No en balde los líderes de la organización terrorista Hamas consideran que Jimmy Carter representa la política de la actual administración norteamericana. Durante su visita de hoy a la Franja de Gaza, el ex Presidente Carter declaró que había tenido que “contener las lágrimas” frente a la destrucción sufrida por los residentes palestinos y pidió que se saque a Hamas de la lista de organizaciones terroristas y que forme parte de las conversaciones de paz. Resulta una verdadera ironía del destino que sus comentarios coincidan con las protestas en Irán, donde valientes civiles en Teherán y en todo el país son tiroteados en las calles mientras protestan por el fraude electoral. ¿Llorará también por ellos?
Después de todo, la revolución iraní que llevó al poder a los Ayatollahs ocurrió durante su presidencia y no cabe duda alguna que la revuelta islámica de Teherán debe atribuírsele en parte a su actuación, a sus estupideces y a lo que no hay otra forma de llamarle que sus fechorías; todo lo cual resulta un doloroso recordatorio de las graves implicaciones que pueden tener para la región, el que el Presidente Obama asuma hacia Israel y la región políticas tipo Carter como sucede en la actualidad.
Fue el entonces Presidente Carter, quien en nombre de los “derechos humanos”, estimuló aquella revolución que trajo como consecuencia que 52 rehenes norteamericanos estuvieran sometidos a las más ominosas vejaciones hasta que el Presidente Reagan con sólo asumir la Presidencia acabó con aquella pesadilla. Fue Carter quien al prohibirle al Sha que dispersara por la fuerza las protestas contra su régimen el que llevó a Khomeini al poder y convirtió a Irán en el peligro que es hoy para el mundo civilizado. Carter entonces miró hacia el otro lado para no ver que aquellas manifestaciones eran orquestadas por Mullahs radicales a quienes les importaban los derechos humanos tanto como a él hoy le importan, los miles de muertos palestinos asesinados por Hamas, muchos más de los que han perecido por las balas israelíes en su defensa contra la organización terrorista.
En los últimos 30 años, no sólo los iraníes han pagado el precio de las estupideces megalomaníacas de Carter; también los residentes de la región y todo parece indicar que el resto del mundo las sufrirá igual. Gracias a Carter, además del lamentable episodio de la Embajada norteamericana, la llamada Revolución Islámica provocó la sangrienta guerra entre Irak e Irán y el surgimiento y poderío del grupo terrorista Hizbullah en el Líbano al que, junto a Siria, arma, sostiene y utiliza como peón en la región.
En las últimas décadas, Irán ha sido el mayor patrocinador del terrorismo a escala mundial, que abarca desde el apoyo que brinda a Hamas y a Hizbullah, hasta el asesinato de disidentes iraníes en Europa. Teherán también ha desempañado un papel clave en ataques terroristas devastadores, tales como la colocación de bombas en instituciones judías y dependencias israelíes en Argentina en los años 90.
Hoy, teniendo como Presidente a un loco criminal que niega el Holocausto, Teherán avanza ininterrumpidamente hacia la adquisición del arma nuclear a la vez que amenaza a Israel con que lo borrará de la faz de la tierra.
Pero Carter, otra vez al igual que hace 30 años, mira hacia el otro lado para no darse por enterado que legitimiza a un grupo islámico extremista. Visto desde ese punto de vista, claro que tiene muchísima razón para llorar por los residentes de Gaza, quiénes al igual que el pueblo iraní sufren bajo la tiranía de otro régimen radical islámico.
Una vez más, este lamentable personaje, convenientemente “olvida” que Hamas tomó el poder en Gaza a través de un violento golpe en el que ejecutó a sangre fría a muchos de sus rivales; palestinos árabes fieles al mismo Dios y al mismo Profeta que ellos, no infieles como indica el Corán que deben ser los que mueran degollados bajo el cuchillo de Allah. Una vez en el poder, Hamas utilizó el nuevo territorio adquirido para disparar miles de misiles contra pueblos y ciudades israelíes, con el propósito declarado de aterrorizar y asesinar civiles. La respuesta de Israel y la destrucción en Gaza son el resultado directo de las acciones de Hamas, aunque Carter parece estar muy ocupado mirando hacia el otro lado y derrame sus lágrimas de cocodrilo para beneficiar a una despiadada organización terrorista y resulta cuando menos obscena, sino criminal, la indiferencia mostrada por el ex Presidente hacia las víctimas israelíes del terror desatado en el Hamastan, además de que parece haber olvidado, que Hamas también es responsable del asesinato de ciudadanos estadounidenses.
¿No es este comportamiento de un ex Presidente una vergüenza para los Estados Unidos? ¿No es hora ya que le digamos: Sr. Carter, usted ha causado ya bastante daño tanto cuando era Presidente, como después? Por favor guárdese sus lágrimas de cocodrilo y regrese a Georgia a cultivar maní. No traiga más muertes sobre los inocentes como ya hizo en Nicaragua y Centroamérica. Por favor, cállese ya y termine de vivir su vida en paz.
Nobama
Nueva York, 16 de junio de 2009
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3 comentarios:
Es indecente como cada nueva declaración de Carter es aclamada por los todos los medios progresistas de todos lados, como si fuera vocero de Dios este pusilánime, taimado y falso redentor de todos.
Así mismo es, estimada Cristina.
Excelentísimo artículo, Nobama.
A Carter debieran internarlo en un asilo. Continúa haciendo daño.
Saludos,
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