Barack Hussein Obama, si buscó el tiempo para ir a Copenhagen a cabildear para que le otorgaran a la ciudad de Chicago la sede de los Juegos Olímpicos de 2016, pero ahora parece que no encuentra el tiempo para ir el 9 de noviembre a los festejos por el 20 aniversario de la caída del Muro de Berlín. ¿Pueden ustedes creerlo?
La Canciller alemana Angela Merkel, lo invitó especialmente y su respuesta fue que estaba muy ocupado. ¿Si pudo disponer de 24 horas para Copenhagen en medio de las mismas circunstancias de hoy, por qué no hacerlo por Berlín en fecha tan importante? ¿El Presidente de los Estados Unidos dando una excusa pueril para no estar presente en esa ciudad símbolo de la libertad cuando celebra la caída no sólo de un símbolo de opresión, sino de todo el andamiaje opresivo del totalitarismo comunista? ¿Saben ustedes por qué? Porque Ronald Reagan estará presente allí repitiendo otra vez: “Mr. Gorbachev, tear down this wall”.
Y es tan mezquino este patán en la Casa Blanca que no soporta la idea de tener que recordar y alabar la memoria de un verdadero Presidente de los Estados Unidos, no de una estrella de Rock como él, y por demás mediocre. Obama sabe que sería eclipsado por el recuerdo de este gigante de la libertad y porque, además, en el fondo él tiene la misma idea totalitaria del dominio del Estado sobre el individuo y sus libertades. Pero hay más, él sabe que allí estará también John F. Kennedy exclamando en la Puerta de Brandeburgo: Ich Bin Ein Berliner.
Verse eclipsado por la talla de dos Presidentes verdaderos es demasiado para él y su ego se vería sumamente lastimado porque no sería el centro de la atención y porque nada tiene que mostrar a un año de sentarse en la misma oficina que esos dos gigantes que lo antecedieron. En todo caso se sentiría avergonzado de la comparación necesaria que harían los berlineses de lo que dijo el 24 de julio de 2008 a una muchedumbre de 200 mil personas en el Tiergarten de Berlín y de las políticas que ha llevado a cabo desde que asumió la presidencia.
El año pasado, Obama le dijo a los berlineses que ellos y nosotros éramos los “herederos de aquella lucha por la libertad”, pero este año, él si ha encontrado el tiempo para apaciguar a cuanto régimen dictatorial y autoritario se le ha ocurrido. Pero no para ir a Berlín a honrar a quienes hicieron posible una Europa más libre y más próspera.
¿No es una vergüenza?
Barack Hussein Obama, pasará a la historia como uno de los Presidentes que más daño le hiciera a esta nación y al mundo y seguramente ni Michael Moore podrá juntar los pedazos rotos de su legado para hacerle un tributo cuando ya no esté, como este que Jason F. Wright hizo del enorme Ronald Reagan y que pueden apreciar a continuación.
Nobama
Nueva York, 5 de noviembre de 2009
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4 comentarios:
Gracias Nobama por este tributo a la Libertad, todo bien dicho y a tiempo.
Yo creo que él piensa, o eso le dirán sus asesores, que él todavía es la estrella y por eso quiere darle una negativa a la Merkel. Como dijo Mrtí, "honrar honra", él tendría mucho que ganar con ese viaje a Berlín, se ahorraría muchas críticas, podría ver directamente qué es la Libertad, estaría diciendo al Pueblo Norteamericano "yo creo en esos valores", pero que va, él es un negro especial, la hace a la entrada, en el medio y a la salida...
Es una verguenza, lo pondria frente a la realidad de personas que mucho perdieron por ganarse la libertad; mientras él se hace el jugador en las gradas con los dictadores.
INdignante.
saludos
No hay nada mas importante que estar alli presente para los amantes de la libertad, los derechos humanos y la democracia. Si no va, esta haciendo una declaracion explicita de cuales valores el sostiene.
Insuperable, as usual, querido Nobama.
Creo que lo peor, en materia simbólica y diplomática, que hasta ahora ha hecho Hussein O, es el no ir a Berlín por el aniversario de la caída del comunismo.
Saludos,
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