martes, 29 de diciembre de 2009

La nueva retórica Obámica:
Same Old... Same Old Shit!

Barack Hussein Obama lanzó ayer lo que parece ser una nueva “ofensiva” contra el terrorismo jihadista, pero no se entusiasmen mucho porque es sólo retórica. Después de descubrir, ¡por fín!, que su anterior “doctrina” de “llevar su mensaje”, a los fundamentalistas islámicos, enemigos de la democracia occidental no ha cambiado nada en su determinación de explotar en el cielo a personas inocentes o, como en el caso de Irán, asesinar a su pueblo en las calles y construir una bomba atómica, parece haberse decidido a abrir otro frente verbal.

En una declaración en la que parecía moverse hacia la vieja filosofía de Bush de la acción preventiva, nuestro Gran Líder anunció ayer lo que parecía una política norteamericana más dura y agresiva: “No descansaremos hasta que no encontremos a todos los que estuvieron envueltos y les exijamos responsabilidades”. Suena a Bush, ¿verdad? Cualquiera pensaría que anunciaba el tipo de ofensiva de búsqueda y destrucción de quienes potencialmente podrían atacarnos, por la que una y otra vez, ya hasta el cansancio, Obama ha criticado a su predecesor, pero no, si prestan atención cuidadosamente a las palabras precisas que empleó: “Continuaremos utilizando todos los elementos en nuestro poder para desbaratar, desmantelar y derrotar a los extremistas violentos que nos amenazan, ya sean de Afganistán o Pakistán, Yemen o Somalia o de cualquier otro sitio en que se comploten para planear ataques contra el territorio del los Estados Unidos”. ¿Bush Déja Vù? Para nada, observen que dijo, “ya sean de...”, no dónde quiera que estén, como habría dicho y hecho Bush. De ahí que lo que escuchamos, fue pura retórica, porque cómo podría “desbaratar, desmantelar y derrotar a los extremistas violentos” y este es otro indicio de que se trata de pura retórica, cuando utiliza un eufemismo Zapateril para no llamarles terroristas islámicos.

Pero si seguimos analizando el mensaje presidencial del lunes, veremos que Obama calificó al terrorista del Vuelo 253, Umar Farouk Abdulmutallab, de “extremista aislado”, a pesar de que Al Qaeda ha reclamado la autoría intelectual del fallido atentado, y lo hizo así, para restarle fuerza a lo que parecía una amenaza de acción preventiva, por si ellos, los enemigos, no habían tenido la perspicacia de analizar su mensaje en su verdadero sentido. La lógica Obámica es la siguiente: “tranquilos, no habrá bombardeos, ni invasiones, ya que al tratarse de un lobo solitario, no hay ninguna red terrorista detrás del incidente”. Así juega este hipócrita simulador, con nuestra seguridad nacional. De ahí que, no resulte casual, que la Secretaria de Seguridad Nacional Janet Napolitano declarara previamente que el ataque terrorista frustrado no estaba conectado a ningún complot terrorista mayor. Nada de qué preocuparnos, sigamos con nuestros planes y felices fiestas.

Ambos, Obama y Napolitano, mienten descaradamente. Casi lo mismo dijeron cuando la masacre de Fort Hood, a pesar de la comprobada conexión entre el terrorista islámico Nidal Malik Hasan y Anwar al-Awlaki, el Imam terrorista y dirigente de Al Qaeda en Yemen nacido en Nuevo México. Y, Oh casualidad, Abdulmutallab es uno de los seguidores de al-Awlaki y dice ser uno de los muchos entrenados en Yemen que buscan realizar ataques similares contra nuestro país. Pero si a pesar de lo anterior, y de la existencia de un cómplice de Abdulmutallab en Amsterdam, de lo sofisticado del diseño del artefacto explosivo y por último de la admisión de Al Qaeda de haber planeado el intento, está claro que negar la existencia de un amplio complot gestado en Yemen tiene que responder a una poderosa razón.

