lunes, 27 de abril de 2009

Una buena idea para iniciar conversaciones...

Según publica el periódico The New York Times, a pesar del ridículo hecho por el desplante del dictador cubano Fidel Castro, la administración Obama procura silenciosamente reabrir canales de comunicación con Cuba, según fuentes que atribuye a la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
Ante este posible escenario y con el título FIDEL'S 'REFUGEES' el periódico The New York Post publicó un editorial ayer domingo, con una recomendación del Representante neoyorquino Peter King que pudiera servir de muestra para medir si verdaderamente a la dictadura le interesa en serio tener conversaciones con los Estados Unidos.
Por la importancia del tema Nobama reproduce íntegramente ese editorial traducido al español. Y para aquellos lectores que prefieran leerlo en inglés hagan clic sobre este link.

Nobama
Nueva York, 27 de abril de 2009

LOS REFUGIADOS DE FIDEL
26 abril de 2009
La pregunta a hacerse es ¿qué obtuvo el Presidente Obama a cambio del cambio más radical en la política de los EE.UU. hacia Cuba en cerca de medio siglo? Una pública y desagradable sorpresa de parte de Fidel Castro.

El enfermo déspota no dejó ninguna duda acerca de quién es quien manda en La Habana y no es, precisamente, su hermano, Raúl, el Presidente de Cuba.

Después que Raúl declarara su “voluntad” de discutir con Obama asuntos como los derechos humanos y los presos políticos, Fidel respondió con un artículo en un sitio Web controlado por el Estado en el que, esencialmente dijo: no tan rápido.

Y predijo que Obama terminaría “encaminándose hacia un fallo seguro, como todos sus predecesores”.

En otras palabras, ni las gracias por levantar las restricciones que impedían que los cubanoamericanos pudieran enviar dinero en efectivo a sus familiares. Eso es más de lo que Cuba ha obtenido de cualquier otro presidente de los EE.UU. desde Dwight Eisenhower.

Ello es sólo lo que Obama debía esperar, después de tener ese gesto sin exigirle nada a cambio a Castro.

Probablemente él se haya sentido alentado porque Fidel le había preguntado a un grupo de lamebotas integrantes de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos qué podía hacer para “ayudar al Presidente Obama”.

Pues bien, he aquí una idea del Representante Peter King, quien sin dudas no es ningún lamebotas.

El Republicano por Long Island, volvió a presentar un proyecto de ley en el que se exige la extradición de 70 criminales norteamericanos, incluyendo asesinos de policías, terroristas y secuestradores de aviones, los cuales han recibido asilo político en Cuba.

Dos de ellos representan una preocupación particular para los residentes del área de Nueva York:

* Joanne Chesimard, una terrorista perteneciente al Black Liberation Army, quien en 1973 tomó parte en un tiroteo en el New Jersey Turnpike, en el que murió un policía estatal y otro resultó gravemente herido. Ella escapó de una prisión de máxima seguridad y posteriormente apareción en La Habana, donde permanece libre hasta hoy.

* William Morales, fabricante principal de bombas del grupo terrorista puertorriqueño FALN, al que se le atribuyen atentados con bombas en la ciudad de Nueva York, algunos de ellos con víctimas fatales. Al escapar de la unidad de la prisión de Bellevue, se abrió paso hasta México, donde mató a un policía. Pero el gobierno lo envió a Cuba, donde le otorgaron refugio seguro.

Anne Milgram, Fiscal General del Estado de Nueva Jersey, dice que planea solicitarle a Obama que pida la extradición de Chesimard.

Obviamente, la mejor forma de “ayudar al Presidente Obama”, así como a millones de cubanos que sufren desde hace mucho tiempo, sería restaurar la democracia en la Isla.

Pero enviar de regreso a Chesimard y Morales para que cumplan sus sentencias en prisión, sería una señal concreta de que Cuba desea seriamente “abrir una nueva era”.

El Presidente Obama dio un paso importante.

Ahora le toca a Cuba.

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