jueves, 16 de octubre de 2008

El inesperado protagonista de anoche

Joe Wurzelbacher, más conocido como Joe, el plomero, fue el verdadero portagonista del último debate presidencial. Anoche quedó bien claro cuáles son las tendencias que se enfrentan en esta elección y entre las cuáles el pueblo norteamericano tendrá que elegir. De una parte la posición ideológica socialista de la “redistribución social de la riqueza” piedra angular de la decrépita ideología socialista y de otra una economía liberal en un estado democrático. Aquellos que como Joe, el plomero de Ohio, quieren mejorar en la vida a partir de su esfuerzo, tendrán que decidir si quieren darle el fruto de su trabajo a Obama para que él lo redistribuya a toda la sociedad o encargarse de redistribuirla ellos mismos inviertiendo su dinero donde mejor les parezca, no donde el socialista Obama piense que sea mejor. Esa es la gran disyuntiva a la que se enfrentan los que votarán el 4 de noviembre: El estado benefactor, que ya sabemos a lo que conduce, o el estado liberal y democrático, que no es perfecto pero que ha demostrado sobradamente que puede readaptarse y reinventarse de acuerdo con las realidades del momento. Todo lo contrario a lo que sucede con las políticas estatistas de corte socialista que paralizan las economías y en lugar de redistribuir la riqueza, redistribuyen la pobreza a toda la sociedad. Esa realidad fue la que el “ungido” no pudo ocultar detrás de su retórica de frases hechas para apelar a la emoción, que no a la razón. Algo sobre lo que quiénes nacimos en Cuba y vimos destruirse el país, podemos hablar. Sólo hay que ir a Granma y leer entre líneas las últimas reflexiones sobre la crisis económica del liberticida Castro I y establecer las conexiones. Allá el ciego que no quiera ver.


Nobama les recomienda la lectura de un artículo publicado en Libertad Digital.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.ibdeditorials.com/CartoonPopUp.aspx?id=254432863424008