“En la categoría de eufemismos, la frase premiada debía ser la aparecida en un reciente editorial de un periódico familiar que se refirió a los terroristas que hemos capturado como “raptados”. Aquí tenemos despiadados enemigos de este país, detenidos en su trayecto por valientes soldados al servicio de los Estados Unidos y una importante página editorial los hace aparecer como si fueran víctimas de un secuestro”.
Dick Cheney
21 de mayo de 2009
21 de mayo de 2009
El Presidente Barack Hussein Obama, presentó ayer su caso sobre el cierre de Guantánamo y la seguridad nacional ante los estadounidenses; basándose para ello en lo que llamó “valores norteamericanos”: El imperio de la ley y los principios constitucionales. Claro está, siempre desde su punto de vista, que no es otro que el de atacar a la administración precedente, presentándola como una violadora continuada de esos principios. A su vez, el ex vicepresidente Dick Cheney hizo una vigorosa defensa del enfoque dado por la Presidencia de Bush, a la seguridad nacional. En realidad, Cheney podía haber recortado su discurso a una sola oración: “Bajo nuestra responsabilidad, (al Qaeda) jamás logró golpear de nuevo a este país”. ¿Qué más necesitaba decir?
El discurso de Cheney acerca de la Seguridad Nacional estaba programado desde hacía ya mucho tiempo, de manera que nadie puede acusarlo de que es una respuesta a las palabras del Presidente, sólo porque haya tenido la cortesía de esperar a que este concluyera su alegato. Más bien parecería que el “ungido” quiso poner el parche antes de rasgarse la Ghutra y arremetió contra el único logro aparentemente indiscutible de la anterior administración: Haber mantenido segura a la nación después del 11 de septiembre.
Sólo un ciego podría no ver la motivación de Obama al desclasificar los llamados memos de la tortura, refiriéndose a la fundamentación legal para el empleo de métodos extraordinarios de interrogación y no hacer lo mismo con aquellos en que se expresaba los resultados positivos obtenidos en los tres casos en que se aplicó la simulación de ahogamiento (waterboarding), entre ellos Khalid Sheik Mohammad, el llamado autor intelectual del 11 de septiembre, lo que según reportan fuentes confiables en la CIA, impidió un ataque de gran envergadura estilo Torres Gemelas, planeado para la ciudad de Los Ángeles.
Al referirse a estos “combatientes enemigos” el Presidente Obama dijo que la anterior administración, había dejado a un lado “nuestros principios como lujos que no podíamos permitirnos más” y que en respuesta al 11 de septiembre, el Presidente Bush y el Vicepresidente Cheney, atemorizados, tomaron “decisiones apresuradas”. Lo cual según él condujo a la “tortura” y a supuestos horrores sucedidos en la prisión para terroristas de Guantánamo, medidas que no sólo eran innecesarias sino que también dañaban la seguridad del país. Si no lo hubiese escuchado a lo mejor no podría creerlo.
¿Pero en definitiva que es lo que nos propone Hussein Obama “Al Masih”?
Cerrar Guantánamo y traer a los terroristas capturados a suelo norteamericano para internarlos en prisiones de alta seguridad, juzgar a los que se pueda y buscar una solución legal que permita dejar internados a aquellos que aunque no puedan juzgarse sean tan peligrosos que deban quedarse internados y liberar en suelo norteamericano a aquellos que se dejen de considerar peligrosos y que no sean aceptados por otros países (recordemos que de los liberados por la administración Bush en esa categoría el 14% regresó a la Jihad). Ese es en esencia el No plan que sobre Guantánamo nos presenta Obama.
