martes, 11 de mayo de 2010

Elena Kagan y su romance con el Socialismo

Desde el pasado Domingo, todos los medios de prensa no han dejado de discutir y evaluar la decisión de Barack Hussein Obama de escoger como su propuesta a cubrir la vacante que dejará en la Corte Suprema el Magistrado John Paul Stevens, a Elena Kagan, la actual Procuradora General de los Estados Unidos en el Departamento de Justicia y ex Dean de la Harvard Law School. En casi todos los artículos de prensa y programas de panel en la Radio y la Televisión se elogia la calificación legal de la propuesta y también se menciona su falta de experiencia jurídica para ocupar, de ser aprobada por el Senado, una judicatura vitalicia en la Corte Suprema.

Otros, como el New York Post, dicen que “ciertamente, por lo que se conoce de sus opiniones (de Kagan), Obama podía haber hecho una elección mucho peor, desde nuestro punto de vista – de hecho, la mayoría de las opiniones contrarias que recibe, vienen de la extrema izquierda, que tenía la esperanza que se propusiera a alguien mucho más activista”. Sin embargo, el cuasi órgano oficial del Régimen Obámista, The New York Times, dedica hoy una buena parte de su primera plana a cantar loas a la nominada de Obama, Liberal con Moderación (Liberal, in Moderation) dice uno de sus titulares. Pragmática neoyorquina escogió un cuidadoso camino hacia Washington (Pragmatic New Yorker Chose A Careful Path to Washington), dice otro.

Ambos diarios parecen coincidir en esa apreciación de “moderación” de Obama a la hora de escoger a su propuesta. Así el Times, comienza uno de esos artículos ya mencionados de la forma siguiente: “La selección de la Procuradora General Elena Kagan para ser el 112vo Magistrado, continúa el patrón seguido en un cuarto de siglo, en el que los Presidentes Republicanos, por lo general, instalan fuertes conservadores en la Corte Suprema, mientras que los Presidentes Demócratas escogen candidatos que con frecuencia decepcionan a su base de la izquierda”.

Es decir, que Elena Kagan, es de izquierdas, pero no lo suficiente, como para ejercer un “contrapeso” frente a sus potenciales colegas Thomas, Scalia, Alito y Roberts, puros “constructivistas” en la interpretación de la Constitución en oposición a los jueces de izquierda como el propio Stevens, Breyer, Ginsburg y Sotomayor que consideran que la Constitución es un “organismo viviente” que debe evolucionar con los tiempos y servir como promotora del cambio social en áreas como la religión, raza, aborto y la interpretación de la 1ra Enmienda y las libertades que ella garantiza a los ciudadanos como, por ejemplo, la libertad de expresión. Por lo que, según este criterio, los jueces deben convertirse en activistas del cambio social a través de la interpretación evolutiva de nuestra Constitución, o lo que es lo mismo, usurpar parte de las funciones del Poder Legislativo y legislar desde el estrado.

Llegados a este punto, se impone que nos hagamos un par de preguntas:

¿Qué tipo de jueza sería Elena Kagan en la Corte Suprema?
¿Qué determinó que El Gran Timonel decidiera que ella sería su elegida?

Ambas preguntas, claro está, son también las que se harán los Senadores que primero en el Comité Judicial y luego en el pleno del Senado, tendrán que decidir si en definitiva integrará de por vida el más alto tribunal de la nación. Para ello los Senadores deberán examinar la historia judicial y las referencias documentales que puedan aclarar su filosofía jurídica y las respuestas a la batería de preguntas previamente entregada a la nominada y las que dará a las que le hagan los Senadores durante el procedimiento de confirmación.

En Nobama, también intentaremos responder a ambas preguntas y para ello tendremos que revisar, por ejemplo, el rastro documental de Kagan, el que, aunque pobre, no deja de arrojar cierta luz a como piensa.

En su Tésis de Grado en la Universidad de Princeton, la que tituló: To the Final Conflict: Socialism in New York City, 1900-1933 (Hacia el Conflicto Final: Socialismo en la ciudad de Nueva York, 1900-1933), Elena Kagan, se lamentaba por la declinación del socialismo en el país y lo calificaba de “triste” para aquellos que todavía tenían la esperanza de “cambiar a los Estados Unidos”, y opinaba que las luchas internas ocasionaron el declive de aquel temprano movimiento socialista y se preguntaba por qué la “grandeza” no lo hacía resurgir como una fuerza política importante.

