El Consejo de Regentes y los Asesores se reunen con Dante para
analizar la Divina Comedia
(hacer clic en la imagen para identificarlos)
analizar la Divina Comedia
(hacer clic en la imagen para identificarlos)
Aunque su segundo nombre sea Hussein; que últimamente haya mostrado una cierta predilección por los fanáticos del Creciente Lunar; que Louis Farrakhan le calificara de Mesías ante el que todos callan cuando habla, hasta hoy, que sepamos, el Presidente Obama no ha pedido su ingreso en la Nación del Islam ni en el Nuevo Partido de los Panteras Negras. De manera que en este artículo no pretendemos hablar de esa predilección, quizás adquirida durante sus años en una Madrasa de Indonesia. Hoy hablaremos de economía, más bien de algunos aspectos del funcionamiento del mercado bursátil.
Todo el funcionamiento de las Bolsas de Valores y el comercio de acciones y valores bursátiles está determinado por diferentes variables que utilizan los agentes de bolsa. Entre esas variables, que son en definitiva las que utilizan los expertos para predecir o explicar los movimientos del mercado, están el costo y la disponibilidad de capital (por ejemplo, las tasas de interés), la integridad de la moneda (por ejemplo, la inflación o la deflación), la fortaleza de las ganancias corporativas y lo que llaman los factores X, en los que se engloban todos los imponderables como guerras, embargos económicos, amenazas en la energía, suministros, etc., etc. La mayoría de lo que debilita o fortalece a los mercados puede deberse a uno o más de esos factores.
Si, por ejemplo, comparamos los índices de Dow o de S&P 500 contra las cifras de popularidad de Obama en las encuestas, veremos que en la medida que estos bajan los índices suben y viceversa. De manera que habría que agregar entre esos factores imponderables o X, al menos por los próximos 4 años, al Presidente Obama. Podríamos llamarlo, digamos, el factor Barack X.
Hay especialistas que están convencidos de que el reciente movimiento al alza en el mercado bursátil no es tanto un movimiento de mercado al alza (bear market rally) como una reacción de apoyo al creciente desencanto bipartidista con los planes de gastos, de impuestos y de estímulos del Presidente o, como otros piensan, a la no existencia de un plan económico claro. La suficiencia económica del Presidente es ahora abiertamente cuestionada, incluso dentro del propio Partido Demócrata y el mercado ha llegado a una sólida y concluyente opinión acerca de sus habilidades como administrador: Cero, Zip, Nada.
Para nosotros en Nobama, no es ninguna sorpresa, esa ha sido siempre y continúa siendo hasta hoy nuestra opinión, desde que el político de Chicago declarara su intención de aspirar a la presidencia. Pero a pesar de que innumerables y responsables voces trataron de alertar de lo que se nos venía encima de elegir a este incompetente Organizador Comunitario al cargo más importante del universo, no encontraron eco alguno en la Gran Prensa izquierdista norteamericana empeñada en elegirlo; lo que lograron aprovechándose de una coyuntura económica y política, obviando todo aquello que legítimamente pudiera cuestionar su capacidad para el cargo, desarrollando una campaña populista y emocional dirigida a los votantes afro-americanos; a otras minorías y a los más jóvenes que votaron con la simpatía más que con la reflexión y digámoslo claro, de pintarlo como el Mesías que vendría a salvarnos de todos los males.
¿El resultado?
Tenemos un Presidente que tiene a su cargo la economía más grande del mundo y de pronto vemos que regresamos a épocas pasadas en las que, por ejemplo, un niño de 10 años se encontraba de pronto convertido en Rey o Emperador y tenía que nombrar Regentes hasta que alcanzara la mayoría de edad y aprendiera a gobernar. Desafortunadamente para el país, los Regentes de Obama, como el Secretario del Tesoro Tim Geithner, son tan incapaces como Su Majestad, perdón, quise decir el Presidente. Pero no sólo son incapaces, sino que también son unos truhanes, sólo tenemos que sentarnos a ver las noticias y leer algunos periódicos que desde hace un par de días nos saturan con los famosos bonos a los ejecutivos de AIG, lo que por demás no era más que una maniobra de distracción para desviar la atención de lo verdaderamente importante: La Reserva Federal anunció ayer que inyectará 1 millón de millones de dólares (1 trillón) comprando bonos del Tesoro de los Estados Unidos sin respaldo en Oro; eso significa que la hiperinflación se acerca (recuerdan a Zimbabwe) y que el valor del dólar caerá de picada y por ende nuestro poder adquisitivo, probablemente esa sea una recomendación de los Regentes y de ese cuerpo que se comenta que, además de los Regentes, Obama escucha y que está compuesto por más de 300 asesores para todos los aspectos del arte de gobernar. Supongo que esta Mesa de Pericles de todos los colores, discuta temas de gran profundidad para después ofrecer al Presidente sus sabios consejos. No en balde Obama no puede hablar en público si no cuenta con un teleprompter, con tantas y diversas opiniones es de suponer que se le haga difícil establecer una política propia, clara y coherente.
Todo ello determina que comience a desarrollarse un interesante fenómeno en el que en la misma medida en que los bancos recuperan su fortaleza, comienzan a lamentar el haber aceptado el dinero del Gobierno y rechazan aceptar ninguna otra cantidad, lo que quiere decir que el famoso dinero de estímulo ahora se vea como una carga y no como un valor. Y que, además, ya conocen de las reuniones del equipo económico de Obama con sus pares suecos, para recibir asesoramiento en la forma en que Suecia nacionalizó la banca.
Por eso los inversionistas y Wall Street parecen haber llegado a la conclusión de que es de vital importancia reducir lo más posible la influencia del factor Barack X en los mercados ya que ello resulta directamente proporcional al crecimiento económico de los Estados Unidos.
Y tienen razón. No faltaba más.
Aaron Mayer
Nueva York, 19 de marzo de 2009
3 comentarios:
Se puede discrepar del post pero no se puede permanecer indiferente. Lo enlazo. Gracias
Estimado Lazaro, gracias por opinar. Usted ha dado en el clavo de cuál es el propósito de la existencia de Nobama: que no haya indiferencia y que las opiniones respetuosas se escuchen y debatan. Tiene nuestro blog a su disposición para publicar en él cualquier opinión diferente.
Saludos,
Nobama
Muy atendible. Gracias por publicarlo.
Publicar un comentario