El razonamiento que aplican nuestro “brillante” presidente y su no menos “brillante” Mesa de Pericles de asesores es que Gitmo “ha perjudicado la autoridad moral que es la divisa de mayor valor de los Estados Unidos en el mundo. En lugar de construir un esquema duradero para la lucha contra al Qaeda basado en nuestros profundos valores y tradiciones, nuestro gobierno defendía posiciones que socavaban el imperio de la ley”, además de que “en lugar de servir como herramienta contra el terrorismo, Guantánamo se convirtió en un símbolo que ayudó a al Qaeda a reclutar terroristas para su causa. De hecho, la existencia de Guantánamo parece haber creado más terroristas en todo el mundo que la cantidad de detenidos”. ¿De dónde habrá obtenido este dato? ¿Existirá acaso un nuevo organismo de inteligencia del que no conocemos su existencia? Porque esa no es la opinión de los organismos de inteligencia que hasta hoy conocemos en los Estados Unidos.
Pero para hacer más manifiesta la irresponsabilidad de esta política de “Inseguridad” Nacional que nos propone Obama, casualmente ayer y mientras con su habitual arrogancia insistía en el irresponsable cierre de Guantánamo, los titulares de prensa eran dominados por la noticia de que después de un año de una investigación lanzada en la pasada administración, el FBI abortaba una conspiración asesina de negros musulmanes que se habían convertido al Islam en esas mismas cárceles a las que quiere enviar a los terroristas recluidos en Guantánamo y que se preparaban para poner bombas en dos sinagogas del Bronx e intentaban derribar un avión militar utilizando un cohete Stinger.
Curiosamente, el Señor Presidente no hizo mención al caso, ni siquiera para felicitar a nuestros bravos agentes encubiertos que dieron al traste con la conspiración. O enviar unas palabras de confort a las familias judías que habrían sido víctimas de estos desalmados. Pero peor, hasta el momento en que esto escribo no se ha dignado a hacerlo. Sin dudas que el debate acerca de qué hacer con los prisioneros de Guantánamo adquiere un matiz mucho más complejo con este complot abortado en Nueva York. Y también nos sirve de recordatorio de que existen células terroristas operando en los Estados Unidos y que cerrar el centro de detención de Guantánamo o trasladar a alguno de los 240 combatientes enemigos allí internados al sistema federal de prisiones de los Estados Unidos, representaría un innegable peligro para nuestra seguridad nacional. Se convertirían en nuevos reclutadores de conversos al Jihadismo en un sistema carcelario en el que está demostrado que la radicalización islámica es ya un gran problema.
El Director del FBI, Robert Mueller, expresó el miércoles ante el Congreso que traer esos detenidos a los Estados Unidos implicaba toda una serie de riesgos, aún cuando fueran internados en prisiones de máxima seguridad. Curiosamente esta situación y estos grupos de extremistas islámicos conversos en las prisiones, no estuvieron presentes en el reporte del Departamento de Seguridad Interna acerca del terrorismo doméstico, aunque sí se mencionaba como fuentes posibles a los ex veteranos de Irak y Afganistán, a los “extremistas” religiosos cristianos, a aquellos que se oponen al aborto y a quienes, como yo, disentimos de “Al Masih” y lo expresamos sin temor. Nosotros somos los terroristas potenciales, según la Secretaria Napolitano. Ni una palabra de Farrakhan y su Nación del Islam y mucho menos de Iglesias como las del Reverendo Wright, Pastor durante 20 años del “ungido”, que propugnan el odio racial y de clases y el antiamericanismo. Esos y los “secuestrados” en Guantánamo son los buenos. Sólo me resta pedirle a Dios que como Dick Cheney, Barack Hussein Obama, pueda decir dentro de 4 años: “Bajo nuestra responsabilidad, (al Qaeda) jamás logró golpear de nuevo a este país”. ¿Podrá?
Diego Rodríguez-Arche
Nueva York, 22 de mayo de 2009
2 comentarios:
Despicable... No puedo dejar de pensar en esas victimas. Daniel Pearl tambien me viene a la mente... Que horror...
Lo que más dudo es que le importe de verdad si Al Qaeda golpea o no a USA.
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