De zoología política y lápices labiales

El estremecimiento en la arena política que causó la designación de la gobernadora de Alaska como candidata a la vicepresidencia en el ticket republicano ha creado un verdadero estado de pánico en la campaña demócrata y en los exponentes de la extrema izquierda que domina actualmente la dirección de ese partido. Claro está, que inmediatamente la maquinaria propagandista se movilizó con todo su poder mediático. Resultado: las últimas encuestas colocan a McCain al frente de la contienda con un 49% frente al 44% del candidato Obama, según la última encuesta de Gallup. Siempre según Gallup el 52% fente al 41%, de los norteamericanos utilizaron la frase “líder fuerte y decisivo” como la que mejor describe a John McCain frente a Barack Hussein Obama, un giro desde que concluyó la Convención Nacional Demócrata. Siguiendo con Gallup, a McCain lo ven como más honesto y un mejor administrador, mientras que a Obama como más preocupado.

Otra encuesta, esta vez del Washington Post, también coloca a McCain a la cabeza, pero con sólo dos puntos de ventaja, pero muestra un claro aumento de las preferencias por el republicano, sobre todo, y que parece ser lo que más preocupa a los demócratas, entre las mujeres y los independientes. Esto no es lo que Obama esperaba después de la Convención de Denver y francamente, los demócratas no pueden culpar a nadie más que a ellos mismos.

Cierto que hasta ayer Obama no se había involucrado personalmente en la violenta campaña de ataques contra Sarah Palin, pero sí había caído en la trampa de no mostrar respeto por ella. Cuando se supo que Palin era la seleccionada por McCain, la primera respuesta de la campaña de Obama fue tratar de ridiculizar el tamaño del pueblo del que ella fue alcaldesa y el mismo Obama comenzó a llamarla como la “ex alcaldesa” obviando que es la actual gobernadora del estado de Alaska. El aporte de ayer al debate político del candidato al tratar de alegorizar la plataforma de cambio en Washington de McCain–Palin, es una más en la cadena de estupideces salidas de la campaña de Obama: “Póngale lápiz labial a una puerca y seguirá siendo una puerca”. Ahora él dice que fue una “frase inocente” que fue sacada de contexto, y que su comentario estaba dirigido a comparar las políticas de McCain con las de George Bush, pero que en modo alguno se refería a la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin.

Si no fuera porque últimamente Obama se ha dedicado a atacar a Palin, algo inusual en las campañas presidenciales donde el #1 del ticket no se ocupa del #2 del adversario y porque hace apenas unos días en la Convención Republicana, la candidata utilizó la ya famosa frase: “¿Saben lo que ellas dicen acerca de cuál es la diferencia entre un Pit Bull y una mamá de Jockey? Lápiz labial”, podría decirse que Obama tiene razón cuando dice que sus adversarios han creado esta falsa controversia sólo para desatar una furia mediática. Humm.

Pero si regresamos al momento en que Palin, con razón, comenzó a responder a esos ataques burlándose de los antecedentes de Obama como Organizador Comunitario, vemos que su campaña se enfureció y que el mismo candidato resaltó la importancia de esa función para las comunidades y, como es ya la norma en esta campaña, sus seguidores captaron la señal y ampliaron el concepto para calificar de ataque racista la respuesta de Palin y comenzaron a circular un correo electrónico con el título de “Jesús fue un organizador comunitario y Poncio Pilatos era un gobernador”. Luego, existe un antecedente de la utilización de alegorías verdaderamente ofensivas para caracterizar a Sarah Palin por parte del campo de Obama.

La gran prensa, que como ya nadie niega está en el tanque con Obama, no quiso quedarse atrás y lanzó todo su veneno elitista: “¿Alaska? Tiene la misma población de Las Vegas”, olvidándose de que el candidato demócrata a vicepresidente viene de un estado, Delaware, que tiene una población similar a la de Alaska, pero para Biden: cero burlas. Y como no sabían nada acerca de ella y lo poco que salía no era suficiente, comenzaron a inventar lo que les faltaba. Desde que su pequeño hijo Trig, era realmente hijo de su hija y ella había falseado el embarazo; que perteneció al orate Partido de la Independencia de Alaska, algo por lo que el New York Times debía disculparse. Publicaron fotos falseadas en Photoshop que la mostraban en bikini y en posiciones sugerentes. En fin, la relación de ataques sería interminable. Resultado: que la mayoría de los norteamericanos piensan que la prensa quiere elegir a Obama presidente y para ello, de ser necesario, publicará las mayores abyecciones, después de todo, el fin justifica los medios.

Ahora, todos los programas estelares de noticias y comentaristas políticos están luchando por ser los primeros en entrevistarla cara a cara, sin guión ni teleprompter, con preguntas difíciles, como debe ser; que exijan de ella buen juicio y conocimientos para salir airosa. Muy pronto veremos sus entrevistas en los sets de televisión y en las principales revistas como Time, Newsweek, USA Today, etc., etc. Pero en el Show de Oprah Winfrey sí que no la veremos, extraño porque este es un programa que supuestamente existe para destacar a las mujeres que triunfan y que luchan por imponerse en una sociedad muchas veces machista. Al menos eso es lo que dice su presentadora, una de las personas más influyentes en la historia de la TV y que amasa una fortuna estimada en 2,500 millones de dólares.

Oprah dice que quiere ser justa y que no entrevistará a ningún candidato en su programa hasta después de las elecciones. Quiere ser imparcial, dice. Uno podría creerle y hasta felicitarla por su ponderación política, claro si no la hubiésemos visto ya conversar en su programa con los Obama, o llorar durante el discurso de elevación del “ungido” al olimpito demócrata, u oírla decir: “Cuando se escucha a Barack Obama, cuando realmente se le presta atención, uno presencia algo verdaderamente muy poco frecuente. Usted ve a un político al que se le escucha por su elocuencia y porque su lengua está sumergida en la verdad monda y lironda”.

La realidad es que como decía mi abuela, “La mona, aunque se vista de seda, mona se queda”. Espero que ahora no me vayan a acusar de racista que sólo se trata, igual que Obama, de un dicharacho inocente. En fin, que lo que pasa en realidad es que ella es demasiado para Oprah. Sarah Palin es sin dudas una mujer de éxito, ideal para que la reina de la TV Jabonera la presente en su programa, pero mire usted las cosas que tiene la vida: nadie es perfecto. Ella, tiene algunos problemas que son muy graves para la extrema izquierda demócrata y por consiguiente para Oprah. Es pro vida y es blanca. Además, es simpática y como demuestran las últimas encuestas el 53% de las mujeres blancas dicen que votarán por ella. ¡Tamaña abominación es imposible que exista! ¡Los negros conservadores son “Happy Negroes!” y las mujeres son “hombres disfrazados de mujeres” como le sucedía a Margaret Tatcher con la izquierda inglesa. Así que a tratarla como a un hombre. ¡No faltaría más!

Diego Rodriguez-Arche
Nueva York,
10 de septiembre de 2008