lunes, 30 de marzo de 2009

OBAMA DA OTRA VUELTA A LA TUERCA

La Casa Blanca se lanza a fondo con el dinero de la recuperación económica. La llamada Fuerza de tarea automovilística (Auto Task Force) rechazó los planes presentados por General Motors y Chrysler para salir de su crisis y amenazó a ambas compañías con que podrían ser obligadas a declararse en bancarrota para eliminar deudas. Solución que al final demostraría que era lo indicado desde el principio. Dejar que el mercado se ajuste por sí mismo y que las compañías fallidas le den paso a las eficientes. Eso es capitalismo y proporciona empleos y riquezas. Por eso no lo harán, es sólo alarde para las gradas y el Presidente Obama esta mañana lo dijo claro: “No dejaremos que la industria automotriz falle”.

Al Obama despedir al CEO de General Motors, no ha hecho más que dar otra vuelta de tuerca en el camino que nos conduce a sus planes extremistas de Ingeniería Social, es decir al establecimiento del Socialismo o a lo que podría ser peor, todavía no está claro, el Capitalismo de Estado tipo Mussolini, quizás esa sea la razón por la que en esta mañana el índice de Dow ya había caído 261 puntos.

El anuncio de la llamada Fuerza de tarea de la Casa Blanca, encabezada por el ex banquero inversionista Steve Rattner marca un sorprendente revés para la gerencia de ambas compañías fabricantes de autos y para los inversionistas y acreedores de la General Motors, quienes creían que el gobierno seguiría una política más suave.

“Desafortunadamente hemos llegado a la conclusión de que ninguno de los planes presentados por estas compañías, representan alguna probabilidad de hacerlas económicamente viables y por lo tanto no garantizan las inversiones adicionales sustanciales que las mismas solicitaron”. Dijeron fuentes de la llamada Fuerza de tarea.

En lugar de aprobar la solicitud de la General Motors de hasta $30 mil millones en préstamos, la administración sólo le entregará fondos que garanticen su funcionamiento en los próximos 60 días, en cuyo plazo y bajo el nuevo liderazgo, deberán desarrollar un nuevo plan de reestructuración aún más radical. Correspondería ahora a la administración en su nuevo papel de “dueña de la industria” exigir concesiones verdaderamente significativas al Sindicato Automovilístico, cosa esta que dudo que haga, debido a la influencia que han tenido y tienen sus contribuciones para las campañas electorales demócratas, incluida la del Presidente; y porque los necesitan para poder implantarle su agenda extremista a la sociedad Norteamericana. ¿Quiénes saldrán perdiendo con todo este disparate? Pues como siempre, nosotros los contribuyentes y los propietarios de las acciones, es decir, los inversionistas, que ven sin poder hacer nada, como su inversión se va por el vertedero.

Obama hablando hoy desde la Casa Blanca afirmó lo siguiente: “Déjenme hablar bien claro. El gobierno de los Estados Unidos no tiene ningún interés en administrar General Motors. No tenemos intención de dirigir GM”.

¿Creerá este hipócrita que todos somos unos imbéciles? ¿Creerá acaso que somos ciegos y que no tenemos memoria? ¿Creerá de verdad que engañó a todos con la imagen de político centrista pos-partidista que nos mostró en octubre pasado?

Señor Presidente, mire bien las encuestas, cada día son más los norteamericanos que comprenden que se equivocaron al votar por usted, engañados por sus métodos aprendidos de Saul Alinsky. Cada día somos más los que comprendemos que usted lo que hace cada vez que puede, es darle otra vuelta a la tuerca para llevar a cabo su proyecto radical de hacer cada día más pobres a los Estados Unidos para poder establecer un gran gobierno autoritario centralizado. Lo único que no nos ha dicho es si la tuerca es de rosca izquierda o de rosca derecha. Aunque pensándolo bien lo importante no es hacia donde gire la tuerca. Lo importante es que cada vez tendremos menos libertades y opciones, pero también lo es que cada vez somos más quienes le hemos descubierto el juego.

Esperemos que esos “tontos de la cabeza” que están en el Congreso lo hayan comprendido también y lo obliguen a sacar el pie del acelerador. No por gusto nuestros Padres Fundadores escribieron nuestra Constitución y en ella la separación de poderes y las atribuciones de cada uno de esos poderes. La Constitución otorga el poder de regular al Congreso y el de Ejecutar esas regulaciones al Ejecutivo. No la de asumir el papel que corresponde a la Empresa Privada. La Suprema Corte ha dicho: “El que el Congreso no puede delegar el poder legislativo al Presidente es un principio vital, universalmente reconocido, para la integridad y mantenimiento del sistema de gobierno ordenado por la Constitución". Y toda esta superestructura de equipos supuestamente asesores creada por la administración Obama, es simplemente inconstitucional, en tanto asume funciones legislativas y se excede en aquellas funciones establecidas para la rama ejecutiva en la Constitución. Y tanto el Presidente, como los integrantes del Congreso lo saben. Ojalá que la Corte Suprema haya tomado nota de esta aberración.
Dios lo quiera.

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York, 30 de marzo de 2009

3 comentarios:

Anónimo dijo...

is me again. thanks for translating into spanish my last commentary. i hope you can do the same with this.
a federal takeover of a private sector business, is at the very least, against the constitution like you point. the way it was done was blackmail! now the obamatollah claims that the U.S. gov't will back all warrenties from G.M. and chrysler, so in effect, the gov't is now running those companies. people, if you need to check or get repairs from your warrenties, call the white house at 202-4561414 and ask for the warrenty dept! you will be promptly served!
richard gomez

CLD dijo...

Muy interesante. La mano del intervencionismo estatal ensombreciendo el futuro de norteamerica, sin dudas!

Nobama dijo...

Dear Richard, thanks for your opinion. Of course we will translate it.
Nobama
A continuación la traducción:
Soy yo otra vez. Gracias por traducir al español mi comentario anterior. Espero que puedan hacer lo mismo con este.
La absorción por el gobierno federal de una empresa del sector privado es, cuando menos, contrario a la Constitución como ustedes señalan. La forma en que fue hecho fue por medio del ¡chantaje! Y ahora el Obamatollah dice que el Gobierno de los Estados Unidos respaldará todas las garantías de G.M. y de Chrysler, de manera que en realidad, el Gobierno está administrando esas compañías. Gente, si necesitan comprobar o realizar alguna reparación cubierta por sus garantías, llamen a la Casa Blanca al 202-456-1414 y pidan hablar con el ¡Departamento de Garantías! ¡Serán atendidos de inmediato!
Richard Gomez