Y esa razón no es otra cosa que una razón política, puesta por encima de la Seguridad Nacional del pueblo norteamericano: el famoso compromiso de cerrar la Prisión de Guantánamo hecho por Barack Hussein Obama. Y para ello, resulta decisivo el plan de devolver a Yemen a decenas de Yemeníes allí detenidos, no olvidemos que cerca de la mitad de los internados en Gitmo son de esa nacionalidad, de los que ya la semana pasada envió 6 de regreso. Y si a todo esto unimos las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores de Yemen, de que allí hay cientos de militantes de Al-Qaeda planeando ataques contra los Estados Unidos, no resulta difícil unir los puntos para darnos cuenta de la criminal hipocresía que se oculta detrás de las palabras de Obama y de Janet Napolitano. Simplemente ponen su agenda política por encima de la Seguridad Nacional.

Y nos parece que ya es hora de que comencemos a hacernos oir y de que inundemos los correos electrónicos del Congreso y la Casa Blanca para que sepan, que nosotros sabemos. Para que sepan que ya no nos engañan, para que sepan que no se puede violar impunemente el juramento solemne de defender la Constitución contra enemigos internos y externos. Para que se enteren de que sabemos que el terrorismo islámico es real y de que es hora ya de que al igual que ser norteamericano es un peligro en ciertas partes del mundo, los que vienen de allá, dónde están los jihadis, deben saber que al venir aquí tienen la ventaja de que sus vidas no peligran, pero que si desean estar aquí, deberán aceptar las molestias que ello implica. Basta ya de corrección política y llamémosle a las cosas por su nombre, a saber el terrorismo que enfrentamos es islámico, es decir musulmán, y es practicado y dirigido por una plaga de asesinos en el nombre de una fe. Hagámosle saber tanto a la Casa Blanca como al Congreso, que si ellos no quieren reconocer que no es casual que un día de Navidades, un musulmán fanático intentó llevar a cabo una carnicería con cientos de Cristianos y seguramente algunos judíos que acaban de celebrar el Hanukka, nosotros sí. Que sabemos que con sus mentiras y eufemismos no acabarán con esta marea terrorista y asesina contra nosotros los infieles. Qué es hora ya de que nuestros derechos predominen sobre los supuestos derechos que quieren otorgarles a los asesinos, y que eso, a diferencia de no individualizar étnica o religiosamente al posible sospechoso porque puede hacerlo sentir discriminado, si es antiamericano. La irritación de un musulmán doblemente chequeado en un aeropuerto no puede jamás compararse con la posibilidad de que mueran norteamericanos en nombre de la corrección política.

Nobama
Nueva York, 29 de diciembre de 2009

4 comentarios:

Reflexiones de Chocolatico Pérez dijo...

Esto sí que es "calentamiento Global", los terroristas islámicos atacando, Obama apoyándolos solapadamente, tratando de sentar las bases de Socialismo maoista. Volverá a haber guerra civil en los EEUU?

Gracias Nobama, como siempre, hablando claro.

Reflexiones de Chocolatico Pérez dijo...

Por fín aquí en Alemania comienzan a tomar conciencia de la ILUSION Obama, en el Hannoversche Allgemeine Zeitung informan hoy como el Presi (por ahora, podrá ser presidiario si sigue como vá) está en dificultades para explicar la situación creada tras el fallido intento de volar una nave norteamericana, se refieren a las críticas que plantean que este hecho es el Katrina de Obama, el hombre jugando golf en Honolulu no tomó en serio lo del golpe. Ya casi nadie en USA cree en él, aquí van despertando...

Reflexiones de Chocolatico Pérez dijo...

Todavía los USA no han entrado en el Socialismo y ya los Sistemas están fallando, pero los responsables dicen que funcionan bien, imagínense cuando entren definitivamente...

Reflexiones de Chocolatico Pérez dijo...

Obama "parece casi avergonzado cuando habla de terrorismo". Peter Hoekstra