serio debemos tomar esta reunión? En la última Cumbre del G-20 en Washington, en septiembre de 2008, todos hicieron votos solemnes de que no recurrirían al proteccionismo. Pero la cuestión quedó sólo en eso: promesas y más promesas. Un informe reciente del Banco Mundial dice que de los 20 países que integran el grupo, 17 de ellos, incluidos los Estados Unidos, adoptaron 47 medidas proteccionistas casi de inmediato.

Así, los líderes reunidos se darán algún que otro golpe de pecho y una vez más prometerán que evitarán las medidas proteccionistas, darle alguna ayuda a los países en desarrollo a través del incremento de sus contribuciones al Fondo Monetario Internacional y dirán algunas palabras acerca de la necesidad de que los reguladores financieros de los países del G-20 cooperen entre sí.

¿Y qué papel juega nuestro “iluminado” Presidente en todo este pastel? ¿Conseguirá que sus pares del G-20 presten atención a sus propuestas? Me atrevo a asegurar que no le harán muchas concesiones, pero que sí recibirá mucha retórica acerca de la necesidad de que todos los países contribuyan a la recuperación económica y así hacerle creer a él y al resto del mundo que han prestado la debida atención a su propuesta de respuesta mundial unificada a la crisis económica, en fin le salvarán la cara. Paralelamente, Obama rechazará los llamados franco-alemanes-brasileños de un Sistema Global de Regulación del sector financiero y por fin, ya era hora, llegará la sonriente foto final en grupo de los dignatarios reunidos. Y comenzará entonces la verdadera reunión tras bambalinas, la Cumbre del G-2: los Estados Unidos y China, como le llamó Bob Zoellick el Presidente del Banco Mundial.

China posee más de $1 millón de millones (trillón) de la deuda norteamericana en Bonos del Tesoro, los cuales ha comprado con los dólares que recibe cuando los norteamericanos compran todos esos productos que llevan la etiqueta de Made In China. Los chinos están preocupados de que Obama tendrá que financiar su enorme déficit lanzando al mercado más Bonos del Tesoro, los cuáles comprará la Reserva Federal imprimiendo millones de millones de dólares sin respaldo alguno, lo que, lógicamente, reduciría el valor de los dólares en poder del gigante asiático. No nos olvidemos que a Ben Bernanke, el Presidente de la Reserva Federal se le conoce por el sobrenombre de "Helicóptero Ben" porque dijo que la forma de salir de una recesión es lanzar dólares desde un helicóptero.

Los Chinos están tan preocupados que están pidiendo al G-20 que considere la sustitución del dólar como la divisa de la reserva mundial por otra divisa casi divina, que sería manejada por el FMI. Cuando nuestro lamentable e inepto Secretario del Tesoro, Tim Geithner, dijo al Consejo para las Relaciones Exteriores que esa era una idea que valía la pena tener en cuenta, el dólar se hundió en picada y fue necesario que Obama corriera en su ayuda y pronunciara con firmeza y mirada acerada la palabra “jamás” para que el dólar retomara su nivel.

La verdadera reunión serán las negociaciones entre China y los Estados Unidos y que con suerte darán inicio a un acuerdo entre ambos países para recuperar el equilibrio del sistema mundial. No perdamos de vista que China ha seguido el rumbo de Obama al implementar el mismo tipo de paquetes de estimulo que rechazan los europeos; es decir, el único aliado verdadero que tiene Obama en el grupo con posibilidades de secundar sus políticas de inyección monetaria a través de planes de estímulo es China, porque esta a su vez, tiene que gastar más en su economía interna de manera que los consumidores puedan comprar más de nuestros productos y los norteamericanos sigan comprando los suyos. Claro que para lograrlo los Estados Unidos debían cortar el enorme gasto en programas sociales para reducir el déficit y reducir los impuestos para estimular la inversión y con ello evitar así enviar tantos dólares a China. Porque si Pekin sigue utilizando esos dólares para comprar nuestros Bonos del Tesoro, como les rogó encarecidamente la Secretaria de Estado Clinton, harán descender los intereses y estimularán ese tipo de préstamos que aumenta la deuda y en consecuencia el déficit que ha llevado a la ruina a tantos bancos y a muchos accionistas y consumidores.

Sin entrar en muchos detalles, digamos que la clave de “la cosa” está en que para que la economía mundial se recupere, necesitamos de China y como ellos lo saben, aprovecharán esa posición privilegiada para utilizarla como elemento de fuerza o palanca negociadora para exigir que se le otorguen sus demandas en las instituciones internacionales y que se le reconozca el lugar que piensa merece como súper potencia naciente.

Y mientras todo esto se cocina, decenas de miles de anarquistas, extremistas medioambientales y violentos manifestantes pacifistas y no pacifistas, continuarán llegando a Londres para protestar ante el sitio en que se desarrolla la reunión del G-20, la embajada norteamericana y otros lugares que pudieran ocurrírsele. Pero esos “sacrificados luchadores por un mañana radiante para la humanidad en una sociedad igualitaria mundial” seguirán pidiendo la abolición del dinero, pero ni cuenta se darán de que dónde de verdad se corta el bacalao es en las reuniones del G-2.

Y Fidel Castro seguirá escribiendo Reflexiones alabando al gigante asiático como la “futura gran potencia económica” y el Gorila Rojo de Venezuela vociferando donde quiera que le entreguen un micrófono abogando por una nueva moneda respaldada por el petróleo y nosotros por acá cada vez más parecidos a nuestro colega en el G-2: La República Popular China, que ya no se sabe si su régimen es Socialismo o Capitalismo de Estado.

Aaron Mayer
Nueva York, 1 de abril de 2009

UPDATE:
Obama
y la República Popular China acaban de acordar un mecanismo de diálogo permanente entre las dos naciones. Sarkozy dijo que Francia y Alemania hablarán con una sola voz. Como señala Aaron en su artículo, cada vez más se perfilan dos facciones enfrentadas en la Cumbre la Galo-Germana vs. la Estadounidense-Británica. Todo parece indicar que el comunicado final no se pactará hasta entrada la madrugada.
Nobama
Nueva York, 1 de abril de 2009

UPDATE II:
No se pierdan estos artículo de Libertad Digital sobre la Cumbre del G-20. Pinchar aquí para el segundo. El colega Aaron Mayer parece que estaba bien claro de lo que sucedería.

5 comentarios:

Jorge A. Pomar dijo...

La pura verdad. Como también lo es que lo que ahora llaman "la crisis" se compone de varias crisis más individualizadas hasta ayer y hoy embutidas ala cañona en una sola jaba.

Obama, la UE y el G-20 están dando palos de ciego. Dudo mucho que hagan sonar la flauta en ese intento de apagar a la carrera el fuego global con mangueras de gasolina de avión. En realidad, ellos no son la solución sino más bien la causa del problema.

Saludos,

El Abicú

Unknown dijo...

Conciso pero con-seso

CLD dijo...

Brillante lo de Aaron!

Aaron Mayer dijo...

Shalom amigos, gracias por comentar mi artículo. Estoy preparando algo para después que finalice esta Payasada en Londres.
Aaron Mayer

Juan Carlos dijo...

ah, no hay peor ciego que no quiera ver las cosas. Obama dio la conferencia de prensa de cierre totalmente solo y anunció el plan conjunto de recuperación. Señores, aprendan: Obama ganó las elecciones, ustedes perdieron, xo. Camo hace 50 años. O sea, el analista no sirve ni para un programa de Oscar Haza.