“En nuestro tiempo, no se puede encontrar un movimiento socialista coherente en los Estados Unidos. Los norteamericanos tienden más a hablar de un pasado dorado, que de un futuro dorado, de las glorias del capitalismo que de la gradeza del socialismo”, escribió entonces Elena Kagan, hoy Procuradora General del Departamento de Justicia y propuesta por Barack Hussein Obama, para ocupar una magistratura en la Corte Suprema de Justicia.

“¿Por qué en una sociedad, en forma alguna perfecta, un partido radical nunca ha podido alcanzar el estatus de fuerza política mayor? ¿Por qué, en particular, el movimiento socialista nunca se ha convertido en una alternativa a los partidos establecidos en la nación?”, se preguntaba. “A través de sus propias luchas internas, entonces, el PS (Partido Socialista) se agotó el mismo para siempre y en consecuencia redujo el radicalismo obrero en Nueva York a una posición de marginalidad e insignificancia de la cual jamás se ha recobrado. La historia es triste, pero también un castigo para aquellos que, más de medio siglo después del declive del socialismo, todavía desean cambiar a los Estados Unidos” (...) Los radicales con fecuencia han sucumbido ante la devastadora plaga del sectarismo; ya que, después de todo, resulta más fácil pelear contra sus propios compañeros que combatir contra un enemigo poderoso y atrincherado. Sin embargo, si la historia local de Nueva York nos enseña algo, es que los radicales norteamericanos no se pueden permitir el lujo de convertirse en sus peores enemigos. En la unidad está su única esperanza”.

Hope, Change, Hope, Change... Son conceptos que se repiten constantemente en todo el desarrollo de la Tesis y que forman parte hoy del léxico Obamista para envolver su ideología radical en un atractivo papel de regalos, que contiene toda la toxicidad totalitaria de la ideología socialista.

Según Obama, su decisión de escogerla se basa, entre otras razones, en que Kagan comprende que “detrás de la Ley existen historias, historias de las vidas de las personas, pero más importante, ella comprende”.

Como comienzo del análisis de qué tipo de jueza sería Elena Kagan, basten estos elementos iniciales para despertar la curiosidad y el interés. En sucesivas piezas analizaremos otros elementos que Barack Hussein Obama no dijo, pero que están presentes como la decisiva promoción hecha por Kagan, desde su posición como Procuradora General, del incremento del rol que debe jugar el Presidente en la regulación de todos los aspectos de la sociedad y la economía, lo que haría cada vez más nuestra vida nacional, una extensión de la política del mismo Presidente y de su agenda política, que cada vez se le hace más difícil ocultar hacia dónde nos conduce.

Nobama
Nueva York, 11 de mayo de 2010

4 comentarios:

Isis dijo...

Magnífico, le hago también link en mi blog.
Saludos,

Jorge A. Pomar dijo...

En verdad, había leído algunos titulares sobre la presunta idoneidad de esa Pasionaria gringa, pero hasta ahora no le había prestado ninguna atención al tema. Ya sé qué hay detrás de esa nueva elección presidencial.

Sin embargo, sí recuerdo muy bien que hace décadas un prolongado conflicto de competencias entre la Casa Blanca, el Congreso y Judicatura. Hacía rato que los jueces de la Corte Suprema se venían extralimitando en sus atribuciones constitucionales.

Al final el choque, tenso y complejo, se saldó con el retorno forzado de los magistrados al estricto campo de su competencia. Creo que sucedió a princpicios de los años 60, durante los gobiernos de John F. Kennedy y Lindon B. Johnson. Por tanto, es de suponer y desear que Obama y la Kagan no lo tengan nada fácil al tratar de romper esa tradición, que sentó precedente.

Gracias por la actualizada información, mi estimado Nobama.

Un abrazo,

El Abicú

Güicho dijo...

One more inch into America from behind.

Zoé Valdés dijo...

Sumamente peligroso ese planteamiento de Obama de que detrás de las gentes hay historias, historias... Eso para la justicia es el toque final.
Esperemos que los americanos vuelvan a despertar y sepan acabar con la pesadilla.